jueves, 24 de septiembre de 2020

DESAYUNO - CENA - MARTES - MIERCOLES -JUEVES - VIERNES - TITULO: DESAYUNO - CENA - MARTES - MIERCOLES - JUEVES - VIERNES - El pis del autobús ,. / MasterChef 7 - MasterChef Celebrity 4 . Martes -29- Septiembre,./ Donde comen dos - Sal, aceite de coco y patatas ,.

 

TITULO: DESAYUNO - CENA - MARTES - MIERCOLES - JUEVES - VIERNES -El pis del autobús ,.


DESAYUNO - CENA - MARTES - MIERCOLES -JUEVES - VIERNES - El pis del autobús   .  , fotos,.

 

El pis del autobús,.

Autobús urbano en la avenida Primo de Rivera de Cáceres. / HOY
 
 
Autobús urbano en la avenida Primo de Rivera de Cáceres.

La cuestión mingitoria. Los conductores de los «urbanos» tienen problemas para aliviarse,.

Gastronomía en verso | Perrunillas extremeñas para un café solidario

Dentro de un mes hace 15 años que escribo en el HOY. En este tiempo, solo me han cambiado un titular. ¡Afortunadamente! Escribí en cierta ocasión sobre el cierre de los mingitorios municipales cacereños y el consiguiente problema que esa medida había provocado en los excursionistas de la tercera edad y en los ciudadanos en general. Tras acabar el artículo, no se me ocurrió otra cosa que titular así: «Que me meo toa». Era un encabezamiento machista, vulgar, grosero y populachero. Menos mal que alguien decidió echarme una mano para evitar que hiciera el ridículo y me propuso cambiar el vulgarismo soez por algo más apropiado, por ejemplo: «Los problemas del pis público».

 RECETAS DE COCINA FACILES PARA ESTUDIANTES Raviolis de queso con salsa de  albahaca y yogu

Años antes, escribiendo en un diario gallego, se me ocurrió hacer un reportaje sobre cómo organizaban unos grandes almacenes recién instalados en Santiago de Compostela el paso de sus cajeras por las letrinas. El reportaje quedó curioso y desveló las vicisitudes y tribulaciones que debía padecer una cajera de hipermercado para ir al baño. La clave era que tenían que pedir hora de micción mucho antes de tener ganas porque si venían las ganas y no habían pedido hora, pues eso, que se podían aplicar el titular tan impropio que recojo en el primer párrafo.

En el caso gallego, los problemas no vinieron por ninguna ocurrencia soez ni escatológica, sino por el lado de los grandes almacenes, cuyo director general llamó a mi director y me cayó una bronca de las buenas y la recomendación de que me apartara del pis y de las cajeras por un tiempo. Así lo hice y la cosa no fue a mayores, aunque en el fondo, me sentí orgulloso e importante: mi perspicacia urinaria había provocado conversaciones al más alto nivel.

Como podrán ustedes deducir, cada vez que se me ocurre escribir algo sobre la orina, me echo a temblar y no sé cómo abordar el tema en la seguridad de que voy a meter la pata con alguna inconveniencia que delate mis traumas y convencionalismos más recónditos, esos que uno esconde y disimula, pero siempre acaban saliendo a la luz. O sea, igualito que el pis.

El caso es que hoy quería denunciar el problema que padecen los conductores cacereños del bus urbano cuando tienen necesidad de, como decíamos en las josefinas, «ir al cuartito». No cuentan con baños públicos a lo largo de sus recorridos, no pueden dejar el autocar sin chófer para entrar en un bar y sus turnos son lo bastante largos como para que consigan aguantar tantas horas sin orinar.

Esta cuestión del alivio menor puede sonar a tema baladí, pero imagínense ustedes que en sus oficinas, talleres, bancos, empresas o fábricas no contaran con ningún baño público y que, además, les prohibieran entrar en los bares. ¿Cómo lo solucionarían? Se admiten ideas: pañales, una bacinilla, un orinal junto al ordenador... ¡Bobadas! No hay solución posible para operarios de la limpieza ni conductores de autobús, aunque los primeros tienen la heterodoxa solución de dejar el carrito en la puerta de un bar y usar el wáter del establecimiento.

