lunes, 8 de diciembre de 2014

LOS LEONES, Los atributos de Kim,./ NOCHE SEXO, TENGO PSICOLOGO,.

TÍTULO: LOS LEONES, Los atributos de Kim,.

Los Leones--foto,.

Estoy segura de que todos los lectores habrán adivinado inmediatamente quién es la Kim que da título a este artículo y cuáles son los atributos que la han hecho rica y famosa. Exactamente, me refiero a Kim Kardashian y, muy especialmente, al atributo que la ha llevado a las portadas de casi todos los medios mundiales. ¿Su genio literario? ¿Su sensibilidad humanitaria? ¿Su destreza musical? ¿Su impactante oratoria? Pues no, su trasero. Probablemente, el trasero más famoso del planeta y cuya exhibición pública ha coincidido en el tiempo con otros hitos mediáticos protagonizados por mujeres.
El calendario Pirelli, por ejemplo, que no por ser más propio de revistas porno deja de suscitar un apasionado interés en medios de comunicación perfectamente respetables. O las sabrosas historias de la expareja del presidente francés, Valérie Trierweiler, que también se está haciendo millonaria, algo menos que Kim, por titulares como ese de que François y ella hicieron el amor por primera vez en un hotel de dos estrellas que pareció demasiado vulgar a François. Y no he sabido todo lo anterior por los programas del corazón sino por los periódicos, muy serios, que por trabajo y afi ción leo todos los días. Varios nacionales y varios internacionales. Por eso me irrita y me preocupa su impacto. Porque esa cobertura construye y difunde determinada imagen de las mujeres, de los atributos que les llevan a la fama y al dinero.
Sí, sé que también hay otras mujeres en las portadas. La canciller Angela Merkel, las tenistas Venus y Serena Williams, la diseñadora Miuccia Prada o, incluso, Drew Gilpin Faust, la primera mujer en alcanzar la presidencia de la Universidad de Harvard, o Ertharin Cousin, la directora del Programa Mundial de Alimentos. El problema es que, mientras sus equivalentes masculinos ocupan el 80% de las portadas y dejan a sus Kim un lugar bien reducido además de menospreciado, con las mujeres ocurre justamente al revés. Kim y compañía arrasan, como si eso fuera lo propio del género femenino.
Escribí un artículo sobre este problema hace unos dos años, cuando salió el correspondiente calendario Pirelli, y tengo la impresión de que las cosas no han variado. Que sigue la imparable ruptura de viejas barreras por parte de las mujeres en todos los espacios sociales, pero, sin embargo, permanece en los medios la imagen del pasado. Y cuando veo fantásticas iniciativas como esa de la editorial Alba dedicada a grandes mujeres y pequeñas lectoras, me pregunto por el lío mental de esas jóvenes lectoras. Les dicen que las grandes mujeres, las biografiadas en esa colección, por ejemplo, son personas como Coco Chanel, Frida Kahlo o Édith Piaf. Pero, después, las niñas encienden la televisión, abren el periódico de sus padres y a quien ven es a Kim. Y sus atributos.

María Byk TÍTULO: NOCHE SEXO, TENGO PSICOLOGO,.

No tengo novio, tengo psicólogo”. Así, tal cual, se lo solté a Natalia, una vieja amiga que sigue muy interesada mis desventuras amorosas, cuando nos encontramos para tomar una copa y reírnos de la vida y de nosotras mismas. Natalia estalló en carcajadas, y yo también. Lo malo es que es verdad. En lugar de novio, en estos momentos, tengo psicólogo. Y no por mis genes argentinos, que algo habrán infl uido, no lo niego. Al fin y al cabo, todas mis amigas de la infancia van al psicólogo como aquí vamos al dentista.
Hasta mi amiga Elke, una de las personas más equilibradas que conozco y con pareja estable y feliz, practica psicólogo desde que era jovencita, y con muchísima más fidelidad que el gimnasio. Pero yo soy mucho más española y lo del psicólogo ha sido una respuesta expeditiva, y un poco desesperada, a mis últimos desastres amorosos. Llevo varios este año y he llegado a la conclusión de que necesito un experto.
¿Y sirve de algo un psicólogo para arreglar los problemas del amor? Bueno, no te da grandes soluciones pero te explica lo que haces mal, que es lo que hacen los expertos. En su caso, te explica tus condicionantes infantiles, que son algo así como los genes. Al menos, a juzgar por la obsesión que tienen los psicólogos con la infancia.
Todo viene de la relación con tu padre y tu madre, y no hay manera de sacarlos de ahí. En nuestro caso, en el de las mujeres, de las vinculaciones con el padre. Y por si os puedo ahorrar el diagnóstico, según mi psicólogo, un padre frío y distante da lugar a dos tipos de comportamientos con los hombres. La actitud distante, o la dependiente, que es la mía. La de las mujeres que buscamos en los hombres, me dice, el cariño que nos faltó de nuestro padre y que nos lleva a desarrollar con ellos un comportamiento autocrítico y dependiente para ganar y conservar su amor. O algo así.
Ah! ¿Entonces, el 90% de la humanidad que quiere vivir en pareja y busca el amor ha tenido un problema de padre o madre frío y distante? Le pregunto. ¿Y la cultura no cuenta? ¿El amor como el sentido de la vida? ¿O las difi cultades de las mujeres profesionales para ser aceptadas por hombres incómodos con la igualdad? Insisto. Pero no hay manera de sacar a mi psicólogo de la teoría del padre y de la infancia. El resto de mi vida no cuenta.
Me rindo y le pregunto por la terapia. “Sé menos perfeccionista y autocrítica”, me recomienda. Que es algo así como que el médico te invite a fumar o a comerte todas las galletas de mantequilla que te apetezcan. O sea, que la culpa es de ellos. Que yo soy fantástica y no tengo que justifi carme todo el tiempo. Voy a obedecer a mi psicólogo, a ver si ellos se dan cuenta de que soy maravillosa mientras fumo y me como las galletas de mantequilla. Ya os contaré el resultado.

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