TÍTULO: REVISTA MAN ,. Caracas en primera plana,.
PARA que los dueños de los diarios de Venezuela compren el papel para
sus rotativas tienen que tener una autorización especial, de acuerdo a
la política gubernamental de control de divisas. La burocracia tiene sus
tiempos. La maldad también. En algún momento les llegará una llamada a
los directores de importantes periódicos que tienen contadas sus
ediciones y miran los almanaques con ansiedad de preso. Por ahora, se
han cerrado cuatro y otros 14 están en un temblor porque no tiene
insumos.
En esa intriga, sin autorización para comparar bobinas, estuvo hasta hace unas horas el diario más antiguo del país:El impulso. Se edita hace 110 años, en el estado de Lara. Ya le llegó el permiso para adquirir el papel. En los tensos días de espera, cuando sólo quedaba material para sacar la edición del 2 de febrero, el presidente de la empresa, Carlos Carmona, dijo que en el comunismo mandaban a fusilar a los disidentes y el comunismo de ahora te mata lentamente de acuerdo con la voluntad de un funcionario que no respeta ni historia, ni tradición familiar, ni a los trabajadores.
El mecanismo burocrático para acceder a las divisas y comprar los estratégicos rollos de papel se hizo más crítico cuando el Gobierno determinó que las bobinas quedaban fuera de las listas de productos que recibirían atención prioritaria. Desde entonces, los dueños de diarios tiene que hacer un trámite y solicitar un certificado cuya gestión puede demorar un año.
El forcejeo de estos días no marca todavía la fecha del cierre definitivo de los periódicos. Se trata de una lista selectiva y discreta. Los dueños del país hacen una demostración de fuerza, enseñan sus músculos detrás de la papelería y de otros instrumentos y demuestran que lo que para los periodistas es sagrado, para ellos es un punto en la agenda de trabajo porque hay que dejar sin voz y sin espacios a la oposición, como ordenan los manuales traducidos del ruso en Cuba.
Los señores del poder tienen también el propósito de doblegar el periodismo libre mediante el proceso del cansancio, la persecución, las amenazas a la familia, multas y demandas judiciales.
Esos gobiernos necesitan grandes silencios. Con la palabra de un solo hombre no pueden concentrarse en la labor de preparar a la perfección su dictadura y la unánime ovación final que reclaman. Nadie va a callar a Venezuela.
TÍTULO: EL BIMBO, Final de camino,.
En esa intriga, sin autorización para comparar bobinas, estuvo hasta hace unas horas el diario más antiguo del país:El impulso. Se edita hace 110 años, en el estado de Lara. Ya le llegó el permiso para adquirir el papel. En los tensos días de espera, cuando sólo quedaba material para sacar la edición del 2 de febrero, el presidente de la empresa, Carlos Carmona, dijo que en el comunismo mandaban a fusilar a los disidentes y el comunismo de ahora te mata lentamente de acuerdo con la voluntad de un funcionario que no respeta ni historia, ni tradición familiar, ni a los trabajadores.
El mecanismo burocrático para acceder a las divisas y comprar los estratégicos rollos de papel se hizo más crítico cuando el Gobierno determinó que las bobinas quedaban fuera de las listas de productos que recibirían atención prioritaria. Desde entonces, los dueños de diarios tiene que hacer un trámite y solicitar un certificado cuya gestión puede demorar un año.
El forcejeo de estos días no marca todavía la fecha del cierre definitivo de los periódicos. Se trata de una lista selectiva y discreta. Los dueños del país hacen una demostración de fuerza, enseñan sus músculos detrás de la papelería y de otros instrumentos y demuestran que lo que para los periodistas es sagrado, para ellos es un punto en la agenda de trabajo porque hay que dejar sin voz y sin espacios a la oposición, como ordenan los manuales traducidos del ruso en Cuba.
Los señores del poder tienen también el propósito de doblegar el periodismo libre mediante el proceso del cansancio, la persecución, las amenazas a la familia, multas y demandas judiciales.
Esos gobiernos necesitan grandes silencios. Con la palabra de un solo hombre no pueden concentrarse en la labor de preparar a la perfección su dictadura y la unánime ovación final que reclaman. Nadie va a callar a Venezuela.
TÍTULO: EL BIMBO, Final de camino,.
Final de camino-fotos-EL BIMBO,
Bien. El Parlamento catalán emprendió ayer el último camino ante de
darse de bruces contra el muro de la Constitución. Todos los que ayer
votaron esa petición para que el Congreso autorice a celebrar un
referéndum de autodeterminación saben que están haciendo una petición de
imposible cumplimiento.
No se trata de que al pueblo catalán se le niegue el derecho a votar, como cínicamente han vendido los promotores de la independencia a todo incauto que han encontrado. Ninguno, por cierto, entre los receptores de esas cartas que Artur Mas ha enviado a primeros ministros y ministros de Asuntos Exteriores de medio mundo, una estrategia que se ha saldado con un fracaso clamoroso. Se trata de que ningún Estado del mundo pone voluntariamente los medios para ser destruido, que es exactamente lo que pretenden los independentistas con esta petición.
Ayer se dio el último paso formal dentro de los cauces legales, paso que acabará en un callejón sin salida. Y a partir de que el Congreso niegue esa competencia al Parlamento catalán, empezará otro escenario mucho más complicado.
Porque el Parlamento catalán tiene que acatar lo que se le diga desde el Congreso. Si lo hace así, Mas no saltará por encima de la legalidad, pero cualquier convocatoria que ignore el mandato del Parlamento español será una abierta ilegalidad que deberá ser combatida con energía por las instituciones del Estado. Artur Mas dijo en su día, Rubalcaba lo ha recordado hace poco, que no actuaría fuera de la ley. Está ya muy cerca de tener que demostrarlo. De aquí al mes de febrero, cuando el Congreso trate la petición venida del Parlament, Mas puede todavía hacer algunos gestos rimbombantes como los que acostumbra a hacer y que a veces rozan el ridículo.
Pero a partir de entonces el juego será con fuego real. Y es el momento de prepararse para responder con contundencia ante cualquier movimiento que burle el mandato del Congreso cuando éste se produzca.
La pelota esta en el tejado de Artur Mas, no en el del Gobierno. Pero el Gobierno debe estar listo para responder si Mas da un solo paso más allá de la línea que marcará el debate en la sede de la soberanía nacional de esta petición inadmisible, por mucho que venga disfrazada de inocencia democrática.
Desde luego, no es el Gobierno quien tiene la última oportunidad de deshacer la tensión política como dice, también con considerables dosis de cinismo, la número dos de ERC, Marta Rovira. Porque no es el Gobierno quien ha producido esta escalada de tensión basada siempre en el chantaje de «o me das esto o prepárate».
Pues ha llegado la hora: nos preparamos.
No se trata de que al pueblo catalán se le niegue el derecho a votar, como cínicamente han vendido los promotores de la independencia a todo incauto que han encontrado. Ninguno, por cierto, entre los receptores de esas cartas que Artur Mas ha enviado a primeros ministros y ministros de Asuntos Exteriores de medio mundo, una estrategia que se ha saldado con un fracaso clamoroso. Se trata de que ningún Estado del mundo pone voluntariamente los medios para ser destruido, que es exactamente lo que pretenden los independentistas con esta petición.
Ayer se dio el último paso formal dentro de los cauces legales, paso que acabará en un callejón sin salida. Y a partir de que el Congreso niegue esa competencia al Parlamento catalán, empezará otro escenario mucho más complicado.
Porque el Parlamento catalán tiene que acatar lo que se le diga desde el Congreso. Si lo hace así, Mas no saltará por encima de la legalidad, pero cualquier convocatoria que ignore el mandato del Parlamento español será una abierta ilegalidad que deberá ser combatida con energía por las instituciones del Estado. Artur Mas dijo en su día, Rubalcaba lo ha recordado hace poco, que no actuaría fuera de la ley. Está ya muy cerca de tener que demostrarlo. De aquí al mes de febrero, cuando el Congreso trate la petición venida del Parlament, Mas puede todavía hacer algunos gestos rimbombantes como los que acostumbra a hacer y que a veces rozan el ridículo.
Pero a partir de entonces el juego será con fuego real. Y es el momento de prepararse para responder con contundencia ante cualquier movimiento que burle el mandato del Congreso cuando éste se produzca.
La pelota esta en el tejado de Artur Mas, no en el del Gobierno. Pero el Gobierno debe estar listo para responder si Mas da un solo paso más allá de la línea que marcará el debate en la sede de la soberanía nacional de esta petición inadmisible, por mucho que venga disfrazada de inocencia democrática.
Desde luego, no es el Gobierno quien tiene la última oportunidad de deshacer la tensión política como dice, también con considerables dosis de cinismo, la número dos de ERC, Marta Rovira. Porque no es el Gobierno quien ha producido esta escalada de tensión basada siempre en el chantaje de «o me das esto o prepárate».
Pues ha llegado la hora: nos preparamos.
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