Viernes -3- MAYO - a las 22:10 horas en La 1, foto,.
Votemos ,.
Soy periodista, dedicada a contarle a los extremeños lo que pasa alrededor y a interpretar de manera sosegada las claves de esta realidad que cada vez corre más apresurada. Pero creo que mi trabajo acaba ahí. No incluye recomendar a nadie que vote a fulanito o menganito.
Tengo la convicción de que los lectores de HOY tienen la formación y la información suficiente para elegir la papeleta que más les gusta o que menos les disgusta, que de todo hay, y no seré yo quien intente orientar su voto. No lo he hecho en los casi treinta años que llevo escribiendo columnas políticas y no voy a cambiar ahora. Creo de verdad que cada español adulto tiene la capacidad de analizar su entorno y de decidir en función de sus intereses qué es lo mejor para él o para el conjunto del país. La elección de una papeleta es probablemente el resultado de mezclar nuestros egoísmos (con qué gobierno nos va a ir mejor), nuestra experiencia (a cuál le damos mejor nota), nuestra ideología (ahí entran nuestras creencias, nuestras inclinaciones políticas) nuestras expectativas (quién creemos que va a gobernar mejor el país) y hasta nuestras manías. Y de esa mezcla que hacemos de manera consciente o inconsciente sale nuestra preferencia por unos u otros.
Como tengo mis años y todavía no me flojea la memoria, aún recuerdo cuando en las primeras citas electorales había quien decía que tras cuarenta años de dictadura los españoles no estábamos preparados para votar. Luego resultó que sí, que los españoles votábamos con bastante sentido común, igual que en Francia, en Gran Bretaña, en Italia… No éramos una banda de retrasados a los que hubiera que llevar de la manita al colegio electoral y darles la papeleta ya preparada para que la metieran en la urna.
Pues el afán de algunos supuestos líderes sociales en recomendar y hasta reñir a los electores advirtiéndoles que si no votan lo que ellos les dicen después no se van a poder quejar me recuerda a aquel lejano paternalismo. Por descontado que respeto a quienes hacen público el sentido de su voto. Faltaría más. Y me parece mal que se les critique por ello. Pero me resulta un tanto arriesgado y hasta presuntuoso suponer que alguien va a votar a A o a B porque se lo recomiende vivamente Antonio Banderas, Belén Esteban o el periodista X. Como si la gente decidiese el voto con el mismo criterio que la compra de unas zapatillas de marca.
Hoy nos enfrentamos a las elecciones más polarizadas, con más actores en juego, y ello convierte esta cita electoral en una de las ocasiones más inciertas de la democracia. Las colas que se han formado en Correos para tramitar el voto demuestran que hay interés por la política. Que por más pestes que echemos a diario contra nuestros políticos, nos importa quién gobierne España y nos sentimos comprometidos con ello. Creemos que nuestro voto pesa, importa para la construcción de ese futuro, y ese es un buen síntoma. Confiamos, en definitiva, en la democracia, en que los ciudadanos, voto a voto, somos los que construimos la mayoría que gobernará durante los próximos cuatro años.
Sé que es un lugar común, que se ha dicho muchas veces y que se dirá muchas más, pero no resisto la tentación de repetirlo: lo que yo le pido a los políticos es que estén a la altura de la confianza que depositamos en ellos; que vean las caras de los jóvenes que estrenan ilusionados su derecho al voto, de los jubilados que saben cuánto nos ha costado y cuánto nos ha dado la democracia; de todos y cada uno de los españoles que les entregamos nuestro pedacito de soberanía para que la gestionen con responsabilidad. Por todo eso, votemos.
TITULO: VACACIONES - EUROPA DE PELICULA -Las empleadas del hogar piden sus derechos ,.
Las empleadas del hogar piden sus derechos,.
Las personas que trabajan cuidando a mayores y limpiando casas en Extremadura reclaman cotizaciones a la Seguridad Social acordes al sueldo y prestación por desempleo,.
«Casi siempre he estado como interna en casas cuidando a señoras mayores. El sueldo rondaba los 650 euros y trabajaba 15 días seguidos sin parar. En ocasiones ganaba 700. Me levantaba a las siete de la mañana y volvía a mi habitación a las once de la noche. Limpiaba, barría, fregaba, hacía de todo para que la casa estuviera perfecta. Algunas veces estaba dada de alta en la Seguridad Social y otras no. Por ejemplo, en el último empleo que he tenido, los viernes sólo estaba asegurada una hora, aunque trabajara ocho», explica Sandra a sus 46 años. «A veces no me daban horas de descanso ni permiso para ir al médico. No podía ni enfermar», detalla tras salir del curso de cocina que está haciendo en Cruz Roja.
Acaba de quedarse en paro y, pese a lo complicada que se presenta su situación en España, volver a su país no entra dentro de sus opciones. Si volviera a su ciudad, Puerto Cortés, hoy posiblemente moriría. «Allí la vida no vale lo mismo que aquí. Te matan por una cadena o unas zapatillas de marca. Han secuestrado a familiares y a uno de ellos lo asesinaron», recuerda.
Por razones como esas prefiere quedarse en Extremadura y luchar por los derechos de las empleadas de hogar. Junto a una decena de compañeras ha creado la primera Asociación Extremeña de Personas Trabajadoras del Hogar.
Representan a un colectivo que no está acostumbrado a alzar la voz, a un sector al que pertenecen 4.656 personas en la región, según las estadísticas oficiales. Están afiliados a la Seguridad Social en ese régimen 141 hombres y 4.515 mujeres, como indican los datos del primer trimestre de 2019 facilitados por el Instituto de Estadística de Extremadura. De ellos, 2.718 están en la provincia de Badajoz y 1.938 en la de Cáceres.
Sin embargo, desde Comisiones Obreras (CC OO) apuntan a que en Extremadura se dedican a este sector unas 20.000 personas. Según las estimaciones del sindicato, sólo una de cada cuatro personas están afiliadas a la Seguridad Social. «Aún sigue habiendo muchas empleadas de hogar que trabajan como internas y en esas situaciones sí suelen tener un contrato. La situación es distinta para las que acuden a diferentes domicilios y cobran unos diez euros la hora. El empleador paga esa cantidad y se desentiende», explica Antonio Pino, secretario de Organización y Comunicación de Construcciones y Servicios de CC OO en Extremadura.
Es una situación extrapolable al resto de España, donde sí hay encuestas oficiales que ponen de manifiesto la clara existencia de empleo sumergido en este campo. Según los datos sobre condiciones de trabajo de la Encuesta de Población Activa (EPA) de 2018, en España hay 628.800 empleadas del hogar, de las cuales 407.587 están afiliadas a la Seguridad Social. Eso supone que el 35% no están dadas de alta.
Desde que en 2012 entró en vigor la ley que obliga a hacer contrato,
el número de afiliadas a la Seguridad Social de personas que trabajan en
casas se ha cuadruplicado y ha pasado de 1.100 a 4.656 en la región
Marta (nombre ficticio) es una de ellas.
Tiene 53 años y, aunque explica su situación, prefiere no revelar su
identidad. «He trabajado como empleada por cuenta ajena en muchos
sectores, pero con la crisis económica me quedé en paro y ya ha sido muy
complicado encontrar un empleo. Desde hace un tiempo, limpio casas por
horas en Badajoz. Tengo cubierta casi toda la semana y prefiero no estar
dada de alta en la Seguridad Social porque si no el beneficio es menor.
