domingo, 29 de noviembre de 2015

DESAYUNO - CENA - DOMINGO - LUNES - Aída Gómez FLAMENCO,./ LOS SEÑORES DE LA CARNE CONTRAATACAN,./ LA COCINA- DOMINGO LUNES - ALBÓNDIGAS EN SALSA DE SETAS,.

TÍTULO: DESAYUNO - CENA - DOMINGO - LUNES - Aída Gómez  FLAMENCO,.

Biografía:

Aída Gómez-foto--AIDA GÓMEZ AGUDO. "Aida Gómez" Nació en Madrid en 1967. Empezó sus estudios de danza española a la edad de siete años y cuatro años más tarde se inicia en la danza clásica. A los doce años termina la carrera obteniendo matrícula de Honor tras el exámen en el Conservatorio de Madrid.

Estudió paralelamente Danza Clásica y Española con los profesores Juana Taft , Maestro Ontin, Pilar de Oro, Aurora Pons, Merche Esmeralda, Juanjo Linares, Paco Fernández, Carmina Ocaña, María Magdalena, Ciro, La Tati, Manolete, Lola de Ávila, Luis Fuente, Aurora Bosch y Victoria Eugenia.

En 1981 se incorpora al Ballet Nacional de España, interpretando en su debut los papeles de Solista de "Sonatas del Padre Soler", "Puerta de Tierra" y "Corpus", todos ellos trabajos coreográficos de Antonio. Bajo la dirección de María de Ávila, ocupó oficialmente la categoría de Solista en los ballets "Danza y Tronío", de Mariemma; "Ritmos" de Alberto Lorca y "Medea" de José Granero. En 1985 ascendió a Primera Bailarina y sus roles principales son "Sonatas"; "Laberinto" ; "Castilla"; "Los Tarantos"; "Soleá"; "El Sombrero de Tres Picos" y el solo "Zarabanda" con música de José Nieto, que fue coreografiado para ella por José Antonio, estrenándose en el Liceo de Barcelona en Septiembre de 1988.

En la conmemoración del décimo aniversario de la creación del Ballet Nacional de España interpretó junto a Antonio Gades el papel principal de "Bodas de Sangre".

En 1989 estrena, en el Teatro Lírico Nacional La Zarzuela, el personaje de "Doña Inés" en el ballet " Don Juan ", con guión de Miguel Narros, coreografía de José Antonio y música de José Nieto, intrepretándolo también en el Festival de Santander y en los Teatros de Moscú y San Petesburgo en la gira que realizó el Ballet Nacional por la URSS en 1990. Durante esta gira bailó también "La Cachucha" y "Zarabanda" en la gala del Teatro Kirov de San Petesburgo.

En noviembre de 1990 intervino en el Homenaje en su centenario a Antonia Mercé, "La Argentina" celebrado en el Teatro María Guerrero de Madrid. A continuación participó junto a grandes figuras, como Julio Bocca, Eleonora Cassano, Juan Carlos Gil o Pietra Gala, en varias Galas Internacionales de Estrellas de la Danza en Trieste y Carcassonne e intervenido en las Galas sobre la Escuela Bolera, bailando junto a José Antonio, el paso a dos "Puerta de Tierra" de Antonio Ruiz y fue una de las principales figuras del Homenaje a Vicente Escudero.

En 1996 se marcha del Ballet Nacional de España y se incorpora, como Artista Invitada , a la Compañía de Joaquín Cortes, actuando en importantes escenarios europeos y americanos, entre los que se pueden destacar el Royal Albert Hall de Londres, el Radio City de Nueva York o los Universal Studios de Los Ángeles.

En octubre de 1997 participó en la Gala de inauguración del Teatro Real de Madrid, en la que interpretó el personaje de la Molinera en "El Sombrero de Tres P cos", de Manuel de Falla con coreografía de Antonio Ruiz.

A continuación es invitada por Maurice Bejart para impartir clases de danza española en la prestigiosa escuela "Mudras Bejart", en Laussane.

En el último trimestre de 1997 forma su propia compañía y estrena, con un gran éxito de crítica y público, el espectáculo "Solos en Compañía".

