- José Sáez, médico forense experto en psiquiatría que examinó a. foto,. Bretón, fue claro en sus conclusiones durante el juicio: «No tiene trastorno ...José Sáez, médico forense experto en psiquiatría que examinó a Bretón, fue claro en sus conclusiones durante el juicio: «No tiene trastorno mental ni patología psiquiátrica». Eso sí, le definió como un hombre «metódico, ordenado y rígido» además de «narcisista, reservado y quisquilloso». La psicóloga María José Nieto, que también intervino en el proceso, incidió en que es una persona «totalmente lúcida» con «un control muy alto de sus emociones».Uno de los rasgos más inquietantes de Bretón es la mirada. «Yo le he visto la mirada, cualquiera que se la vea sabe que es una persona alexitímica, que no tiene sentimientos», valora el psicólogo Bernabé Tierno. Los ojos son el espejo del alma.de coeficiente intelectual tiene Bretón, casi como un superdotado (130).Levanta, Bretón! En media hora te trasladan». La orden del funcionario de prisiones quebró la calma del módulo de ingresos de la cárcel de Alcolea, en Córdoba, a las seis de la mañana del sábado 5 de octubre. Altanero, como siempre, pero contrariado por no recibir explicación alguna, José Bretón, condenado a 40 años de cárcel por el asesinato de sus dos hijos, Ruth y José, se echó los bártulos a la espalda. Salió de la celda, atravesó el pasillo, dejó atrás muros y alambradas y se montó en el furgón de la Guardia Civil con destino al centro penitenciario Alicante II (Villena), uno de los más modernos, más seguros y también más masificados del país. El 'hogar' en el que pasará sus próximos años de vida.El ministro del Interior, Jorge Fernández, explicaba esta semana que Bretón estará «mucho mejor tratado» en Villena «dadas sus circunstancias y su personalidad, un tanto psicopática». Portavoces penitenciarios añadían después que el traslado del reo a más de 500 kilómetros de Córdoba se debía a su «inadaptación» a la prisión provincial de Alcolea. Una palabra muy de intramuros pero que tiene fácil traducción: se saltaba las normas a la torera.Sus padres le pasaron 20 euros entre la ropa durante una visita, algo que está totalmente prohibido y que no tiene mucho sentido porque en prisión no se maneja 'cash'. Ha protagonizado broncas con el resto de los reclusos; una de las últimas, por el ruido que hacían «las mandíbulas» de otro preso al comer. Y también ha intentado lesionarse con una cuchilla de afeitar, con la que solo logró hacerse heridas «muy superficiales», explican en Alcolea. Bretón, al parecer, quería «llamar la atención».Para su abogado, José María Sánchez de Puerta, todos estos altercados son solo «pequeños roces» que «no justifican» un traslado de estas características, «sobre todo cuando la sentencia no es firme, porque está recurrida». Tampoco entiende que «le hagan pasar de un módulo de ingresos a un módulo de aislamiento en régimen cerrado», como el que le impusieron nada más llegar a Villena. El régimen cerrado, o primer grado, supone mayor vigilancia y una limitación de movimientos para los presos «extremadamente peligrosos o que sufren una inadaptación manifiesta», como es el caso. Sánchez de Puerta, que aún no ha podido hablar con su cliente «porque él no lo ha pedido», cree que esto es «una represalia más» contra Bretón. La próxima semana decidirá si recurre la decisión del ministerio.La madrugadora orden del funcionario de prisiones en la cárcel provincial de Córdoba dio paso a uno de los mejores amaneceres que recuerdan trabajadores y presos de Alcolea, hartos de «aguantar el menosprecio y el comportamiento grosero» de José Bretón, al que algunos compañeros de ducha y comedor definen como «manipulador, obsesivo y autoritario». En estos dos últimos años entre rejas, raro era el día en el que no alardeaba de su superioridad intelectual (tiene un coeficiente de 121, bordeando el de los superdotados). Lo mismo anunciaba que se iba a «forrar» con entrevistas en la tele que recomendaba libros de autoayuda a la psicóloga de la cárcel.Fiambre y conservasEl particular 'modus vivendi' del parricida de Ruth y José en el trullo cambió de forma considerable nada más poner el pie en Villena y entrar en su celda de ocho metros cuadrados del módulo de aislamiento. «Los presos le increpaban, le insultaban. El módulo andaba revolucionado el fin de semana. Ya se sabe la fama que tienen y el peligro que corren en prisión los asesinos o violadores de niños», resume un trabajador de la prisión, que define los