El parche del pipí que han ideado los conductores de autobús de Cáceres es bajarse en alguna parada sin viajeros o en los finales de trayecto para desbeber entre contenedores. No es muy correcto, pero es lo que hay y ya se sabe que aguantarse para no infringir las ordenanzas es un esfuerzo que acaba en la consulta del urólogo. Las conductoras hacen lo mismo: o se aguantan o a los contenedores y a camuflarse como pueden. Entenderán que se trata de un tema muy serio y de difícil solución, pero algún protocolo habrá que establecer para solucionar el problema mingitorio.

TITULO:   MasterChef 7 - MasterChef Celebrity 4 . Martes -29- Septiembre,.

 
El martes  -29- Septiembre las 22:35 por La 1,foto.  

 

MasterChef Celebrity 5 | La dura decisión que sentenció a Melani Olivares,.


Del "mojón" de Melani Olivares, pasando por el cara a cara de Josie y Jordi Cruz, hasta llegar a una de las decisiones más duras que se ha tomado en MasterChef. Dura, pero justa. Tan justa que al nuevo rey Salomón le costó un buen disgusto.

MasterChef Celebrity 5
 
Juanjo Ballesta, sufriendo antes de tomar una dura decisión en MasterChef Celebrity. RTVE

Paren los fuegos, MasterChef Celebrity 5 tiene un nuevo rey Salomón. Cuenta la Biblia que el rey Salomón pidió a Dios sabiduría y que éste se la dio sin entender muy bien por qué le pedía ser sabio y no una larga vida o riquezas. Y fue tan sabio que a día de hoy al que justo se le califica de salomónico. Sí, fue muy sabio y justo, pero cruel. Que no se nos olvide aquel niño al que quiso partir por la mitad. Pues quitando lo de la crueldad en MasterChef Celebrity 5 hay un nuevo rey Salomón, que queriendo ser justo, bueno y leal, acabó tomando una de las decisiones más duras que se recuerdan en el talent culinario. Hablo de Juanjo Ballesta, el aspirante que está a punto de convertirse en caballito ganador, pero que además se ha convertido en la diana de todas las alabanzas (y también criticas) por hacer algo que a muchos se les ha olvidado, hacer las cosas con corazón, pero sobre todo con sabiduría.

El segundo programa de MasterChef Celebrity fue el programa de Juanjo Ballesta y de Josie. ¡Qué gran descubrimiento ha sido Josie! Por su sangre corre show del bueno. Habrá quien piense que Josie es la guindilla de esta edición. Pues lo es. Lleva dos programas y ya se puede hacer una recopilación no sólo de sus grandes momentos, sino de frases para la historia.

De hecho, si Juanjo Ballesta fue el protagonista de la decisión de la noche, la decisión que costó a Melani Olivares decir adiós a las cocinas de MasterChef Celebrity, Josie se convirtió anoche en uno de los pocos aspirantes que han pasado por las cocinas del programa y que con todo el arte del mundo y toda la educación se ha enfrentado al juez "tiquismiquis", a Jordi Cruz. Quieres guerra, pues espera que me remango.

La noche comenzó con embutidos y 'guarreridas'. Los aspirantes por parejas tenían que preparar de cero un embutido -les faltó la matanza- y realizar dos platos con el embutido que habían preparado. De locos, porque si pensábamos que MasterChef Celebrity no podía ser más loco, van y lo duplican. Verles coger las tripas del cerdo y preparar chorizos, morcillas, etc. de arte tiene poco, pero de 'guarrerida' tiene mucho. De hecho, el resultado de los platos fue un desastre. Lo siento, pero los platos con sus embutidos que prepararon eran, eran... No tengo palabras.

