El técnico convoca a cuatro jugadores del Atlético y asciende al sevillista Alberto Moreno,.
No es Leo Messi el que puede jugar con la selección
española pero lo parece. La ‘ausencia burocrática’ de Diego Costa centró
la comparecencia de Vicente del Bosque para explicar los pormenores de
la convocatoria para los próximos partidos ante Bielorrusia y Georgia,
en los que ‘La Roja’ debe sellar su clasificación para el Mundial de
Brasil. Con cuatro puntos sería suficiente para no depender de Francia.
Todo giró en torno al ‘peleas de Lagarto’ en la Ciudad del Fútbol de Las
Rozas, salvo una respuesta sobre el debutante Alberto Moreno, que
asciende de la sub-21 en ausencia de Jordi Alba, otra sobre la vuelta de
Juanfran Torres, una más sobre el gran momento del Atlético, que aporta
hasta cuatro internacionales, y la típica sobre la situación de Iker
Casillas.
¿Le ha pillado el toro a la Federación? La cuestión para el
selecccionador era obligada tras conocerse que Costa dio el sí quiero a
España pero no ha podido ser convocado porque los trámites se iniciaron
tarde y la Confederación Brasileña aún no ha certificado ante la FIFA
que el delantero no ha jugado partido oficial alguno con cualquier
‘seleçao’. «No es un asunto deportivo. Hemos hecho lo necesario pero se
ha producido un parón de la FIFA. Si hay un culpable somos nosotros por
no contemplar esta posibilidad antes», se responsabilizó Del Bosque,
encantado tras una comida con el ariete hispano-brasileño por su buena
disposición. «Era necesario hablar para saber su opinión. Diego es un
chico familiar, noble y bueno, alejado de la imagen de ese jugador
agresivo de los partidos. Hay un compromiso. Él está deseando venir con
España porque lleva aquí desde los 18 años y tiene buenas intenciones
hacia un país que le ha acogido».
Aunque le citase para los amistosos de noviembre, Diego
Costa aún no tendría cerradas las puertas de Brasil y legalmente podría
ser convocado por Luiz Felipe Scolari para jugar con los anfitriones la
Copa del Mundo. Ya reveló recientemente el padre del jugador que él
querría jugar con su país de origen, pero que en la ‘canarinha’ ve las
puertas cerradas con Neymar, Pato, Fred y Hulk. Del Bosque no entra en
ese detalle pero sí se incomoda con reflexiones, como la de Guti,
contrarias a que Diego juegue con España. «Todas las opiniones son
libres y yo no discuto nada, pero existen antecedentes. Nadie elige
dónde nace, y él cumple las obligaciones. Su presencia no va a ser
ningún trastorno. La selección no es un coto privado y los chicos son
bien recibidos. Todos se adaptan y acomodan con mucha tranquilidad,
normalidad y sin tonterías», remarcó el seleccionador.
Un «fenómeno mundial»
Sorprende quizá la querencia coyuntural por un jugador con
actitudes contrarias a los buenos modales que exigió siempre Del Bosque.
Pero ve en él «un comportamiento fantástico en todos los sentidos y un
jugador muy valioso en todo el frente de ataque». «Quizá no es un ‘9’
puro pero se desmarca bien, cae en banda, desequilibra y busca las
espaldas de los defensas. No quiero convencer a nadie ni se refractario a
las críticas, pero poder contar con él es aprovecharse de un fenómeno
que se da con frecuencia en el mundo actual», argumentó.
Del Bosque pretende que ‘La Roja’ se beneficie del
«fantástico» momento del Atlético. Confía ciegamente en Villa y
considera casi ya uno de los fijos al versátil Koke. Reconoció el
seleccionador que se equivocó al «emocionarse» y alinearle como lateral
derecho en Helsinki, aunque matizó que «todos los jóvenes han jugado
alguna vez en puestos insospechados donde había hueco». Ya con Busquets
en el grupo pero todavía sin el lesionado Javi Martínez, mantiene a
Mario Suárez, recuperado de un esguince de rodilla. Y repesca por
sorpresa a Juanfran. El de Crevillente estuvo en la Eurocopa de Polonia y
Ucrania, donde se proclamó campeón sin jugar ni un minuto, pero parecía
condenado tras un grave error ante Francia en el Calderón. Jugó en un
amistoso ante Panamá un mes después, pero ya no volvió a la selección.
