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El elemento extremeño de la tabla periódica,.
El químico José Miguel González representará al Carbono en una tabla conceptual protagonizada por jóvenes | Sus trabajos científicos se centran en la nanotecnología y ahora trabaja en el Instituto de Carboquímica de Zaragoza,.
La IUPAC ha lanzado una convocatoria para que jóvenes químicos puedan ser nominados y encontrar 118 (el número de elementos que a día de hoy tiene la Tabla Periódica). Quiere crear con ellos una tabla conceptual en la que, cada elemento, esté representado por un joven químico que personifique la misión y los valores de dicho organismo.
Como José Miguel siempre se ha dedicado a la parte de la ciencia que se centra en la nanotecnología del Carbono, no se lo pensó y eligió representar a este elemento. «Pensé que nunca me elegirían. Estaba seguro de que medio planeta había elegido el Carbono, que es el elemento más codiciado por ser el elemento de la vida, el más abundante...». Pero hace dos semanas le llegó un correo electrónico comunicándole que le habían seleccionado para representar la 'C' del Carbono.
Este es uno de los logros que José Miguel ha conseguido a lo largo de su carrera profesional como científico gracias a su tesón y esfuerzo. Pero sobre todo, gracias a su ansia por conocer y saber más y hacer de su pasión, la química, su trabajo.
Aunque sus padres, que vivían en Mérida, se trasladaron por motivos laborales a Mallorca, donde José Miguel nació, volvió cuando era un chaval a la capital extremeña. Aquí decidió hacer sus estudios secundarios y de Bachillerato en el Instituto Extremadura.
También decidió apostar por la Universidad de Extremadura (UEx) para estudiar la carrera de Química. Eso fue en 2002. «Me di cuenta de que era la ciencia más completa, la más bonita, la que podía contactar con otras disciplinas... Y pude comprobar que todo es química. Las emociones, lo que comemos, el planeta en el que vivimos...».
Fue un estudiante brillante y sacó muy buenas notas. «La UEx me dio una formación muy buena. Me di cuenta de que tenía un nivel perfectamente competitivo para poder optar a todo lo que yo quisiera».
En el transcurso de la carrera, dice que sintió la vocación por la investigación. Y como se define a sí mismo como un joven muy curioso, que nunca paraba de preguntar, de indagar y de querer conocer cada vez más, fue así como llegó a conocer la institución donde ahora mismo trabaja, el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Una institución que le atrajo por varias razones, entre ellas, por su carácter público. «Siempre he creído que el talento hay que ponerlo al servicio de la sociedad. El conocimiento, la ciencia, el avance científico y tecnológico tiene que ser nuestro y para nosotros».
Se enteró que había una beca de posgrado que ofrecía el CSIC a estudiantes del último curso de carrera. La echó y tuvo la suerte de que se la concedieron. También optó a una beca del Ministerio en colaboración con el catedrático Vicente Gómez, con quien comenzó a investigar.
Sus primeros trabajos en investigación le marcaron el camino para saber que su vocación sería volcarse en la nanotecnología, a lo que se dedica actualmente. Esta es la tecnología que se dedica al diseño y manipulación de la materia a nivel de átomos o moléculas, con fines industriales o médicos.
La UEx se le quedó pequeña
A partir de ese momento, José Miguel confiesa que la UEx se le iba quedando pequeña. Y con la beca conseguida le dieron como destino Zaragoza. Pero no siempre ha estado allí. También ha trabajado en Francia, Italia, Canadá y en otras ciudades de España como Madrid, León o Barcelona.Dice que al principio ni su familia ni muchos compañeros de su carrera entendieron que se fuera, para una beca de cuatro meses, a más de 700 kilómetros de su casa.
Pero él lo tenía claro. Y lo que comenzó como algo temporal se convirtió en un periodo de 6 años. «Comencé a enlazar una beca con otra. Empecé con el posgrado, seguí con la tesis y como labor postdoctoral estuve unos meses investigando en el Instituto de Carboquímica de la capital aragonesa, que pertenece al CSIC, y donde trabaja actualmente.
Se dedicaba entonces, y también ahora, a aplicar estrategias químicas de materiales de carbono de tamaño nanométrico. «Lo he aplicado al diseño de estructuras funcionales como fuselajes de aviones o de naves espaciales... aunque ahora estoy centrado en el campo de la Medicina. «Haciendo los mismos desarrollos de química de estos materiales pero aplicados a un diagnóstico y tratamiento de enfermedades como cáncer, párkinson o alzhéimer».
TITULO: LA BRUJULA ONDA CERO - LA LINTERNA LA COPE - «Desde Badajoz es más barato ir al aeropuerto de Sevilla que al nuestro»,.
LA BRUJULA ONDA CERO ,.
La Brújula es un programa de radio de la emisora española Onda Cero, presentado y dirigido por David del Cura. Es el tercer espacio en audiencia en la franja nocturna, retransmitiéndose entre las 20 y las 24 horas, tiempo que dedica a un análisis de la actualidad, el deporte, la economía (con el espacio denominado La Brújula de la Economía) y el debate político.,etc.
LA LINTERNA LA COPE ,.
La linterna es el programa de radio informativo, político y económico, cultural y de debate nocturno de la Cadena COPE. Dirigido y presentado desde 2009 con Ángel Expósito., se emite de lunes a viernes de 19:00 a 23:30 horas, correspondiendo la última hora de los viernes a La linterna de la iglesia, dirigida y presentada por Faustino Catalina., etc.
«Desde Badajoz es más barato ir al aeropuerto de Sevilla que al nuestro»,.
