martes, 5 de diciembre de 2023

Viajeros Cuatro - Los trampantojos de Romangordo, donde nada es lo que parece ,. / Ven a cenar conmigo - EL HOROSCOPO - Míchel,. / ¿Te lo vas a comer ? - Lentejas con coliflor y brócoli . ,Alberto Chicote,.

 

TITULO:  Viajeros Cuatro -  Los trampantojos de Romangordo, donde nada es lo que parece,.

 

El Miércoles - 20 , 27 -  Diciembre  a las 22:45 por La

cuatro,fotos,.

 

 

Los trampantojos de Romangordo, donde nada es lo que parece,.

Calles que cuentan la historia de un pueblo.

'Trampantojo': De trampa ante ojo. 1m. coloq. 'Trampa o ilusión con que se engaña a alguien haciéndole ver lo que no es'.

Así define la Real Academia Española lo que vamos a encontrar a nuestro paso por las calles de Romangordo, una pequeña localidad cacereña de poco más de 260 habitantes que se ha convertido en todo un referente turístico.

En las inmediaciones del Parque Nacional de Monfragüe, no lejos de las aguas del río Tajo y a solo 5 minutos de la autovía A5 encontramos la villa de Romangordo. Aquí una iniciativa que puso en marcha el Ayuntamiento a finales de 2016 ha hecho que nada parezca lo que es, o más bien, que todo parezca lo que un día fue. Las paredes y las puertas de sus vecinos se han convertido en un lienzo donde artistas extremeños han plasmado las costumbres, los oficios y la cultura de sus antepasados para que sigan tan vivas como entonces. Y así, de paso, mostrar a los visitantes las raíces más auténticas de este municipio de las entrañas de Cáceres. 

 

Ilusiones ópticas al aire libre

Todo empezó en un rincón algo feo donde terminaban varias viviendas, un espacio que necesitaba ser adecentado y donde Charo Cordero, alcaldesa de Romangordo, vio la oportunidad de crear un mural en el que se representaran escenas cotidianas del pueblo de 40 y 50 años atrás. Así nació 'El rincón del burro', la primera de muchas pinturas que comenzarían a decorar las calles de Romangordo.

Poco a poco, viendo la aceptación de los vecinos y que ningún visitante se quería ir sin su foto en este trampantojo en el que un burro carga con un serón lleno de peras, se decidió hacer nuevas pinturas en las que se fueran representando el pasado del pueblo. Así los de allí lo recordarían, serviría de homenaje a sus antepasados, y los de fuera conocerían su historia con solo darse un paseo por el pueblo.

 

Los artistas Jonathan Sojo y Jesús Brea fueron los encargados de comenzar a plasmar la vida de Romangordo en sus paredes y ellos mismos, entre otras muchas colaboraciones, son los principales responsables de este arte documental que cuenta con la inestimable ayuda de los mayores del lugar. Poco a poco el número de trampantojos creció, creció y creció hasta alcanzar el centenar de pinturas, la última inaugurada hace solo unos días. Y es que entre murales, puertas y frases, como poemas o fragmentos de libros, Romangordo se ha ido decorando hasta convertirse en el museo al aire libre que es hoy día.

Vida e historia a la vista de todos

'Puerta a puerta, pintaremos nuestra vida y nuestra historia', dice uno de los lemas del arte urbano de Romangordo. No hay más que darse un paseo por sus calles para descubrir oficios y tradiciones que un día marcaron el día a día del pueblo. Una mujer haciendo queso, un hombre dedicado al corcho, animales de granja en cada rincón, escenas de agricultura, el zapatero, el herrero, las colmenas, el telar, el oficio del albardero, los pregoneros, el panadero, las lavanderas… y así una larga lista de pinturas repartidas por todo el pueblo. 

En 'Romangordo, imágenes que marcan la identidad de un pueblo' no faltan tampoco escenas del propio pueblo, se dibujan calles donde no las hay para que los niños jueguen con canicas, combas y tirachinas, los vecinos vayan a la botica, el profesor imparta sus clases en la escuela, las ancianas descansen junto a la puerta de su casa, las mujeres cosan al fresco de la calle, el silletero las observe de cerca, un camión cargue las botellas de gaseosa recién salidas de la fábrica de 'La Marilola' o la centralita telefónica recuerde a tía Felisa, vecina que llevó a cabo esta actividad.

