Cancion - foto
A veces, mirando nubes me marcho lejos
a veces, lo tengo todo y no me entretengo
a veces, cuando estoy triste, por todo lloro
ni dejo, ni hago, no encuentro el modo
Me miro adentro y no me conozco
a veces, sin darme cuenta, me engancha el odio,
la mala hierba y el mal de ojo,
la pena negra sobre los hombros.
Así soy, ni más, ni menos,
más o menos como todos
Así soy y así me acepto,
negro, blanco, blanco y negro.
Así soy y así me quiero,
aunque a veces no me entiendo
A veces entrego todo y me sabe a poco
no quiero que el corazón se me quede corto
ya sé que si lo pretendo no tengo aristas,
pero si cambio, no soy yo misma,
siempre de guardia como una esquina
no quiero pasar de nada,
no me conformo con ver la vida desde aquí arriba
nada me importa mas que estar viva
Así soy, ni más, ni menos,
mas o menos como todos.
Así soy y así me acepto,
negro, blanco, blanco y negro.
Así soy y así me quiero
aunque a veces no me entiendo.
Así soy, ni más, ni menos,
mas o menos como todos.
Así soy y así me acepto,
negro, blanco, blanco y negro.
Así soy y así me quiero
aunque a veces no me entiendo.
Así soy, ni más, ni menos,
mas o menos como todos.
Así soy y así me acepto,
negro, blanco, blanco y negro.
Así soy y así me quiero
aunque a veces no me entiendo.
Desayuno - Cafe con leche - fruta,.
Cena - Pollo asado con esparragos trigueros - beber agua - pan - postre fruta,.
TÍTULO: ENREDATE - QUE HAY DE NUEVO - JESUS DEL POZO ENTRETELAS DE UNA VIDA,.
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Fue uno de los grandes de la edad de oro del diseño
español. Cuatro años después de su muerte, 30 de sus mejores amigos unen
sus voces para perpetuar en un libro su recuerdo.
Musas como la cantante Ana Belén; comunicadores como Iñaki Gabilondo; escritores como Vicente Verdú; fotógrafos como Javier Vallhonrat o Juan Gatti, y colegas como Manuel Pertegaz (que escribió su testimonio poco antes de fallecer) o Enrique Loewe han contribuido con sus palabras y sus recuerdos a este libro.
Especialmente entrañables resultan las palabras de María Eugenia Alberti, editora del volumen, periodista y amiga personal del modisto; ella da fe de los primeros años de Del Pozo, cuando estableció su taller en la madrileña calle Almirante, muy cerca de la cestería que regentaban sus padres.
"Jesús vestía a la mujer y sus sueños", asegura Alberti en el preámbulo de un volumen que pone el acento en la pasión del modisto por el cuerpo femenino, su elegancia perenne, su maestría en el dominio de las formas y los colores, sobre todo, de su efervescente creatividad en una España, la de los años 80, muy necesitada de renovación, color y alegría.
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