EL DIA MUNDIAL DE LAS ENFERMEDADES RARAS,./ EXCURSION - CASA GRANDE DE DOÑA JOSEFA,. / NOCHE SEXO - CINE - ENTRE PIERNAS,.
TITULO: EL DIA MUNDIAL DE LAS ENFERMEDADES RARAS,.
La última revolución genética busca dar respuesta a las enfermedades raras,.
La técnica de edición de genes Crispr-Cas9 corregiría defectos en el
ADN y los científicos ya buscan formas de curar así los órganos
afectados, foto.
La biotecnología vive estos días una revolución tan grande y
sorprendente que, aunque tras ella puede estar la solución a muchas
enfermedades congénitas, todavía son pocos los afectados que saben lo
que se cuece en los laboratorios. Una nueva técnica de edición genética
denominada Crispr-Cas9, identificada hace tres años, ha hecho que
corregir el ADN defectuoso de las células en un animal vivo ya no sea
una utopía. Y aunque apenas se están dando los primeros pasos con ella,
los avances son cada vez más rápidos y los resultados cada vez más
sólidos.
"En dos años y medio hemos pasado de tener una técnica prometedora a
tener la certeza de que funciona", asegura Lluis Montoliu, investigador
del Centro Nacional de Biotecnología (CNB - CSIC) y miembro de la red
española de investigación en enfermedades raras. "Además, los avances
son tan rápidos que se nos van acabando las excusas para no usarlos".
Hasta la llegada de Crispr-Cas9, modificar el ADN era un proceso caro,
difícil y lleno de fallos. Demasiado arriesgado para casi cualquier uso
médico. Todavía, salvo una vez, solo se ha usado en animales.
En 2015, la revista Science calificó a Crispr-Cas9 como el avance
científico más importante del año. Por esas mismas fechas, los
principales organismos científicos de EE UU, China y Reino Unido
pactaron no usarla para modificar células germinales, las que transmiten
la información genética a los descendientes, por miedo a consecuencias
inesperadas. "Y quedó superado en dos meses", sostiene Montoliu.
A finales de este enero, tres equipos científicos independientes
hicieron público que habían logrado tratar la distrofia muscular de
Duchenne, una enfermedad degenerativa de origen genético que provoca la
desaparición de las fibras que forman los músculos, en ratones adultos.
Ninguno de los trabajos la había curado por completo, pero todos habían
conseguido recuperar capacidad y tono muscular. Uno de ellos, además,
logró evitar que la mutación que provoca la enfermedad se transmitiese a
su descendencia en cuatro de cada cinco casos.
Estos resultados son los que más entusiasman a Montoliu, que asegura
que la llegada de Crispr-Cas9 le ha traído una segunda juventud
investigadora. "Nos quedamos ensimismados con las posibilidades a nivel
embrionario, pero tenemos una herramienta terapéutica que puede
ayudarnos a tratar a los pacientes que tenemos hoy", afirma. "Tal vez no
consigamos una curación completa, pero en muchas enfermedades una
mejora de un 10% o un 20% es suficiente para elevar la calidad de vida
de los pacientes y de reducir su riesgo de muerte".
Inés Alves, veterinaria, madre de una niña de tres años con
acondroplasia -una enfermedad rara que provoca enanismo- y asesora
científica de la Fundación ALPE para afectados por esta dolencia,
también mira a Crispr-Cas9 con esperanza. "Probablemente no llegue a
tiempo para mi hija, pero sé que no estamos muy lejos de conseguir una
cura", asegura. "Y esta servirá para los niños que están naciendo ahora,
o que lleguen en los próximos años".
Como la acondroplasia ralentiza el desarrollo de los huesos durante
el crecimiento, cualquier intervención tiene que hacerse antes de que
los afectados dejen de crecer. "Antes de los 15 años", recalca Alves. "Y
cuanto antes, mejor". Hace unos meses, explica, habló con una de las
empresas que están empezando a desarrollar herramientas terapéuticas con
esta tecnología y le dijeron que esta dolencia, que se debe a una
mutación en un único gen, es una de las candidatas a tener una cura
pronto. "Al parecer, cambiar el ADN no es lo difícil; lo complicado es
hacer que Crispr-Cas9 llegue a donde tiene que llegar".
Conseguir que Crispr-Cas9 llegue a los órganos afectados no es
trivial, aunque ya hay propuestas. Cada tratamiento necesitará su propia
estrategia. Según a qué enfermedad afecte, habrá que corregir el ADN de
las células de la retina, los músculos, el cerebro o de cualquier
órgano. No todas serán igual de fáciles.
La primera enfermedad candidata a recibir un tratamiento con
Crispr-Cas9 es la atrofia de nervio óptico de Leber. El primer ensayo
clínico está previsto para 2017. Y, sin embargo, en la asociación
española de afectados por esta patología (Asanol) aún no habían oído
hablar de esta técnica, demasiado reciente y que avanza a un ritmo de
vértigo.