Pocos se salvaron y el del rey Juanjo fue uno de ellos. Ya lo dijo Jordi Cruz tras la prueba de exteriores, está a un tris de convertirse en el nuevo caballito ganador de MasterChef. "Me encantaría que ganarás MasterChef", le dijo Jordi Cruz y a Juanjo Ballesta se le iluminaron los ojos y el alma: "Sería increíble ganar MasterChef Celebrity por mi barrio, por Parla". ¿Justicia divina señora Ayuso? ¿Anda que sí con la que les ha caído a los barrios del sur, sureste de la capital va Juanjo Ballesta y gana MasterChef por su Parla? ¿Se puede ser más Salomón? Sí, todavía se puede.

La ambrosía de Josie

Tras probar esos platos para el olvido, los aspirantes se trasladaron al autocine más grande de España. Situado en Chamartín, los concursantes tenían que convertirse en american chefs y preparar menús USA para unos espectadores muy de alfombra roja, que iban a disfrutar de todo un clásico, de Grease. Pocas veces he estado en un cine al aire libre con coche, pero pensar (y ver) comerse todos los platos que tuvieron que preparar dentro de un coche, me resulta más complicado que construir una catedral. ¡Madre del amor hermoso! ¿Pero como te comes una ensalada de bogavante o unas costillas a la parrilla o una pie lemon metido en el coche? Pues con dificultad. Eso sí, queda precioso y súper american style, pero cómodo lo que se dice cómodo, ¡unas narices! Ahora, como experiencia debe ser algo único y si encima tienes a Josie vendiendo "ambrosía" y a Juanjo Ballesta dándolo todo para vender el menú del equipo azul, gloria bendita.

Efectivamente, los capitanes de la prueba de exteriores fueron Juanjo Ballesta y Josie. El primero, al frente del equipo azul formado por Florentino Fernández, la Terremoto de Alcorcón, Lucía Dominguín, Celia Villalobos, Jesús Castro y Laura Sánchez. Y Josie, capitán del equipo rojo, con Ainhoa Arteta, Raquel Sánchez Silva, Perico Delgado, Gonzalo Miró, Nicolás Coronado y Raquel Meroño. Equipo muy compensados, pero capitanes muy distintos. Y fue esa diferencia la que marcó la victoria. Aunque a Josie le pareció más complicado el menú elegido para su equipo, lo cierto es que estaban muy nivelados. El problema no fue el menú, el problema fue que mientras Juanjo organizó el cocinado como un engranaje perfecto, Josie convirtió la cocina en una maravillosa locura. Sí, perdieron, pero yo hubiera pagado por estar en esa cocina, parecida a una jaula de grillos descontrolados. Sudaron la gota gorda, lloraron, sufrieron, se desesperaron y Josie tan feliz de un lado a otro "mariposeando". "Bueno, es que eso bien de fábrica", palabra de Josie.

Las costillas se quemaron y se quedaron duras como el mármol. Pocos fueron los comensales que se las pudieron comer, por no decir ninoguno. El smoothie se quedó con más tropezones que las calles de Madrid en la operación asfalto y la pie lemon fue la penitencia de Ainhoa Arteta y Raquel Sánchez Silva. La salvó al final del cocinado Jordi Cruz, pero ni con el toque del chef se pudo hacer mucho. La "ambrosía" de Josie... Es que lo escribo y me sigo riendo. Los de su equipo no se rieron tanto y los espectadores tampoco, pero Josie era feliz y, lo mejor, que al verlo te llegaba esa loca felicidad. Que sí, que su capitanía fue un descontrol y desastre, pero ¿y lo bien que se lo pasó? ¿Y lo bien que nos hizo pasarlo? Sólo Josie podía hacer que una señora de los pies a la cabeza como Ainhoa Arteta pudiera soltar un "este postre sale por mis tetas". Pues ni por las tetas, pero desesperación toda la que quieras y más.

