martes, 31 de diciembre de 2013

El maleficio de las uvas,./ TOQUES DE ATENCION PARA ESPAÑA.


  1. El multimillonario chino de 46 años Kok Lam era capaz de perder la cabeza por una copita de Burdeos. Aunque nunca dejó de tener los pies en la tierra para que su ...
     
    El maleficio de las uvas

    SOCIEDAD

    El maleficio de las uvas

    -fotos--Monjes budistas de toda Europa rezan en un château de Burdeos para acabar con la maldición del castillo: sus tres últimos dueños han muerto en accidentes aéreos

    El multimillonario chino de 46 años Kok Lam era capaz de perder la cabeza por una copita de Burdeos. Aunque nunca dejó de tener los pies en la tierra para que su imperio, tan diversificado como las estanterías de un hipermercado, siguiera creciendo como la espuma en los últimos años. Además, estaba casado con una empresaria visionaria y estratega, muy ligada al Partido Comunista, que dirige con mano de hierro los negocios de la familia en los sectores inmobiliario, turístico, alimenticio... Este mes, ambos pusieron la guinda a Brilliant, su holding empresarial, al mismo tiempo que cumplían un viejo sueño personal: comprar un viñedo en la región francesa de Burdeos y hacerse productores de vino. De su amado vino de Burdeos. Era una operación por todo lo alto: según el diario 'The Independent' y la prensa local, la feliz y exitosa pareja apoquinó unos 30 millones de euros por el Château la Rivière, a unos pocos kilómetros del pequeño pueblo de Libourne. La mayor inversión china en la historia de la zona vitivinícola más importante de Francia, además de la primera aventura empresarial del matrimonio fuera del gigante asiático.
    El 'château', una de las fincas con más solera de la denominación de origen Fronsac, parecía tenerlo todo: 60 de sus 90 hectáreas están dedicadas a viñedos que producen uvas merlot, cabernet sauvignon y cabernet franc, de las que se obtienen 350.000 botellas de tinto, rosado y blanco que nunca cosechan menos de 90 puntos en las guías más prestigiosas. La joya de la corona es un palacete de 1577 que los Kok querían transformar en hotel y spa de lujo, además de promocionar el lugar como centro de turismo -también de lujo- especializado en la cata de vino de Burdeos y en la de té rojo, que la familia cultivaba en su región natal, Yuann. Después de recibir las llaves del recinto de manos del anterior propietario, James Grégorie, y con presencia del alcalde de Libourne -los vecinos recibieron al magnate como si fuera Míster Marshall-, el empresario explicó emocionado que su proyecto, más allá de lo pecuniario, era «fomentar el intercambio cultural entre Francia y China». Kok se convertía así en uno de los muchos potentados asiáticos que en los últimos cuatro años han invertido en la región con la compra de más de 30 propiedades. En esta ocasión, Grégorie tenía preparada una sorpresa especial para su socio: un paseo en su helicóptero Robinson 44 para sobrevolar sus flamantes dominios.
    Miedo a las alturas
    En el aparato se montaron el propio James Grégorie -a los mandos-, Kok Lam y Peng Wang, el hombre de confianza del matrimonio en Francia. La cuarta plaza era para Liu, su esposa, aunque en el último momento la empresaria se lo pensó dos veces, alegó miedo a las alturas y se echó atrás. Su puesto lo ocupó el hijo de los Kok, de 12 años. Poco después de que el R44 despegara desde el helipuerto de la finca y ganara altura, la nave se precipitó por causas desconocidas contra el gélido y caudaloso río Dordoña, que diez días después del siniestro solo ha devuelto el cadáver del pequeño. La muerte de Kok Lam y de James Grégorie, los dos últimos patronos del Château la Rivière, ha hecho desempolvar de las hemerotecas el accidente mortal que también sufrió el anterior dueño de la propiedad: en 2002, Jean Leprince -que compró la finca en 1995- se estrelló con su avión privado tras despegar de un pequeño aeródromo cercano.
    Quizá la viuda no conocía este pequeño detalle antes de rechazar la invitación. O quizá sí. Lo cierto es que Liu, que ya ha anunciado que las muertes de su esposo y su hijo «no van a ralentizar el curso de los negocios», no ha perdido el tiempo y se ha curado en salud para acabar con la maldición del 'château'. Así, ha contratado a una legión de monjes budistas que han viajado a Burdeos, desde toda Europa, para participar en una ceremonia de purificación del lugar que se realizó el mismo día de Nochebuena, y que fue presidida por la propia Liu. Poco importó que hace casi cinco años, los anacoretas de un templo budista de más de 1.600 años de historia de Chongquing declararan la guerra a los Kok por su intención de construir un spa de lujo (otro) en las inmediaciones del recinto sagrado. Al final, la empresa Brilliant les venció a golpe de talonario. El mismo que la señora Liu ha vuelto a sacar de paseo para 'limpiar' los viñedos del supuesto maleficio.
    Aunque en principio no hay pruebas que la incriminen en el accidente, Liu se ha convertido en el centro de las teorías conspiratorias que la señalan como la muñidora del siniestro y del ritual expurgatorio posterior. Ella, que ha heredado una fortuna de 585 millones, fue el verdadero cerebro de la operación que tantas ilusiones había despertado en el bueno de su esposo. Un chino forrado que solo perdía la cabeza por el vino de Burdeos: el mismo por el que al final también perdió la vida.
    Las exportaciones del vino de Burdeos crecen sin parar en los últimos años gracias a la querencia de los chinos por los artículos de lujo. China y Hong Kong compraron el año pasado 71 millones de botellas de Burdeos, el 10% de la producción total.
    Desde 2009, más de 30 castillos y viñedos franceses han sido comprados por inversores chinos y hay otras 20 operaciones a punto de cerrarse.
    millones de euros pagó Kok por el 'château'. La mayor inversión china en la historia de la región. 