primeros días de estancia de Bretón en su nuevo 'hogar' con la misma palabra que Instituciones Penitenciarias: «Tiene una inadaptación bestial al régimen cerrado».En este caso, la inadaptación no se plasma en problemas de comportamiento o discusiones con los internos. Bretón se ha encerrado en sí mismo y «no habla con nadie, no se fía de nadie», revela el funcionario. «No come del rancho porque cree que le van a envenenar y todo lo que se lleva a la boca es fiambre envasado al vacío o guisos y platos en conserva que compra en el economato». Envases, plásticos y metálicos, que luego se le retiran para que no los reutilice «en autolesionarse». Una de las muchas medidas impuestas desde los despachos de la prisión para preservar la seguridad de José Bretón.Tras las entrevistas pertinentes con los educadores y los psicólogos, el director del centro penitenciario, Feliciano Clergo, optó por mantener al criminal en el programa de prevención de suicidios. A principios de esta semana fue trasladado a las celdas del módulo de enfermería, que tienen un ojo de buey para que pueda ser vigilado permanentemente por otro interno que ha recibido la formación adecuada para ello y que, además, «obtiene una pequeña gratificación por esa labor», explican fuentes penitenciarias. Con ese preso, además, es con el único que sale al patio durante las cuatro horas que tiene de permiso para abandonar el calabozo y respirar aire fresco. El resto del día debe estar recluido, según el reglamento del primer grado, que también obliga a emitir informes diarios sobre el comportamiento del interno y que se mantiene hasta que los responsables carcelarios consideran oportuno.Sin fútbol ni informativosAsí que Bretón, obsesionado con la limpieza hasta el extremo de que no toca nada sin un pañuelo, ocupa el tiempo como puede. En Alcolea, donde leía desde cómics hasta el Código Penal, dejó muchas de las cosas que le hacían evadirse de la vida entre rejas. En Villena, de momento, no tiene ni radio ni tele para seguir los partidos de fútbol o las noticias en las que tanto le gusta verse y que cada vez le prestan menos atención. Los guardias del control de acceso le requisaron una 'PlayStation 3' que traía entre sus pertenencias. «Los presos no pueden entrar con estos aparatos electrónicos. Además, ningún otro interno de Villena tiene una 'Play'. Ahora será el juez de vigilancia el que decida. En la celda, de momento, no tiene nada», revelan las mismas fuentes.Su estancia temporal en el módulo de enfermería busca protegerle de cualquier tipo de agresión, pero no está acompañada de ningún privilegio. Tampoco de cuidados médicos. No los necesita y de hecho sigue fumando. «No toma ninguna pastilla, este tío no está enfermo ni mal de la cabeza», observa uno de los funcionarios, que tampoco se amilana por tener delante a tan mediático criminal: «Estamos acostumbrados a trabajar con esa calaña». Por Villena, una cárcel dotada de un innovador sistema de detección de movimientos que convierte cualquier intento de fuga en casi una quimera, han pasado delincuentes de todo pelaje como terroristas, depredadores sexuales y corruptos de la talla de Juan Roca, cerebro del 'caso Malaya', o Gao Ping, líder de la mafia criminal china en España.Ahora, el interno más 'ilustre' es Bretón, al que algún funcionario de Alicante II ya ha bautizado con el mote de «el comediante». No solo ha sido nombrado persona 'non grata' en el módulo de aislamiento; también, en el llamado de 'educación y respeto', un área «terapéutica» muy valorada de puertas para adentro, donde los reclusos «se autogestionan» y en la que «no hace gracia que este tío aparezca por allí». A juzgar por el caluroso recibimiento de sus compañeros, por su inadaptación y porque parece difícil que Bretón deje de ser Bretón, el asesino de Ruth y José seguirá aislado «una buena temporada».A las ocho menos cuarto los funcionarios hacen el recuento y a las ocho tocan diana. Bretón desayuna en la celda.Obsesionado con la posibilidad de ser envenenado, compra su propia comida en el economato. Principalmente, fiambre y platos preparados y en conserva.A partir de las 15.30, cuando los reclusos comienzan sus dos horas de descanso, Bretón puede aprovechar para salir al patio o ir al gimnasio.Sin posibilidad de acceder a los programas ni a las actividades de la prisión, y sin radio ni televisión, José Bretón mata el tiempo hasta las diez de la noche con libros.horas al día pasa recluido en su celda como preso de primer grado.