Ahora necesito el dinero para poder llegar a fin de mes», detalla tras
reconocer que cobra a diez euros la hora. Aunque ella lo hace así porque quiere, ya existen casos en la región que han acabado en los juzgados. En febrero de 2018 el Tribunal Superior de Justicia de Extremadura condenó a dos mujeres a readmitir o a indemnizar a la empleada de hogar que durante ocho años y cinco meses trabajó para ellas sin estar dada de alta en la Seguridad Social. Su puesto lo empezó a desempeñar en mayo de 2007 en un domicilio de Almendralejo y se encargaba de las tareas domésticas y de cuidar a una mujer, a cambio de 648,60 euros al mes (21,62 euros al día).
Situaciones como esa se siguen dando, aunque han disminuido desde que el 1 de enero de 2012 entró en vigor la ley 27/2011. Los hogares y los trabajadores tuvieron un plazo de 180 días para adaptarse a la norma, es decir, hasta el 30 de junio de 2012. Un mes después la afiliación en esta actividad en Extremadura alcanzó las 4.194 personas, mientras que en el primer trimestre de ese año sólo estaban dadas de alta 1.100. Actualmente hay afiliadas 3.556 más que en ese momento. La cifra se ha cuadruplicado.
Más derechos desde 2012
«El año 2012 fue un punto de inflexión para el sector porque se dignificó su trabajo con el objetivo de que dejaran de ser trabajadoras invisibles», destaca Antonio Pino, quien aclara que hasta esa fecha existía un tiempo mínimo de trabajo para poder afiliarse a la Seguridad Social establecido en 72 horas mensuales.Con la nueva norma tuvieron derecho a un contrato de trabajo por escrito. Hasta entonces con un compromiso de palabra era suficiente. Además, debían cobrar el salario mínimo interprofesional (641,40 euros al mes por 14 pagas al año en 2012) a jornada completa. La manutención no podía superar el 30% de la retribución total. La jornada máxima se estableció en 40 horas semanales con descansos entre jornadas de 12 horas y de 10 en los casos de pernoctación.
Asimismo, desapareció la exigencia de un tiempo mínimo de trabajo para poder afiliarse y se suprimió la posibilidad de afiliación por su cuenta que tienen los empleados de hogar cuando trabajan para dos o más familias.
Sin embargo, el 1 de abril de 2013 el Gobierno de Mariano Rajoy aprobó que las empleadas de hogar que prestaran sus servicios durante menos de 60 horas mensuales por empleador debían formular directamente su afiliación, altas, bajas y variaciones de datos cuando así lo acordaran con los empleadores. «Eso provocó que algunas de ellas no realizaran los correspondientes trámites y las afiliaciones a la Seguridad Social fueran registrando caídas cada año», afirma Pino. En el primer trimestre de 2014 había 5.385 y esa cifra ha ido disminuyendo hasta los 4.656 actuales.
«Hemos llevado casos de empleadas de hogar que han sufrido acoso» Antonio Pino | cc oo
Actualmente ella cuida a una señora que padece alzhéimer. «Estoy dada de alta en la Seguridad Social, con todo los derechos. El 25 de julio hará dos años que estoy aquí. Tengo dos horas libres a la semana y los fines de semana, además de los festivos. Gano más de 900 euros». Su sueldo se corresponde con el salario mínimo interprofesional (SMI), que pasó recientemente de 735,90 euros al mes a 900.
Salarios
Los principales sindicatos en Extremadura valoraron positivamente esa subida tras su puesta en marcha e hicieron un análisis de los sectores a los que afectaría la previsible subida. Alberto Franco, secretario de negociación colectiva de Comisiones Obreras en la región extremeña, habló en ese momento de las empleadas de hogar. «Muchas de ellas son internas y la inspección de Trabajo tiene grandes dificultades para detectar posibles irregularidades. Lo que está claro es que muy pocas cobran más del SMI», detalló Alberto. Aseguró que algunas viven esa situación, pero el miedo a perder el trabajo o a no volver a encontrar otro hace que no lo denuncien públicamente.Así lo pone de manifiesto una joven boliviana que vive en Plasencia desde 2006. «He trabajado como empleada de hogar interna, con tres horas de salida al día y un salario que ronda los 750 euros. Las ofertas que hay no superan los 800 al mes», comenta.
«Hay que equiparar las condiciones con el resto de trabajadores» Jacinto Romero | UGT
Karla Chavarría, presidenta de la recién creada Asociación Extremeña de Personas Trabajadoras del Hogar, reside en Cáceres desde hace tres años. «Emigré buscando una vida mejor, huyendo de la inseguridad de mi país, Honduras. Allá ejercía como funcionaria pública. Era empleada del gobierno. También trabajé como empleada bancaria. Cuando llegamos aquí nos encontramos una realidad diferente. Afortunadamente, el trabajo de cuidado doméstico abunda. Pero hemos visto las injusticias de las que somos objeto», relata Chavarría.
«Nuestra jornada laboral debe ser de ocho horas y a veces trabajamos 15, 17 y hasta 20. No queremos ser las esclavas del siglo XXI. Como todo trabajador dado de alta, aportamos a la Seguridad Social y no tenemos derecho a paro», denuncia la hondureña.
«Intentamos organizarnos y salir de la ignorancia en la que todos estamos envueltos», agrega la presidenta. «Estamos hartas de ser invisibles en las agendas políticas, hartas de aplazamientos y palabras huecas, hartas de ser las últimas en el reconocimiento de derechos», destaca Chavarría.
Ese tipo de situaciones las denuncian en ocasiones a los sindicatos. De hecho, desde Comisiones Obreras van más allá. «Hemos llevado casos de empleadas de hogar que han sufrido acoso. Aunque parezca mentira, hay gente que hoy en día aún sigue confundiendo a una empleada de hogar con una chica de compañía», comenta Pino.
Ante situaciones como esa y faltas de derechos, Comisiones Obreras y UGT piden que se ratifique el convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre empleo doméstico, algo que ya han hecho en países como Alemania, Italia y Portugal.
Fue elaborado en junio de 2011 y busca sentar las bases normativas para que los países mejoren en sus regulaciones internas las condiciones de trabajo de las miles de personas que se dedican laboralmente al trabajo doméstico. Entre los derechos que reconoce el convenio figuran la libertad de asociación y la libertad sindical, el reconocimiento efectivo del derecho de negociación colectiva, así como una protección efectiva contra toda forma de abuso, acoso y violencia.
Cotización y paro
En la actualidad, las trabajadoras forman parte de un Sistema Especial para Empleados de Hogar, diferente del Régimen General. Eso implica que no cotizan por sus remuneración real, sino por tramos de cotización, un aspecto que según la ley creada en 2012 debía equipararse el 1 de enero de 2019. Ante la falta de avances realizados, los presupuestos generales del Estado de 2018 recogían una enmienda del PP con la que se ampliaba a 2024 el plazo para su equiparación total. El actual Gobierno recortó posteriormente a 2021 el periodo transitorio. Una vez que entre en vigor, la cotización a la Seguridad Social será en función de los ingresos reales del trabajador.La protección por desempleo sigue siendo el principal escollo y uno de los aspectos más demandados por las empleadas domésticas y sindicatos. «Hay que equiparar sus condiciones laborales con las del resto de trabajadores», pide Jacinto Romero, secretario general de la Federación Estatal de Servicios, Movilidad y Consumo de UGT. Alude a un sector muy feminizado y alejado de los salarios medios en España. «Hablamos de 823 euros en el mejor de los casos, ya que más del 58% trabaja a tiempo parcial», concluye Romero.