    TÍTULO: TOQUES DE ATENCION PARA ESPAÑA.
    1. Más sombras que luces en la selección española, que cierra el año previo al Mundial con el billete adquirido para la gran cita de Brasil de ...
       

      FUTBOL

      Toques de atención para España

      Luces y sombras de una selección que debe recuperar la mentalidad y la chispa para defender en Brasil el título conquistado en 2010

      Más sombras que luces en la selección española, que cierra el año previo al Mundial con el billete adquirido para la gran cita de Brasil de forma directa, sin la engorrosa repesca, pero con la sensación de haber caído en la autocomplaciencia y el serio aviso que supuso la derrota sin paliativos en la final de la Copa Confederaciones ante el anfitrión. Para defender con garantías el título obtenido en Sudáfrica y llegar hasta Maracaná, los hombres de Vicente del Bosque deben recuperar la chispa, la solvencia y la mentalidad que les hizo campeones de todo en un lustro sin parangón.
      La selección sigue como indiscutible número una del mundo en el escalafón y presenta unos números notables en 2013, con 12 victorias, tres empates, dos derrotas, 36 goles a favor y 12 en contra, pero el juego no le acompaña. Sobre todo en esos amistosos que cierra la Federación en destinos exóticos para hacer caja y que Ángel Villar gane apoyos en sus aspiraciones para seguir creciendo en UEFA y FIFA, mientras se emborrona el escudo y la estrella de campeones.
      El ejercicio se cierra en el tiempo con dos malos recuerdos que provocaron tres noches pernoctando en aviones: el bolo de Malabo ante la dura Guinea Ecuatorial, país bajo el yugo de los Obiang y jamás visitado hasta ese 16 de noviembre por una selección europea; y el peor regreso imaginable al templo del Soccer City de Johannesburgo, con derrota incluida ante Sudáfrica y el esperpento de la entrada al campo de Pepe Reina, en lugar del lesionado Víctor Valdés, cuando los seis cambios acordados estaban agotados y Arbeloa vestía ya de portero.
      Golpe de autoridad en París
      Quizá para desviar la atención del polémico choque de Malabo, criticado desde diversos sectores pero permitido por el Gobierno de Mariano Rajoy, en la previa Del Bosque anunció la firma de su renovación por dos años más, hasta la Eurocopa de Francia en 2016. La decisión se intuía y se rumoreaba desde hace tiempo, a pesar de que en un principio el seleccionador dijo que no tenía la intención de seguir más allá del Mundial. Pero Brasil está muy cerca y el preparador salmantino quiere más. De todos modos, ya ha anticipado que nunca dejará a la Federación hipotecada y que el contrato será papel mojado si 'La Roja' falla en la Copa del Mundo y su entrenador queda en entredicho para la opinión pública.
      La memoria, empero, no debe ser frágil. Hay que recordar que, allá por el mes de marzo, España se presentó en París muy obligada por los recientes empates en casa ante Francia, en el Calderón, y Finlandia, en El Molinón. Peligraba la décima clasificación mundialista consecutiva, ya que 'La Roja' no falta a la gran cita universal desde Argentina'78, pero la selección dio un golpe de autoridad al imponerse en Saint Dennis, merced a un gol de Pedro. A partir de ahí, con más oficio que brillo, España no falló, con victorias en Helsinki y en casa ante las ultradefensivas Bielorrusia y Georgia. 