Dar un paseo por Romangordo es adentrarse en su pasado pero sin perder de vista tampoco el presente, como demuestra el mural que da la bienvenida al pueblo, los retratos que decoran la residencia de ancianos o la fachada dedicada a la lucha contra la violencia de género. También los pintores del pueblo tienen un reconocimiento en sus propias calles. Álvaro Quintana, romangordeño que estudió bellas artes en Madrid, es el autor junto a amigos de la universidad de un conjunto de seis obras que recuerdan a los artistas que vio nacer Romangordo.

Trampantojos y mucho más

“En pocos años hemos pasado de las seis mil visitas al año a las 47.000 que registramos en 2019, y eso teniendo en cuenta únicamente las que quedan formalmente registradas en la Casa de los Aromas”, afirma Juan Antonio Salazar, dinamizador de la oficina de turismo de Romangordo junto a su compañera Isabel María Martín. Con estas cifras queda claro que los trampantojos han puesto a Romangordo en el mapa turístico de visitantes llegados de dentro y fuera del territorio nacional, pudiendo darles a conocer así otros lugares de interés que también merecen una visita.

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Fuera del municipio, pero solo a unos kilómetros, encontramos también el yacimiento arqueológico de Majadat al-Balat, un asentamiento de la época del Al-Andalus que hacía de control en un vado del río Tajo, así como las cuevas de la Garganta Canaleja, un complejo subterráneo que ha sido utilizado por comunidades humanas desde hace unos 10.000 años hasta la fecha. Por lo que con este plan, queda claro que al llegar a Romangordo es recomendable dejar las prisas en casa. 

 

TITULO: Ven a cenar conmigo - EL HOROSCOPO  - Míchel,.

 

 Míchel,.

 

 

Míchel posa para AS.

Míchel posa para AS en la tienda Pugil Store, donde se realizó esta entrevista.

fotos / Míchel: “La Quinta del Buitre está en el cariño de la gente”,.

El centrocampista repasa su trayectoria en el Real Madrid, cómo vivió el debut de sus compañeros Sanchís y Martín Vázquez y el poso que dejó aquella hornada de jugadores en toda una generación de madridistas.


José Miguel González Martín del Campo, ‘Míchel’ (Madrid, 60 años), fue el integrante de La Quinta del Buitre que tuvo una carrera más prolífica en el Madrid. 12 temporadas y 561 partidos antes de poner fin a su carrera tras un año en el Atlético Celaya de México. Ahora es el entrenador en Al Qadsiah, equipo de la segunda división de la emergente liga de Arabia Saudí. Este es un extracto de la entrevista que se puede escuchar en el podcast Mi recuerdo de La Quinta, de AS Audio.

Se cumplen 40 años...

¿Ya?

Sí, 40 años del debut en La Condomina de La Quinta del Buitre, una generación que, pese a no ganar la Copa de Europa, es recordada entre los grandes Madrid de la historia. Dejaron huella...

Es un magnífico recuerdo y una magnífica enseñanza. No ganamos la Copa de Europa, pero estamos en el cariño de la gente. Lo más satisfactorio personalmente de aquella época es ahora que han pasado 40 años y la gente sigue parándonos por la calle diciéndonos cosas tan entrañables como: “¡Qué felices nos hicisteis!”. Y respondo: “Y vosotros a mí”. Es una enseñanza de lo que es la historia de un club.


Usted llega a la cantera del Madrid con 13 añitos. Su padre conocía a Joaquín Peiró e iba a meterle en el Atleti, pero al ver lo bueno que era...

No pensaba que era bueno. El director de la cantera entonces había sido entrenador suyo y él pensaba que era una manera seria de, como se decía entonces, estar federado.

Pero el caso es que le dice que es un chaval que puede jugar en el Madrid.

Hice una prueba en La Chopera y me cogieron, cosa que me sorprendió.

Y estuvo más de 20 años en el Madrid.

Yo era un niño y me fui siendo un tío. Cualquier cosa que me pasa ahora en mi vida lo he aprendido ahí. Ha sido una parte de formación y de educación muy grande para mí.

Hay un escaparate en el que se empieza a hablar de usted que es el famoso torneo de Mónaco en el que lo nombran como gran promesa del fútbol europeo. Ahí se empiezan a dar cuenta de que tienen un diamante.

