Anne Heche - foto,.
Anne Heche | ||
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Heche en 2007 |
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Información personal | ||
Nombre de nacimiento | Anne Celeste Heche | |
Nacimiento | 25 de mayo de 1969 (46 años) Aurora, Ohio, Estados Unidos |
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Nacionalidad | Estadounidense | |
Características físicas | ||
Altura | 1,65 m (5 ft 5 in)1 | |
Familia | ||
Cónyuge | Coleman Laffoon (2001–2007) | |
Pareja | Ellen DeGeneres (1997–2000) James Tupper (2007–presente) |
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Hijos | Homer Laffoon (2002) Atlas Heche Tupper (2009) |
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Información profesional | ||
Ocupación | Actriz, directora, productora, escenógrafa | |
Año de debut | 1987 - Presente | |
Distinciones | ||
Web | ||
Sitio web | Sitio web | |
Ficha | Ficha en IMDb | |
Biografía
Comenzó su carrera como actriz a los 12 años en un café teatro para contribuir a la subsistencia familiar. Tres años más tarde fue descubierta por un cazatalentos que le ofreció participar en la serie As the World Turns, algo que ella rechazó para seguir ayudando a su famila. A los 17 años, diplomada en el instituto, se trasladó a Nueva York para actuar en la serie Another World, en el papel de las gemelas Vicki Hudson Frame y Marley McKinnon. Su actuación durante cuatro años le valió un Daytime Emmy Award en 1991.Ese mismo año abandonó la serie para comenzar su carrera cinematográfica. Después de actuar en una serie de películas sin mayor relevancia, llegaron Walking and talking (1996) y Coacción a un jurado (1996), junto a Demi Moore.
Su actuación como esposa de Johnny Depp en Donnie Brasco (1997) le valió varias críticas positivas, como también sus actuaciones en Volcano (1997), junto a Tommy Lee Jones, y La cortina de humo (1997) junto a Robert De Niro y Dustin Hoffman.
Donde más se dio a conocer fue en la comedia romántica Seis días y siete noches (1998 dirigida por Ivan Reitman, junto a Harrison Ford. También intervino en Psycho (1998), el remake de una de las obras más conocidas de Alfred Hitchcock, Psicosis (1960). En esta película interpreta a Marion Crane, papel que antaño lo interpretó Janet Leigh.
Vida personal
Fue pareja durante dos años de Steve Martin, y posteriormente del músico Lindsey Buckingham, de Fleetwood Mac.En 1997, a raíz de su participación en El show de Ellen DeGeneres, entabló una relación con la comediante Ellen DeGeneres. La pareja, que incluso dijo que si en Vermont fueran legales las bodas homosexuales se casarían, rompió tres años más tarde y Heche inició una relación con el cámara Coleman Laffon, con el que se casó y tuvo un hijo: Homer (2002). El matrimonio se divorció en 2007 y algunos dicen que fue debido a un presunto affair de ella con su por aquel entonces compañero James Tupper, de Men in trees (ABC).
TITULO: CALLEJEROS - POR QUE COMPRAS EN BADAJOZ,.
Por qué compras en Badajoz
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Media región peregrina los fines de semana a El Faro y a Menacho,.
María Dolores, Marifé y María de la O. Nombres antiguos. Nombres de copla. Pero ni la Lola se va a los puertos, ni Marifé es de Triana ni María de la O es una gitana «desgraciaíta teniéndolo to». Lola, Fe y Mari. Tres mujeres de rebajas. Tres señoras de barrio, de San Roque, de Badajoz. «Maldito parné, que por su culpita dejé yo al gitano que fue mi querer». Cantaba Sara Montiel, pero María de la O no ha dejado a su gitano, sino a su Miguel, que se ha quedado en casa, en el sillón, adormecido con el 'Saber y ganar' mientras ella se va con sus amigas a gastarse el «maldito parné» a las rebajas.
Loli, Fe y Mari en los probadores de El Corte Inglés de Badajoz. En la zona de las boutiques de lujo de señoras. Planta Primera. Rebajas a lo grande y pruebas a lo grande. «Nosotras más que comprarnos ropa, nos la probamos. Y luego, si eso, pues nos llevamos algo», aclaran. ¿Si eso.? «Bueno, sí, si eso, o sea, si encontramos algo barato, un chollo, vamos», especifican.
En busca del chollo. Y del cachondeo. Risas. Más bien carcajadas en los probadores. Entre Viriato, Desigual y Polo Ralph Lauren, Loli se prueba un anorak oscuro con truco. En la espalda, allá donde esta pierde su nombre, se abre una flor. Mari y Fe se parten y Loli se pasea. Momento pasarela. Rebajas democráticas. Señoras desinhibidas y a su aire entre el lujo y el caché. No piensan comprar, pero sí jugar a ser modernas, o pijas, o señoronas, o todo a la vez, mientras las chicas de las boutiques las dejan hacer y solo insinúan que si necesitan ayuda, allí están ellas.
«Esto solo es capaz de ponérselo la tonta de tu cuñada», dice Fe. «Esa, con tal de destacar», remacha Mari. «Pues a mí me gusta. Voy a esperar a las últimas rebajas a ver si lo bajan otro 40% y me lo llevo», se arma Loli de valor. A coro: «¡Moderna, que eres una moderna!». Vuelven las risas. «Me ve Miguel con esa flor en el culo y no vuelve a dormir más la siesta», se imagina María de la O a su marido, asustado entre el 'Saber y ganar' y un documental sobre hienas, descubriendo que la modernidad florida acaba de entrar en su casa.
Con anoraks y a lo loco. Es lo que tienen las compras en Badajoz, que no te da vergüenza jugar a ser exquisita por una tarde. Aquí te mueves entre el lujo y el primor como si fueras monegasca y principesca de toda la vida. Y no le haces asco al diseño último, ni al atrevimiento definitivo, ni al estampado rabioso.
Nadie te sugerirá que eso no es para usted, señora, pero qué se había creído. Y claro, te sientes bien y haces los kilómetros que sean con tal de comprar a tu aire, libre y sin que te miren raro y te hagan sentir que, aunque la pobre se pruebe la seda, pobre se queda.
Badajoz: rebajas democráticas. Todos iguales. Consumismo libertario. Da lo mismo que vengas del pueblo o de la capital, de la urbanización o del barrio. El probador no entiende de diferencias y la clientela viaja, disfruta y si eso, compra.
Hemos venido a las rebajas y da gusto curiosear sin que la dueña de la boutique ponga cara rancia, ese gesto de quien sospecha que has venido más a enredar que a comprar. Cien kilómetros de viaje para disfrutar de libertad.
En Menacho, en El Faro, en El Corte Inglés te sientes un cliente libre, sin presiones. Estás seguro de que te llevarás lo que quieras, te guste y te convenga, sin sentirte obligado. Con tiempo para probar, valorar y decidir. Aquí no hay necesidad de recurrir al eufemismo de: «Voy a pensármelo». Compras o no compras. Punto. Por eso Badajoz es la capital comercial de Extremadura: por oferta y porque no tienes que dar explicaciones.
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