sábado, 22 de febrero de 2014

PROTAGONISTA, Missoni, la fuerza de las mujeres,./ MUY PERSONAL, EN DIRECTO, LIV TYLER, EL NUEVO ÁRBITRO DEL SABER ESTAR,.

  1. Rosita, en el centro, y Angela Missoni, con la nueva generación de la familia (Foto),
     
    Hasta hace un año, la gran familia italiana de la moda personifi caba la felicidad y el éxito. Pero la muerte del fundador y la desaparición de su primogénito cambiaron las tornas. Mientras las incógnitas se despejan, las mujeres han tomado las riendas.
    Angela Missoni abre de par en par la puerta de madera de su nueva casa, una construcción grande y moderna, situada en la cima de una colina del norte de Italia, en la ciudad de Sumirago. Enfrente se alzan imponentes los Alpes, enmarcados por los enormes ventanales. Se respira un marcado ambiente de clan familiar. La madre de Angela, Rosita, que con 81 años tiene una vitalidad asombrosa, vive muy cerca. Fue ella quien, junto a su marido Ottavio (o “Tai”, como siempre fue conocido), fundó la firma de moda hace 70 años. 
    Por su parte, Margherita, la hija mayor de Angela, con 30 años, se ha mudado recientemente al hogar familiar con su marido y su bebé. Lo mismo hizo Francesco, el hijo varón, de 27 años, que volvió a casa con su perro bulldog a cuestas y la idea de escribir un libro de cocina con las recetas de la familia. Su hermana Teresa, de 24, es artista, echa una mano en los desfiles y apareció el año pasado en las campañas publicitarias de la firma. Tíos, tías y primos viven también en las inmediaciones y la fábrica Missoni, donde Angela y sus dos hermanos jugaban de pequeños, está a 15 minutos. “Siempre confundimos la empresa con la casa; en gran medida, eran lo mismo –comenta–. Cuando volvíamos a casa del colegio, nos quedábamos haciendo los deberes en la fábrica, mientras mamá resolvía esto y aquello”, añade, antes de regañar al perro por saltar sobre el sofá tapizado en terciopelo azul. Angela viste una magnífica chaqueta a rayas de Missoni, unos pantalones negros muy elegantes y se ha atado a la cadera un chal con flecos bordado a mano.
    Con su larga y oscura melena cayéndole por la espalda y un gran colgante de oro que le llega hasta el ombligo, tiene un aire “gipsy” sofisticado: la personificación del moderno estilo bohemio que esta firma italiana ha convertido en marca de la casa. Tiene el cabello brillante, pero los ojos tristes. Se lleva a la boca un cigarrillo. “¿Le importa si fumo? Lo he dejado unas cuantas veces”, reconoce, y al momento da una profunda calada. Haciendo un repaso de los últimos meses, no es de extrañar que haya recaído, muy a su pesar.
    Sucesos dramáticos
    Para ella y su familia, 2013 fue un “annus horribilis”. El 4 de enero, el avión en el que viajaban su hermano Vittorio, director ejecutivo de la firma, su esposa, Maurizia Castiglioni, y dos amigos, desapareció tras emprender el vuelo en Los Roques, un remoto archipiélago en la costa venezolana donde se han producido más accidentes aéreos. Un equipo empezó a rastrear la zona, pero hasta junio no encontraron los restos del aparato, en aguas profundas. Se recuperó el cadáver de Castiglioni, pero no el de Vittorio, lo que le ha causado una gran zozobra a Angela, a Rosita y a los tres hijos del desaparecido. Además, el impacto de la tragedia dañó la salud de Ottavio, quien, con 92 años, ingresó en el hospital y murió a los pocos días. Lo que debía haber sido un año de celebraciones por las bodas de diamante de la firma, fundada en 1953, acabó convirtiéndose en un año de luto.
    En pleno crecimiento
    Missoni es una de las pocas empresas familiares dedicadas a la moda y los artículos de lujo que quedan en Italia. En 1996, Tai y Rosita pasaron el testigo a sus tres hijos. El mayor, Vittorio, asumía la parte comercial; Luca supervisa el archivo y Angela dirige la colección de “prêt-àporter”. Rosita se ha reservado la colección de hogar, mientras su nieta Margherita diseña bolsos y accesorios. Pero, en un negocio familiar, una tragedia familiar como la que han sufrido acarrea grandes consecuencias. Angela estaba especialmente unida a su hermano Vittorio, que había heredado de su padre un notable atractivo físico y unas irrefrenables ganas de vivir. Ambos coincidían en que la empresa debía multiplicar por 10 sus beneficios.