Más de 700 extremeños reciben ayudas para contratar a trabajadoras del hogar
Un total de 715 extremeños se beneficiaron en 2018 de las ayudas que destina la Junta de Extremadura a la contratación de empleadas de hogar y mantenimiento de dichos contratos.Según la Consejería de Educación y Empleo, el objetivo de este programa es «facilitar la conciliación de la vida personal, profesional y familiar de las personas trabajadoras y mejorar la integración en el mercado laboral de quienes se dedican a la actividad de empleado de hogar».
Las cuantías de las ayudas se determinan en función de las bases de cotización a la Seguridad Social y oscilan entre 300 y 1.200 euros en el caso de las subvenciones a las altas nuevas y de 200 a 1.000 cuando se trata de mantenimiento de la contratación.
En referencia a cuánto dinero se destinó para ayudas a la contratación de empleadas de hogar, la cantidad ascendió a 409.200 euros en el año 2018. En el período del 1 de enero al 16 de abril de 2019, el número de expedientes concedidos fue de 248, por un importe de 123.700 euros.
La convocatoria permanecerá abierta hasta el 26 de julio de 2019 y destina un importe de un millón de euros. Sin embargo, no toda esa cuantía se destina a la contratación de empleadas de hogar sino que hay otras dos modalidades.
Una de ellas va dirigida a las personas trabajadoras autónomas que, por motivos de riesgo durante el embarazo, maternidad, paternidad, adopción o acogimiento, y de riesgo durante la lactancia natural, contraten a personas desempleadas que las sustituyan para disfrutar de los periodos de descanso.
La otra contempla subvenciones para la contratación en régimen de interinidad de personas desempleadas para sustituir a personas trabajadoras que disfruten del derecho de excedencia o de reducción de jornada laboral por razones de cuidado de hijos o hijas o de personas dependientes a su cargo.
TITULO: Lazos de sangre - Indecisos, pero no indiferentes ,.
El miercoles -1-Mayo a las 21:30 por La 1, foto,.
Indecisos, pero no indiferentes,.
Para la cita de hoy se ha multiplicado el número de ciudadanos que dudan qué votar, pero se espera una muy alta participación,.
Porque esos millones de españoles son indecisos, pero no ciudadanos indiferentes. Es decir, votarán en este 28A. Por eso se espera una muy alta participación, por encima de la habitual que ya suele ser importante, y por eso los debates de televisión, los dos, han superado los nueve millones de espectadores. Se demuestra una vez más que la afirmación de que la política no interesa se hace muchas veces con demasiada ligereza. De haber estado Vox en ellos, seguramente, habría aumentado aún más la audiencia por un factor de morbo.
Para muchos de los seguidores del partido de Abascal, nostálgicos del franquismo, hoy será una jornada extraña. La posibilidad de elegir libremente en las urnas no estaba entre las costumbres de aquél régimen precisamente. Esta noche, sin embargo, cuando toque hacer recuento, muchas papeletas corresponderán a Vox, y lo mismo sucederá el próximo 26 de mayo, cuando se celebren las elecciones autonómicas, aunque entre sus prioridades como partido se encuentre la de eliminar las autonomías. Contradicciones del sistema democrático que abre las puertas a un partido de señales autoritarias, poco cariñoso con los medios de comunicación. Habrá que reflexionar por qué ha logrado calar en una parte de la sociedad. Esta noche veremos hasta qué punto.
Las elecciones de hoy ponen fin a la legislatura más extraña, sucesora de la legislatura más corta, la del primer semestre de 2016. Esta apenas ha conseguido alcanzar los tres años, lo cual ya la hace especial, y pasará a la historia por ser la primera en la que venció una moción de censura. Que se celebrara la campaña electoral en plena Semana Santa ha sido un digno epílogo.
La próxima puede ser la primera en la que España tenga un gobierno de coalición. Tanto si suma el bloque de la derecha como si gobierna el de la izquierda, con o sin independentistas, hay muchas posibilidades de que veamos representantes de dos partidos distintos sentados en el Consejo de Ministros, lo cual resultará también una experiencia novedosa e interesante. Un signo de madurez democrática.
El desenlace no será fácil, en cualquier caso. Ni rápido. Con las elecciones autonómicas, municipales y europeas a la vista, sería muy extraño que, una vez conocido el resultado, que exigirá de acuerdos, los partidos hagan movimientos bruscos hasta que pase el 26M. Las elecciones de 2015 que acabaron con el bipartidismo desembocaron seis meses después en una nueva convocatoria electoral que tampoco consiguió desatar el nudo electoral hasta que se produjo la brusca salida de Pedro Sánchez de su propio partido. Parece que ha transcurrido un siglo de todo aquello.
Hoy, Rajoy es un recuerdo y Sánchez y el PSOE saldrán victoriosos de las urnas, según toda las previsiones, aunque da la sensación de que a los socialistas se les ha hecho larga la campaña. Reunió muy pronto en torno a sí todo el voto útil de la izquierda, por el miedo cierto a un pacto a la andaluza, y sumó enseguida a los decepcionados con Ciudadanos y su foto de Colón. Todo lo demás ha sido esperar a que llegara este domingo. Podemos en cambio ha aprovechado los debates para recordar que tienen un mensaje propio y convencer a unos cuantos indecisos. Al otro lado, el PP no ha logrado su objetivo de que el ciudadano le vea como el partido de referencia de la derecha, de tal forma que podía aplaudir a Vox pero debía votarles a ellos. La campaña terminó con el voto tan dividido entre los dos y Ciudadanos como empezó.
En algún momento de esta próxima madrugada pasaremos sin darnos cuenta de los juicios postelecciones a los análisis de precampaña. De hecho, lo que digan este domingo las urnas influirá, de una manera o de otra, en los comicios locales y regionales. Es lógico que los partidos que este 28A obtengan mejor resultado se sientan reforzados de cara a la próxima cita electoral, y que las estrategias se readapten según lo que digan hoy los ciudadanos, los famosos y abundantes indecisos incluidos.
TITULO: VUELTA AL COLE - Atasco en el cielo invasion de drones .
Atasco en el cielo invasion de drones .
La invasión de los drones: desde vigilar exámenes hasta pastorear ovejas,.
Su uso militar ha evolucionado hacia los espacios civiles para
monitorizar nuestra vida desde el aire. La robótica y la inteligencia
artificial planean con ellos una revolución que llegó para quedarse.
Agadez (Níger). Este poblado de casas de adobe, en pleno desierto del
Sáhara, fue hace siglos un cruce de caravanas. Ahora será la sede de un
proyecto multimillonario de alta tecnología. Estados Unidos planea
abrir aquí en 2018 una base de drones, la segunda en el país africano.
Las aeronaves no tripuladas vigilarán las rutas de contrabando que
utilizan los grupos islamistas, como Al Qaeda o el ISIS, para
transportar armas y combatientes desde Libia al norte de Malí. También
las mafias las aprovechan para trasladar droga e inmigrantes.
