domingo, 6 de octubre de 2013

EL PERIODICO EL MUNDO,. Y EL HOY «Solchaga era el más hábil; el más rápido, Olabarría»/ EL OBJETIVO, IBA MUCHO AL KARAOKE DE MI PUEBLO,.

TÍTULO;  EL MUNDO,. Y EL HOY «Solchaga era el más hábil; el más rápido, Olabarría»

foto- Gloria Canencia. Estenotipista del Congreso

Toda la verborrea parlamentaria cabe en las once teclas ciegas de la estenotipia de Gloria Canencia (madrileña, 53 años, dos hijos). La jefa del Departamento de Redacción del Diario de Sesiones del Congreso lleva 27 años tomando nota del debate político («un privilegio», asegura) y quiere aclarar la función de su gremio para que nadie vuelva a preguntarse: ¿Qué hacen esas señoras tecleando ahí en medio?
-Eso, ¿qué hacen ahí, en la era de la grabación digital?
-Somos testigos de lo que está sucediendo para luego poder redactarlo adecuadamente en el Diario de Sesiones, pasar del lenguaje oral al escrito, dando coherencia a todas las frases, verificando términos, comprobando datos, reflejando todas las acotaciones y respetando el estilo de cada orador, que los hay más coloquiales, más técnicos, más retóricos...
-Y con muchos latiguillos.
-Sí, los políticos cada día tienen más latiguillos. Me viene a la memoria el famoso 'por consiguiente' de Felipe González.
-¿Tenía tecla propia en la estenotipia?
-La tuvo. Era como una de esas palabras rápidas y predeterminadas del 'word'. Igual que el 'como no podría ser de otra manera', que ahora es un latiguillo constante. Cuando lo escucho pulso el 'como' y doy al signo de repetición.
-¿Hay algún titubeo de Rajoy con tecla propia?
-No. Esos 'eeeeh' no se pueden reflejar. Al contrario, se liman.
-¿Qué transcribió cuando los de ERC hablaron en catalán?
-Nada, porque tuvieron que abandonar la tribuna. Sí recuerdo a un parlamentario canario que repetía una expresión que no acabábamos de entender. Decía algo así como 'se remofila'. Creíamos que hablaba en guanche. Hasta que le preguntamos y lo que estaba diciendo era: 'Cerremos filas'.
-¿Le ha entrado alguna vez la risa?
-Intentas que no pase, salvo que haya una situación de risa generalizada. Pero ahora no está el patio para risas.
-Por sus dedos ha pasado mucha historia reciente.
-El 23-F no me tocó vivirlo, pero sí recuerdo un momento electrizante. Fue en el Senado, hace dos legislaturas, creo. Debatían sobre terrorismo y se estaban enfrentando de una forma exagerada los dos grupos políticos mayoritarios.
-Y usted con cara de póquer.
-Sí. Pero esa vez se me pusieron los pelos de punta, porque, en mitad de la bronca, los de la tribuna de los invitados, que eran familiares de las víctimas, de pronto se pusieron en pie, les dieron la espalda a los senadores y levantaron las manos. Los políticos se dieron cuenta, empezaron a aplaudir mirando hacia la tribuna. Impresionante. Yo sentí un nudo en la garganta; pensé: 'Este es el poder real de la ciudadanía'.
-¿Los insultos y los tacos también se anotan?
-Por supuesto. A no ser que el presidente, de forma expresa, diga que se retiren, pero eso es en casos extremos.
-¿Cuál es la sesión más larga que ha vivido?
-Un pleno en el Senado en el que estuve de nueve de la mañana a una y media de la madrugada sin parar.
-¿Cuál es a su juicio la cabeza más clara del hemiciclo?
-Para mí lo fue Carlos Solchaga. Tenía tal habilidad que empezaba una frase y abría un inciso larguísimo, de tres líneas, lo cerraba y retomaba el hilo de la frase principal. Algo impresionante. No había que corregirle una coma. Y ahora eso pasa también con Emilio Olabarría, que habla a unas velocidades impresionantes, yo creo que es el más rápido, pero emplea una terminología tan precisa que te abruma.
-Fraga no sería fácil de seguir.
-Pero ahí está nuestro trabajo: intentar entender la idea, la frase y el concepto aunque se hayan comido tres palabras.
-El parsimonioso Carrillo en cambio sería un dulce...
-Ya no existen políticos que hablen a la lenta velocidad de Carrillo. Ahora se cuida menos la oratoria, se habla de una forma mucho más coloquial, como en la calle.
-¿Son ustedes invisibles para los políticos?
-En general, son amables. Recuerdo que una vez, en mitad de una caótica votación, una política no paraba de reír y repetir: 'Pobre taquígrafa, pobre taquígrafa...'.