- La verdad es que la visita tenía algo de mala leche: el grupo de parlamentarios regionales socialistas se había acercado al aeropuerto de ...-foto-La verdad es que la visita tenía algo de mala leche: el grupo de parlamentarios regionales socialistas se había acercado al aeropuerto de Castellón para ver con sus propios ojos cómo aquello que había costado un riñón (más de 150 millones), seguía sin actividad. Es lógico que se sorprendieran al comprobar que en el interior había movimiento, aunque no de aviones: era un coche de carreras el que recorría a toda pastilla la pista del aeródromo. Tras el consiguiente escándalo se pudo saber que no se trataba de un quinqui que se hubiera colado en el recinto para hacer derrapes, sino de Roberto Merhi, piloto de DTP -el Campeonato Alemán de Turismos-, que acudía a entrenarse allí con autorización y después de pagar por ello 3.000 euros (más IVA). Eso ocurría en enero de este año. Después, el equipo renunció a seguir con las pruebas, para evitar polémicas y porque tanta expectación ponía en peligro el obligado secreto de su preparación.Desde sus principios, Castellón ha sido un aeropuerto singular. Solo hay que recordar el paseo inaugural que se dieron las autoridades por sus instalaciones, allá por 2011, cuando su gran impulsor, Carlos Fabra, entonces presidente de la Diputación, dijo que, a falta de tráfico aéreo, «cualquier ciudadano que lo desee pueda visitarlas y caminar por ellas, cosa que no podrían hacer si fueran a despegar aviones».Con esta frase y sin proponérselo, Fabra fue el primero en idear usos alternativos al aeródromo, que también ha servido para presentar la moto con la que Álex Debón compitió en 250 cc, para probar lo lejos que podía mandar la bola de golf Sergio García con su drive e incluso para celebrar una 'rave' que terminó convirtiéndose en una protesta contra el despilfarro de medio centenar de miembros de Esquerra Unida... con todo, el más original consistió en su utilización como espacio cinegético donde llegaron a cobrarse 600 conejos en una batida. Fue necesario esperar hasta febrero de este mismo año para ver aterrizar y despegar al primer aparato. Y era de pruebas.Indudablemente, hay una parte de mala suerte en todo lo que le pasa a este aeropuerto, convertido en paradigma de los años más locos de la economía española: que ahora resulte que, antes de que haya entrado en funcionamiento, sea preciso acometer obras para que pueda recibir aviones grandes, o que la Guardia Civil meta mano al halconero encargado de mantenerlo libre de animales por contrabando de especies protegidas, es como para llorar.La historia de esta infraestructura, llamada a convertirse en puerta de entrada de miles de turistas con rumbo a Marina d'Or y a toda la costa de Castellón y que sigue sin fecha de apertura, no sirvió de escarmiento a otras iniciativas privadas (que, de una u otra forma, acaban pagadas con dinero público), que tampoco viven presentes muy gloriosos. Ciudad Real es buena muestra de lo que sucede cuando se le encarga un estudio de viabilidad a Hans Christian Andersen: concebido como punto de llegada para los visitantes de Las Vegas manchegas (El Reino de Don Quijote, un complejo con hoteles, casinos y tiendas que no llegó a levantarse), hoy está cerrado. Lo más relevante que allí ha acontecido ha sido el rodaje de alguna escena de 'Los amantes pasajeros', de Almodóvar y de la serie que recreó el accidente del vuelo JK5022 de Spanair. Costó mil millones.Tampoco le va mucho mejor, de momento, al segundo aeropuerto de Murcia, construido a 35 kilómetros del de San Javier por 266 millones. Ahí espera cerrado. El de Lleida, que completa este póquer de bases privadas, al menos está abierto: dos salidas a Palma y dos llegadas de la isla a la semana, y se supone que en invierno lloverán esquiadores británicos para alegrar las cuentas. La ruta inaugural (2010) era Lleida-Barcelona, operada por Vueling, supuestamente para enlazar otros vuelos a cualquier parte del mundo. Sirvió, en cambio, para que muchos abuelos barceloneses recibiesen su bautismo aéreo: les llevaban en coche hasta allá, les recogían en El Prat, y a casa. No está mal por casi cien millones de euros.El de Teruel constituye la única excepción, a la espera de comprobar el resultado de su apuesta (de 50 millones): consagrado al uso industrial, está destinado a ser centro de mantenimiento, almacenamiento y reciclado de aeronaves.El panorama en la red pública tampoco es demasiado alentador: la pérdida de pasajeros de avión -con