Pero eso pasa frecuentemente en las canteras. En la actualidad, y siempre, el Real Madrid tiene una cantera que siempre gana títulos. Lo complicado es el paso en la transformación de ser un chaval a un futbolista profesional, porque tienes que moldearte. Y eso no se hace si no tienes realmente ilusión y vocación por ser futbolista. Y, por supuesto, si te toca en el Real Madrid, qué bien. Yo se lo digo a mucha gente: eso es algo que no lo puede vivir tanta gente. Y entonces es algo inexplicable.

Míchel gesticula durante la entrevista en la que compartió con Roncero sus recuerdos de La Quinta del Buitre.

Míchel gesticula durante la entrevista en la que compartió con Roncero sus recuerdos de La Quinta del Buitre.Javier Gandul

Siendo honestos, el primero de La Quinta que debuta es usted en Castellón en abril de 1982 por aquella huelga de futbolistas.

El Madrid se estaba jugando el título...

Y usted marcó.

Marqué, sí.

Aunque sea con esa coyuntura, es un partido oficial. En realidad usted debuta antes que Martín Vázquez y Sanchís.

Pero se engloba al grupo de futbolistas. Y que Di Stéfano se llevara a Manolo [Sanchís] y a Rafa [Martín Vázquez] con 18 años recién cumplidos a jugar y encima tuvieran protagonismo es muy llamativo. Y eso hace que la efeméride esté ahí.

Foto coloreada del debut de Míchel con el Real Madrid, contra el Castellón en abril de 1982.

Foto coloreada del debut de Míchel con el Real Madrid, contra el Castellón en abril de 1982.

¿Usted qué recuerda del partido contra el Castellón?

Yo estaba en el Castilla. Vino lo de la huelga, tenía que jugar el filial y nosotros jugamos. Tenía 19 años recién cumplidos. Y recuerdo de ese día que me llamó mucho la atención que íbamos jugadores del Castilla pero tratados como jugadores del primer equipo. Viajamos en avión, el hotel...

Le tocó tirar un penalti.

Marqué. En el Castellón jugaron futbolistas amateur y otro cuatro o cinco profesionales, uno de ellos Planelles, que había jugado en el Madrid. Y el portero, Racic, era profesional y tuve que tirarle. El otro día vi el penalti en un vídeo en YouTube y pensé: “¡Qué grande era ese tío!”. Para mí eso fue un penalti gordo.

“El hecho de que un jugador del Castilla subiese al primer equipo, jugase y le fuese bien era una gran noticia para todos; salté cuando marcó Sanchís”

Míchel, sobre el debut de Martín Vázquez y Sanchís.

Martín Vázquez y Sanchís son más jóvenes, pero debutan antes. ¿Cómo llevó usted aquel proceso, viendo que no le subían?

Era un acicate. No sólo era una motivación, sino que además no existía nada de envidia. Somos amigos. El hecho de que un jugador del Castilla subiese al primer equipo, jugase y le fuese bien era una gran noticia para todos. Se mostraba el valor y la capacidad que tenía esa cantera. Y fuimos campeones de Segunda, que tampoco es algo que se haya repetido.

¿Di Stéfano le dijo algo de por qué no le subía?

Me lo comentó mucho después. Ya no era entrenador y me dijo: “Yo no te subí, pero eres al que más quería” (risas). Él sabe que yo nunca le he tenido rencor. Entendía su decisión. En la posición en la que yo jugaba estaban Ricardo Gallego, Lozano, Stielike, Vicente del Bosque. Jugadores excepcionales. Era imposible que pensase en mí. Cuando yo voy en verano a hacer la pretemporada con el primer equipo, pensaba: “Si es que no me van a conocer”. ¡Qué papelón!, ¿no? Al primero que me encontré en el Bernabéu fue a Stielike y me dijo: “¿Qué pasa, Míchel? ¿Cómo estás? Vienes preparado, ¿no?”. Luego te sentabas a comer de cuatro en cuatro y yo vi que había una mesa libre en la que estaban Ricardo Gallego, Camacho y Juanito. Camacho me llamó con un gesto: “¿Qué pasa? ¿Qué no quieres comer?”. Eso era un proceso natural.

“Amancio detectaba con mucha facilidad jugadores válidos para el Real Madrid”

Míchel, sobre su entrenador en el Castilla y en el primer equipo.

La prueba de que asumió esa tardanza es que empezó bien.

