martes, 1 de octubre de 2013

HOY LE TOCA A , VALVERDE HACE LLORAR A PURITO,./ MARQUEZ ELIMINA A PEDROSA,.

TÍTULO; HOY LE TOCA A , VALVERDE HACE LLORAR A PURITO,.

CICLISMO / MUNDIAL DE FLORENCIA

Valverde hace llorar a 'Purito'-foto.

Valverde hace llorar a 'Purito'
Tras siete horas y media de diluvio, se abrió el cielo de Florencia, donde, trazado por un compás, brilló el arcoíris. Venía de la península Ibérica. Todo indicaba que procedía de España, que la medalla de oro del mundial era para 'Purito', el que rompió la carrera, o para Valverde, el más rápido. Pero no. El arcoíris era portugués. Ese maillot multicolor lo llevará Rui Costa durante un año. Por listo y por exprimir bien el error de vigilancia de Valverde.
A dos kilómetros de la empapada meta de Florencia, la selección española paladeaba ya el triunfo. Todas las combinaciones le daban la victoria. 'Purito', con unos metros de ventaja, pedaleaba hacia el oro. Detrás, el agotado Nibali y el zorro Rui Costa venían bajo las riendas de Valverde. Atados por el murciano, más veloz que ellos. Era la ecuación perfecta: 'Purito', el que había roto el Mundial en la última subida a Fiesole, iba a recibir la medalla que merecía. Y Valverde, a rueda de Nibali y Rui Costa, se quedaría con la plata. Sólo un error, un tachón, podía emborronar la página. Y sucedió: Valverde se equivocó.
En la trazada de una inofensiva curva a 1,5 kilómetros del final dejó coger unos metros a Rui Costa, el más débil de los cuatro, el más listo. El murciano le conoce bien, comparten equipo (Movistar), sabe de su instinto, pero no tiró a por él. Pensó, mal, que 'Purito' tenía ventaja de sobra. Erró. Y de su error nacieron las lágrimas que 'Purito' derramó en la meta, desconsolado tras perder ante Rui Costa el oro que no supo proteger Valverde. Más que ganar la plata con 'Purito' y el bronce con Valverde, España perdió el oro. El que lucirá Rui Costa, el primer portugués que se sube al arcoíris.
El éxito de lograr dos medallas acabó en llorera. El desconsuelo de 'Purito'. No hallaba postura en el podio. La barbilla trémula, los ojos rojos, la garganta anudada. Quería irse de allí, que apagaran las luces para llorar a solas, para maldecir, para tirarse de los pelos por semejante ocasión perdida. Había sido el mejor del Mundial y no es campeón del mundo. No le cuadraba. «Perder de estar forma es estúpido», repetía. Inconsolable. «Teníamos mayoría, yo era el más fuerte. Todo era sencillo y se nos ha ido. Claro que duele. Yo lo he hecho todo pefecto». Zumo amargo en sus palabras.
Tenía un culpable: Valverde, su antiguo líder, su rival desde que, para volar libre, se fue a otro equipo. Llevan años a tortas en cada carrera que les cruza. Son parecidos. Tienen los mismos objetivos. Ayer, los dos querían el oro. Y oro sólo hay uno, el de Rui Costa. «Valverde tenía que haber salido cuando han ido a por mí. ¿Por qué no lo ha hecho? Es la vida». Frase típica de funeral. Así acabó ayer España, la mejor selección, la mejor camada, la que más medallas ganó..., la que dejó escapar el oro. Lloraba 'Purito'. Con razón.
Italia fue quien controló la carrera. Tenía un as, Nibali. Todo por él. Las diez vueltas al calado circuito final eran lo suficientemente duras para dictar la selección. Pero el arcoíris no estaba con Nibali. Se cayó a tres vueltas del final. Tremendo rasponazo. Cuando se levantó parecía derrotado. No. A rueda de los coches, regresó al grupo. 'Purito' rentabilizó la precaución de Nibali en el descenso de Fiesole y arañó unos metros más. En el muro resistió. Pero Nibali le cazó en el descenso. Eran ellos dos, más Valverde y Rui Costa, el que más pareció sufrir en el repecho, el que amasaba una idea, el que sabe ganar sin ser el mejor.
El portugués se agazapó mientras Nibali le pedía ayuda. Se escondió. Nibali se inmoló tirando a por 'Purito', que había vuelto a irse y ya estaba en el kilómetro final. A una recta del oro. O lo ganaba él, o, si le atrapaban, lo ganaba Valverde, más esprinter que Nibali y Rui Costa. Eso venía rumiando el luso. El menos vigilado por Valverde. Se le fue, como sin querer. «No tenía piernas para seguirle», alegó el murciano. 'Purito' no le creerá nunca. 