    En la actualidad, sus ventas se estiman en torno a los 90 millones de euros, una cifra relativamente pequeña si tenemos en cuenta la proyección global que tiene la marca. La pérdida de Vittorio, además, ha dejado en suspenso sus planes de expansión y ha puesto sobre la mesa la posibilidad de que alguien ajeno a la firma acceda a un puesto de responsabilidad. “Vamos a tener que hacer cambios en la estructura de la empresa”, reconoce Angela, que desde la tragedia tiene una mayor implicación en las decisiones empresariales.
    Entre los posibles movimientos, se ha hablado de una oferta pública de acciones, sobre todo tras el éxito que tuvo Moncler, la exclusiva firma italiana de ropa de abrigo que hace poco, con ese procedimiento, tuvo una inyección financiera de 722 millones de euros. Pero una OPA no figura en los planes inmediatos de Missoni, aunque Angela tampoco la descarta absolutamente. “No estamos muy lejos de cumplir los 60 años–explica, refiriéndose a sí misma y a Luca–. Tenemos que pensar en cómo financiar la empresa, valorar qué oportunidades se presentan y, sobre todo, no decir nunca jamás”. Luca tiene formación de piloto y estuvo semanas sobrevolando la zona del siniestro donde desapareció su hermano en busca de lo que quedase del avión, algo que todavía sigue preocupándoles.
    De hecho, Angela ha viajado varias veces a Venezuela para supervisar la búsqueda de Vittorio y, hace poco, regresó con su madre y pidieron que les tomasen muestras de ADN para poder identificar el cuerpo, en caso de que apareciese. De regreso a Italia, su casa (grande, cálida y cómoda, llena de obras de arte, de detalles preciosos y telas de colores marca Missoni) se ha convertido en un santuario para la familia y para algunas amistades. “Durante esos meses tan difíciles, tuve que ser fuerte y hacerme cargo de mucha gente. Por motivos que ignoraba, yo era el verdadero nexo de unión, el hilo que los hilvanaba a todos –comenta–. Ellos cuentan con esta casa. Es el sitio al que vienen para reunirse, el lugar donde se guarda todo lo que tiene que ver con nosotros”.
    Durante estos duros meses, Angela ha ido infundiendo fuerzas al resto de la familia, pero cuando le pregunto de dónde ha sacado esa fortaleza para no tirar la toalla, duda: “Probablemente de ellos... Quiero decir... No sé...”, titubea mientras se seca un par de lágrimas. Salta a la vista que siente una gran presión. Sin embargo, ha seguido adelante sin renunciar a su creatividad. Su autoestima le ha dado la confianza necesaria para seguir experimentando, nunca ha puesto en duda su talento.
    Todos unidos
    “No hay que rendirse, hay que asumir riesgos. A mí los cambios no me han dado nunca miedo. Por mucho que me empeñe en sentirla como tal, solo es una colección Missoni cuando yo digo que es una colección Missoni”, zanja la directora de “prêt-à-porter”. De pronto, vibra su teléfono Es su hija Margherita, que quiere cambiar sus planes de vacaciones y quedarse en la casa de las montañas. Cuando los Missoni miran al futuro, ponen todos sus ojos en ella. Como su madre hace años, se resistió a la idea de trabajar para la empresa familiar (Angela creó su firma de joyería y de ropa antes de dedicar toda su atención a Missoni). Se mudó a Nueva York buscando hacer carrera como actriz y allí se convirtió en una de las “celebrities” más estilosas. 
    Hoy, la mayor satisfacción de Angela es que Margherita decidiese dejar Manhattan, volver a casa y asumir un papel relevante en la empresa familiar. “Dijo que le gustaría formar una familia y que sus hijos crecieran como ella lo había hecho”, añade. Cuando, hace unos meses, dio a luz a un niño, Otto, le brindó a Angela no solo un momento de felicidad que tanto necesitaba, sino también una oportunidad de mirar hacia adelante. De hecho, se ve a sí misma pasándole el testigo de la responsabilidad creativa.
    “Es su pasión y tiene el coraje para afrontarlo. Es una líder nata”, agrega Angela con un énfasis mal disimulado. La historia de los Missoni es una historia de resistencia y poder familiar. “Los valores en la familia son muy importantes, estamos todos en esto y somos un clan”, insiste. Después de esto, no cabe duda de que van a plantar cara al futuro. Porque estar juntos los hace más fuertes.