Los viajeros piden un bus que una el aeródromo pacense con la ciudad porque actualmente solo se puede ir en taxi o alquilando un coche,.
9.55 horas en el aeropuerto de Badajoz. Un día laborable. Llega el vuelo de Madrid. Solo se habían llenado la mitad de los asientos. Dos pasajeros salen rápido y cogen los dos únicos taxis que esperan en la salida. El resto se va dispersando. Algunos tienen sus coches en el aparcamiento y a otros los recogen familiares o amigos. Al final, tres personas se quedan en la puerta sin alternativa de transporte. Llaman a Radio Taxi para que las recojan, pero los coches tardan 15 minutos. Les cobran 20 euros por el trayecto a la ciudad, que se alarga otro cuarto de hora.Una de ellas es Alba Soilán, que llega por trabajo para estar solo unas horas en Badajoz. Es la primera vez que visita la ciudad y no se esperaba problemas para conseguir un taxi. «Menos mal que he venido con tiempo. Si no...». En Madrid, detalla, se desplazó al aeropuerto Adolfo Suárez utilizando 'Cabify', pero al llegar a Badajoz solo hay dos opciones, un taxi por 20 euros o alquilar un coche, lo que supone un trámite y es aún más costoso.
Por esa razón la mayor parte de los viajeros dependen de que les recojan. Era el caso de Berto Pérez, que llegaba desde Las Palmas con un amigo a hacer turismo. «Allí tenemos una 'guagua', ¿tú sabes?, como le llamamos al autobús, para ir al aeropuerto sin problemas: ¿Aquí no hay?».
La respuesta es negativa. Los viajeros echan de menos un enlace en bus que conecte el aeropuerto de Badajoz con la ciudad. Solo sería necesario que se acercase a aeródromo cuatro veces al día. Las llegadas de los vuelos de Madrid y Barcelona están marcadas a las 10.00 y a las 12.00 horas, y por la tarde hay dos salidas en dirección contraria.
Sin alternativas
Actualmente no hay una alternativa accesible. El autobús más cercano que podrían coger los viajeros es el de Balboa, pero para llegar a este poblado tendrían que caminar un kilómetro por la carretera con la maleta a cuestas. Una vez allí, solo pasan nueve conexiones al día y ninguna es cómoda para los viajeros de la mañana. Por ejemplo, un pasajero que llegue al aeropuerto a las 10.00 o a las 12.00 horas tendría que esperar en Balboa hasta las 14.55 para tomar el bus en dirección a Badajoz.Frente a estas dificultades para llegar en autobús de Badajoz a su aeropuerto, es mucho más fácil y más barato, según destacan los viajeros, llegar al aeródromo de Sevilla. Existe un servicio llamado 'busbase' que conecta la capital pacense con el aeropuerto de la capital andaluza y cuesta 12,43 euros. Esto indigna a los usuarios habituales.
Es el caso de José Ramón Martínez, un pacense que se trasladó a vivir a Barcelona hace unos meses. Viaja habitualmente a Badajoz para visitar a su familia. «Dependes de otra persona, de un familiar o un amigo que, en muchos casos, puede estar trabajando porque los vuelos llegan en horario laboral, pero claro, tienen que irte a buscar».
Este pacense resalta que la situación del aeropuerto de Badajoz no tiene nada que ver con la de otros aeródromos por los que ha pasado. En Barcelona, por ejemplo, hay muchas alternativas para conectar con la terminal, pero también en Sevilla. «Desde Badajoz tenemos un autobús que lleva directamente al aeropuerto de Sevilla y solo cuesta 12 euros. Es más barato ir a ese aeropuerto que al nuestro», destaca José Ramón Martínez.
En su caso, nunca ha utilizado taxi. Le parece muy caro. «No me compensa». Pone un ejemplo: en octubre, gracias a las nuevas tarifas impuestas para los vuelos a Madrid y Barcelona, ha conseguido un viaje de ida y vuelta por 60 euros. Si en lugar de llamar a alguien para que lo recogiese, pagase el taxi a casa, tendría que sumar otros 20 euros para cada trayecto, en total 40. Eso supondría 100 entre el vuelo y los taxis, casi duplica el precio inicial.
Aunque no siempre son tan baratos los viajes. De media, explica Martínez, suele gastarse entre 120 y 150 euros, con lo que otros 40 euros de transporte a casa aún harían el viaje Barcelona-Badajoz más caro.
¿Por qué no hay taxis?
Independientemente del precio, ¿por qué no hay suficientes taxis cuando llegan los vuelos a Badajoz? Esta pregunta se la repitieron los pasajeros que tuvieron que esperar más de 15 minutos en la puerta del aeródromo. La causa, según los propios profesionales del sector, es que no pueden saber cuántos servicios harán falta.«Es imprevisible. Hay días que sobran 10 taxis y días que faltan 10. Nunca sabemos cuántas personas necesitarán el servicio», explica Jacinto Orrego, un conductor que suele trabajar en el aeródromo. Este profesional detalla que los vuelos desde Barcelona suelen tener más movimiento, al ser más grandes los aviones, pero que hay días en los que en las conexiones desde Madrid no hay ningún pasajero que use taxi. En otros casos, como comprobó HOY, lo necesitaron cinco personas.
Orrego asegura que a los taxistas no les compensa el servicio de aeropuerto porque hay un precio pactado de 20 euros. «Tienen que hacer más de 30 kilómetros (17 de ida y 17 de vuelta) y puede ocurrirte, como hoy a mi, que cuando llegas ya se han ido todos los de Madrid y tengo que esperar casi dos horas al vuelo de Barcelona. No compensa, pero tenemos el compromiso de hacer el servicio».
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