Obviamente, ganó el equipo azul y por goleada. Llegó el momento de las valoraciones y estaba clarinete que Josie se iba a llevar un buen rapapolvo, pero a Josie se la pela. Entre que es como una metralleta que no deja de hablar y que en cada una de frases va un golpe de efecto de agárrate y no te menees, por muy duro que intentara ser Jordi Cruz, fue imposible. De hecho, Josie pudo coger y cabrearse, e hizo todo lo contrario, se enfrentó al juez con todo el rostro del mundo, dejando sin palabras o, más bien, no dejando que dijera ni una palabra al juez.

"¡Cuando yo hable, te callas!"

Fue el momento del "mariposeando", del "bueno, eso me viene de fábrica" y del "es que ni te has manchado" y "tienes el cutis perfecto". "¿Tú has visto el cutis de Raquel? ¿Has visto su mandil? ¿Has visto el de Ainhoa? ¿Y el tuyo cómo está? Limpio", le espetó un enfadado Jordi Cruz al estilista, que no iba a permitir que el juez valorase su trabajo como capitán por cómo tenía el cutis o el mandil. "¿Pero como no voy a tener el cutis perfecto su ayer me dieron un masaje japonés dos horas? Nunca me vas a ver con mal cutis. No puedes valorar el trabajo por el cutis porque lo he dado todo (...) Es que parece que aquí sólo se te valora por si te has manchado. ¿Qué quieres que yo le haga si llevo una ducha incorporada?", respondió Josie.

Y Jordi Cruz se cansó. Se cansó de no poder hablar, de no poder dar su valoración y de no poder soltar el rapapolvo que tenía preparado para la estrambótica capitanía de Josie. "¡Cuando yo hable, te callas!", le espetó Jordi Cruz. Una frase que en otra ocasión hubiera terminado en bronca y de las gordas, pero con Josie es imposible. No sólo no se calló, sino que le ganó la partida al juez, que se vio incapaz de continuar y directamente les pasó el relevo a sus compañeros: "Por favor, sigue tú porque es imposible": Y Samantha Vallejo-Nágera y Pepe Rodríguez lo intentaron, simplemente lo intentaron.

Un momento de tensión, que continuaría después en las cocinas de MasterChef en la prueba de eliminación, y que se suavizó con la buena valoración que los jueces hicieron del equipo azul y del trabajo de Juanjo Ballesta. Más que justa la victoria del equipo azul y el premio al mejor de la prueba que se llevó el actor. Parece de hierro, pero Juanjo Ballesta es todo corazón. ¡Pero si se le saltaban hasta las lágrimas! Sólo tuvo palabras de agradecimiento para su equipo. Y en lugar de colgarse la medalla de 'que buen capitán he sido', volcó todo el triunfo en sus compañeros y en el trabajazo que se habían pegado. Se ganó el corazón de todos, pero aún quedaba más.

Celia Villalobos, a por Josie

El equipo rojo a la prueba de eliminación de cabeza y la tensión vivida en la valoración de la prueba de exteriores se fue de mochila con ellas. Por muy alegre que se viera a Josie y por muy echado pa'lante con Jordi Cruz, la prueba de exteriores fue la gota que colmó el vaso de Josie, que llegó a decir que porque ya se había metido en esto, pero que si lo hubiera sabido en su casa se hubiera quedado. "Esto es muy duro", pues si le pareció duro, lo que vino después mejor no fue. Los jueces le preguntaron por su capitanía y Josie contestó lo mismo que en la prueba de exteriores, que se había agobiado porque él necesitaba una cocina "empotrada" para tener seguridad, que el menú estaba "lleno de trampas", que la elección del menú fue clave para perder la prueba y que... ¡zas!

Fue decir lo de la elección del menú y de repente Celia Villalobos, tan calladita en el programa de anoche, excepto para soltar otro guantazo al PP se transformó en la bruja del cuento de Blancanieves. "Josie, lo elegisteis vosotros, así que todos callados. Lo vuestro era lo difícil y lo nuestro era un regalo. ¡Venga ya, hombre! ¡Venga ya! Menos rollo caperucita", le espetó una Celia Villalobos que saltó cual pantera sin venir mucho a cuento. Me da la sensación que detrás hay más de lo que vemos. "Bueno, bueno, cómo se pone...", dijo Josie, queriendo quitarle hierro al asunto, pero visiblemente cansado de tanta caña de España.