    TÍTULO: MUY PERSONAL, EN DIRECTO, LIV TYLER, EL NUEVO ÁRBITRO DEL SABER ESTAR,.


    1. Liv Tyler está muy unida a su abuela Dorothea, con la que ha escrito un tratado de buenas maneras (Foto),.
       
      Tras los buenos pasos de la abuelaLa actriz norteamericana es una experta en protocolo. Y no por acudir con frecuencia a fiestas de alfombra roja, sino por los conocimientos de su abuela, fundadora de una escuela de etiqueta, con la que publica un libro de buenas maneras. Siendo como es el retoño de la aristocracia del rock (su padre es el cantante de Aerosmith; su madre, modelo y “groupie” en los orígenes neoyorquinos del punk), lo que menos se imagina nadie es que Liv Tyler se preocupe por las reglas de urbanidad. Pero sí que lo hace. Y mucho. Después de todo, pertenecer a una estirpe de rockeros no te impide tener una abuela experta en etiqueta. 

      La suya se llama Dorothea Johnson, tiene 82 años y es la fundadora de la Escuela de Protocolo de Washington. Ambas comparten su amor por la buena educación, algo que consideran que se ha ido diluyendo en las últimas décadas. Para recuperar parte de ese glamour cívico, han escrito a cuatro manos un tratado de buenas maneras publicado recientemente: “Modern Manners. Tools to take you to the top” (Modales modernos. Las herramientas que te llevarán a lo más alto). 

      No está editado en español, pero es ya el sexto libro de la abuela, un volumen en el que enseñan desde cómo coger los palillos ante un menú asiático, hasta qué ropa elegir para acudir una fi esta de empresa. Repasamos algunas de sus mejores sugerencias. 

      Aplícalo siempre 
      ● “Ponte de pie cuando te presenten a alguien. Si no, dará la impresión de que te crees superior, una muestra de arrogancia, no de autoridad”.
      ● “Mantén contacto visual durante una conversación. La persona que te mira a los ojos mientras hablas demuestra que te está escuchando. Me sucedió cuando me presentaron a Johnny Depp. Hizo que me sintiera única”.
      ● “No gesticules al hablar y mantén una postura relajada pero firme: tus pies tienen que estar ligeramente abiertos y alineados con tus hombros. Y distribuye tu peso entre las dos caderas”.
      ● “Envía una nota de agradecimiento después de una entrevista de trabajo. Puede ser una carta manuscrita, un correo electrónico o un mensaje de texto para hacer saber que has disfrutado la reunión”.
      ● “Para dar malas noticias o hacer una crítica a alguno de mis empleados, utilizo siempre el sistema “kiss kick kiss”: le digo algo positivo sobre su trabajo, luego hago la observación negativa y termino con una apreciación sobre algo que hace bien”.
      ● “En la ropa de oficina, muéstrate cauta y evita todos los extremos. No te pases con el perfume, utiliza pocas joyas y lleva siempre brillantes los zapatos”.
      ● “En el trabajo, contesta al teléfono con una sonrisa porque te aseguro que la otra persona puede escuchar que sonríes”.
      ● “Si estás en un restaurante y alguien está hablando por su teléfono a voz en grito, no te dirijas a él directamente. Háblalo con el “maître” y deja que sea el servicio del local quien se encargue del asunto”.
      ● “Sujeta la puerta, ayuda con las bolsas y deja que los demás pasen primero. Mi abuela me enseñó a ser “caballerosa” y lo tengo siempre en cuenta”.
      ● “No llegues pronto a una fiesta o una cena, pero tampoco con más de 15 minutos de retraso”.

      Ni se te ocurra 
      ● “Plantarte ante alguien con una mano en la cadera, como si estuvieras posando en la alfombra roja. Esta postura pone a la gente a la defensiva y sugiere que no crees lo que te dicen”.
      ● “Hacer el “terminator” al dar la mano a alguien por primera vez. El apretón debe ser firme, pero no tanto que le aplastes los dedos”.
      ● “Acercarte demasiado a alguien que no conoces en una fiesta. Deja libre su espacio vital. Y preocúpate de tu aliento. Lleva siempre pastillas de menta en el bolso, por si acaso”.
      ● “Vestir en verano como si fueras a la playa, cuando en realidad estás en la oficina”. 
      ● “Mostrarte impaciente e insistir si alguien no te ha devuelto una llamada o no te ha respondido a un correo electrónico. No todo el mundo está siempre conectado o disponible, espera a que te respondan”.
      ● “Coger prestado el móvil de otra persona para hacer una llamada, salvo una emergencia”. 
      ● “Escribir en un correo lo que no dices en persona”. 
      ● “Dejar comentarios negativos en un vídeo de YouTube. Si no tienes nada positivo que decir, no deberías decir nada y punto”.
      ● “Comer comida con olores fuertes en espacios pequeños como taxis, trenes, autobuses o aviones. Respeta a los demás pasajeros”.

      Protocolo 'celebrity' 
      Otros secretos del saber estar, de la mano de distintas damas vip :
      -Esther Tusquets. Un canto a las buenas costumbres perdidas, con una chispa de humor, en “Pequeños delitos abominables” (Zeta).
      -Dorothea Johnson. Ya volaba sola antes de aliarse con Liv, con títulos como “The little book of etiquette” (Running Press Miniature).
      -Whoopi Golberg. “Whoopi’s big book of manners” (Hyperion) enseña a los niños modales aderezados con humor irreverente.
      -Carla Royo-Villanova. Guía práctica para comportarse en cualquier situación: “La sencillez del saber estar” (Martínez Roca).
      -Beatrice D'Orleans. La etiqueta empresarial, de la mano de una experta en relaciones públicas: “El valor de la imagen” (Wolters).


       


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