TITULO: EXCURSION - CASA GRANDE DE DOÑA JOSEFA,.
Casa Grande de doña Josefa, foto.
En Valencia del Ventoso hay un palacio que no aparece en los folletos.
Al entrar en Valencia del Ventoso viniendo desde Zafra, uno se
encuentra con una de esas casas sorpresa que esconden los pueblos
extremeños y que no aparecen en las guías ni en los comentarios de Trip
Advisor. Es más, los folletos y las webs oficiales del pueblo hablan de
la iglesia de Valencia del Ventoso, de su castillo, de su albergue de
peregrinos, de sus fuentes y hasta de sus garbanzos, pero no mencionan
este edificio (la foto adjunta solo muestra una parte de la fachada),
que ha llamado la atención de la prensa especializada europea, habiendo
protagonizado reportajes en publicaciones como la revista belga
'Elegance'.
Les cuento hoy la historia de la Casa Grande de Valencia del Ventoso.
Días atrás les comenté de pasada su existencia, pero desde entonces no
he cejado hasta conocer sus orígenes y su presente, datos e
informaciones que encontré en Zafra, en casa de Tomás Pineda Navarro,
uno de los abogados más solventes y conocidos del sur de Extremadura,
hoy ya jubilado a sus 81 años, aunque su hijo mayor, Ramón, ha heredado
el despacho y el prestigio paternos.
La Casa Grande de Valencia del Ventoso fue construida en el año 1900
por una mujer singular e irrepetible: Josefa Gómez Holguín, una de las
grandes fortunas de Hornachos, que se casó con el valenciano Germán
Mateo de Porras, bisabuelos ambos de Tomás Pineda. Doña Josefa era el
verdadero cerebro familiar y pronto decidió construir una casa de tronío
que simbolizara el peso de su estrirpe. Su primera idea fue hacerla en
la calle Tetuán de Sevilla, pero surgieron problemas y decidió dejar
Sevilla y levantar la mansión en el pueblo de su marido.
Dicho y hecho, se trajo a Valencia del Ventoso las cuadrillas de
albañiles y técnicos, que había contratado para Sevilla, y, al comenzar
el siglo XX, este pueblo extremeño se asombraba contemplando aquel
palacio con más de 40 habitaciones y varios salones estilo Imperio, que
seguían las directrices estéticas Luis XV y Luis XVI. Además, la Casa
Grande contaba con una capilla y con un precioso patio de columnas de
inspiración mudéjar.
Para coronar el palacio, doña Josefa se hizo construir en todo lo
alto un mirador acristalado que se convirtió en su lugar favorito: allí
cosía y desde allí podía contemplar todo Valencia y observar cualquier
movimiento que se produjera en el pueblo. También controlaba desde allí
la llegada de los arrieros de Salvatierra de los Barros, que llegaban
con sus burros y mulos cargados de pucheros, botijos y ollas, que a doña
Josefa le gustaba comprar y atesorar en gran número.
A pesar de que la Casa Grande es muy fresquita, doña Josefa pasaba
los veranos en la Costa Azul y viajaba con frecuencia durante el resto
del año. De aquellas excursiones exquisitas se traía para su Casa Grande
cuanto le sorprendía. Así, cuando en un hotel de Venecia descubrió un
centro de seis asientos en redondo, de estilo árabe veneciano, se
entusiasmó con aquel mueble, lo compró y se lo trajo a Valencia.
Durante un viaje a Madrid, le llamó la atención una escultura de un
personaje moro, que, en un bazar, hacía las veces de buzón de cartas
para los Reyes Magos y... Lo han adivinado: lo compró y hoy forma parte
del atrezzo de esta formidable Casa Grande donde abunda la cerámica
valiosa y los muebles magníficos, donde las puertas son de madera
labrada con aire mudéjar, las odaliscas te observan desde los techos,
las vidrieras decoradas abundan y todo ello está presidido por un
retrato del bisabuelo Germán hecho en el sevillano parque de María Luisa
por el fotógrafo del rey Alfonso XIII.
La Casa Grande fue heredada por la madre de Tomás Pineda y la
herencia no deja de ser una carga pues mantenerla cuesta una fortuna,
sobre todo si se tiene en cuenta que ni Tomás ni sus hermanos viven
allí, solo pasan algunos días en verano. Y esta es la historia de la
Casa Grande de Valencia del Ventoso, cuyo presente es complicado y su
futuro, incierto.
Sofía y Flavio, son un matrimonio ejemplar y amoroso, sin embargo en la
intimidad enfrentan serios problemas sexuales. Mientras él recurre a
terapia con una psicóloga, ella se refugia con su nueva mejor amiga.
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