Tres expedicionarios y un monitor representan a la región en la Ruta BBVA 2015
Extremeños en el país de las esmeraldas / foto
Terminó en Bogotá, un mes después de arrancar en Madrid con la presencia de 170 jóvenes de 21 países
Los extremeños en Colombia
Allá por el año 2005, el cacereño Carlos
Alonso tuvo la suerte de cumplir 17 años en Perú. Y no lo hizo rodeado de sus
amigos habituales y su familia, sino del grupo de jóvenes de distintas partes
del globo que participaron en la Ruta Quetzal, ahora Ruta BBVA. Hace diez años,
como expedicionario, Carlos pudo visitar la Amazonia o conmemorar el V
Centenario del nacimiento de Miguel de Cervantes en Alcalá de Henares. Ahora,
como monitor, ha disfrutado de Colombia, tras haber recorrido parte del Camino
de Santiago en Galicia.
"La experiencia como expedicionario me marcó
bastante, fue un antes y un después para mí", decía a HOY en la plaza del
Obradoiro, en Santiago de Compostela. Tanto que decidió volver a participar:
ser monitor era la única opción. Con 27 años, una carrera de Veterinaria en la
Universidad de Extremadura a sus espaldas y después de trabajar varios años en
Reino Unido, Carlos ha vuelto a la Ruta BBVA para marcar un nuevo punto de
inflexión en su vida.
"He regresado en junio del extranjero y quiero
empezar una nueva vida, a ver si tengo suerte y puedo. La ruta me está ayudando
a desconectar", explica. Eso sí, antes tuvo que pasar un complicado
proceso de selección con duras pruebas físicas.
Además de este joven cacereño, tres extremeños
más han participado en la ruta del 2015 que terminó el miércoles en Bogotá:
María García Megías, de Almendral, y los hermanos Marta y Jaime Ochoa, de
Puebla de la Calzada. Hablan con el entusiasmo de la primera vez, con la
sonrisa de la sorpresa constante. Los tres son expedicionarios y lograron su
plaza gracias a trabajos literarios, aunque María estudia Arquitectura y
Filosofía; Marta, Derecho y Administración de Empresas, y Jaime, Medicina.
"Esto es increíble, apenas llevamos dos
semanas y es una familia", reconocía Jaime, que habla junto a su hermana,
a la que no ha visto mucho entre tanta actividad. "Somos 173 personas y a
veces es difícil coincidir", corrobora ella. "Llevemos unos días y
parece que llevamos toda la vida", añade Marta. El realismo mágico colombiano,
encumbrado por el premio Nobel Gabriel García Márquez, fue el eje del trabajo
que estos jóvenes pacenses presentaron para lograr su participación. Jaime optó
por centrar su historia en el pueblo de San Basilio de Palenque, fundado por
esclavos negros que se escaparon; mientras que Marta hizo un paralelismo con el
realismo del ruso Fiodor Dostoievski,
María, natural del Almendral ("ya vino otra
chica del pueblo", cuenta), se une a la conversación para reconocer que lo
que más le ha impresionado es que "somos todos diferentes pero tenemos las
mismas preguntas fundamentales", apunta risueña. Su creación literaria
estuvo centrada en el Camino de Santiago, del que han recorrido varias etapas,
pero sobre todo en la idea de búsqueda. "Viajar con una mochila y ya está.
Eso es lo quiero llevarme", simplifica. Al final, es una ruta.
Una ruta, eso sí, que no para de variar cada
edición. Este año, por primera vez, los expedicionarios son mayores de edad,
por lo que muchos de ellos acaban de cursar su primer año universitario.
"Ahora los chicos son más mayores, pero el espíritu se mantiene",
matiza Carlos Alonso. Hace diez años, él no compartió su cumpleaños por las
redes sociales porque apenas existían. Hoy, Marta, María y Jaime no las han
usado porque esta experiencia busca, sobre todo, el trato humano, dejando de
lado el cada vez más imperante mundo virtual.
"Es una pasada estar libre y desconectada
sin teléfono móvil ni ordenador, ayuda a evadirte", finaliza María.
Entre España y Colombia
Cartagena de Indias, el parque natural Tayrona,
Aracataca o el cañón del Chicamocha han sido algunas de las etapas colombianas
de la Ruta BBVA del 2105, que en su trigésima edición se ha titulado 'Aventura
en el país de las esmeraldas', y que al espíritu aventurero, histórico y
cultural que siempre tuvo ha incorporado con fuerza el emprendimiento social.
También fueron recibidos por su presidente, Juan Manuel Santos.
Antes de viajar a Colombia los expediciones
visitaron Ávila, Toledo, León o las Médulas, fueron recibidos por el Rey Felipe
VI y llegaron como peregrinos a Santiago de Compostela. En Madrid fueron
despedidos por el creador y alma máter de la ruta, Miguel de la Quadra Salcedo,
a quien su frágil salud no impide mantener un contacto con los jóvenes cada vez
que tiene oportunidad para recordar sus vivencias, hacer algunos apuntes sobre
los hechos y personajes históricos a los que se dedica o recordarles los
valores de una iniciativa que a muchos de ellos les cambiará la vida.
