DESAYUNO - CENA - SABADO - Bettina Rheims oda a la belleza imperfecta,./ ENREDATE ¡ QUE HAY DE NUEVO ! - LO DIVINO Y LO HUMANO,.
TITULO: DESAYUNO - CENA - SABADO - Bettina Rheims oda a la belleza imperfecta,.
Bettina Rheims (1952) es una artista y fotógrafa francesa.
foto
Desde
principios de la década de 1980, Bettina Rheims se ha convertido en una
de las fotógrafas contemporáneas más respetadas a nivel internacional. A
través de sus muchos libros y exposiciones de su obra, es muy conocida
en Europa, EE.UU., Asia y Australia. Reims descubriió su amor por la
fotografía tras trabajar al otro lado de la lente como modelo y más
tarde, como periodista y tratante de arte.
Desayuno - Cafe con leche con galletas y mermelada,.
Cena - Gazpacho, tortilla de patatas y pan, fruta, beber agua,.
TITULO: ENREDATE ¡ QUE HAY DE NUEVO ! - LO DIVINO Y LO HUMANO,.
La búsqueda del sentido de la vida a través del arte. foto,.
A lo largo de la historia, la relación entre
lo divino y lo humano ha sido determinante en la forma en que el hombre
se entiende a sí mismo. Las preguntas que buscan una explicación al
sentido de la vida llevan al ser humano a la posibilidad de encontrar
las respuestas en un principio creador del que todo proviene y al cual
aspirar.
Este intento de volver al Creador, a lo divino, a algo
más perfecto que nos supera y nos salva, se sustenta en la idea de una
vida más allá, que nos podría salvar del terrible desasosiego que
provoca la conciencia de la muerte. El hombre siempre ha intentado
acercarse a aquello que considera divino y en cuyas manos encuentra
respuestas. Las diferentes formas que adquiere esa búsqueda constituyen
estructuras antropológicas, cosmológicas y religiosas que nos definen
por medio de ritos y códigos morales, que afectan a todo el sistema
social en el que vivimos.
El
arte siempre ha formado parte de esta intensa relación entre lo humano y
lo divino. Desde las pinturas rupestres, que muestran los primeros
pasos en la expresión artística y religiosa, esa relación ha enriquecido
el arte. Pero, además, el arte mismo ha sido una herramienta clave para
la búsqueda de lo divino.
De izquierda a derecha y de
arriba a abajo: Place de la Concorde (1960), Paisaje azul (1958), Los
tres acróbatas (1957) y Muelle de la Tournelle (1960).
Marc
Chagall (Bielorrusia 1887-1985), desde el judaísmo de la posguerra, se
sumerge en esta búsqueda de la relación entre lo sagrado y lo profano.
Para él, lo divino y lo humano están intrínsecamente relacionados, se
expanden el uno hacia el otro y crean en sus obras una síntesis entre la
experiencia personal, el mito y la religión.
Chagall: divino y
humano (hasta el 10 de abril), la exposición que abre las puertas de la
Fundación Canal (Madrid) recorre casi 40 años de la trayectoria del
artista con 100 de sus obras sobre papel, adentrándonos en el misterioso
mundo de la mente de uno de los más grandes artistas del siglo XX.
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