«Es un puesto donde necesitamos alternativas. Están Carvajal, Montoya y
Azpilicueta, pero no juegan», justificó Del Bosque.
La gran novedad, empero, es el sevillista Alberto Moreno,
el ‘heredero’ de Antonio Puerta. De nuevo, el técnico se dirige hacia
las selecciones inferiores. «No somos sectarios pero trabajamos como un
club y miramos por nuestra cantera. Alberto es dinámico. Es un relevo
natural y con él ampliamos el abanico». El regreso de Piqué, tras
cumplir sanción, estaba cantado, y la vuelta de Mata por el lesionado
Cazorla era previsible. Roberto Soldado es el gran damnificado, ya que
se daba por hecho que no estarían Iñigo Martínez, Nacho y Javi García.
Los
23 convocados para los partidos ante Bielorrusia (11 de octubre en
Palma de Mallorca, a las 22.00 horas) y Georgia (15 de octubre en
Albacete, a las 21.00):
Porteros: Casillas (Real Madrid), Valdés (Barcelona) y Reina (Nápoles).
Defensas: Juanfran (Atlético de Madrid), Arbeloa (Real
Madrid), Piqué (Barcelona), Sergio Ramos (Real Madrid), Albiol
(Nápoles), Alberto Moreno (Sevilla) y Monreal (Arsenal).
Centrocampistas: Busquets (Barcelona), Mario Suárez
(Atlético de Madrid), Koke (Atlético de Madrid), Xavi (Barcelona),
Iniesta (Barcelona), Isco (Real Madrid), Silva (Manchester City) y Mata
(Chelsea).
Delanteros: Cesc (Barcelona), Villa (Atlético de Madrid),
Negredo (Manchester City), Navas (Manchester City) y Pedro (Barcelona).
TÍTULO; EL CID, OTRA VEZ PROTAGONISTA EN LAS VENTAS, TOROS,.
TOROS-foto.
'El Cid', otra vez protagonista en Las Ventas
Y un toro nobilísimo de Victoriano
del Río. Una faena caligráfica del torero de Salteras, muy celebrada
pero sin remate con la espada
FICHA DEL FESTEJO
Ganadería. Seis toros de Victoriano del Río. Tres -2º,
3º y 4º-, con el hierro de su nombre; los otros, con el de Toros de
Cortés. De desiguales hechuras. El cuarto fue de calidad sobresaliente.
Desigual pero con movilidad la corrida. Codicioso un primero frágil.
Manejable y a más el segundo, encastado el tercero. Quinto y sexto, de
pobre nota.
Diestros. 'El Cid' (silencio y vuelta tras un aviso),
Iván Fandiño (oreja tras aviso y silencio) y Sebastián Ritter, que tomó
la alternativa,( saludos y silencio).
Cuadrillas. Notable en brega y banderillas Roberto Jarocho.
Plaza. Madrid. 2ª del abono de Otoño. Casi lleno. Templado, soleado.
Un muy singular toro 'Verbenero' de Victoriano del Río. Con
la edad recién tomada y traza más que particular: alto de agujas,
estrecho, fino de cabos, un punto zancudo, descarado y remangado pero no
cornalón, muy astifino, lavado de cara, más toro por delante que de
cuartos traseros. 541 kilos. Fue recibido con gran ovación.
Era toro con plaza. No por hondo, que no lo fue, sino por
el aire y el aura. Ni trotar ni galopar, sino un correr al trantrán. Una
carrera de ritmo acorde que se iba a sostener de principio a fin. El
mismo ritmo al soltarse que al venir a engaño y repetir sin la menor
resistencia. Fue toro de gran fijeza. De breve empleo en el caballo, de
donde salió, tras dos varas, vivo y sin apenas ser herido. 'El Cid'
había renunciado a quitar en su turno tras la primera vara, pero, al
advertir que Fandiño iba a hacerlo tras la segunda, le ganó la baza por
la mano y quitó antes que él: tres delantales, ajustados y bien volados,
media y revolera, y de esta salió perseguido porque, aunque dócil, el
toro tenía carbón.