TÍTULO: REVISTA CAMPO - LA PREVISIBLE MEJORA DE LA CAMPAÑA DE ACEITE NO FRENA LA SUBIDA DE SU PRECIO,.
La previsible mejora de la campaña de aceite no frena la subida de su precio / foto
-
Los agricultores están inquietos, al igual que los consumidores, porque no hay existencias del año pasado y la aceituna será más cara
Axioma de la ley de la oferta y la demanda. A menos cantidad, precios más elevados. El ejercicio práctico de una visita a estanterías de supermercados e hipermercados confirma la teoría. Cualquier cliente que se haya acercado a ellas caerá en la cuenta de que el litro o la garrafa de cinco litros de aceite ha subido ya. Hasta dos euros, en el último caso, respecto a comienzos de mes. La tendencia es esa, para inquietud de consumidores y de los propios agricultores, quienes enfatizan que no desean cobrar mucho más sobre el precio de una campaña normal por el desplome de precios y de consumo que pueden sufrir en campañas venideras.
A las puertas de iniciarse la campaña de aderezo (aceituna de mesa), las previsiones apuntan a que hay más aceituna que la anterior, que fue nefasta, aunque todo dependerá si el final del verano y comienzos del otoño llega con agua. Si es así se consolidará esa positiva perspectiva. Y, en cuanto a precio, se pagará bastante menos a los agricultores que dejen aceituna para verdeo (donde habrá una cosecha sensiblemente inferior) que la de aceite.
El peso del olivar en nuestro país, también en Extremadura, es sobresaliente. España aporta el 72% de la cosecha de aceite de oliva de toda la UE y el 44% de la mundial. Cualquier movimiento, y más brusco, adquiere un mayor impacto ya sea en el bolsillo del consumidor o en el del agricultor. El último dato de la Fundación para la Promoción y el Desarrollo del Olivar sobre el precio del aceite de oliva virgen en origen es clarificador: ahora está un 60% más caro que el año pasado por estas mismas fechas. En números exactos 4.099,52 euros por tonelada. A mitad de julio estaba en 3.500 euros/tn.
Eso es así, de un lado, porque la campaña 2014-2015 fue muy mala y, de otra parte, no hay aceite almacenado. No hay existencias en las almazaras porque se ha colocado prácticamente todos en el mercado nacional y en el exterior. En consecuencia, ahora no hay aceite suficiente para un consumo habitual. Ello ha implicado, para empezar, que España importe hasta tres veces más y, como consecuencia final, que el litro de aceite virgen extra cueste más. Mucho más.
«La distribución y la venta debían haber empezado a subir el precio de forma paulatina el año pasado, cuando ya se veía que iba a ser una campaña nefasta. Pero no lo hicieron, ni tampoco en primavera y ahora llegará casi de golpe», aventura Antonio Prieto, responsable de olivar de la organización agraria UPA-UCE.
Especulación y espera
«No tenemos posibilidad ninguna de influir desde el ámbito del
consumidor. Además estamos expuestos a que especulen con su precio. Los
alimentos son cada vez más objeto de especulación. Es perfectamente
posible que un gran distribuidor acapare un gran volumen de aceite y lo
saque al mercado cuando lo desee», comenta Roberto Serrano, de la Unión
de Consumidores de Extremadura.Un tercer punto de vista llega desde los productores. «Si ahora se paga mucho por el kilo para aceite nos puede pasar lo mismo que a la uva de hace dos años. Eso no es bueno para el agricultor porque lo que pedimos es el precio justo y tampoco es conveniente porque el consumidor debe pagar mucho más y eso penaliza para el próximo año», añade Miguel Monterrey, presidente de la cooperativa Nuestra Señora de Perales, de Arroyo de San Serván.
El riesgo de que los precios se sigan disparando y acaben por asustar a los consumidores está latente en el campo extremeño. «Si el alza de los precios sigue, la gente puede tener la tentación de dejar consumir el mejor aceite y utilizar otros. Y después es difícil volver a recuperar lo que se pierde», agrega Monterrey. El consumo, en lo que va de año, ya muestra signos preocupantes. Ha caído un 19,6% respecto a 2014, según la Agencia de Información y Control Alimentarios.
De esta forma, el sector oleícola genera altas dosis de inquietud tanto en el sector productor como entre los consumidores. Dicen los expertos que esos problemas de escasez de aceite y precios altos los hay en todos los países productores además de España, como Italia, Grecia y Túnez y que hasta octubre no se podrá vislumbrar definitivamente el futuro a corto plazo.
Serán en ese mes cuando comience la nueva campaña de aceituna. En principio se estimaba que sería una buena cosecha, tras la ola de calor de mayo que estropeó buena parte de la flor del olivo y la falta de lluvia posterior, ya no parece tanto.
Aún así, los olivos extremeños, de forma general, están de nuevo cargados por el efecto de la becería. A un año malo o muy malo le sigue otro notablemente mejor porque los olivos vuelven a cargarse de su fruto, básicamente los de secano porque esa fluctuación en la producción se reduce al olivar de regadío. En todo caso, no se producirá bajada de precios en el litro de venta al público aunque llegase una campaña notable, auguran los expertos.
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