TÍTULO; EL OBJETIVO, IBA MUCHO AL KARAOKE DE MI PUEBLO,.

«Iba mucho al karaoke de mi pueblo»

-foto-Roko se ha estrenado como actriz en 'Vive cantando' (Antena 3): «La noche anterior a mi primera escena no pude pegar ojo»

«Iba mucho al karaoke de mi pueblo»Finalista en 'El Número Uno', ganadora de 'Tu cara me suena'... Ya sabíamos que cantar no se le daba nada mal a Roko (Alcalá la Real, Jaén, 1989). Pero con 'Vive cantando', la serie de los martes por la noche en Antena 3, ha aprendido, además, a servir gintonics. La cantante andaluza interpreta a Lucía, una humilde camarera con oído para la música, algo torpe y bipolar. «Es imposible no quererla».
- Actriz de la noche a la mañana.
- Es maravilloso, estoy aprendiendo una barbaridad. Este mundo es nuevo para mí, pero los compañeros que tengo son una gozada. Aunque al principio sí estaba muy nerviosa.
- ¿Recuerda cómo fue el primer día de rodaje?
- Era una escena en exteriores con Gorka Otxoa (César) en un parque de Vallecas. Le tenía que robar el dinero. Estaba tan nerviosa que no pude dormir la noche anterior.
- ¿Cómo se lleva con Lucía, su personaje en la serie?
- La adoro, es imposible no quererla. Es torpe, se equivoca, es un desastre pero tiene mucho carisma pese a lo ingenua que es. Es imposible decirle que no.
- ¿En eso se parecen?
- Sí, tengo cierta ingenuidad pero no llevada tan al extremo. Por supuesto, no soy bipolar, es un dato importante. Pero a ella la vida la ha tratado peor que a mí, por eso he tenido que hacer un trabajo de imaginación para ponerme en su piel. He tenido que trabajar mucho la mirada y los movimientos porque cuando Lucía está medicada se mueve muy lentamente.
- ¿Le dejan elegir las canciones de la serie?
- No, vienen impuestas por guión. No son gratuitas, siguen la acción y la dramaturgia de los personajes. Por ejemplo 'Euphoria' la cantamos porque era perfecta para el estado anímico que tenía Lucía en ese momento.
- ¿Le gusta el karaoke también en su vida real?
- Solía ir mucho al karaoke de mi pueblo, y recuerdo perfectamente a 'El Beni', el camarero, que debe estar todavía por allí. Son sitios peculiares con esas letras rosas y la estética ochentera de los videoclips. Son lugares rancios pero muy divertidos.
- ¿Qué canción pedía?
- Cada vez que entraba en el karaoke 'El Beni' interrumpía a los que estaban actuando y me pedía que subiera a cantar 'Ay pena, penita, pena'.
«No me gusta verme»
- ¿Se animaría a participar en Eurovisión?
- No descarto la idea pero lo haría en el momento adecuado. Yo me dejo llevar por las cosas que me van pasando.
- ¿Se ha convertido en otro comodín para Antena 3 al estilo de Santiago Segura?
- ¿Eso es bueno o es malo? Estoy muy vinculada a Antena 3 y me gusta el tipo de entretenimiento que tiene, me parece muy blanco. Pero aparte de trabajar en televisión estoy trabajando en mi disco.
- ¿Le agobia la fama?
- Llevo viviendo con ella desde 'El Número Uno'. Al principio me chocó mucho porque soy una persona muy libre y me gusta ir a mi bola, y me agobiaba. Pero ahora me lo tomo como una consecuencia de mi trabajo e incluso como una satisfacción.
- ¿Sufre al verse en televisión?
- ¡No me gusta nada verme! Me pasa como con las pelis de miedo, me tapo la cara y digo: 'La quiero ver, pero no la quiero ver'. Poco a poco me voy acostumbrado.
- ¿Qué otros programas no se pierde?
- Me gusta mucho 'Cómo conocí a vuestra madre', los programas de La 2. Y '¿Quién quiere casarse con mi hijo?'. Me río muchísimo, el otro día coincidí con Luján Argüelles y la felicité.

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