viernes, 9 de mayo de 2014

EL BILLAR, La ropa que viste la solidaridad ,./ CALLEJEROS,. CIUDAD Viaje a París (5 días),.

 TÍTULO: EL BILLAR, La ropa que viste la solidaridad ,.

EL BILLAR, La ropa que viste la solidaridad ,.-fotos

Recogidas de alimentos y juguetes, cenas para los más desfavorecidos y reparto de comida o ropa ayudan a pasar una navidades menos penosas a miles de personas en Mallorca. Y es que la crisis ha hecho estragos y las entidades y asociaciones que trabajan en el tercer sector siguen desbordadas.
Por eso, en estas fechas son especialmente agradecidas las campañas organizadas por otras entidades, empresas y colectivos, o simplemente grupos de ciudadanos, que tienen como beneficiarios a los usuarios de las numerosas entidades y asociaciones que trabajan todo el año para ayudar a los más desfavorecidos y que estos días preparan comidas y actividades especiales para ellos. Como cada año, las semanas previas a la Navidad estos colectivos ciudadanos ponen su grano de arena para colaborar con ellas apelando a la solidaridad de los ciudadanos.
Estas son algunas –no todas– las campañas que se han organizado en las últimas semanas y que han implicado personas de sectores tan diversos como la sanidad, la educación, la limpieza o el comercio, entre otros.
El Hospital de Son Llàtzer ha organizado por primera vez una campaña solidaria de recogida de juguetes. Con el lema de 'Un juguete, una sonrisa', los juguetes recogidos han sido destinados a los Antics de Monti-sion Solidaris, una entidad que presta su apoyo a 1.570 familias que tienen 1.270 niños menores de 12 años a su cargo. Las acciones que lleva a cabo esta asociación están relacionadas con la alimentación y con la recogida de ropa infantil, además de ofrecer asesoramiento. Además organiza una 'Campaña de Reyes', gracias a la cual entrega juguetes a unos 550 niños.
La Empresa Municipal de Aguas y Alcantarillado de Palma (EMAYA) también ha organizado, por segundo año, una campaña navideña. En su caso, los beneficiarios de un primer lote solidario fueron los usuarios de Can Gazà, el centro de acogida gestionado por Jaume Santandreu, a los que entregaron lotes de productos de primera necesidad.
EMAYA realiza esta acción en colaboración con Eroski y el lote para Can Gazà incluía leche, tomate frito, atún claro, sardinas en aceite, queso, papel higiénico, lejía, gel y detergente para el lavavajillas. Además esta empresa municipal también ha entregado lotes de primera necesidad a otras entidades como el Convent dels Caputxins, las Hermanitas de los Pobres, la Associació Es Refugi y el Patronato Obrero.
Un año más, y ya son 22, los trabajadores de la Universitat de les Illes Balears también han organizado una campaña navideña de recogida de juguetes y alimentos no perecederos que se distribuyen entre diferentes entidades. Este año, los trabajadores de UIB también han aportado ropa y obsequios para niños a través del proyecto Alimentos y Solidaridad promovido desde la asociación Antiguos Alumnos de Montesión, con quien la universidad tiene un convenio firmado. Con este proyecto se proporciona comida a 9.000 personas de toda la isla.
Este año las asociaciones beneficiarias de la solidaridad de la comunidad universitaria han sido Mater Misericordiae, los Capuchinos, Zaqueo y Can Gazà. Durante las últimas semanas antes de las vacaciones navideñas, las conserjerías de los diferentes edificios del campus y del edificio Sa Riera de Palma fueron lugar de recogida de las aportaciones. La iniciativa solidaria en la UIB surgió hace 22 años de un grupo de trabajadores del personal de administración y servicios.
La Asociación de Comerciantes de Vía Sindicato ha promovido también una cesta de Navidad que ha sido llenada de alimentos por clientes y viandantes. Esta campaña, que este año celebra su cuarta edición, concluye el 24 de diciembre y persigue batir el récord de recaudación de España. Los alimentos serán donados a la Fundación Proyecto Hombre, encabezada por Tomeu Català.

TÍTULO: CALLEJEROS,. CIUDAD Viaje a París (5 días),

Viaje a París (5 días)-foto.
Hola a todos los que leáis este nuevo relato.
En esta ocasión, voy a contar mi viaje a París; mi tercer viaje a París. Es un viaje de recordatorio, realizado entre los días 23 y 30 de Marzo, en plena Semana Santa.
Realmente en París sólo estuvimos cinco días, ya que fuimos en coche.
La primera vez que vi París fue en 2002. Sólo fui acompañado de mi mujer y estuvimos una semana. Vimos todo lo que pudimos con el máximo detalle.
La segunda vez fue en 2006, con mi mujer y mis dos hijos de 8 y 9 años, y, salvo la Torre Eiffel y el Arco del Triunfo, lo que vimos de París fue Disneylandia, el Parque Astérix y, de regreso a casa, Futuroscope.
Todos los viajes han sido en nuestro propio coche.
En esta ocasión, viajamos los mismos turistas que la última vez, pero siete años más creciditos.
Vivimos en Badajoz, por lo que París siempre lo alcanzamos al segundo día de viaje. Así que unos tres días se nos van en el viaje, y siempre aprovechamos para ver algo por el camino.
Como en anteriores relatos, comenzaré cada día con el itinerario previsto desde casa y luego con el realizado realmente. No entraré a comentar los monumentos, ya que los detalles pueden verse en cualquier guía o página de internet, sino, como en anteriores relatos, me centraré en los posibles problemas que pueden surgir o en detalles prácticos, que no vienen en ninguna guía, para que el viaje resulte con las mínimas sorpresas no deseadas, que siempre las hay, por muy bien que llevemos planificado todo. Subiré un capítulo diario o cada dos días, para no haceros desistir demasiado pronto de la lectura (son ocho).
Y, sin más preámbulos, comenzamos.

Día 1 (sábado, 23)
Itinerario previsto:
- 04:00 h. Salida de casa
- 20:00 h. Llegada al hotel de Tours
Salimos a las cinco de la mañana y este primer día tiene poco de interesante. Es un día de trámite y pesado para el que no le guste conducir. Aquí viajamos dos a los que nos gusta. Pero hay que sopesar cuánto vale el avión para cuatro (estamos en Semana Santa) y cuánto cuesta el combustible y los peajes (os lo detallaremos en el último capítulo).
En esta ocasión decidimos parar en Tours, ya cerquita de París, y, al día siguiente, hacer una visita express por los castillos del Loira de camino hacia París. En Tours no habíamos parado nunca y también teníamos previsto visitarla un poco al día siguiente.
Después de las paradas de rigor en el camino (una vez para combustible, y varias para un café u otras necesidades), llegamos a Tours a las 19:00 h.
Comer, comíamos en el coche. Nos íbamos a alojar en un apartahotel en París, así que nos llevamos comida desde casa (fiambres para hacer bocadillos y no perder mucho tiempo y dinero en París, más que el imprescindible).
El hotel de Tours en el que nos alojábamos, “Le Grand Hotel” estaba en la plaza de la estación de trenes y autobuses, una plaza que estaba totalmente en obras. Aparcamos donde pudimos y, en el hotel, nos indicaron un parking público subterráneo donde dejar el coche en la misma plaza.
Aunque ya no había nada más previsto para hoy, nos atrevimos a pasear un poco por la ciudad.
Pedimos un mapa en el hotel y nos fuimos andando hacia la catedral. Las calles estaban muy vacías y la catedral muy poco iluminada y muy sola.
Tomamos una calle adyacente que estaba toda llena de restaurantes marroquíes, turcos, indios, japoneses,…
Siguiendo esa calle, llegamos a la ciudad vieja, atestada de gente en las terrazas de los bares y restaurantes (todo Tours debía concentrarse allí), hasta llegar a la que dicen que es la plaza más bonita de la ciudad, Place Plumereau, una plaza cuadrada con casas de madera, tipo Romërberg en Frankfurt (si lo conocéis, salvando las distancias, claro).
Luego volvimos al hotel, que la verdad es que ya estábamos un poquito cansados.
Mañana hacia París, pasando por los castillos que nos salgan al paso.
Hasta mañana.

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