El Ministerio de Educación y Cultura, a propuesta del INAEM nombra a Aida Gómez, Directora Artística del Ballet Nacional de España, a partir del 1 de enero de 1.998, convirtiéndose en la Directora más joven de la historia de la compañía.

En mayo de 1998 es galardonada con el Premio Max de las Artes Escénicas a la Mejor Bailarina del Año. Este mismo año crea para el BNE, las coreografías: "Mensaje" con música de Vicente Amigo y "Silencio Rasgado" con música de Jorge Pardo y colabora como Estrella Invitada con la Compañía Andaluza de Danza, en el Homenaje a García Lorca, bailando con José Antonio su coreografía "Vals Patético" estrenada con gran éxito en el Festival de Granada y presentada en la X Bienal de Arte Flamenco de Sevilla.

En abril de 2000, tras las actuaciones en el Teatro Bellas Artes de México, fue galardonada con la Medalla de Plata, otorgada por el Instituto de Cultura del Teatro Bellas Artes.

En febrero de 2001 abandona la dirección del Ballet Nacional de España.

 Desayuno: Un vaso de leche o yogur, en definitiva, algún lácteo; y tostada o algún otro tipo de cereal; también se le puede añadir una pieza de fruta.
 

 Cena: Menestra de verduras,beber agua, pan  1 huevo cocido, jamón o otro tipo de carne magra postre un platano,.


TÍTULO: LOS SEÑORES DE LA CARNE CONTRAATACAN,.

La Era de la Carne / foto

El consumo de animales es un lujo reciente para la humanidad. Tal vez la alerta de la OMS marque el principio del fin de esta época,.

La carne se ha vuelto, de pronto, todavía más débil. Ya la atacaban desde varios flancos y ahora, de pronto, el golpe artero: que produce cáncer. Lo sabemos, tratamos de ignorarlo: vivir produce mucho cáncer y estas vidas del siglo XXI producen, sobre todo, paranoicos, ciudadanos tan satisfechos de esas vidas, tan aburridos de esas vidas que viven para conservarlas. Para eso se atrincheran en sí mismos —porque todo lo que viene de fuera puede ser peligroso: humos, sales, azúcares, hidratos, grasas, drogas varias, cuerpos extraños o incluso conocidos—. Y ahora, faltaba más, la carne cancerera.
Dicen que, en el principio, la carne hizo a los hombres: que aquellos animalitos carroñeros que fuimos hace tres millones de años desarrollaron sus mentes gracias a las grasas y proteínas animales que comían cuando encontraban algún cadáver sin terminar. Así fueron mejorando y aprendieron a matar ellos mismos y mejoraron más y descubrieron el fuego y cocinaron y, tan lentos, se hicieron hombres y mujeres. Comían carne cazada y frutos recogidos hasta que, hace unos días, alguien entendió que si enterraba una semilla conseguiría una planta y el mundo se fue volviendo otro, éste: aparecieron la agricultura, las ciudades, los reyes, nuevos dioses, la rueda, los metales, millones de personas, las caries, las clases, la riqueza y sus variadas injusticias. La revolución neolítica cambió todo y, con todo, la alimentación: desde entonces los humanos —salvo, claro, los ricos y famosos— comimos más que nada algún cereal o tubérculo o verdura acompañados de vez en cuando por un trocito o dos de alguna carne. Y así fue, durante diez mil años, hasta que, unas décadas atrás, las sociedades más ricas del planeta entraron en la Era de la Carne.
La carne es estandarte y es proclama: que este planeta sólo se puede usar así si miles de millones se resignan a usarlo mucho menos
Ahora nos parece normal, pero es tan raro: un bistec con patatas, unas salchichas con puré, un pollo con arroz, proteína animal con algún vegetal acompañando, es una inversión del orden histórico, tremendo cambio cultural —y ni siquiera lo pensamos—. Y menos pensamos lo que eso significa como gesto económico, social. No le digan a nadie que lo está diciendo un argentino: comerse un buen bife/chuletón/bistec, un gran trozo de carne, es una de las formas más eficaces de validar y aprovechar un mundo injusto.
Consumir animales es un lujo: una forma tan clara de concentración de la riqueza. La carne acapara recursos que se podrían repartir: se necesitan cuatro calorías vegetales para producir una caloría de pollo; seis, para producir una de cerdo; diez calorías vegetales para producir una caloría de vaca o de cordero. Lo mismo pasa con el agua: se necesitan 1.500 litros para producir un kilo de maíz, 15.000 para un kilo de vaca. O sea: cuando alguien come carne se apropia de recursos que, repartidos, alcanzarían para cinco, ocho, diez personas. Comer carne es establecer una desigualdad bien bruta: yo soy el que puede tragarse los recursos que ustedes necesitan. La carne es estandarte y es proclama: que este planeta sólo se puede usar así si miles de millones se resignan a usarlo mucho menos. Si todos quieren usarlo igual no puede funcionar: la exclusión es condición necesaria —y nunca suficiente—.
Cada vez más gente se empuja para sentarse a la mesa de las carnes —los chinos, por ejemplo, que hace 20 años consumían cinco kilos por persona y por año, y ahora más de 50— porque comer carne te define como un depredador exitoso, un triunfador. En las últimas décadas el consumo de carne aumentó el doble que la población del mundo. Hacia 1950 el planeta producía 50 millones de toneladas de carne por año; ahora, casi seis veces más —y se prevé que vuelva a duplicarse en 2030—. Mientras, un buen tercio de la población mundial sigue comiendo como siempre: miles de millones no prueban la carne casi nunca, la mitad de la comida que la humanidad consume cada día es arroz, y un cuarto más, trigo y maíz.
Tardará: pero alguna vez, dentro de décadas, un siglo, los historiadores empezarán a mirar atrás y hablarán de estos tiempos —un lapso breve, un suspiro en la historia— como la Era de la Carne
Y aparecen las grietas en el imperio de la carne. Primero fue el imperativo de la salud: cuando nos dijeron que su colesterol nos embarraba el cuerpo. Y ahora, en los barrios más cool de las ciudades ricas, cada vez más señoras y señores rechazan la carne por convicciones varias: que no quieren comer cadáveres, que no quieren ser responsables de esas muertes, que no quieren exigir así a sus cuerpos, que no quieren. Llueve, estos días, sobre mojado: la amenaza del cáncer. Hasta que llegue la imposibilidad más pura y dura: tantos querrán comer su libra de carne que el planeta, agotado, dirá basta.
Tardará: el comercio mundial de alimentos está organizado para concentrar los recursos en beneficio de unos pocos, intereses potentes defenderán sus intereses. Pero alguna vez, dentro de décadas, un siglo, los historiadores empezarán a mirar atrás y hablarán de estos tiempos —un lapso breve, un suspiro en la historia— como la Era de la Carne. Que habrá, entonces, pasado para siempre.