Fogueados en el banco de pruebas militar desde finales del siglo XX,
los UAV (Vehículos Aéreos No Tripulados), drones en la terminología
convencional, se aprestan a dar el gran salto a la vida civil y
colonizar nuestra existencia de la mano de la robótica y de la
inteligencia artificial. Las aplicaciones, actuales y potenciales, son
infinitas. Además de facilitar la vigilancia de fronteras y de cualquier
punto de interés militar o policial, así como la observancia directa en
tiempo real de escenarios de catástrofes y de actos multitudinarios,
los drones permitirán un mayor control del tráfico, prever mejor las
trayectorias de tormentas y huracanes y —en el caso de los pequeños
ingenios— cumplir también con la función del divertimento: el pilotaje,
los juegos, los combates con misiles virtuales...
Nuevas aplicaciones surgen a diario: drones adaptados para atacar los nidos de avispas asiáticas situados en las copas de los árboles, para filmar aves y reproducir sus rutas, para realizar seguimientos, controlar rebaños e incluso para la vigilancia en exámenes de concurrencia masiva. En el universo dron, las aeronaves de gran tamaño conviven con los Black Hornet, un helicóptero que cabe en la palma de la mano y que el Ejército británico utiliza en los entornos urbanos para mirar por encima de los muros. Los drones de juguete de 50 euros se codean con aparatos de cientos de millones de euros. Un fenómeno global a duras penas refrenado por la falta de legislaciones nacionales e internacionales que regulen el sector y aborden los dos grandes retos del momento: la seguridad y la privacidad.
La colonización del cielo ha empezado y a la vuelta de un par de
décadas, si no antes, robots aéreos no antropomórficos sobrevolarán
nuestras cabezas transportando mercancías y personas. Dron es el
concepto de los tiempos venideros que implantará la línea recta allí
donde la circulación se enfrenta en tierra a los obstáculos orográficos y
a las congestiones y atascos. “La línea recta en tierra tiene costes
mayúsculos y las grandes instalaciones aeroportuarias son extremadamente
ineficaces en los desplazamientos inferiores a 1.000 kilómetros. Con el
tiempo, embarcarnos en los aparatos no tripulados nos resultará tan
fácil como ahora abordar el autobús”. indica Mireia Prats, ingeniera
aeroespacial. “Se reducirá la duración de los desplazamientos y se
eliminarán los tiempos de espera y de acceso a las
mega-infraestructuras. La fase del ser humano al volante o a los mandos
está agotada y su extinción se ha iniciado ya por tierra, mar y aire”.
Javier Roldán, profesor de Ciencias Políticas y autor del libro La guerra de los drones, calcula que el modelo híbrido tripulado previo a la desaparición total del piloto no durará más de 30 años. En China y Dubái ya se ensaya con pequeños robots-helicópteros y motos-araña autónomos programados para el desplazamiento urbano. “La tecnología está aquí, solo hace falta juntarla. Surgirá una nueva y poderosa industria. El 30% del transporte discurrirá por el aire a través de rutas situadas en cotas más bajas que las de la aviación comercial. La tarea por acometer es integrar la circulación dron en las rutas aéreas convencionales”, asegura Ángel Alonso, ingeniero profesor de la Universidad de León y presidente de AUVSI España (Asociación Internacional para Sistemas de Vehículos no Tripulados). “Trabajamos en el desarrollo conceptual de prototipos de 5, 50 y 500 kilos en misiones de reparto de mercancías, y en un modelo para cuatro pasajeros con una autonomía de entre 50 y 200 kilómetros”.
No hay límites para investigadores y fabricantes. La sustitución de
los humanos en los servicios de entrega parece al alcance, sujeta al
establecimiento de una logística general. En un futuro no lejano, las
empresas de reparto nos avisarán de la hora precisa en que la carta, el
paquete o la pizza que estaba esperando aterrizará en la terraza o en la
azotea de su casa. “Podemos convertir en dron cualquier aparato,
incluidos aviones y helicópteros. Fabricamos y ensamblamos componentes
electrónicos con el mismo nivel de exigencia que el de la aviación
civil. Ahora desarrollamos un proyecto de Airbus para abrir una ruta de
drones en Singapur. Mide un metro, pesa veinte kilos, funciona con
baterías y puede transportar una carga de cinco kilos. Es ideal para el
reparto de la paquetería”, indica Javier Espuch, 31 años, directivo de
Embention, afincada en Alicante.
Mientras los fabricantes, chinos en su mayoría, inundan el mercado con sus drones, minidrones o microdrones de esparcimiento, los inversores toman posiciones y las empresas perfilan los prototipos del mañana. Facebook desarrolla el Aquila, un dron de mayor envergadura que el Boeing 737, que se apoya en la energía solar, aspira a permanecer en el aire 90 días y tiene por misión llevar Internet a los 4.000 millones de personas desconectadas. Amazon y el consorcio chino Alibaba trabajan en proyectos para el transporte aéreo. Y al precio de 115 millones de dólares la unidad, el Global Hawk 872, fabricado por la NASA, puede mantener una vigilancia de 24 horas sobre los principales puntos de tránsito naval del planeta, estudiar una tormenta tropical, peinar España en cinco días e interceptar todas las comunicaciones telefónicas.
Hoy por hoy, las misiones propias de los drones son las que responden a las tres “d”: dull (tedioso), dirty (sucio) y dangerous
(peligroso): las inspecciones de las líneas eléctricas, las palas de
los aerogeneradores, los subsuelos, alcantarillas, los trabajos
complejos y de riesgo humano como el acceso a espacios contaminados y la
manipulación de sustancias tóxicas. Adrián Plazas, 32 años, director de
General Drones, ha probado con éxito un robot capaz de transportar
flotadores hasta bañistas en apuros. “Con 9 kilos de peso tiene una
autonomía de 30 minutos”. Actualmente, la mayoría de las 4.500 aeronaves
de uso profesional registradas en España se emplean en actividades de
fotografía, topografía, vigilancia aérea, búsqueda y salvamento,
publicidad, exploración meteorológica, marítima, geológica, petrolífera…
Gracias al GPS y a las imágenes multiespectrales, los UAV facilitan
la denominada “agricultura de precisión” suministrando datos sobre la
humedad, la irrigación, la utilización eficiente del agua, de los
herbicidas, los abonos o la detección de plagas. En Japón, uno de los
países pioneros, el 40% de los arrozales están monitorizados con drones.
A su vez, la radiometría aérea y el electromagnetismo facilitan la
prospección y explotación mineral, de la misma manera que la termografía
infrarroja permite localizar los puntos términos, los defectos de
aislamiento, las humedades y otras patologías de los edificios. La
multinacional china DJI declara iniciada la revolución. “La tecnología
dron ya ha empezado a transformar la industria, la agricultura y la
construcción”, sostiene Paul Xu, vicepresidente de la firma.
En España, atacar el fuego constituye uno de los grandes objetivos. Los Searcher MKII J del Ejército español han trabajado este verano en la detección de incendios gracias a un acuerdo con la Junta de Castilla y León. Se multiplican las iniciativas animadas con el mismo propósito. Luis Bordallo pretende aplicar en los incendios la técnica militar de las bombas guiadas que aprendió durante su etapa de piloto de caza. “Se trata de sustituir las bombas por drones cargados con agua y enviarlos al incendio. Esos drones partirían de un avión nodriza, un Hércules, por ejemplo, y se deslizarían por las rampas traseras para llegar a los puntos neurálgicos del fuego, soltar la carga y regresar a la base en un minuto y medio. Eso nos permitiría combatir los incendios día y noche, aumentar la precisión y eficacia y evitar que los pilotos de los helicópteros corran tantos riesgos”, explica. La única ayuda con la que cuenta su proyecto son 50.000 euros de la Agencia Espacial Europea.
La aeronave de lucha contra el fuego pilotada por control remoto de
la empresa barcelonesa Singular Aircraft es anfibia y puede cargar 2.000
litros de agua. Mide 14 metros de largo por 2 de ancho, ronda los
840.000 euros —treinta veces menos que los aviones tripulados
emblemáticos del sector—, y es el resultado de 6 años de trabajo. “Hemos
tenido que hacer las pruebas y ensayos en el extranjero porque aquí nos
daban largas para los permisos. Ahora, parece que el Instituto Nacional
Tecnológica Aeroespacial (INTA) nos otorgará los certificados que
permitirán comercializar la aeronave. La tercera parte de los 15
millones de euros invertidos se nos ha ido en impuestos”, se lamenta
Luis Carrillo, 47 años, director de la empresa.
El salvamento y la vigilancia inspiran buena parte de los proyectos en marcha. La multinacional española Indra trabaja en la creación de un barco autónomo dotado de robot submarino con radar, cámara y foco y un pequeño dron que le permitirá disponer de mayor alcance de observación. En colaboración con la Xunta gallega, esa misma empresa ultima el Targus, la aeronave no tripulada de uso civil más grande fabricada en España. “El coste de la hora de vuelo de un helicóptero se sitúa entre los 2.000 euros, pero nuestro dron hará esas funciones por la décima parte de ese precio”, subraya José Manuel Pérez Pujazón, asesor de la presidencia de Indra.
Volar de forma autónoma ha dejado de ser la cuestión. La clave es la
integración eficiente en el dron de los complejos cócteles tecnológicos y
el análisis de las imágenes y datos obtenidos por satélite, visión
artificial y big data. Este es el primer territorio de
oportunidad de la treintena de empresas españolas que fabrican
componentes electrónicos. La segunda área de oportunidad está en el mar,
en los UAV marítimos puestos al servicio de la seguridad, el salvamento
y el medio ambiente. La autonomía en el agua pasa de minutos a días sin
restricciones de peso ni tamaño de la robótica aérea. Tampoco hace
falta más autorización que la de Capitanía Marítima.
Los drones van a cambiar nuestra vida, de la misma forma que han revolucionado los ámbitos de defensa y seguridad. Ya es una evidencia que las guerras del futuro serán una sucesión de enfrentamientos tecnológicos en los que los robots combatirán en primera fila. Gran parte de los misiles lanzados últimamente no han partido de aviones convencionales, sino de UAV, dirigidos, por lo general, desde miles de kilómetros. Películas como Máxima precisión o Espías desde el cielo no describen escenas extraídas de la ciencia ficción. La primera de ellas reproduce una realidad, casi rutinaria, en la que los drones estadounidenses guiados por control remoto, satélite y láser desde la base militar operan en las áreas de conflicto y llevan a cabo ataques selectivos. En el segundo filme, los militares introducen un minúsculo ingenio volador —dron en inglés es zumbido, asimilable a “zángano”, la abeja macho—, en el interior de una vivienda. El artilugio capta y transmite los preparativos de un atentado suicida.
Todo está dispuesto en el aeródromo de Pajares de los Oteros, en
León, para recibir al Searcher MKII J, de fabricación israelí, que
regresa a base tras un vuelo de prueba. Desde su cabina de control, un
diminuto habitáculo metálico transportable en camión, los pilotos
operadores avisan de la llegada del aparato a los especialistas
electrónicos y mecánicos, bomberos y operadores de carga. El avión no
tripulado llega silencioso, rueda unas decenas de metros por la pista y
se detiene en las bandas de frenado. No parece gran cosa: mide menos de
seis metros de largo y 8,55 de punta a punta de ala y, sin embargo, esta
pequeña aeronave de 308 kilos lleva en sus tripas tecnología como para
volar ininterrumpidamente a 120 km/h durante 10 horas y a 4.500 metros
de altura.
“Estos UAV han salvado muchas vidas. En Afganistán, nos libraron de numerosas emboscadas”, comenta el capitán Ricardo de La Fuente Vega mientras pasa la mano por el lomo del aparato. “Compartíamos las labores de observación con los italianos. Ellos tenían los Reaper estadounidenses, pero nosotros contábamos con cámaras que permiten distinguir un palo de un antena y eso es, a menudo, lo que marca la diferencia”. Ricardo de La Fuente hizo un curso de pilotaje en Israel —“para ser piloto de dron tienes que pasar las mismas pruebas que las de un piloto normal, incluido el reconocimiento médico”— antes de ser enviado a Afganistán. EEUU, China, Israel, Rusia e Irán son los países con más drones armados, pero según Jaime Cabezas, jefe del Área de Sistemas Aéreos no Tripulados del INTA, “armar los drones es relativamente fácil”. El Ejército español carece en la actualidad de UAV armados, pese a que cuenta también con los Scaneagle y los Raven, —miniaviones espía de 1,9 kilogramos—, y está a la espera de recibir los poderosos Reaper.
En contraste con el uso militar, que parece haber alcanzado una cota estable de madurez tecnológica, las aplicaciones civiles viven en un estado de efervescencia contenida, a la espera de alcanzar el grado de fiabilidad de las aeronaves convencionales y de que la luz verde administrativa acabe por abrir los mercados de par en par. “Una cosa es demostrar que algo se puede hacer y otra probar que el sistema funcionará con fiabilidad”, apunta Jaime Peraire, profesor del departamento de Aeronáutica del MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts).
A la euforia inicial del mercado le ha sucedido un brusco frenazo.
“Los fabricantes están siguiendo el camino de la telefonía móvil:
primero, lanzan sus productos sin haberlos sometido a suficientes
periodos de prueba y luego, corrigen los fallos”, denuncia Toni Lonjedo,
de Zima Robotics-Drone Spain. “En cuanto confiemos nuestra seguridad a
los robots se producirá una gran expansión en todos estos sistemas”. El
profesor Ángel Alonso remacha: “¿Acaso no nos fiamos de los ascensores o
de los aviones que cogemos? Ellos son mejores aviadores que nosotros.
Para estrellar el avión de German Wings, el piloto tuvo antes que
desactivar el automático: la máquina no le habría permitido estrellarse
contra los Alpes”.
Acabar con el desgobierno en materia de seguridad y privacidad empieza a ser apremiante ya que, como ocurre en los cambios trascendentales, las normativas van por detrás de la realidad. Los incidentes y accidentes provocados por drones se cuentan ya por centenares e incluyen episodios de gravedad con aviones de pasajeros. El Gobierno español ha pedido explicaciones al de Tel Aviv porque su ministro de Agricultura regaló al primer ministro ruso un dron fabricado por la firma española Alpha Unmanned Systems, vulnerando así la legislación que prohíbe reexportar estas tecnologías sensibles, y menos aún a un país sujeto a sanciones de la UE. China ha desarrollado un modelo de UAV cargado de explosivo plástico en el morro que estalla por contacto. Cabe preguntarse qué impide hoy al terrorismo servirse de los pequeños artilugios, ilocalizables e invisibles para los radares.