TÍTULO;  MARQUEZ ELIMINA A PEDROSA,.

La historia la escriben los vencedores, y como tal quedará en el recuerdo la gesta titánica de Marc Márquez, que marcha lanzado a por el Mundial de MotoGP en su año de debut después de su victoria en Motorland. Sin embargo, en la letra pequeña, quedará para siempre la acción de Alcañiz y el amargo lamento de Dani Pedrosa, que voló por los aires después de que su impetuoso compañero le tocase en una frenada, dañando el sensor del control de tracción de la Honda. Era la chispa que faltaba para una guerra civil en la casa de Nakamoto. Los pellizcos ahora son bofetadas, y el fogueo ha sido sustituido por armas de gran calibre.
Pedrosa, el día de su cumpleaños, en el momento en el que parecía dispuesto a dar un golpe en la mesa, quedó eliminado de la lucha por el campeonato por un error de su colega de garaje. Y estalló. «Jorge (Lorenzo) y yo también sabemos ir pasados de vueltas. No todo vale. Marc siempre va muy al límite cuando tiene pilotos delante. Los que tenemos experiencia intentamos calmar a los que no la tienen. Dirección de carrera hace la vista gorda». Frases de un deportista que en su día también se equivocó, como cuando tiró a Hayden en la lucha del americano con Rossi por el Mundial de 2006. Siete años después su voz suena tan experimentada como abatida. De nuevo éste tampoco será su año, uno más del eterno aspirante, pero de sus amargas palabras emerge un mensaje de alerta, probablemente la mayor de las enseñanzas, las que ahora lideran él y Lorenzo, las que claman prudencia por haber padecido desgracias en sus propias carnes por culpa de comportamientos excesivos en un deporte de riesgo.
Tampoco conviene olvidar que son ellos, otrora enemigos irreconciliables, los principales perjudicados, deportiva y extradeportivamente, por el terremoto que ha supuesto la llegada de un caníbal a la categoría reina, la nueva mina de oro del motociclismo. Márquez no hace prisioneros. Motorland era el primero de cuatro circuitos consecutivos favorables a la Honda, y el de Cervera se plantó en Alcañiz con el objetivo de no dejar pasar la oportunidad.
Toque y lío
Ni siquiera la salida prodigiosa de Lorenzo, una más, tuvo efecto tranquilizante en el '93'. Él y Pedrosa se quedaron a poco más de un segundo, y cuando Dani dio el paso de adelantar a Marc, éste no tuvo ningún problema en seguir su rueda y neutralizar la ventaja de la Yamaha. En la vuelta seis ocurrió el desastre. Involuntariamente, Márquez acababa de suprimir de la ecuación a su compañero. La acción, de forma aislada, no deja de ser un lance, pero contextualizada encontramos muchas veces al mismo piloto en el mismo lugar de las polémicas. Dirección de carrera se reunió, pero no tomará una decisión al respecto hasta tener en su poder el informe técnico.
El daño estaba hecho y no se podía rebobinar para arreglar la situación, así que Márquez se centró en culminar el trabajo, que no era otro que dar caza a Lorenzo. El mallorquín vio en las pizarras que se acercaba la tormenta, e hizo lo que no acostumbra, mirar de reojo para ver cuánto iba a tardar en llegarle un hachazo inevitable. Fue poco, y hasta indoloro. Márquez pasó sin oposición y se marchó a por 25 puntos de oro. Tras él un resignado Lorenzo volvía a sumar un segundo puesto y continúa por la única senda que conoce, la del trabajo y la de obligar a sus rivales a darlo todo hasta la última bandera de cuadros si quieren arrebatarle su corona.
Tras ellos, quedaba la lucha por el tercer lugar del cajón. Allí, Bautista buscaba cerrar un fin de semana perfecto para el motociclismo español, con nueve podios de nueve posibles. Sin embargo, de nuevo Valentino Rossi volvió a entrometerse en su camino. Muy lejos de donde debería estar, Il Dottore sigue decorando a base de retales un Mundial que puede suponerle de una vez por todas dejar de contar con él para nada que no sea colarse en los puestos de honor bajo circunstancias excepcionales. Es un mito, una leyenda, pero ya no está al nivel de los que pelean por campeonatos, de un Márquez que aventaja en 39 puntos a Lorenzo y en 59 a Pedrosa. A falta de Malasia, Australia, Japón y Valencia, son números que se antojan completamente insalvables para Dani y difícilmente abordables por Jorge. Cuatro citas, tres con claro favoritismo 'alado' y una traca final en Valencia a la que sería milagroso llegar con el campeonato en juego.

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