Florentino Fernández quiso poner un poquito de humor y las aguas volvieron a su cauce hasta que comenzó la prueba de eliminación. Juanjo Ballesta, como ganador de la prueba anterior, tuvo en su mano el futuro de los mandiles negros. Juanjo Ballesta fue el elegido para dar a cada aspirante el plató que tendría que rematar. Sí, el plató que había que rematar porque la prueba consistía en coger unos guisos mal hechos y no finalizados por los jueces y rehacerlos de nuevo convirtiéndolos en algo comestible. Llegó Salomón y quiso ser justo y beneficiar en lo que podía a sus compañeros.

Creyó haberlo hecho bien, pero a Juanjo Ballesta eso de tener que ser él, el que decidiera por su compañeros no le gustó un pelo. A los más flojitos les dio el pollo con patatas y verduras, a los que les gustaba cocinar el pescado, les dio la caldereta, y a los que vio más fuertes les dio el arroz con costillas. Ya se sabe que nunca llueve a gusto de todos, pero creo sinceramente que Juanjo hizo su elección pensando en el bien de todos y sin querer perjudicar a nadie.

No fue esta la decisión más sorprendente de la noche. En medio del cocinado, los jueces volvieron a llamar a Juanjo Ballesta. En su mano pusieron la posibilidad de salvar a dos compañeros, y como su corazón le decía una cosa y su cabeza otra, decidió cortar al niño por la mitad. Por primera vez, no se eligió a nadie para ser salvado. El actor decidió que para perjudicar a unos y beneficiar a otros, que tendrían que ser ellos y sólo ellos los que se aseguraran su continuidad o su marcha.

Muchos callaron, otros le aplaudieron, pero, obviamente, hubo quien no entendió que teniendo la posibilidad de salvar a alguien no lo hiciera. Melani Olivares se cabreó mucho con la decisión de Juanjo Ballesta. Se cabreó porque ella se veía con un pie fuera y sabía que de haber salvado a alguien, Juanjo la hubiera salvado a ella. De hecho, lo dijo, pero se acabó echando para atrás en el último momento.

El "mojón" de Melani Olivares

La cara de angustia de Juanjo Ballesta cuando subió de nuevo al balconcillo y escuchó como los jueces explicaban a sus compañeros que había decidido no salvar a nadie era todo un poema. Tomó la decisión no por quedar bien, sino porque realmente creyó que era lo más justo, pero a veces la Justicia falla, y falló. Juanjo Ballesta sabía que Melani Olivares era una de las más flojas y Melani Olivares acabó siendo la expulsada. "He ido a peor. De mierda a bodrio y a mojón", demasiado dura consigo misma y con su pollo al curry imposible de comer. Juanjo Ballesta dejó que cada uno labrara su propio camino y Melani labró un mojón. Nadie tuvo la culpa, más que ella. Si Juanjo Ballesta hubiera elegido a Melani Olivares y la hubiera salvado se habría ido otro aspirante que seguramente se lo merecía menos que ella.

Juanjo Ballesta fue justo y la justicia se llevó (y su mal cocinado) se llevó por delante a Melani. No hay más discusión. Creo, de verdad, que el actor demostró mucha valentía al hacer lo que hizo y que no se le puede poner ni un sólo pero a su decisión. Él hubiera salvado a Raquel Meroño y a Melani Olivares. Y fíjate, creyendo que Raquel Meroño, también era de las flojas, la actriz sorprendió para muy bien con un guiso que estaba bien rico. Como Josie, que pese a verse sobrepasado una hora antes, preparó sus primeras croquetas y dejó a los jueces ojipláticos y completamente descolocados cuando empezó a echar harina por todo el cuerpo para que le vieran sucio y le valorasen acorde a lo que se había manchado. Creí que Jordi Cruz le iba a morder, pero no, Jordi le limpió la harina y aquí paz y después gloria. A ver cuánto dura la paz. Me da a mí que poco.


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