¿Habría que poner también fin al anonimato de los propietarios de drones de uso particular? ¿El ciudadano debe aceptar que una cámara volante se pasee por encima de su casa? ¿Habrá que dar por finiquitado el derecho a la privacidad y a poder mirar al cielo sin aprehensión? Ya están en marcha proyectos para la fabricación de robots voladores especializados en el derribo y/o secuestro de otras UAV, como por ejemplo, los narcodrones que cruzan la frontera de México con EEUU. Vodafone desarrolla un sistema de red móvil 4G, con efecto similar al radar, que permitirá detener el aparato en vuelo. Indra dispone del sistema ARMS que anula la señal de los equipos de geolocalización del dron y conjura el peligro de ataques. Las principales empresas del sector: las chinas DJi y Yuneec, las estadounidenses 3D Robotics y GoPro y la francesa Parrot trabajan en pos del mismo objetivo. Las leyes españolas prohíben volar drones sobre ciudades y aglomeraciones al aire libre, playas pobladas y campos de fútbol. No se permite volar drones a menos de 8 km de un aeropuerto ni por encima de los 120 metros de altura. El Gobierno acaba de aprobar un Real Decreto para desarrollar y ampliar el marco normativo, que permitirá la aproximación a edificios y los vuelos nocturnos.
El profesor Ángel Alonso admite que el fenómeno dron “va a introducirnos en un período de altísima ansiedad social”, pero cree que los problemas de privacidad y seguridad que acarrean pueden ser encauzados. “El tráfico aéreo estará regulado y supervisado. Las aeronaves no podrán ser pilotadas de manera remota; deberán navegar de manera automática y según un plan de vuelo”, dice. “Las aeronaves y sus operadores deberán estar registradas para que en todo momento se sepa dónde está operando el dron y quién es su responsable”.
El cielo se poblará de robots voladores y nosotros y los propios pájaros –las águilas combaten fieramente a los drones y a veces con éxito-, tendremos que familiarizarnos con estos artilugios zumbantes, serviciales y extravagantes que han venido para quedarse.
Alerta máxima
El modelo DJI Matrice 210, fruto de las compañías Aerotools-UAV y DJI
Enterprise, puede ejercer como aliado en la lucha contra incendios y en
tareas de vigilancia y seguridad.
Nuevas aplicaciones surgen a diario: drones adaptados para atacar los nidos de avispas asiáticas situados en las copas de los árboles, para filmar aves y reproducir sus rutas, para realizar seguimientos, controlar rebaños e incluso para la vigilancia en exámenes de concurrencia masiva. En el universo dron, las aeronaves de gran tamaño conviven con los Black Hornet, un helicóptero que cabe en la palma de la mano y que el Ejército británico utiliza en los entornos urbanos para mirar por encima de los muros. Los drones de juguete de 50 euros se codean con aparatos de cientos de millones de euros. Un fenómeno global a duras penas refrenado por la falta de legislaciones nacionales e internacionales que regulen el sector y aborden los dos grandes retos del momento: la seguridad y la privacidad.
Javier Roldán, profesor de Ciencias Políticas y autor del libro La guerra de los drones, calcula que el modelo híbrido tripulado previo a la desaparición total del piloto no durará más de 30 años. En China y Dubái ya se ensaya con pequeños robots-helicópteros y motos-araña autónomos programados para el desplazamiento urbano. “La tecnología está aquí, solo hace falta juntarla. Surgirá una nueva y poderosa industria. El 30% del transporte discurrirá por el aire a través de rutas situadas en cotas más bajas que las de la aviación comercial. La tarea por acometer es integrar la circulación dron en las rutas aéreas convencionales”, asegura Ángel Alonso, ingeniero profesor de la Universidad de León y presidente de AUVSI España (Asociación Internacional para Sistemas de Vehículos no Tripulados). “Trabajamos en el desarrollo conceptual de prototipos de 5, 50 y 500 kilos en misiones de reparto de mercancías, y en un modelo para cuatro pasajeros con una autonomía de entre 50 y 200 kilómetros”.
Mientras los fabricantes, chinos en su mayoría, inundan el mercado con sus drones, minidrones o microdrones de esparcimiento, los inversores toman posiciones y las empresas perfilan los prototipos del mañana. Facebook desarrolla el Aquila, un dron de mayor envergadura que el Boeing 737, que se apoya en la energía solar, aspira a permanecer en el aire 90 días y tiene por misión llevar Internet a los 4.000 millones de personas desconectadas. Amazon y el consorcio chino Alibaba trabajan en proyectos para el transporte aéreo. Y al precio de 115 millones de dólares la unidad, el Global Hawk 872, fabricado por la NASA, puede mantener una vigilancia de 24 horas sobre los principales puntos de tránsito naval del planeta, estudiar una tormenta tropical, peinar España en cinco días e interceptar todas las comunicaciones telefónicas.
El ojo indiscreto
El AT8 de Aerotools-UAV cuenta con capacidad de vuelo autónomo, de
reconocimiento del entorno y de detección de obstáculos. Sus sensores
facilitan su actuación en inspecciones de líneas eléctricas y plantas
solares, monitorización ambiental, topografía…
“El uso de drones nos permitiría combatir incendios día y noche y evitar riesgos”
En España, atacar el fuego constituye uno de los grandes objetivos. Los Searcher MKII J del Ejército español han trabajado este verano en la detección de incendios gracias a un acuerdo con la Junta de Castilla y León. Se multiplican las iniciativas animadas con el mismo propósito. Luis Bordallo pretende aplicar en los incendios la técnica militar de las bombas guiadas que aprendió durante su etapa de piloto de caza. “Se trata de sustituir las bombas por drones cargados con agua y enviarlos al incendio. Esos drones partirían de un avión nodriza, un Hércules, por ejemplo, y se deslizarían por las rampas traseras para llegar a los puntos neurálgicos del fuego, soltar la carga y regresar a la base en un minuto y medio. Eso nos permitiría combatir los incendios día y noche, aumentar la precisión y eficacia y evitar que los pilotos de los helicópteros corran tantos riesgos”, explica. La única ayuda con la que cuenta su proyecto son 50.000 euros de la Agencia Espacial Europea.
Pequeño pájaro
Tucan es un minivehículo aéreo no tripulado. Fabricado por SCR
Sistemas de Control Remoto, tiene una autonomía de 90 minutos y su
envergadura llega a los 2,74 metros. Entre sus usos: vigilancia e
inteligencia, fotografía, topografía y aplicaciones marinas y agrícolas.
El salvamento y la vigilancia inspiran buena parte de los proyectos en marcha. La multinacional española Indra trabaja en la creación de un barco autónomo dotado de robot submarino con radar, cámara y foco y un pequeño dron que le permitirá disponer de mayor alcance de observación. En colaboración con la Xunta gallega, esa misma empresa ultima el Targus, la aeronave no tripulada de uso civil más grande fabricada en España. “El coste de la hora de vuelo de un helicóptero se sitúa entre los 2.000 euros, pero nuestro dron hará esas funciones por la décima parte de ese precio”, subraya José Manuel Pérez Pujazón, asesor de la presidencia de Indra.
