DESAYUNO - CENA - JUEVES - VIERNES - LA SEÑORA MINISTRA, fotos.
La señora ministra,.
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Rajoy me subvencionaba y Castro me declaró persona non grata,.
Para mi hijo, un ministro es un 'pringao'. Para mí, un ministro es alguien importante. Para mi padre, un ministro es lo máximo. Hace una semana estuve con la ministra de Agricultura. Yo le dediqué unas palabras y ella me respondió amablemente. Para mi padre fue lo máximo, para mí, algo importante, para mi hijo, nada.
Mis relaciones con ministros y presidentes del gobierno 'in pectore' o
en ejercicio ha sido episódica, pero ha tenido su gracia. El primero
con el que tuve relación fue con Rajoy cuando era muy joven y presidía
la Diputación de Pontevedra. Don Mariano subvencionaba mi grupo de
teatro cada año y servidor se acercaba a la Diputación, entraba en su
despacho, él me firmaba un papel, me lo entregaba, me daba la
enhorabuena y yo me iba tan contento.
El siguiente ministro que conocí fue al gallego Abel Caballero,
actual alcalde de Vigo. El entonces ministro de Transportes vino a
Vilagarcía, donde yo vivía, a dar una charla y en la cena me obligaron a
sentarme a su lado para que le diera conversación. A mí me espantaba
aquel encargo, no tanto por no saber de qué se debe hablar con un
ministro, cuanto porque pensaba sentarme con un marino apodado Capullo,
que contaba unas historias preciosas de barcos mercantes: era conocido
por haber seducido a la única marinera, de nacionalidad danesa, en un
carguero sueco en el que Capullo era el único extranjero entre 50
marinos vikingos. Yo me quedé con las ganas de conocer los entresijos de
aquella jugosa historia de pasiones escandinavas, a cambio, aprendí
mucho sobre la importancia del ferrocarril en el transporte
internacional moderno.
En una Feria Mundial de la Pesca, en Vigo, coincidí con Felipe González, muy amable, alto, joven y guapo, que visitaba el stand de rodaballos de O Grove, donde estaba con unos amigos. Y en otra feria de pesca, hice un reportaje contando cómo colarse en una recepción con ministros de pesca de medio mundo, con quienes departí sobre cuotas de sardinas y bancos de cefalópodos sin que se notara que era de Cáceres, esa ciudad donde el primer calamar apareció a finales del siglo XIX y los obsequiados lo arrojaron a la basura creyendo que se trataba de una reencarnación del diablo. Mi siguiente alto dignatario 'in pectore' fue José María Aznar, a la sazón presidente de Castilla y León y el más áspero de todos. Fue en la Feria de Muestras de Valladolid. Yo acompañaba a unos colegas que exponían vino albariño. Le ofrecieron una copa a don José María, que dijo que nones y ni sonrió. Lo de ser áspero no es ningún baldón para un gobernante. Al fin y al cabo, no vamos a casarnos con ellos ni a ser sus amigos, pero Aznar era tan seco que daba reparo.
Con mandatarios internacionales, mis experiencias son desastrosas. Cuando Fidel Castro visitó Galicia invitado por Fraga, cuyos abuelos habían vivido en la isla caribeña, yo estaba con unos colegas a la puerta de mi periódico, en la rúa del Villar compostelana. Cuando pasó la comitiva de Fidel, el líder revolucionario nos dio la mano con afecto y simpatía, pero un mes después escribí un reportaje sobre la vigencia del turismo sexual en la isla (me hice pasar por turista y conseguí apalabrar casa y chicas) y la embajada cubana me declaró persona non grata en aquel país.
La otra experiencia fue con Berlusconi. Cuando visitó Cáceres con los ministros de Asuntos Exteriores europeos, me colé en la comida con una cámara en una sesión solo para fotógrafos. Los guardaespaldas de don Silvio me controlaron, se quejaron al servicio de seguridad de la Moncloa y por la tarde, en el centro cultural San Francisco, un señor bajito y fuertote, con alopecia, bigotín y voz de doblador de Marlon Brando, se me acercó discretamente y me amenazó con acabar con mi carrera de colaborador de periódicos. Lo reconozco: aquel señor me asustó más incluso que Aznar. El contraste: Isabel García Tejerina, la ministra de Agricultura, que me pareció algo distante, pero elegante, discreta y en su sitio.
TITULO: MI CASA ES LA TUYA - LA TAUROMAQUIA ME GENERA EMOCIÓN - ELENA SANCHEZ PRESENTADORA,.
MI CASA ES LA TUYA,.
La segunda temporada, bajo la marca Mi casa es la tuya, se estrenó el 25 de abril de 2016 y terminó el 26 de junio de 2016, entrevistas, se emitía los lunes en Telecinco, presentado por Bertín Osborne, Lunes, a las 22.00 h.etc.
LA TAUROMAQUIA ME GENERA EMOCIÓN - ELENA SANCHEZ PRESENTADORA,.
«La tauromaquia me genera emoción»,.
Elena S. Sánchez ve 10 películas cada semana. / foto,.
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Elena S. Sánchez acaba de cumplir 300 programas al frente de 'Historia de nuestro cine' (La2). Estos días la vemos también en los sanfermines,.
En La2 es una experta en cine español, en La1, la chica de los sanfermines. Con tanto trabajo no quiere ser la sustituta de Mariló Montero en ‘La Mañana’ de TVE. «Estoy feliz donde estoy ahora», dice Elena S. Sánchez (Ávila, 1979), rostro habitual desde hace tres años de los encierros de Pamplona junto al periodista Javier Solano. La presentadora acaba de cumplir 300 programas al frente de ‘Historia de Nuestro Cine’ (La2, lunes a viernes a las 22.00 h.) y repite temática semanalmente en ‘Días de Cine’ (La2, sábados, 19,00 h.). «Me veo unas diez películas a la semana».
– Su trabajo es como sacarse un máster en cine.
– Además de las 300 películas españolas que llevo vistas de ‘Historia de nuestro cine’ hay que sumarles las que he visto de ‘Días de cine’. Llevo una empanada en un año y medio… (Risas)
– ¿Cuántas tiene que ver al día?
– Hasta ahora he estado viendo unas diez a la semana… Llega un momento en que eso es un agobio.
– Ahora centrada en los sanfermines.
– Me encanta vivir eso que para mí ya se repite todos los años, el reencuentro con los amigos que he hecho en Pamplona, estar en contacto con algo tan especial y tan único como es el encierro y vivirlo desde el chupinazo, que es la explosión de una gran fiesta que transforma la ciudad durante diez días.
– ¿Cómo fue su primera experiencia?
– Fue hace quince años, yo trabajaba en el Canal Toros de Vía Digital y tuve mi primer contacto con todo lo que envuelve a esa fiesta. Y aquí estoy ahora presentándolos y tan feliz.
– Mucho mejor que ser reportera de calle, ¿no?
– Cuando era reportera en San Fermín aquello era como ir a la guerra (risas). Es arriesgado porque la gente está de fiesta y no entiende que tú estás trabajando y hay que respetar. Yo siempre buscaba alturas para hacer los directos y a veces me decían unas barbaridades que me desconcentraban, hasta me tiraban vino por encima.
– Desgraciadamente se repiten las agresiones sexuales.
– Afortunadamente no los he vivido en gente cercana que los haya sufrido. Esto es una fiesta en la que te lo tienes que pasar bien, pero aquí no todo vale. Eso en San Fermín y en cualquier parte del mundo. Siempre en las retransmisiones hacemos hincapié en eso.
– ¿Qué le parecen las críticas a la tauromaquia?
– Las entiendo, soy una persona muy tolerante y creo que la fiesta de los toros puede herir muchas sensibilidades. A mí sin embargo me genera emoción. Pero lo que no termino de entender es a toda esa gente que es muy agresiva a la hora de defender su postura.
– Se ha convertido en un rostro imprescindible en San Fermín.
– Me encanta porque adoro esta fiesta. Este año por ejemplo estaba en la Semana Santa de Sevilla y una señora me dijo 'anda, si eres la de los sanfermines'. ¡Qué bonito es eso!
Sin tiempo para nada– ¿No le ha propuesto TVE algún otro programa?
– Ahora no tengo tiempo para nada, me paso el día viendo cine y ahora comentando los encierros.
– Hay un hueco libre como presentadora de ‘La Mañana’…
– (Risas) Pero estoy segura de que ese hueco no es para mí. Yo estoy feliz donde estoy y aquí me gustaría quedarme. El cine siempre ha formado parte de las cosas que me gustan.
– O sea, que no se ve cerrando ciclo como Mariló Montero.
– ¡No! TVE me tiene tan entretenida con estas cosas que nunca me aburro.
– ¿Qué le pareció su despedida?
– Absolutamente inesperada, no tenía ni idea de que se iba y tampoco conozco sus razones. Si le apetece seguir viviendo nuevos retos espero que le vaya fenomenal. Creo que lo ha hecho muy bien durante estos últimos siete años y que vaya donde vaya lo va a disfrutar porque es una mujer muy trabajadora.
– ¿Va a ser complicado encontrar a su sustituto?
– Mariló es única, pero quien venga va a tener su propia personalidad y hay gente muy válida. Aquí nadie es imprescindible.
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