El entrenador que había confiado mucho en mí en el Castilla [Amancio] subió al primer equipo. Él sabía de nosotros, nos dio muchas oportunidades... Amancio detectaba con mucha facilidad jugadores válidos para el Madrid, muy similar a lo que luego fue Molowny. Detectaba los jugadores que eran válidos para el Madrid y después sabía valorarlos y ponerlos a jugar.

En una de las remontadas contra el Inter, en las semifinales de la UEFA 84-85, usted marcó el gol definitivo.

Era uno de los primeros partidos de Molowny. La semana anterior habían destituido a Amancio y al terminar el partido yo llamo a Amancio y le digo: “He empezado a meter goles y a hacer grandes partidos cuando usted no está”. Y me dice: “Pero eso yo te lo agradezco porque es una confirmación de que no me equivoqué contigo”.

¿Cómo vivieron ustedes desde el Castilla el debut de Martín Vázquez y Sanchís en Murcia? Ambos son titulares y Manolo marca el gol de la victoria...

Era una tarde de domingo, yo había jugado con el Castilla y me quedé en casa para escuchar el partido por la radio. Salté cuando Sanchís marcó. Me llevé una gran alegría. Luego ellos bajaban a jugar partidos de Copa del Rey con nosotros.

“En el Castilla el gran secreto es que era una diversión. La gente se enganchó”.

Míchel, sobre el filial campeón de Segunda que en la 1983-84 llenaba el Bernabéu.

¿Cómo fue aquel año con el Castilla llenando el Bernabéu?

Para nosotros, el gran secreto es que era una diversión. No lo veíamos como algo de responsabilidad. Nos llamaba la atención que la gente nos conociera. El día del Atlético Madrileño estábamos en el vestuario y escuchábamos mucho ruido. “¿Qué está pasando?”. Al llegar al túnel del vestuario Emilio [Butragueño] me decía: “¡Cómo está esto!”. Encima ganamos 6-1. La gente se acuerda 40 años después. Se enganchó.

En ese Castilla había un centro de campo de época: Míchel, Sanchís y Martín Vázquez.

Pero era curioso, porque jugábamos en posiciones diferentes a las que luego jugábamos en el primer equipo. Sanchís entonces, cuando subió al primer equipo jugó en la banda derecha de centrocampista. Yo en el Castilla era organizador, como era Casemiro. Y cuando llegamos al primer equipo a mí me ponen en la banda izquierda, a Manolo de central... Ser versátil era un ejemplo de la cantera del Madrid. Siempre hay una competencia con el Barça, también en las canteras. El canterano del Real Madrid juega en cualquier posición y al del Barça le cuesta más, tiene que encontrar el hábitat, son mucho más específicos. Si miras la importancia de los jugadores de la cantera del Madrid a lo largo de la historia en diferentes equipos es bastante grande.

“El canterano del Madrid juega en cualquier posición, al del Barça le cuesta más”

Míchel, sobre la filosofía de ambas canteras.

Ese equipo hizo algo que no se ha repetido: ganar cinco Ligas seguidas. En la última, en la que ganaron en Valladolid con un empate 0-0, usted dijo una frase que con el tiempo ha cobrado mucha vigencia: “El día que no ganemos una Liga, la afición valorará lo que cuesta ganar una Liga”.

De hecho ni lo celebramos. Llegamos de Valladolid y nos fuimos a la Selección para preparar el Mundial de Italia. Era otro contexto, absolutamente. Entonces tenías que ganar todos los partidos porque sólo iba a la Copa de Europa el campeón. Un día se lo decía a Sergio Ramos, que obviamente ha ganado más Champions que yo, pero menos Ligas. El Madrid de esas Champions que ganó Ramos sólo había sido campeón de Liga en una. Yo hubo una temporada en la que jugué 82 partidos, había dos cambios... El entrenador no podía permitirse las rotaciones, tenías que jugar siempre. Mucha gente me pregunta si nos ovacionaban mucho cuando nos sustituían y yo digo: “Bueno, es que a mí no me sustituían...”.

Míchel, en el partido de ida de los cuartos de final de la Copa de la UEFA 1985-86 contra Neuchâtel Xamax suizo.

Míchel, en el partido de ida de los cuartos de final de la Copa de la UEFA 1985-86 contra Neuchâtel Xamax suizo.