 TÍTULO: LA COCINA- DOMINGO LUNES - ALBÓNDIGAS EN SALSA DE SETAS,.


 -foto--ALBÓNDIGAS EN SALSA DE SETAS,.

Las claves

  • Ingr. prin.: Carne
  • Plato: Principal
  • Estilo: Cocina casera.
  • Ambiente: A diario, De la abuela, Tupper.
  • Tiempo: medio
  • Dificultad: medio
  • Precio: medio
  • Comensales: 4
  • Programa: ¿Qué comemos hoy?

INGREDIENTES PRINCIPALES

  • 500  grs de carne de ternera picada
  • 1 ajo
  • 2 rebanadas de pan de molde
  • 2 huevos
  • 75 grs de bacon
  • Leche
  • Sal
  • Pimienta negra
  • Harina
  • 100 grs de champiñón
  • 75 grs de setas de cardo
  • Aceite de oliva
  • ½ copa de vino oloroso
  • Fécula de patata o maizena

Preparación de la receta

Para preparar la receta de Albóndigas con salsa de setas:

- Remojar el pan con la leche y añadir en un bol junto con la carne, los huevos, el bacón picado, el ajo machacado, la sal y la pimienta.
- Mezclar bien y formar las albóndigas. Enharinar y freír.
- Cortar en láminas todas las setas y rehogar en aceite.
- Añadir el oloroso y evaporar el alcohol.
- Cubrir con agua y cocer 2 minutos, incorporar las albóndigas y cocer lentamente 10 minutos.
- Añadir la fécula de patata para ligar la salsa.
- Rectificar de sal y emplatar.

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