domingo, 12 de enero de 2014

¡Silencio, por favor! Malena Alterio. / EL BLOC DEL CARTERO,EL ALMA DE CIUDADES Y MUSEOS,. / LA CARTA DE LA SEMANA,Fernando Tejero, ACTOR, CINE,

  1. Malena Alterio
    Hija, hermana, sobrina y pareja de actores. Lo suyo es la interpretación, no hay duda. Malena Alterio está de gira con Emilia (en los ...
     
    Se habla de...

    ¡Silencio, por favor! Malena Alterio

    Malena Alterio (Buenos Aires, 1974) llegó a Madrid siendo un bebé. Celebrará su 40 cumpleaños el 21 de enero sobre las tablas. Está de gira con la obra teatral 'Emilia'.
    Hija, hermana, sobrina y pareja de actores. Lo suyo es la interpretación, no hay duda. Malena Alterio está de gira con Emilia (en los madrileños Teatros del Canal, hasta el 9 de febrero), una obra escrita y dirigida por Claudio Tolcachir, argentino, como ella. Lejos queda su papel en la serie televisiva Aquí no hay quien viva, pero la gente sigue llamándola Belén por la calle o simplemente la del portero. Ella no lo lleva mal, aunque durante un tiempo la fama no le permitiese viajar en metro.
    Asegura que ahora hace lo mismo que antes de ser popular y se siente una chica absolutamente normal. Damos fe: lo de la actriz diva no va con ella. Lo demostró durante la sesión de fotos, en su casa, ubicada en un céntrico barrio madrileño.
    -Caro, su personaje en Emilia, no habla mucho. ¿Qué hace?
    -Cuando se estrenó la obra en Avilés, dijo que esta ciudad asturiana es el 'estrenódromo' de España. ¿De dónde saca estos palabros?
    -Dice que no le gusta que le hagan fotos. ¿Prefiere un buen autorretrato?
    -Nació en Buenos Aires, aunque pronto se vino a España. ¿Le dejó huella su tierra natal?
    -Su padre, Héctor Alterio, es actor, como usted y su hermano. ¿El apellido es un peso o un orgullo?
    -¿Sufre antes de un estreno?
    -Cuenta que, si su padre no hubiera sido actor, usted tampoco. Estaríamos hablando con Malena, de profesión...

     TÍTULO: EL BLOC DEL CARTERO, EL ALMA DE CIUDADES Y MUSEOS,.

    1. Coincido en muchas cosas con Gonzalo García Pelayo, a excepción del póker y el talento. Los juegos de mesa no están hechos para mí -a ...
       
      Coincido en muchas cosas con Gonzalo García Pelayo, a excepción del póker y el talento. Los juegos de mesa no están hechos para mí -a excepción del mus- y no tengo la creatividad desatada que rebota constantemente por su cabeza, lo que me contraría sobremanera. Una en la que coincidimos plenamente es la aseveración incorrecta de que los museos se ven en unos minutos. Gonzalo entra en el Prado, un poner, y lo visita a paso de calle; asegura que lo que te interesa merece un vistazo y lo demás una simple ojeada de refilón. Gonzalo y un servidor somos de los que se pasean por los museos sin la detención escrupulosa de los buscadores de matices, de los afortunados que cada vez que miran descubren algo nuevo.
      Cuando me acerco al Bellas Artes de Sevilla, corro veloz a contemplar unos minutos La muerte del maestro que con el trabajo -que le realizaron en el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico luce esplendoroso-, del monumental José Villegas, y salgo reconfortado y satisfecho. Hay otras jornadas para los demás. Si algún día se realiza la excelente idea que me transmitió el concejal Gómez de Celis de transformar la antigua Fábrica de Tabacos -impresionante sede hoy de la Universidad- en una suerte de Louvre sevillano, concentrando todos los museos de la ciudad y completando la solvente pinacoteca del Bellas Artes, se crearía un foco de atracción cultural que atraería a la capital andaluza cientos de miles de visitantes más al año y nos obligaría a Gonzalo y a mí a dedicarle algo más que un simple paseo para contemplarlo en su magnificencia.
      Sostengo que ocurre igual con las ciudades. Hay dos formas de verlas: conocer lo elemental o saberse sus rincones secretos. Para lo primero bastan unas horas; para lo segundo hacen falta años. Sin salir de Sevilla: conocer el paquete básico de la ciudad lleva tan solo unas horas: Giralda y Catedral, Real Alcázar, Torre del Oro, iglesia de la Caridad, El Salvador, Bellas Artes, un paseo por Triana y otro por el barrio de Santa Cruz se hacen en un día. Intenso, pero un día. Aprehender el alma de la ciudad, conocer sus personajes, saber dónde preparan la mejor pringá o a qué lugar hay que acudir para escuchar de noche el lamento de una guitarra ya es cosa de años.  Visitando con mi querido Paco Cervantes la ciudad de Tokio, me comprometí con él a enseñarle lo imprescindible en un solo día. Viajábamos de Hong Kong a San Francisco y le propuse parar en la capital de Japón a disfrutar del día que nos sobraba. Tokio, en su inmensidad, pudo ser visitado en ese tiempo: bastó con estudiar las líneas de metro y leer un par de guías urbanas en las que se aconsejaran los barrios más interesantes. Y caminar sin descanso y con los ojos bien abiertos. No puedo escribir un libro que se titule El Tokio que conocí, pero sí me llevé una impresión general de los lugares a los que hay que ir. Por cierto, muy interesantes y algo estresantes.
      Aquel que quiera visitar la Barcelona elemental, por ejemplo, podrá ver satisfecha su curiosidad básica en un tiempo similar: las Ramblas, el paseo de Gracia, el Gótico, Montjuïc, el Picasso y un vino por el Borne caben en una jornada apretada; pero saber qué rincones aguardan tras el parque del Guinardó camino del sueño de Güell y Gaudí ya es cosa de tiempo: el Quimet de Horta o Can Solé de la Barceloneta no vienen en las guías. Ni la vista agazapada y esplendorosa de la ciudad desde el final de la carretera de las Aguas, más allá del ensoñador Tibidabo.
      El alma de las ciudades, como el de los museos, requiere dedicación. Hay quien prefiere conocer poco, pero de forma muy intensa. Gonzalo y yo preferimos ver el mundo a paso de fotógrafo de carreras, no a paso de óleo. Somos, a lo que se ve, coleccionistas de instantáneas.