Los drones van a cambiar nuestra vida, de la misma forma que han revolucionado los ámbitos de defensa y seguridad. Ya es una evidencia que las guerras del futuro serán una sucesión de enfrentamientos tecnológicos en los que los robots combatirán en primera fila. Gran parte de los misiles lanzados últimamente no han partido de aviones convencionales, sino de UAV, dirigidos, por lo general, desde miles de kilómetros. Películas como Máxima precisión o Espías desde el cielo no describen escenas extraídas de la ciencia ficción. La primera de ellas reproduce una realidad, casi rutinaria, en la que los drones estadounidenses guiados por control remoto, satélite y láser desde la base militar operan en las áreas de conflicto y llevan a cabo ataques selectivos. En el segundo filme, los militares introducen un minúsculo ingenio volador —dron en inglés es zumbido, asimilable a “zángano”, la abeja macho—, en el interior de una vivienda. El artilugio capta y transmite los preparativos de un atentado suicida.
“Estos artefactos han salvado muchas vidas. En Afganistán nos libraron de emboscadas”
“Estos UAV han salvado muchas vidas. En Afganistán, nos libraron de numerosas emboscadas”, comenta el capitán Ricardo de La Fuente Vega mientras pasa la mano por el lomo del aparato. “Compartíamos las labores de observación con los italianos. Ellos tenían los Reaper estadounidenses, pero nosotros contábamos con cámaras que permiten distinguir un palo de un antena y eso es, a menudo, lo que marca la diferencia”. Ricardo de La Fuente hizo un curso de pilotaje en Israel —“para ser piloto de dron tienes que pasar las mismas pruebas que las de un piloto normal, incluido el reconocimiento médico”— antes de ser enviado a Afganistán. EEUU, China, Israel, Rusia e Irán son los países con más drones armados, pero según Jaime Cabezas, jefe del Área de Sistemas Aéreos no Tripulados del INTA, “armar los drones es relativamente fácil”. El Ejército español carece en la actualidad de UAV armados, pese a que cuenta también con los Scaneagle y los Raven, —miniaviones espía de 1,9 kilogramos—, y está a la espera de recibir los poderosos Reaper.
En contraste con el uso militar, que parece haber alcanzado una cota estable de madurez tecnológica, las aplicaciones civiles viven en un estado de efervescencia contenida, a la espera de alcanzar el grado de fiabilidad de las aeronaves convencionales y de que la luz verde administrativa acabe por abrir los mercados de par en par. “Una cosa es demostrar que algo se puede hacer y otra probar que el sistema funcionará con fiabilidad”, apunta Jaime Peraire, profesor del departamento de Aeronáutica del MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts).
Acabar con el desgobierno en materia de seguridad y privacidad empieza a ser apremiante ya que, como ocurre en los cambios trascendentales, las normativas van por detrás de la realidad. Los incidentes y accidentes provocados por drones se cuentan ya por centenares e incluyen episodios de gravedad con aviones de pasajeros. El Gobierno español ha pedido explicaciones al de Tel Aviv porque su ministro de Agricultura regaló al primer ministro ruso un dron fabricado por la firma española Alpha Unmanned Systems, vulnerando así la legislación que prohíbe reexportar estas tecnologías sensibles, y menos aún a un país sujeto a sanciones de la UE. China ha desarrollado un modelo de UAV cargado de explosivo plástico en el morro que estalla por contacto. Cabe preguntarse qué impide hoy al terrorismo servirse de los pequeños artilugios, ilocalizables e invisibles para los radares.
¿Habría que poner también fin al anonimato de los propietarios de drones de uso particular? ¿El ciudadano debe aceptar que una cámara volante se pasee por encima de su casa? ¿Habrá que dar por finiquitado el derecho a la privacidad y a poder mirar al cielo sin aprehensión? Ya están en marcha proyectos para la fabricación de robots voladores especializados en el derribo y/o secuestro de otras UAV, como por ejemplo, los narcodrones que cruzan la frontera de México con EEUU. Vodafone desarrolla un sistema de red móvil 4G, con efecto similar al radar, que permitirá detener el aparato en vuelo. Indra dispone del sistema ARMS que anula la señal de los equipos de geolocalización del dron y conjura el peligro de ataques. Las principales empresas del sector: las chinas DJi y Yuneec, las estadounidenses 3D Robotics y GoPro y la francesa Parrot trabajan en pos del mismo objetivo. Las leyes españolas prohíben volar drones sobre ciudades y aglomeraciones al aire libre, playas pobladas y campos de fútbol. No se permite volar drones a menos de 8 km de un aeropuerto ni por encima de los 120 metros de altura. El Gobierno acaba de aprobar un Real Decreto para desarrollar y ampliar el marco normativo, que permitirá la aproximación a edificios y los vuelos nocturnos.
El profesor Ángel Alonso admite que el fenómeno dron “va a introducirnos en un período de altísima ansiedad social”, pero cree que los problemas de privacidad y seguridad que acarrean pueden ser encauzados. “El tráfico aéreo estará regulado y supervisado. Las aeronaves no podrán ser pilotadas de manera remota; deberán navegar de manera automática y según un plan de vuelo”, dice. “Las aeronaves y sus operadores deberán estar registradas para que en todo momento se sepa dónde está operando el dron y quién es su responsable”.
El cielo se poblará de robots voladores y nosotros y los propios pájaros –las águilas combaten fieramente a los drones y a veces con éxito-, tendremos que familiarizarnos con estos artilugios zumbantes, serviciales y extravagantes que han venido para quedarse.
TITULO: EN PRIMER PLANO - A FONDO - REVISTA XL SEMANAL PORTADA ENTREVISTA -En la tuya o en la mía -Miercoles -8- MAYO - Balleneros vascos los reyes del arpon ,.
En la tuya o en la mía - Miercoles - 8- MAYO .
En la tuya o en la mía', presentado por Bertín
Osborne, acerca a los espectadores el lado más desconocido de
personajes relevantes de diversos ámbitos. Durante aproximadamente una
hora, los telespectadores tienen la oportunidad de conocer mejor al
invitado y también al propio Bertín Osborne, en La 1 a las 22:30, el miercoles -8- MAYO ,, etc.
EN PRIMER PLANO - A FONDO - REVISTA XL SEMANAL PORTADA ENTREVISTA -Balleneros vascos los reyes del arpon,.
Balleneros vascos los reyes del arpon,.
foto / La memoria del arpón' contará en La 2 la historia de una
tradición ancestral: la pesca de ballenas en España. Desde los arponeros
vascos del siglo XVI que marcharon a por bacalao hacia las heladas
aguas de Terranova, en Canadá, y encontraron ballenas, hasta los
balleneros del siglo XX en Galicia, cuando la necesidad de proteína de
la población hizo renacer esta industria que siempre dio beneficios con
poco esfuerzo económico. El documental, dirigido por Cristina Hernández,
es una producción propia de RTVE.
Un equipo de La 2 viaja hasta Terranova, Canadá, tras las huellas de
los balleneros vascos del siglo XVI y se embarca en el Ocean Endeavour,
para dar la vuelta a la isla acompañando al grupo de personas que viaja
con 5A Incentive Planners. 'La memoria del arpón' descubre
apellidos vascos en Terranova, de familias dedicadas todavía a la
industria pesquera. También revive el hallazgo de la nao San Juan, el
ballenero hundido en las aguas heladas de Red Bay, una de las joyas de
la arqueología subacuática, de la mano de Manu Izaguirre y Robert Grenier.El documental incluye testimonios de pescadores de bacalao, que en el siglo XX recalaban en el Gran Banco de Terranova, como sus antepasados en el siglo XVI. Como Antonio Arocena, Maricruz Ulanga, que buscan en Terranova la tumba de Ricardo Ulanga, o los sidreros Astarbe, descendientes directos de un ballenero sidrero del siglo XVI.
