UN PAIS PARA COMERSELO - TAPAS Y BARRAS - SOSTIENE SANCHEZ AMOR,./ EN PORTADA - CRONICAS - JUEVES 26 NOVIEMBRE - LA FUERZA DE LA OTAN,.

TÍTULO: UN PAIS PARA COMERSELO - TAPAS Y BARRAS - SOSTIENE SANCHEZ AMOR,.

UN PAIS PARA COMERSELO - TAPAS Y BARRAS - SOSTIENE SANCHEZ AMOR, fotos.

Sostiene Sánchez Amor

Ignacio Sánchez Amor, durante su conferencia del pasado viernes.

• El politico socialista analizó la cultura extremeña desde la Transición,.

  El PSOE había tocado a rebato: venía Vara a presidir un partido de baloncesto y había que acompañarlo. En el PP sucedía algo parecido: el exconcejal Jesús Bravo presentaba poemario y lo introducía la alcaldesa. En el Gran Teatro había lleno para reírse con los monólogos de David Guapo. Además, coincidía que jugaba el Cáceres, que había fiesta Destroyer en Pizarro y conciertos por La Madrila. Por si esto fuera poco, el micrófono reverberaba. Sin embargo, Ignacio Sánchez Amor no se arredró, se sentó ante una treintena de asistentes, se consoló con un: «Esto le pasa incluso a Shakira» e impartió una conferencia titulada 'Cultura extremeña para diletantes'.
  Ignacio Sánchez Amor, Nacho en la pomada, es el político extremeño que mejor cultiva las relaciones con los creadores. Interesaba conocer su visión sobre la reciente cultura extremeña. Comencemos por el final. Sánchez Amor concluyó su análisis señalando cuatro momentos en la cultura extremeña después de Franco: se partía de una tradición conservadora, apareció un grupo que rompió moldes, hubo una efervescencia y estamos en una etapa de meseta creativa, que no es edad de oro ni etapa desdeñable.
  Sostiene Sánchez Amor que en Extremadura, y lo sostuvo con tantos adjetivos que parecía el diccionario ideológico Casares, la cultura era historicista, enfática, regionalista, institucional, guadalupense, anacrónica, naturalista, conservadora, arcaizante, academicista, exaltadora del mundo rural y dirigida por las diputaciones.
  Todo esto, según el conferenciante, empieza a romperse por varios motivos a partir de los 70. Uno es la aparición de los poetas sociales: Pedro de Lorenzo, Delgado Valhondo, Álvarez Lencero, Pacheco... Otro hito es la creación en Cáceres de la facultad de Filosofía y Letras, con tres profesores que marcarán a sus alumnos e impulsarán, sobre todo, la creación poética: Senabre, Valverde y Rozas. «Si hay una disciplina en la que Extremadura ha brillado es en la poesía. En el ensayo se ha brillado menos y en la narración es difícil encontrar tanta calidad como en la poesía, donde Extremadura es una de las regiones españolas con más premios Adonáis», razonó el diputado.
  Siguió sosteniendo Sánchez Amor que fue muy importante la aparición en la cultura extremeña de prescriptores como María del Mar Lozano Bartolozzi y Rosa Perales en arte, Juan Domingo Fernández y Ángel Campos en literatura o José Luis Sánchez Mata en el género específicamente dramático. No se olvidó el conferenciante de personajes políticos como Martín Tamayo, Perlado o Paco España, que inician un giro cultural desde las instituciones.
  En artes plásticas, para Sánchez Amor hay un antes y un después de la llegada de Wolf Vostell, que hace explotar el interés por un arte menos conservador. Y en la sala, escuchaban artistas nada formales ni conservadores como Hilario Bravo, Carlos Pazos o Fernández de Molina. En música, los ejes del cambio serían Luis Pastor, Pablo Guerrero, Coup de Soup, fogonazo creativo, y Gecko Turner, músico especial y cosmopolita. Y en teatro, las tres emes: Murillo, Mediero y Márquez.
  Amor dejó algunas pinceladas secundarias de interés. Por ejemplo, cree que la Iglesia no fue beligerante porque no se reivindicó Guadalupe. Señaló las cuatro personalidades angulares de la Extremadura de los 80-90: Masa en lo empresarial, Teresiano en lo periodístico, Montero en lo eclesiástico e Ibarra en lo político. Finalizó su conferencia refiriéndose al Festival de Mérida y a sus bandazos bruscos de lo experimental a lo comercial. «Eso no puede seguir así, no encontramos el punto medio», sostiene Sánchez Amor.
  
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  Crónicas - La fuerza de la OTAN / foto

  26 nov 2015

  Crónicas muestra la última gran maniobra de la OTAN, la 'Trident Juncture 2015', que se han desarrollado en el Campo de Maniobras de San Gregorio de Zaragoza y en la que han participado veinte mil soldados. El objetivo: adiestrar y certificar a la Fuerza de Reacción Rápida 2016, una fuerza de alta disponibilidad, capaz de desplegarse donde sea necesario y en un corto período de tiempo. España la liderará en 2016 y aportará alrededor de 4.000 militares.