Documentos TV es un programa dedicado a la transmisión de documentales y reportajes de temática variada que se emite en La 2. fotos,.
Mi yihad,.
- Hasta el momento, unos quinientos jóvenes belgas han viajado a Siria, para unirse al ISIS y amenazar a Europa con atentados masivos,.
- Los recientes atentados yihadistas de París han colocado a Bélgica en el foco de todas las alarmas sobre la radicalización de los jóvenes musulmanes europeos,.
- Un imán flamenco ha impulsado un proyecto de integración, desde las mezquitas hasta las escuelas, para contrarrestar la radicalización de los más vulnerables,.
Documentos TV viaja a los barrios musulmanes de
Bruselas y Amberes, a través del documental “Mi Yihad” para conocer y
analizar las claves de la radicalización de los jóvenes europeos
musulmanes y cómo los líderes de la comunidad musulmana tratan de
combatirla. Desde los atentados de Charlie Hebdo y de París del
año pasado, Europa comenzó a tomar conciencia del peligro de la
ideología yihadista que se estaba gestando dentro de sus propias
fronteras.
Hasta el momento, unos quinientos jóvenes belgas han viajado
a Siria, desde donde continúan amenazando a Europa con atentados
masivos en nombre del Islam. 'Yo me crié con ellos, en las
mismas aulas', cuenta un joven del barrio. 'En Vilvoorde, todo el mundo
conoce a alguien que se ha ido', confirma otro de ellos.
'Abre cualquier periódico, ya verás como viene alguna noticia
negativa sobre los musulmanes', afirma un psicólogo social, que trabaja
con los chavales de Vilvoorde. El choque de la religión y la
identidad de estos jóvenes musulmanes con la sociedad europea donde
viven es una consecuencia inmediata de radicalización. 'La
radicalización se produce muy rápido. Y ni siquiera son chavales
problemáticos. Son hijos de buenas familias y aún así, lograron
convencerles', asegura la concejal de asuntos sociales del distrito.
'Estoy convencido de que el problema no es el Islam, sino de cómo
lo interpretan ciertas personas. Así que es importante guiar a los niños
de una forma constructiva desde el principio', asegura Sulyaman,
el carismático imán belga del distrito, quien ha puesto en marcha,
desde las mezquitas hasta las escuelas un proyecto educativo de
pacificación. 'No les enseñamos a entender el Islam. Les
dejamos en manos de internet, les dejamos en manos de las redes
sociales', uno de los canales más eficaz de captación.
'Mi Yihad' ofrece la perspectiva del valor de la integración de las
comunidades musulmanas en la sociedad europea y de su lucha contra el
extremismo.
'MI YIHAD' se emite en DOCUMENTOS TV el lunes, 18 de enero de 2016 a las 23:00 h. por La 2 de TVE
'MI YIHAD' se emite en DOCUMENTOS TV el lunes, 18 de enero de 2016 a las 23:00 h. por La 2 de TVE
TÍTULO: Al rincón de pensar - LUNES 18 ENERO - Aurelio Ayala, .
Al rincón de pensar Programa presentado por Risto Mejide que ofrece al espectador conversaciones con personalidades de diferentes . el lunes 18 enero en antena 3 a las 21:30,.
Aurelio Ayala, . ¿Quién dijo que Hacienda somos todos?
-foto -Aurelio Ayala, en su casa. Él dio en 1977 a su jefe, el ministro Fernández Ordóñez, el lema de la campaña de la renta.
El eslogan que el 'caso Noos' ha reactualizadofue pronunciado por primera vez por el ministro Bravo Murillo en torno a 1850,.
