Zombis y nueces
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Madres pacenses recelan de las fiestas con frutos secos,.
Los mayores celebramos las castañas, las romerías de San Isidro y de la Virgen, las hogueras de San Jorge y las fiestas de las Carantoñas, el Pero Palo o el Jarramplas. Los jóvenes se apuntan a todo, ya sea el Extrepride, los Palomos Cojos, el Irish Fleadh, el Pop-Eye, Horteralia, el Mayorga Rock, San Patricio o los días del Orgullo Gay y del Orgullo Friki.
Las fiestas modernas arrasan y es lógico. El caso es pasárselo bien. Hace años, yo también criticaba la fiesta de Halloween y me indignaba al ver cómo acababa con nuestras tradicionales castañas. Pero no merece la pena enfadarse por que miles de extremeños se disfracen de brujas y de esqueletos (dicen que en Cáceres, las tiendas de disfraces venden más en estas fechas que en Carnaval). Las fiestas y las palabras son libres, las utiliza quien quiere y como quiere. Ya vendrán los académicos de la lengua y los antropólogos de las costumbres a limpiar, fijar, dar esplendor y formalidad a las novedades consolidadas.
En estos días de otoño, además de la americana fiesta de Halloween, nos hemos apuntado a la germana Oktoberfest, que se celebra en diferentes pubs y plazas de la región, y a las numerosas fiestas zombis, que, reconozco, no sé cuál es su origen, solo sé que mi hijo y su novia me espantan cada otoño con sus maquillajes espeluznantes. A mí me pareció ridículo que los dos se disfrazaran de esqueleto el pasado fin de semana, de muertos vivientes días atrás y que pasaran una tarde bebiendo cerveza porque resultaba que en Munich era octubre. Pero se lo pasan tan bien y yo soy tan aburrido que no me queda más remedio que bendecir su fiesta, como supongo que acabaron bendiciendo mis abuelos que mis padres salieran a la calle a ver el dragón y la lucha de moros y cristianos que se inventó el obispo Llopis en Cáceres hace más de medio siglo.
Sin embargo, hay fiestas que están resultando un tanto polémicas. Me refiero a la Fiesta del Otoño que celebran diferentes colegios de la región. Se trata de otro festejo, esta vez con trasfondo pedagógico, que organizan los claustros de profesores para celebrar la caída de la hoja, la cosecha de las nueces, las castañas y las avellanas y la entrada del frío, la niebla y las noches largas.
El sábado pasado, estaba comprándome unos mojicones en la pastelería Isa de Cáceres (en mi ciudad, los mojicones se regalan a las madres recientes y yo se los regalo los domingos de otoño a mi suegra para que me invite a chocolate), cuando entraron unos padres con unas niñitas y pidieron dulces que no llevaran frutos secos. Pensé en alguna alergia, pero una madre me contó después que todos los pediatras, «tanto los renombrados como los de andar por casa, recomiendan que los niños no tomen frutos secos antes de los siete años porque el riesgo de que aspiren partículas y les vayan directamente al pulmón es grande».
Paralelamente, a lo largo de esta semana, se han puesto en contacto conmigo madres de diversos colegios de Badajoz para comentarme que en sus centros escolares se celebran estos días fiestas del otoño y los profes piden a los niños menores de siete años que lleven frutos secos para compartirlos.
Dicen estas madres que esos días no llevan a sus hijos al colegio. «Ya sabe el miedito que nos da a los padres dar la nota en el colegio y quedar como unos quejicas, así que nos inventamos que están enfermos y así evitamos el peligro de las nueces, las castañas, las avellanas y los cacahuetes antes de los siete años», me contaban las madres, que prefieren no dar sus nombres. En fin, como ven, cada fiesta tiene su polémica.
TÍTULO: ¡ QUE TIEMPO TAN FELIZ ! TERESA ES DISTINTA A SIRA QUIROGA,.
Teresa es distinta a Sira Quiroga
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Adriana Ugarte regresa a televisión después del éxito de 'El tiempo entre costuras' con 'Habitaciones cerradas', que TVE estrena hoy. «No me cuesta aceptar proyectos
Desde que dejó de ser Sira Quiroga, la protagonista de 'El tiempo
entre costuras' (Antena 3), a principios de 2014, Adriana Ugarte
(Madrid, 1985) no había vuelto a asomarse a la pequeña pantalla. Pero
esta noche regresa con 'Habitaciones cerradas', la 'tv-movie' que TVE
estrena a las 22.15 horas. De nuevo interpretará a un personaje de
época, Teresa Brusés, que también está basado en una novela, el
'best-seller' homónimo de Care Santos. «Sigo con el mismo temor a que el
lector se frustre».
Otro personaje de época, ¿qué le atrajo?
Que me llamó Lluis María Güell, que fue mi padrino en televisión
cuando estuve en 'La Señora' (TVE). Él aborda las historias con mucha
elegancia y eso me atrae mucho. Por otro lado me excitaba que fuera otra
historia de época, ya que me parecía una oportunidad de estar muy cerca
en los tiempos de mis personajes anteriores pero que distara mucho de
ellos.
Es distinta a Sira Quiroga.
Son mujeres completamente distintas. Teresa Brusés tiene una
inocencia y una candidez tremenda, tanto es así que cuando vi la
película en el Festival de Tokio, donde fue premiada, me sorprendí de lo
puro y luminoso que era. ¡Parece que tengo 18 años!
La ven como a una mujer de los años 20.
Fíjate que lo ven en televisión solo, porque en cine siempre soy una
mujer contemporánea. Las series de época que he protagonizado han sido
las más bonitas y cuidadas que he visto, así que más que una cosa mía lo
atribuyo al destino o a la suerte.
Aquí su pareja va a ser Álex García.
Es de los compañeros más generosos con los que he trabajado nunca y
esto era muy importante. Teníamos que construir una historia de amor muy
potente porque al final lo que se va a producir es lo contrario, una
historia de violencia de género en los años 20. Por eso era interesante
la química entre nosotros.
¿Es una película denuncia?
Para mí sí. Además tiene el drama, algo que al espectador le duele
pero que tiene una labor sanadora reivindicativa y potente. La ficción
puede ayudar mucho.
También es la tercera novela que lleva a televisión.
¡Y no ha sido por intención! (risas). Pese al éxito de 'El tiempo
entre costuras' y lo contentos que quedaron los lectores de la novela,
sigo con el mismo temor: que el lector se haya imaginado de otra manera
la historia y se frustre. Lo mismo me pasa con la película 'Palmeras en
la nieve'. Pero en el caso de 'Habitaciones cerradas' creo que conserva
la esencia de la novela, aunque no puede profundizar mucho en la lucha
por aplastar las instituciones antiguas que refleja el libro.
La liberación del corsé.
Exacto. Los vestidos ya no te ciñen, son con corte a la cadera y los
hombres y las mujeres empiezan a disfrutar. Aunque Teresa va a seguir
vistiendo como a la antigua usanza. ¡Y muy asustada!
¿Qué otro personaje literario le gustaría interpretar?
¡Qué bonita pregunta! Me gustaría protagonizar 'El Amante', de
Marguerite Duras. Adaptándome a la edad y rasgándome los ojos claro
(risas).
Ahora es una 'chica Almodóvar'.
Terminamos de grabar 'Silencio', su próxima película, el 5 de agosto.
Fue una experiencia muy intensa, un drama muy fuerte. Pedro es muy
exigente.
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