'La memoria del arpón' rememora la importancia de la industria del aceite de ballena, cuyo monopolio ostentaron los vascos en la Europa del siglo XVI, y visita la fundación Albaola para conocer la reconstrucción de la nao San Juan, de la mano de Xabier Agote.
Además, el documental recuerda el resurgimiento de la industria ballenera española en el siglo XX, en plena posguerra, con la caza de la ballena en aguas gallegas, mediante el testimonio del profesor de biología marina Àlex Aguilar. Y habla con Miguel López, el arponero gallego que mató a la última ballena en España, en 1985.
'La memoria del arpón' es un documental dirigido por Cristina Hernández, con realización de Agnès Bibiloni e imagen y sonido de Ashley Pla.
TITULO: EL
BLOC DEL CARTERO - LA CARTA DE LA SEMANA - MI CASA ES LA TUYA - VIERNES
- 10 - MAYO - El voto de hoy ,.
MI CASA ES LA TUYA - VIERNES -10 - MAYO ,.
MI CASA ES LA TUYA -', presentado por Bertín Osborne, acerca a los espectadores el lado más desconocido de personajes relevantes de diversos ámbitos. Durante aproximadamente una hora, los telespectadores tienen la oportunidad de conocer mejor al invitado y también al propio Bertín Osborne, en Telecinco a las 22:00, el viernes -10 - MAYO , etc.
El voto de hoy,.
El efecto Sánchez —el efecto luna de miel, suelen llamarle los politólogos— da un empujón al PSOE. El barómetro del CIS
da a los socialistas una amplia ventaja sobre el resto de grupos. El
PSOE se convierte —de largo— en la primera fuerza política, con una
amplia ventaja sobre el resto: sube hasta rozar el 30% en estimaciónde
voto, casi ocho puntos más que en la anterior encuesta, prácticamente 10
puntos por encima del PP y Ciudadanos y casi 15 puntos por encima de
Podemos.
Pese
a su frágil mayoría parlamentaria, los socialistas lideran ahora las
encuestas a costa del descenso del resto de grandes partidos, con un
empate técnico entre PP y Ciudadanos. El PP baja casi cuatro puntos, del
24% al 20,4%; Ciudadanos consigue el mismo porcentaje, el 20,4%, dos
puntos menos que en abril. Y Podemos roza el 16% de la estimación de
voto, cuatro puntos por debajo de la anterior encuesta. El bipartidismo
—PSOE más PP— vuelve a sacar la cabeza y se sitúa de nuevo por encima
del 50% ante el empuje de los socialistas, tras una cifra de apenas el
46% en abril: nunca antes un barómetro del CIS había colocado tan baja
la suma bipartidista, que ahora se recupera.
El barómetro de julio es el primero con datos de estimación de voto que realiza el CIS desde el triunfo de la moción de censura del 1 de junio, que llevó a Pedro Sánchez a La Moncloa. Pero la encuesta no recoge aún la renovación en el PP, un giro hacia la derecha con Pablo Casado como nuevo líder.
"La encuesta deja una fuerte movilización del votante de izquierdas,
que estaba preso de una cierta apatía hasta la llegada de Sánchez, pero
es muy posible que parte de ese rebote se suavice por el desgaste de la
acción de Gobierno. Y en el ala derecha, lo más llamativo es la cercanía
entre los electores de PP y Ciudadanos, aunque el PP no capitaliza el
momento de renovación de Casado; en el caso de Ciudadanos, la encuesta
deja una fuerte derechización de ese partido, que en anteriores oleadas
estaba más en el centro", analiza José Fernández-Albertos, del CSIC.
"Pero lo más sorprendente es la subida fulgurante del PSOE y Pedro
Sánchez. Se explica por el efecto luna de miel: los nombramientos de su
Gobierno y asuntos como el Aquarius han conseguido movilizar a sus
bases, aunque lo más previsible es que ese empuje sea menor en los
próximos meses", añade.
La izquierda gana espacio: PSOE más Podemos suman el 45,5% del voto, cuatro puntos más que en la anterior encuesta. En abril los votantes de Podemos y PSOE aparecían desactivados, con muchos indecisos, y el CIS dejó su suma en apenas el 42%; en las generales de 2016 sumaron el 44%, y en 2015 el 46%. Frente a ese ascenso, PP y Ciudadanos quedan ahora lejos: la estimación de voto de los partidos de Casado y Albert Rivera asciende al 40,8%, prácticamente seis puntos por debajo del barómetro de abril. Otras encuestas están dando una subida del PP y un retroceso de C's. Las andaluzas parecen las primeras elecciones a la vista, en un calendario electoral muy cargado durante los próximos meses. Con el viento a su favor de las encuestas, la gran incógnita es si Sánchez cederá a la tentación de apretar el botón nuclear del adelanto de elecciones si no consigue sacar adelante propuestas en el Parlamento.
Entre los nacionalistas catalanes, en medio de un rifirrafe por la irrupción de la Crida,
ERC avanza a costa del PDeCAT, como ya avanzó hace unos días el CIS
catalán. ERC sube casi un punto, hasta el 3,9% en estimación de voto, y
el PDeCAT cae del 1,7% al 1,3%. Entre los líderes, Pedro Sánchez se
convierte en el segundo mejor valorado, con una fuerte subida, solo
superado —por la mínima— por Joan Baldoví (Compromís) y por delante de
Alberto Garzón, con Albert Rivera (Ciudadanos) y Pablo Iglesias
(Podemos) muy lejos del presidente del Gobierno. Casado no aparece aún
en esa encuesta.
La encuesta subraya que el paro y la corrupción siguen siendo, con mucho, las dos grandes preocupaciones de los españoles; la inmigración irrumpe como quinto problema tras la llegada del Aquarius y el incremento en el flujo de migrantes que llegan a las costas españolas. Y un capítulo adicional: a pesar de los pesares, la situación política es "mala o muy mala" para el 64,6% de los encuestados.
La izquierda gana espacio: PSOE más Podemos suman el 45,5% del voto, cuatro puntos más que en la anterior encuesta. En abril los votantes de Podemos y PSOE aparecían desactivados, con muchos indecisos, y el CIS dejó su suma en apenas el 42%; en las generales de 2016 sumaron el 44%, y en 2015 el 46%. Frente a ese ascenso, PP y Ciudadanos quedan ahora lejos: la estimación de voto de los partidos de Casado y Albert Rivera asciende al 40,8%, prácticamente seis puntos por debajo del barómetro de abril. Otras encuestas están dando una subida del PP y un retroceso de C's. Las andaluzas parecen las primeras elecciones a la vista, en un calendario electoral muy cargado durante los próximos meses. Con el viento a su favor de las encuestas, la gran incógnita es si Sánchez cederá a la tentación de apretar el botón nuclear del adelanto de elecciones si no consigue sacar adelante propuestas en el Parlamento.
La encuesta subraya que el paro y la corrupción siguen siendo, con mucho, las dos grandes preocupaciones de los españoles; la inmigración irrumpe como quinto problema tras la llegada del Aquarius y el incremento en el flujo de migrantes que llegan a las costas españolas. Y un capítulo adicional: a pesar de los pesares, la situación política es "mala o muy mala" para el 64,6% de los encuestados.