      El combinado de Del Bosque regresó con las orejas gachas de la Copa Confederaciones, el gran acontecimiento del año a nivel de selecciones y un ensayo para el Mundial. Se presentó en la final tras ganar 7-6 por penaltis a Italia, pero la mejor Brasil de los últimos tiempos desnudó a la peor España del lustro en Maracaná. Dura, pragmática, contragolpeadora y con un Neymar extraordinario, la 'Canarinha' selló su cuarto título, dejó a 'La Roja' sin el galardón que le falta y marcó territorio. Fue un calvario para los desdibujados jugadores de Del Bosque. La dolorosa derrota (3-0), que marca tendencia, dejó en 29 el récord de partidos oficiales de España sin perder. Desde el choque ante Suiza, el 16 de junio de 2010, la selección no hincaba la rodilla.
      La valentía de Costa
      El año deja el gran titular de Diego Costa. Valiente y desafiante dentro del campo, dio el 29 de octubre el paso más difícil y arriesgado de su carrera al firmar ante notario su deseo de jugar con la selección española y, por lo tanto, de renunciar a Brasil, su país de nacimiento, donde reside toda su familia excepto su mujer y su hija, y donde se celebrará el próximo Mundial.
      «Diego Costa ha dado la espalda a un sueño de millones de compatriotas. Un jugador brasileño que se niega a vestir la camiseta de su selección y a disputar una Copa del Mundo en su país, sólo puede estar automáticamente desconvocado», espetó Luiz Felipe Scolari, desafiante, tras conocer la noticia.
      El ariete del Atlético de Madrid no pudo estrenarse ante Guinea Ecuatorial y Sudáfrica, a causa de una lesión muscular, y seguramente se debutará en el Vicente Calderón, ante Italia, el próximo 5 de marzo. Será un duelo de enjundia y el último amistoso de España antes de conocerse la lista de los 23 mundialistas.
      El abanico de candidatos se ha ampliado, toda vez que Vicente del Bosque ha recurrido en los últimos tiempos a jóvenes valores, brillantes en las categorías inferiores, como Iñigo Martínez, Isco, Koke o Alberto Moreno, entre otros. Se estrenó al fin Michu, pero da la sensación de que lo suyo fue un paso efímero por la absoluta.
      Tras Bartra, el último en alistarse, precisamente en Malabo, ya son 38 los debutantes de la absoluta en la era Del Bosque, técnico centrado ya en Holanda y Chile, peliagudos rivales en la primera fase del Mundial y muy por encima de la inferior Australia.

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