Fandiño no renunció a su quite. La salida fue una sorpresa
para muchos. Alcalareño, que lidiaba, trató de reclamar al toro desde la
segunda raya y mantuvo desplegado el capote cuando ya Fandiño estaba
citando al toro. Quite más valeroso que virtuoso: cuatro gaoneras y una
brionesa. Hubo ruido. Y entonces salió a replicar 'El Cid': tres
verónicas de asiento pero discreto dibujo y media al modo de Chenel,
ampulosa. Más ruido entonces.
Prólogo caliente para una faena que volcó el ambiente
enseguida y tuvo en vilo a la plaza entera. Sin prueba previa, un cite
de largo en el tercio y casi los medios, y vino al trantrán el toro, y
repitió con el mismo son. Suave el trato del toro, que fue agradecido
hasta en eso. 'El Cid', vertical, estaba tan relajado y suelto de brazos
que hasta el encaje parecía natural. Ni una docena de muletazos y ya
estaba la gente hirviente. Primera variación: con la diestra, una tanda
de cuatro, el cambiado y un recorte casi de molinete. En la segunda
tanda en redondo, hubo dos muletazos de gran desmayo y el clima se
calentó.
'El Cid' se puso de frente con la izquierda, y ahora fue
toreo de uno a uno. Todo, o casi todo, en un mismo terreno. Faena de
colocación, de conducir y no de obligar, de caligrafía impecable más que
de sentimiento o pasión. 'El Cid' se perfiló con la espada en corto y
en la suerte contraria. Un pinchazo sin fe, y salió perseguido, otro
pinchazo y media muy trasera. Se pidió con fuerza la vuelta para el
toro. Fue, por lo demás, corrida psicológica. 'El Cid' se había
encontrado algo del revés al público y a su gente en el primer toro. Lo
toreó despegadito y sin resolverse ni apostar. Frágil el toro, pero
sirvió.
No tuvo Fandiño a favor el ambiente. Sí tuvo a favor el
palco: la oreja con que se premió su primera faena no fue de petición
suficiente. ¿Y los toros ? El quinto, el que podría haber hecho
cumplirse el sueño irrenunciable de Iván -la puerta grande de Madrid-,
no tuvo fuerza ni son ni entrega; el otro sí se dio, pero sin descolgar
ni dejar de resistirse. El público trató a Iván en el quinto con
distancia exagerada. Ni un ole: ni para el péndulo de apertura de faena,
ni para el pase de las flores con que inició el broche de una primera
tanda muy atrevida. Fandiño debió de sentir que tenía enfrente la pared
de un frontón. Una estocada defectuosa.
A todo esto fue la alternativa de un valentísimo Sebastián
Ritter, que salió airoso de prueba de tanto compromiso. Firmeza
irreprochable con el toro de la alternativa, muy codicioso pero un punto
frágil; soltura y resolución, seguridad y asiento, aguante, acierto en
las distancias y terrenos. Interesante. Un emotivo brindis al cielo que
iría por el difunto Antonio Corbacho, que fue su instructor y forjador.
Las ideas de Corbacho en esa faena: el toreo vertical y a
pies juntos, de ajuste mayor y de brazos. El final, por bernadinas, fue
el detalle más valiente de toda la corrida. Una notable estocada. Y otra
muy habilidosa para despachar al galán que cerró corrida, un toro muy
en Bayones -badanudo, inmensa popa, 600 kilos, y de envergadura
terrorífica: muy abierto y ancho de cuna, cornipaso, mazorcas gruesas,
puntas finas-. Y toro distraído y a su aire. Entero y paciente el torero
de Medellín. Seguro de sí mismo. Como en el hermoso quite por gaoneras al quinto de corrida, que fue señal clara de su firma.
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