En la famosa Copa de Europa de 1988 justo les elimina el PSV, que era el más ‘sencillo’ de los rivales que les tocaron. Y encima sin ser derrotados en ninguno de los dos partidos.

Ahora con dos empates no nos echarían. Esa temporada estábamos en la playa de vacaciones, hicieron el sorteo de Champions y nos tocó el Nápoles. Las dos siguientes eliminatorias nos tocan los finalistas [Oporto y Bayern] del año anterior. Ganamos aquella Liga, pero caemos en semifinales de la Copa de Europa y parece un fracaso.

“En 1988 ganamos la Liga, pero caemos en semifinales de la Copa de Europa y parece un fracaso”

Míchel, sobre la no celebración del título conseguido en Valladolid.

El Madrid siempre ha sido un club más de jugadores que de entrenadores.

Yo comparo nuestra época a la de los Galácticos, que nunca en sí ganaron una Champions [en la Novena estaban Raúl, Figo y Zidane, pero no Ronaldo y Beckham], y la gente les recuerda como una transición muy buena a lo que ha pasado ahora, con cinco Champions en nueve años.

Su gran noche europea fue aquella temporada en Oporto, que era el vigente campeón que marca usted los dos goles.

En esa Copa de Europa fui el máximo goleador del Madrid y marqué en todas las eliminatorias salvo en la del PSV. Marqué al Nápoles, al Oporto y al Bayern.

“Yo era un tío que marcaba todos los años 14 o 16 goles sin tirar penaltis. ¡Qué centrocampista!”

Míchel, sobre su carrera.

Usted con el Madrid marcó 130 goles en 561 partidos. Que es casi un gol cada cuatro partidos. Muchos goles para un centrocampista...

Yo era un tío que marcaba todos los años 14 o 16 goles sin tirar penaltis. ¡Qué centrocampista!

Ganaron cinco Ligas seguidas y luego llegaron las dos que se escaparon en Tenerife.

Con este sistema de competición europea no las habríamos perdido. Había tal tensión alrededor del equipo en el último partido que no era fácil de gestionar después de 80 partidos.

Los partidos europeos a las nueve de la noche eran un agotamiento. Aguantar a Camacho y sus secuaces en el hotel...

Míchel, sobre el ambiente en las concentraciones.

En aquella época era habitual jugar a las cinco de la tarde.

A mí me gustaba. Además, los partidos europeos a las nueve de la noche eran un agotamiento. Aguantar a Camacho y sus secuaces en el hotel... Llegabas desintegrado. Muchas veces nos reímos con eso. Si jugábamos por la noche a las ocho de la mañana te estaban aporreando la puerta: “¡¿Qué hacéis dormidos?!”. Era una relación diferente, porque éramos todos amigos, muchos de la cantera... Yo tenía una foto en la que el equipo campeón tenía 21 jugadores. Había dos extranjeros y 14 de la cantera, de los cuales 12 éramos de Madrid.

Con los sistemas de estadísticas que hay ahora, ¿cuántas asistencias desde la derecha le habrían contado?

Hace dos años salió una estadística que recuperó LaLiga y que me igualaba a Messi en asistencias. El año que nosotros hicimos récord con 107 goles [en la 1989-90, estuvo vigente hasta que lo batió el propio Madrid con 121 dianas en la 2011-12] yo aparecí en el 43% de las acciones de gol. Está muy bien (risas). Pero tuve la suerte de jugar con unos tíos que la metían.

“Mi último partido en el Bernabéu es el día más importante de mi carrera futbolística. Es el único día que no puedo verlo, por la emoción”

Míchel se despidió del Bernabéu poniéndose de rodillas.

Con el Bernabéu tuvo una relación de amor-odio...

Yo me he sentido y me siento muy querido por el madridismo. Estoy entre los que más partidos han jugado [es el 11º]. Es algo que está ahí, mis nietos lo ven. La afición del Madrid es muy exigente, pero por ahí hemos pasado muchos. Ahora es raro que no silben a nadie, cosa de la que me alegro. Y yo era un tío factible para silbar, tengo una personalidad más rebelde... Yo cometí un error yéndome del campo [en el Madrid-Espanyol de la Liga 88-89], pero la mayoría silenciosa se puso activista a mi favor y el último día fue el ejemplo. Mi último partido en el Bernabéu es el día más importante de mi carrera futbolística. Es más, es el único día que no puedo verlo, por la emoción. Todavía hay gente que me dice: “Ese día yo lloré contigo”. Dicen que cuando vas a morir tu vida pasa por delante. Eso pasó en esos 40 metros que tuve que recorrer cuando me sustituyó Arsenio. Mucha gente me pregunta si tenía previsto ponerme de rodillas. No. Esa imagen no se me borra. De hecho, la tengo hecha como sticker de WhatsApp.