      TÍTULO:  LA CARTA DE LA SEMANA, Fernando Tejero, ACTOR, CINE,.

      Fernando Tejero-foto-


      Fernando Tejero
      Fernando Tejero - Seminci 2012.jpg
      Fernando Tejero en la Seminci 2012
      Nombre real Fernando Tejero Muñoz-Torrero
      Nacimiento Bandera de España Córdoba, Andalucía (España)
      24 de febrero de 1967 (46 años)
      Ocupación Actor
      Premios
      Premios Goya Mejor actor revelación, por Días de fútbol (2003)
      Ficha en IMDb
      Fernando Tejero Muñoz-Torrero (Córdoba, España, 24 de febrero de 1967) es un actor de cine español.

    Biografía

    Nació en Córdoba en 1967, donde transcurrió su infancia y adolescencia hasta que abandonó su trabajo en la pescadería de sus padres para viajar a Madrid y convertirse en actor.
    Ingresó en la Escuela de Cristina Rota, donde entró en contacto con Alberto San Juan. De esta manera estableció vínculos con la compañía teatral Animalario, entre cuyos miembros figuraban Ernesto Alterio, Andrés Lima y Guillermo Toledo. Realizó sus estudios de forma intensiva durante los fines de semana, y de este modo podía compaginar el trabajo en la pescadería y las clases.
    David Serrano, también cercano a este grupo, ofreció a Fernando Tejero la oportunidad de su vida en la película Días de fútbol (2003), con la que obtuvo el Premio Goya al mejor actor revelación.
    Ese mismo año Elena Arnao lo seleccionó para el reparto de la serie televisiva Aquí no hay quien viva. Si bien en principio le ofrecieron interpretar a Paco (el dependiente de un videoclub), más tarde la deserción del actor encargado de dar vida a Emilio (el portero) le permitió gozar de un mayor protagonismo.
    Gracias a su popularidad, Fernando Tejero accedió a papeles protagonistas en películas como El penalti más largo del mundo (Roberto Santiago, 2005).
    Interpretó a un ciego en la película Va a ser que nadie es perfecto (Joaquín Oristrell, 2005), en la que tuvo como compañeros de reparto a Santi Millán y José Luis García Pérez.
    En 2007 protagonizó la serie Gominolas, en la que interpretaba a Benja, que en los años 1980 fue el líder del grupo infantil Gominolas.
    En el 2009 colaboró con la actriz Malena Alterio por cuarta vez (tras dos películas y la serie Aquí no hay quien viva) en el largometraje Al final del camino. Volvieron a trabajar juntos en el 2011 en la película Cinco metros cuadrados de Max Lemcke que obtuvo cinco premios en el festival de Málaga, entre ellos mejor película y mejor actor. El 1 de junio de 2012 estrena en salas En fuera de juego, fracaso comercial estrepitoso tras el que sin embargo su popularidad se ve enormemente reforzada gracias a la frase «un abrasinho, Mourinho».1
    También versionó la canción So payaso de Extremoduro junto al cantante asturiano Melendi.
    En mayo de 2012 ficha por la serie de televisión La que se avecina (hecha por los mismos trabajadores de Aquí no hay quien viva, a su vez amigos de Fernando), para interpretar a Fermín Trujillo, en la que será la pareja de Estela Reynolds (Antonia San Juan).2
    En 2013 rompió su relación sentimental con su novio Miguel Ortiz (Mister Gay España 2012), lo que tuvo gran impacto mediático por reconocer públicamente por primera vez su homosexualidad,3 4 aunque posteriormente se reconcilió con Miguel Ortiz y le declaró su amor en su cuenta de Twitter.5


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