«Con cada crisis cambia el rostro del crimen»
El escocés Craig Russell publica una nueva entrega de la serie que protagoniza su macarra y violento detective Lennox
La crítica dice que las novelas de Craig Russell (Fife,
1956) son «de un negro muy intenso». El autor escocés está de acuerdo.
En este registro canónico del género «negro puro» presenta al lector
español 'El sueño oscuro y profundo' (Rocaeditorial), tercera entrega de
la serie de su detective Lennox. Es un ser políticamente incorrecto
«que hace lo correcto». Macarra, violento, mujeriego, despiadado,
irónico, resentido, está muy lejos de la elegante línea de intriga
deductiva y nada sanguinolenta que inauguró Sherlock Holmes. Se aproxima
al Marlowe más truculento de Chandler y a otros referentes de la época
dorada del 'noir' estadounidense, como 'Cosecha roja' de Dashiel
Hammett.
Lennox es un lobo solitario distanciado de su rica familia
canadiense, un excombatiente que investiga en el sombrío Glasgow de los
años 50 un truculento asesinato que destapará la inmundicia que desborda
las alcantarillas del hampa escocesa, para la que a veces trabaja. Es
un tipo duro en una dura ciudad que atraviesa tiempos duros.
Antes que narrador policíaco Russell fue agente de policía,
corrector de textos y creativo de una agencia de publicidad. «Quería
ser escritor desde los doce años», de modo que su andadura profesional
fue un camino hacia su actual oficio. Los lectores sancionan sus novelas
con ventas millonarias y la crítica elogia su estilo adusto, directo,
dinámico, descarnado y fiel a las claves del género.
El detective, que se tiene a sí mismo por «un cínico hijo
de puta», protagonizó antes 'Lennox' y 'El beso de Glasgow'. En esta
entrega investiga en el infernal Glasgow de los tristes 50 un macabro
asesinato ocurrido muchos años antes y que implica a lo peor de las
mafias que operan en la ciudad escocesa. Lo hará «en un tiempo muy
oscuro, cuando Europa no podía aún soñar con recuperarse de la heridas
de la segunda guerra mundial que dejaron una huella muy profunda en
Lennox, excapitán del ejército canadiense», explica Russell. «La novela
negra es un barómetro social muy exacto, un espejo fiel de las
situaciones de crisis como la que vivimos ahora. Y con cada crisis
cambia de manera sustancial el rostro del crimen. Una situación como la
que se vivía en aquel Glasgow húmedo, pobre, negro y literalmente al
borde del abismo», dice Russell, que ha participado en el Hay Festival
de Segovia.
Su detective se mueve como pez en el agua en los ambientes
turbios y cargados de una gran urbe nebulosa y de salvajes contrastes,
castigada por la pobreza y la crisis. «Una ciudad literalmente negra,
muy americana, que se alzó al tiempo que Boston, que estaba en plena
decadencia, como el imperio británico, y en la que campaban la pobreza y
la violencia de todo género, incluida la policial y la institucional»,
resume.
Su otro gran personaje de ficción, el inspector de Policía
Jan Fabel, al que ha dedicado otra serie, trabaja en la también oscura,
brumosa y delincuencial ciudad de Hamburgo. «Fabel es un tipo normal,
sin mayores problemas, una persona ordenada y un policía de orden,
mientras que Lennox está en constante lucha contra sí mismo para dejar
el lado turbio de la vida y los traumas de la Segunda Guerra Mundial»,
explica Russell. «Fabel es para una tarde de charla, Lennox para cruzar
la noche», ironiza.
Como ocurrió con Fabel, el cine se fijará en este
atrabiliario detective al que su autor pondría las angulosas caras del
fallecido Jack Palance o del danés Mads Mikkelsen, malote habitual en la
pelis de James Bond. Lennox es un tipo frío, nada amable con las
mujeres «sin llegar a ser misógino», con cierto sentido del humor y
mucha ironía. «Curiosamente gusta mucho más a las mujeres que a los
hombres», según su creador.
«Mientras que Sherlock Holmes habría utilizado el intelecto
y una gorra de cazador para resolver sus casos, yo habría empleado más
bien los músculos y una cachiporra flexible. Y para ser franco, había
llegado a disfrutarlo un poquito más de la cuenta y quería alejarme de
ello», explica el propio personaje, un mercenario que, por lo común,
trabaja en desapariciones y asuntos de poca monta como robos y
divorcios.
TÍTULO; LA ORQUESTA DE EXTREMADURA LLENA EL TEATRO DE ZAFRA,.
SOCIEDAD
La Orquesta de Extremadura llena el teatro de Zafra-foto,
El concierto formaba parte de las actividades de la Feria Internacional Ganadera de la localidad pacense
El Teatro de Zafra acogió el pasado sábado un
extraordinario concierto de la Orquesta de Extremadura, que estuvo
dirigida por Álvaro Albiach. El auditorio estaba completamente lleno al
venderse todas las entradas para el mismo.
Es habitual que la Orquesta de Extremadura participe dentro
del programa de actividades de la Feria Internacional Ganadera (FIG) y
Tradicional de San Miguel y por ello, crea siempre una gran expectación
entre los segedanos. Un concierto que fue organizado conjuntamente por
el Ayuntamiento de Zafra y la Obra Social de Caja Badajoz-Caja 3. Al
acto asistieron la alcaldesa de Zafra, Gloria Pons Fornelino y
diferentes concejales de la corporación municipal; así como el comisario
de la Feria Internacional Ganadera y 560 Tradicional de San Miguel,
Santiago Malpica y representantes de la entidad Caja Badajoz, entre
otros ciudadanos.
El programa comenzó con la obertura de la ópera Idomeneo,
rey de Creta, de W. A. Mozart; Sinfonía en Re menor para gran orquesta,
de Juan Crisóstomo Arriagade y tras el descanso, la obertura de Las
Hébridas, de Mendelssohn, y la Sinfonía nº 100 de Franz Joseph Haydn,
conocida popularmente como la Sinfonía Militar.
El coordinador-asesor musical de la Orquesta, Pascual
Climent Mata, resaltó que Zafra es una de las ciudades «más musicales»
de toda Extremadura y para la Orquesta de Extremadura «es un lujo venir a
esta ciudad». Aseguró que «el que fuera presidente de Juventudes
Musicales, José Cabezón, se encargo de hacer un trabajo fantástico en
esta ciudad con la asistencia de la Orquesta de Nacional España en
varias ocasiones, agrupaciones y orquestas de todo tipo y antes de
iniciar el concierto diez minutos estaba ya lleno el auditorio».
Climent, que se ha mostrado ilusionado ante la nueva
temporada musical de la Orquesta de Extremadura, apostilló que tras el
concierto de Zafra, tendrá lugar otro en colaboración con la Unidad de
Música de la Guardia Civil el 5 de octubre. «Además, iniciamos el primer
concierto de abono el 10 de octubre que se desarrollara hasta junio con
14 conciertos», subrayó.
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