Que lo de «Hacienda somos todos» es más un desiderátum que una realidad ya lo sabíamos: basta con recordar que el 20% de la actividad económica en España está 'sumergida' fuera del alcance de la Agencia Tributaria. Pero la afirmación de la abogada del Estado en el juicio del 'caso Noos' de que, en realidad, es un simple «lema publicitario» ha sentado como un tiro a buena parte de la sociedad española. Al menos, a la parte de ese «todos» que, efectivamente, cumple sus obligaciones con el fisco y no está dispuesta a aceptar que el presunto delito fiscal de la infanta Cristina afecta «al erario público, pero no a los ciudadanos en general», como aseguró Dolores Ripoll.¿Es realmente la frasecita solo un eslogan publicitario? El padre de la criatura lo niega tajantemente. Se llama Aurelio Ayala Tomás, tiene 75 años y fue el funcionario que en 1977 le dio al entonces ministro de Hacienda, Francisco Fernández Ordóñez, una consigna redonda destinada a convencer a los españoles de apoquinar entre todos los gastos del nuevo Estado democrático. El titular del Tesoro en aquel primer gobierno de Adolfo Suárez -antes de las elecciones del 15 de junio- estaba empeñado en poner los cimientos de la moderna Hacienda española. Y muchos creen que lo logró: adaptar la tributación al modelo dominante en el mundo occidental -el impuesto sobre la renta- fue uno de sus mayores éxitos políticos. Y eso que su carrera fue larga: tras su paso por Hacienda llevaría la cartera de Justicia con Suárez y Calvo-Sotelo en 1980 y 1981 y la de Asuntos Exteriores en los ejecutivos de Felipe González desde 1982 hasta junio de 1992, apenas tres meses antes de morir de cáncer.
«Hasta entonces los impuestos en España habían tenido un problema de legitimidad, porque, por un lado, estaba la dictadura del general Franco y, por otro, los españoles en general, sobre todo los españoles ricos, pagaban muy pocos impuestos -recuerda Ayala, por aquel entonces jefe del gabinete técnico de la Subsecretaría de Hacienda-. El empeño, yo creo que exitoso, de Ordóñez, fue buscar el nexo que existe entre la democracia y el pago de impuestos, porque cuando la mayoría de la población paga impuestos tiene como contrapartida el derecho, la legitimación, para exigirle a los gobiernos que hagan buen uso de ese dinero y al mismo tiempo participan con sus bienes en la cosa pública».
Licenciado en Ciencias Políticas e inspector de Trabajo, Ayala formaba aquel año parte del grupo de directivos que le preparaba los discursos al ministro, incluido el más importante de todos, el de presentación de los presupuestos del año siguiente, «los primeros de la democracia».
Buceando en alocuciones pronunciadas en similares circunstancias por los antecesores de su jefe en el cargo, este laborioso funcionario se remontó nada menos que a mediados del siglo XIX. «Encontré un discurso -y hablo de memoria, no estoy absolutamente seguro- de Juan Bravo Murillo, que fue ministro de Hacienda tres veces y presidió el Consejo de Ministros a mediados del siglo XIX, en el que decía en el Congreso de los Diputados: 'Porque desengáñense, señorías, Hacienda somos todos' -rememora Ayala-. Yo le llevé esta frase a Fernández Ordóñez y se entusiasmó: sobre esa frase giró la parte política de su discurso».
Por cierto, recuerda, Bravo Murillo también tuvo un papel muy importante en la modernización del sistema tributario de su tiempo. «Pero no pudo resolver el problema capital de aquella época -la falta de recursos de la Hacienda y el problema de la deuda-, porque eso iba mucho más allá de las fuerzas de un solo hombre», subraya Ayala, que ve grandes similitudes de aquella situación con la actual.
Después de aquella etapa, Ayala ha hecho «mil cosas», entre ellas trabajar para la industria del petróleo desde 1980 hasta 2003 y presidir las empresas industriales de la expropiada Rumasa, antes de regresar al ministerio como vocal del gabinete del ministro socialista Pedro Solbes, ya en la edad de jubilación. Sin embargo, recuerda con especial cariño la Transición: «Fueron años apasionantes, de un enorme entusiasmo, y un gran optimismo en que los españoles podíamos salir adelante después de una época oscura y de estar marginados en Europa».
Todo un programa
Otras fuentes atribuyen el lema a Raimundo Fernández Villaverde,
sucesor de Bravo Murillo como ministro entre 1899 y 1903 y como
presidente del Gobierno más adelante, y que, como él, ha dado su nombre a
una calle de Madrid; en ella se encuentra la Oficina de Atención
Integral al Contribuyente. En cualquier caso, no deja de ser curioso que una frase acuñada por un político decimonónico -sea el que fuere- haya prosperado hasta nuestros días. Quizá no se cumpla, pero se ha convertido en un cliché -a menudo pronunciado con ironía- que todo el mundo conoce. La vía para esa transformación de discurso político a eslogan popular fue -y en esto la abogada del Estado tenía su parte de razón- la difusión publicitaria. Para Ayala, Ripoll erró al menospreciar esas tres palabras que encierran tanta ideología: «Es verdad que la frase no tiene contenido jurídico, pero es todo un programa político».
No hay comentarios:
Publicar un comentario