La Quinta del Buitre fue muy grande para aquella generación de madridistas.

Y fue una generación muy normalizada con todo lo que estaba pasando en el país, una época de un cambio absoluto. En lo social, cultural, deportivo... No éramos futbolistas al uso porque éramos gente normal. Ahora es muy difícil encontrarte a un futbolista en algún sitio. Ni en los aviones.

Ustedes eran gente normal. No estaban en una burbuja.

De hecho, en mi 60º cumpleaños había como 60 o 70 personas y había excompañeros míos futbolistas, pero había gente diversa. Es un poco la historia de nuestra vida, de lo que supuso pasar de la cantera del Madrid al primer equipo. Me gustaría que hubiese mucho más jugadores de la cantera porque le dan un plus al equipo. Pero eso es una opinión antigua y nostálgica.

 

TITULO:  ¿Te lo vas a comer ? -    Lentejas con coliflor y brócoli . ,Alberto Chicote,.



Te lo vas a comer?: Alberto Chicote ya no es bienvenido: "Me han dicho 'si  te metes en esto voy a ir a por ti'" | Televisión


El Miércoles - 20 , 27 - Diciembre a las 22:45 por La sexta ,fotos,.

 

 Lentejas con coliflor y brócoli,.

 

 

Una receta vegana perfecta para toda la familia,.

 Esta legumbre riquísima combina muy bien con cualquier verdura.

Esta legumbre riquísima combina muy bien con cualquier verdura.

Este estofado de lentejas con coliflor y brócoli es una receta vegana y sin gluten. Perfecta para el invierno, que apetecen platos calentitos de cuchara. una ventaja es que podemos preparar una gran cantidad y que nos dure varios días e incluso congelar las sobras y disfrutarlo otro día.

Las lentejas estofadas son un clásico imbatible, pero con estas dos estupendas verduras les damos un toque diferente. Es una opción perfecta para que los más pequeños coman verduras sanísimas sin darse cuenta y Estoy hecho un cocinillas te enseña a hacerlas.

  • Tiempo de preparación

    -

  • Tiempo de cocción

    -

  • Tiempo total

    -

  • Comensales

    -

  • Calorías

    -

Categorías

Legumbres

Ingredientes

  • 200 g de lentejas peso en seco

  • 250 g de coliflor troceada

  • 250 g de brócoli troceado

  • 1 patata cortada cubos

  • 1 zanahoria en rodajas finas

  • 1 litro de caldo de verduras, pollo o agua

  • 4 cucharadas de aceite de oliva

  • 1 cebolla picada

  • 1 puerro picado

  • 4 dientes de ajo picados

  • 1 cucharadita de pimentón dulce de La Vera

  • 200 g de tomate triturado

  • 1 pimiento rojo asado (en conserva) en trocitos

  • 1 hoja de laurel (si usas agua)

  • 1 pizca de comino molido

  • pimienta negra

  • sal

Preparación

  • En una olla, poner las lentejas y cubrir con el caldo o agua. Si usas agua, pon también una hoja de laurel. Tapar y cocer a fuego lento el tiempo recomendado según el tipo de lenteja.

  • En una sartén, calentar el aceite de oliva a fuego medio y cuando esté caliente, añadir la cebolla y el puerro. Sofreír unos 10 minutos. Incorporar el ajo y mezclar bien.

  • Retirar del fuego y dejar templar 30 segundos. Espolvorear el pimentón y mezclar bien. Agregar el tomate triturado y volver a calentar hasta que reduzca.

  • Cuando queden 30 minutos para terminar la cocción de las lentejas, añadir la patata y la zanahoria. 10 minutos más tarde la coliflor.

  • Al final, añadir el brócoli y la coliflor junto con el sofrito a las lentejas. Ajustar de sal y pimienta y condimentar con comino.

  • Dejar que cueza unos minutos más para juntar sabores y que brócoli y coliflor estén a tu gusto. Añadir el pimiento y mezclar.

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