un descenso del 16,1% acumulado durante la primera mitad de 2013-, ha hecho mucho daño a los aeropuertos que gestiona AENA (46, más los helipuertos de Ceuta y Algeciras). A esa situación se suma el declive imparable de Iberia, considerada en su día compañía de bandera, que sigue perdiendo destinos y usuarios: ya es la cuarta del país en número de clientes (1,2 millones en septiembre), por detrás de Ryanair (3,3), Vueling (2,4) y Air Europa (1,3). Como consecuencia de todo ello, Barajas, rey indiscutible del sistema aeroportuario español, ha llegado a verse superado en cifras de viajeros mensuales por El Prat. Si ésa es la situación en la parte alta de la tabla, es fácil suponer lo que pasa debajo.¿Hay alguno rentable?«Más o menos, puede decirse que solo son rentables los diez mayores aeropuertos del país; el resto vive de la caja común», explica Javier Ortega Figueiral, consultor jurídico aeronáutico. «En España, incluso los pequeños tienen estructura de gran aeropuerto. Es algo así como tener abierto un gran restaurante para atender un cliente al día: hay que pagar al personal, hacer frente a los gastos, comprar alimentos,... al final, resulta más rentable pagarle la comida en otro sitio».Aena reúne en su Grupo III a los aeródromos con menos de 500.000 pasajeros al año. Son 18. El año pasado ya se vieron afectados por medidas de ahorro como reducir el horario operativo, ajustándolo a los vuelos, y adecuar las necesidades a los servicios (limpieza, mantenimiento, seguridad...). Aún así, es complicado soportar el peso de infraestructuras de este tipo con una actividad ridícula. Es lo que pasa cuando se consiente que comunidades como la gallega o la vasca cuenten con tres aeropuertos, o que las distancias entre unos y otros sean mínimas, con apelotonamientos de hasta cinco ejemplares en un radio de 150 kilómetros: no hay líneas para todos.Logroño, por poner un ejemplo, tiene una conexión diaria con Madrid: una salida y una llegada. Y a veces, ni eso: en septiembre, unas y otras sumaron 45 operaciones para transportar 846 viajeros, así que la media por vuelo fue de 18,8. Piénsese que para dar servicio a esta clientela hay diez empleados de Aena, ocho controladores que se van turnando, y todas las subcontratas a cargo de limpieza, seguridad y mantenimiento, y eso sin contar con la Guardia Civil. El único consuelo posible hay que buscarlo en que esta base 'solo' costó 18 millones.¿Qué se puede hacer? Ofelia Betancor, profesora de la Universidad de Las Palmas e investigadora de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) es tajante: «Cuando está claro que la sociedad pierde más de lo que gana manteniendo una infraestructura (que no debió construirse) abierta, habrá que contemplar la opción del cierre parcial o total». A ver por cuál se empieza.La mejor forma de atraer vuelos a un aeropuerto es pagar a las compañías para que operen allí. Entre 2007 y 2011, las distintas administraciones gastaron casi 250 millones en promocionar terminales. Desde esa fecha, las ayudas son más difíciles de detectar, y se camuflan como gastos de promoción turística: se puede bautizar un avión con el nombre de la comunidad o contratar publicidad, por ejemplo.Hay quien considera que aún faltan sitios donde aterrizar en Madrid: Barajas, Cuatro Vientos y Torrejón no deben de ofrecer espacio suficiente. Existe un proyecto para construir otro más en El Álamo por algo más de 200 millones. Como la excusa de los Juegos Olímpicos ya no sirve, aún se puede utilizar la de Eurovegas, si Sheldon Adelson no recula.¿Se imagina aterrizar en su avión, salir de la pista por una desviación y conducir tranquilamente hasta su casa? Esa posibilidad, antes solo al alcance de John Travolta, puede ser realidad en el complejo residencial Air Park de Alhama de Murcia. Los cálculos, realizados en tiempos de optimismo, daban por seguro que habría un montón de interesados: entre pilotos y entusiastas podrían levantarse más de mil viviendas. En diez años han debido de edificarse tres o cuatro.El aeropuerto de Huesca-Pirineos registró los datos más deprimentes del pasado mes de septiembre. Las 131 operaciones (aterrizajes y despegues) que tuvieron lugar allí se saldaron con dos pasajeros transportados. El siguiente clasificado es Albacete: 34 vuelos y 85 viajeros.
domingo, 13 de octubre de 2013
HOY CORAZÓN Bretón se queda sin 'PlayStation',. / LA GACETA, TRASPASO AEROPUERTO,.
TÍTULO; HOY CORAZÓN Bretón se queda sin 'PlayStation,.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario