- «La picota empieza a finales de junio y se recoge hasta principios de agosto, dependiendo de si viene el granizo y de otras condiciones ...
En Extremadura se venden cerezas tan gordas como en Madrid,.
Fátima es frutera de raza. «Tengo melocotones gordos, buenos y amarillos», pregona. Los dos primeros adjetivos son previsibles, el tercero es información. Los primeros melocotones de la temporada son los rojos. Luego llegan los buenos, los amarillos. Y Fátima, que ya hemos dicho que es frutera de raza, ha comprado con su marido, Raúl, nada menos que 22.000 kilos de esos melocotones en Lobón. Por la mañana los trajeron recién cortados, por la tarde los está vendiendo y por la madrugada llevarán un palé a Mercasalamanca.
Fátima es frutera de raza porque lleva 21 años en el negocio, porque es hija y esposa de frutero, porque tiene un camión y dos furgones rotulados con su mayor ilusión: «Frutas y verduras González Pulido», porque tiene tres fruterías y un almacén al por mayor y porque no solo vende, también explica.
Para empezar, desmonta en un momento el timo de la picota. Porque desde hace un mes, muchas fruterías cometen el dislate de anunciar en sus escaparates cajas de cerezas picota y resulta que hasta el pasado lunes no se empezaron a cosechar las primeras y hasta este lunes no se generalizarán en las fruterías extremeñas.
«La cereza que había últimamente era la lapins, que es muy gorda y muy buena, pero no es picota, aunque algunos le quiten el rabo y como no sangra, la vendan por picota», explica Fátima medio pedagógica, medio indignada ante tanta ignorancia cerecera. «La picota empieza a finales de junio y se recoge hasta principios de agosto, dependiendo de si viene el granizo y de otras condiciones climatológicas», marca Fátima las fechas de la cosecha.
Pausa. Entra un deportista a por cuatro plátanos. Entra una hija a por una caja de cerezas para su madre. Un caballero se lleva aguacates para el guacamole y un señor sediento solo quiere agua.
Proseguimos. En casa de Fátima, el calendario y la geografía vienen marcados por las cosechas. Es el caso del tomate: si es invierno cerrado, viene de Almería; si se asoma la primavera, llega de Málaga; al acercarse el verano, lo trae de Los Palacios, en Sevilla, y al entrar los calores, ya es el del terreno, o sea, de La Codosera, de Miajadas y de Montijo.
El calendario anuncia que ya está ahí julio y con él, el tiempo dorado de la fruta extremeña. Fátima la llama la fruta del terreno. No solo es la picota la que rompe ahora tersa y fresca en los paladares, sino también la ciruela, la nectarina, el melocotón, el albarillo, la paraguaya. Y enseguida, los melones y las sandías. del terreno.
Aunque la fruta que más llama la atención y más conversaciones protagoniza es la cereza. Hay una leyenda urbana que reza así: «Las cerezas gordas se las llevan a Madrid y en Extremadura se quedan las chicas». Fátima desmonta también esa creencia popular: «Eso no es verdad. Nosotros compramos toda la producción a un particular y también compramos en cooperativas y traemos la misma cereza que va a Madrid. La diferencia es que allí, una buena picota de calibre 28-30 sale a 10 euros el kilo y aquí la vendemos a 2,99». ¡El céntimo del frutero! Todo a 99, que al cliente le gusta lo que no llega a dos, ni a tres ni a cuatro, aunque sea por poco.
Otro comentario general versa sobre la cereza callejera, tan barata y, para quien la compra, tan buena. «Esa cereza es del estrío. Son más blandas o con hijos. Si echas dos kilos en una bolsa, llegan aplastadas y hechas líquido. Son las cerezas que sobran y las venden muy baratas en los almacenes y las cooperativas», detalla Fátima. Después acarrea cajas, coloca kiwis, dispone manzanas y pregona lo mejor: «Melocotones gordos, buenos y amarillos. Dos kilos: 1,99».
TÍTULO: LA CENA DEL LUNES, ESTABA PENSANDO EN JUBILARME,.
LA CENA DEL LUNES, ESTABA PENSANDO EN JUBILARME,.-fotos
- Ya sea cortando jamón en la taberna de Los Serrano o poniendo espetos de sardina en El Chiringuito de Pepe (Telecinco, esta noche, a las ...
-foto-Jesús Bonilla vuelve a meterse en faena y protagoniza 'El chiringuito de Pepe' (Telecinco), el fenómeno de la temporada,.
Ya sea cortando jamón en la taberna de 'Los Serrano' o poniendo espetos de sardina en 'El Chiringuito de Pepe' (Telecinco, esta noche, a las 22.30 horas) cada vez que Jesús Bonilla (Madrid, 1955) se pone detrás de una barra, las audiencias suben como la espuma. Y eso que el actor se planteó seriamente su retirada antes de que le enseñaran el guión de la serie. Pero no: «Me gustó tanto que me convencieron».
Se ha hecho de rogar.Estaba desentrenado, pero una vez en marcha me lo he pasado muy bien. He tenido que estudiar y que madrugar pero ha merecido la pena. Me he divertido y eso que tengo bastantes malas pulgas.
¿Estaba esperando una oferta de este tipo?No, yo pensaba retirarme ya e irme a vivir a algún sitio que me gustara, cerca del mar.
¿Quería jubilarse?Pensaba que ya había trabajado bastante. Estaba haciendo teatro cuando me llamaron y vino David Troncoso, el productor, a plantearme la serie y le puse un montón de pegas. Pero luego me dieron el guión y me gustó tanto que me convencieron.
De la taberna de 'Los Serrano' al chiringuito.A poner espetos. ¡No salimos de ahí! Además, no me había dado cuenta de que todas las series que he hecho han sido en Telecinco.
¿Le pedía el público el regreso?La última función de teatro que hice, que fue más dramática que cómica, la gente me decía que echaba de menos verme en la tele. ¡Hasta venían niños de 10 años a pedirme autógrafos! ¡Si no habían nacido cuando 'Los Serrano! Me estaban viendo en las reposiciones.
¿No se le hace un poco raro llevar peluquín?Es la primera vez que me han convencido para ponerme algo encima. En la vida real me van saliendo las canas, las ojeras y lo tengo muy asumido. Pero curiosamente pensaba que no iba a soportar un peluquín, y fue ponérmelo el primer día y ningún problema. A partir de ahora que me lo pongan en cada serie.
¿Qué tal con Santi Millán?Nunca había trabajado con él y he descubierto que es un gran profesional y un gran compañero, y desde ahora un amigo. Yo a los grandes actores los valoro por su humildad, y él es así.
Tiene a 'El Langui' de hijo.Es un monstruo, tiene una capacidad de superación increíble. Le he visto hacer secuencias nadando sin flotador y tiene tanta vitalidad que te hace pensar: '¿De qué me quejo yo?'. Me gastó una broma, me dijo que me llamaban para hacer un anuncio de gallinas y lo hizo tan bien que ya estaba preguntando por el caché y todo.
Ensaladilla para los ReyesHay posible romance con el personaje de Blanca Portillo.La admiro desde hace muchos años y no había coincidido con ella. Por esa idea que yo tenía de ella estaba nervioso el día anterior y se lo dije: 'Si me equivoco no te enfades' (risas). Pero luego la vi beberse dos cervezas y dije: 'Esta es de las mías'. Hemos tenido unas secuencias preciosas juntos.
¿Se les sube el éxito a la cabeza a los actores jóvenes?No lo noto y a quien se le suba se le da una colleja. Lo que pasa es que cualquier cosa que hagan tiene mayor proyección, hasta si se sacan un moco. Yo eso no lo tengo tan asumido, lo de las redes sociales, la comunicación. Esta profesión es una carrera continua de obstáculos, los jóvenes se dan cuenta de que tienen que empezar de cero con cada personaje.
¿Qué le serviría a los nuevos monarcas en el chiringuito?Yo les pondría un plato combinado. Que tenga su ensaladilla rusa, sus calamares, sus huevos fritos para coronarlos y un poquito de perejil para que tenga verde.
¿Qué hace cuando no trabaja?Con esta serie me he dado cuenta lo que echaba de menos ir al plató. Cuando pillaba un fin de semana sin rodar se me hacía larguísimo.
lunes, 30 de junio de 2014
EL DESAYUNO DEL LUNES, Hoy empieza la picota,./ LA CENA DEL LUNES, ESTABA PENSANDO EN JUBILARME,.
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