foto, Rosendo dice que estamos agobiados "con el desastre político que vivimos"
El poeta urbano por excelencia, Rosendo Mercado,
recupera su sonido más icónico, la denuncia social y la rima pegadiza
con "Vergüenza torera", un disco repleto de letras políticas que ha
considerado "inevitable" y que publica mañana, uno de octubre, con la
"satisfacción del trabajo bien hecho".
"Estamos todos
agobiados con el desastre político que vivimos y no he podido evitar
volver a cantar sobre lo que vivo a diario", ha dicho hoy Rosendo sobre
su último trabajo en una entrevista con Efe.
No
recuerda bien si es su decimoquinto disco o si ha alcanzado ya el
decimosexto, pero lo que Rosendo (Madrid, 1954) tiene claro es que si no
le queda mucho que decir, al menos sí conoce diferentes formas de
cantarlo.
"Es cierto que en mis discos los temas se
repiten; por ello trato de contar lo mismo con estilos diferentes", ha
señalado este viejo rockero que ha confesado que ya no tiene edad para
innovar demasiado.
De este modo, "Vergüenza torera"
recupera el toque mágico de la guitarra y esa forma de escribir tan
particular que radica en "confundir y obligar a leer las letras varias
veces para descubrir el auténtico significado".
Un
sello de identidad que le ha convertido en icono del rock español y que
se mantiene presente incluso en el título de este nuevo álbum, con un
nombre que "da pie a un doble sentido en el que se habla tanto del
pundonor como de la poca vergüenza".
De nuevo, los
poemas urbanos y el alma de rock confluyen en un sonido puro, esencia de
Rosendo, que denuncia con ironía y un ritmo pegadizo el poder de los
ricos, aunque el cantante ha reconocido que su intención inicial se
alejaba de las composiciones políticas.
"Trato de
huir de la actualidad porque las canciones son para siempre, pero mis
discos son un diario en el tiempo y, al final, siempre escribo sobre lo
que se está viviendo", ha comentado un Rosendo más enfadado que nunca
con la situación económica actual.
Así, este viejo
rockero, que lleva 40 años dedicados a la música, arrastrará el rechazo
social por cada escenario, combatiendo contra la clase política y la
corrupción acompañado de un auténtico tributo al rock & roll en el
que la guitarra ruge con libertad.
Rosendo cumplirá
en febrero 60 años y piensa ya en la jubilación, sin embargo sus
canciones se mantienen imperturbables en el tiempo, siempre cantadas a
coro por sus incombustibles seguidores, cada vez más jóvenes, que
disfrutan con el sonido desgarrado y ronco de este madrileño.
"En mis conciertos ha habido ya varios relevos generacionales, pero es
lo que tiene el rock & roll, que es la música de la calle, de la
energía y la mala leche, y siempre hay gente a la que le llegan estos
mensajes", ha declarado.
"Vergüenza torera" mantiene
ese espíritu de lucha, que habla sin tapujos de la situación actual de
crisis y está compuesto en exclusiva por Rosendo, a excepción de la
canción "A remar", obra de su hijo Rodrigo Mercado, que se atreve con un
estilo más acústico en el que un cuarteto de cuerda es protagonista.
"He colaborado en varias ocasiones con mi hijo porque me gustan sus
juegos de vocabulario y esta canción se prestaba a ello", ha confesado
el de Carabanchel.
Pese a ello, "Vergüenza torera"
mantiene el carácter particular de Rosendo, capaz de robar un suspiro a
todos aquellos que descubran al ritmo de sus melodías que, pese a que la
vida golpee con fuerza, los viejos rockeros nunca mueren.
El compositor se encuentra inmerso desde agosto en la gira "Mentira me
parece", con la que llevará estas nuevas composiciones por cada rincón
de España hasta diciembre; "disfrutando de la carretera" y sin olvidar
jamás las canciones que le han convertido en leyenda como "Hombre
singular" o "Agradecido".
De este modo, Rosendo
continuará enviando un mensaje de protesta envuelto en unos acordes
vibrantes, superando el nerviosismo que siempre, ha dicho, sentir sobre
el escenario y demostrando así, una vez más, que denunciar la injusticia
es su única manera de vivir.
TÍTULO; SANGRE, RACISMO Y AVARICIA EN EL ARTICO,.
«El racismo y la xenofobia hacia los lapones existe, es un
problema muy real». Lo asegura el periodista francés Olivier Truc (Dax,
1964), corresponsal en Escandinavia de 'Le Monde', 'Le Point' y otros
grandes medios franceses. Con base en Estocolmo desde 1994, trató a
Stieg Larsson y es un excepcional conocedor de la realidad del pueblo
sami, lapones para el resto del mundo. Lo que comenzó como una serie de
reportajes para 'Libération' sobre la etnia que habita remotas y gélidas
latitudes árticas, su ancestral forma de vida y la curiosa Policía de
los Renos, derivó en un documental y después en la primera novela de
Truc, 'El último lapón' (Destino).
Es una intriga en torno al brutal asesinato de un pastor de
renos en el corazón helado de la tundra. Una trama que se remonta a los
orígenes de este milenario pueblo nómada y que, al tiempo que desvela
su compleja idiosincrasia y algunos de sus secretos, denuncia la
implacable y salvaje colonización del norte helado, el expolio de sus
ricos recursos naturales y el desprecio de sus conciudadanos, sajones y
puritanos del Sur, hacia esta milenaria etnia.
«España es el segundo país en que se publica la novela, que
aparece el año que viene en Suecia, y en unas semanas en Noruega y
Finlandia y otros siete países. Quizá entonces tenga que pedir asilo
político aquí», bromea Truc, que se ha servido de la eficaz herramienta
de la novela negra para denunciar la colonización «pura y dura» de
Laponia y derrumbar de paso el mito de la Escandinavia respetuosa con
los derechos de las minorías y gran valedora de la igualdad y los
derechos civiles.
Los sami son supuestamente ciudadanos de pleno derecho,
pero la realidad es que son despreciados por muchos escandinavos. «Lo vi
claro cuando un movimiento de indignados organizó una protesta contra
una mina de hierro en el corazón de la Laponia sueca. Hay una guerra
entre la industria minera que explota los recursos y un modo de vida
tradicional. Internet se llenó de comentarios racistas». «El problema es
real. La extrema derecha quiere que les recorten los derechos y
consideran que hay discriminación inversa, que se les trata mucho mejor
que a los suecos y a los noruegos de a pie», denuncia Truc.
Cara oculta
Para penetrar en ese mundo insondable, Truc ha creado una
pareja de policías, un clásico en el mundo de la intriga y la novela
policíaca, que recuerda a los Bevilacqua y Chamorro de Lorenzo Silva.
Klemet Nango es un oficial de la específica Policía de los Renos -que
existe solo en Noruega y que Truc extiende a toda Escandinavia- con
sangre sami en su venas y un mar de contradicciones. Le da réplica Nina
Nanmse, una novata rubia con cabellos de oro y ojos de acerado azul,
destinada a esta desangelada latitud ártica desde el rico y desentendido
Sur noruego y que desconoce todo sobre este pueblo nómada, la única
etnia aborigen nórdica.
Truc sabe de qué habla. Pasó varios meses entre los sami,
en la inacabable noche polar rota por bellas auroras boreales. «Dormí,
comí y viajé con ellos, moviendo rebaños de renos en motos de nieve»,
explica. Conoció de primera mano los conflictos entre los pastores de
renos, los agricultores de las tierras de pasto y la avara industria
energética que busca valiosos recursos en la tundra. «Los sami me
mostraron sus tradiciones, me contaron sus historia, me desvelaron la
Laponia oculta y dinamitaron esa visión glamurosa e idílica de trineos y
nieve que exportan los países nórdicos, tan presuntamente respetuosos
con unas minorías a las que maltratan».
Los motores de la historia son el asesinato del pastor sami
Mattis y el robo de un tambor ritual de un chamán, todo un símbolo del
histórico expolio y el desprecio hacia una cultura ancestral. «En todo
el mundo existen 71 de estos tambores rituales, a través de los cuales
los lapones establecen contacto con sus dioses. No hay ni uno en
Laponia. Están en museos de Oslo, Estocolmo y en colecciones privadas de
Alemania. Recuperarlos es una vieja reivindicación de los sami»,
asegura Truc.
«La novela negra se ha inventado para los periodistas
frustrados», argumenta divertido Olivier Truc. «Soy periodista desde
hace 30 años y mi religión son los hechos, de modo que es formidable
disponer de un marco como la novela de intriga para profundizar en los
temas que apenas se apuntan en informaciones y reportajes», dice Truc.
Confiesa no ser un gran lector de novela policíaca, pero con su
irrupción en el género ha logrado el premio de los lectores Quai du
Polar y el Prix Mystère de la Critique 2013, y anuncia que seguirá con
la saga.
Con esta ficción policíaca quiso contrarrestar el
desinterés de la prensa escandinava por la cultura lapona y denunciar la
dualidad de un discurso oficial que, lejos de defender los derechos de
un pueblo y una cultura olvidada, se apropia con avaricia de sus ricos
recursos naturales. «Estallará el conflicto entre la industria minera
que se apodera de los pastos y los ganaderos que pastorean renos desde
tiempo inmemorial», vaticina. Para Truc, sufren una colonización
salvaje, por más que suecos, noruegos y finlandeses, tan críticos con
otros abusos colonizadores, «no quieran ver la viga en su propio ojo y
expolien con codicia sus recursos durante siglos».
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