UN PAIS PARA COMERSELO - LA GARROVILLA O LO INESPERADO,./ TAPAS Y BARRAS - José Ramón Díez, Se va el director más cuestionado de TVE .

TITULO: UN PAIS PARA COMERSELO - LA GARROVILLA O LO INESPERADO,.

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La Garrovilla o lo inesperado,.

Llegamos a esta villa por curiosidad y nos marchamos sorprendidos,.

El sábado pasado estuve en La Garrovilla y tuve la sensación de que el Carnaval en Extremadura no se acaba nunca, que se ha convertido en una fiesta que se superpone a la Cuaresma y que, si nos descuidamos, acabará mezclándose con la Semana Santa. El sábado pasado estuve en La Garrovilla y entendí, por fin, en qué consiste el Carnaval en la provincia de Badajoz.
Había ido a La Garrovilla por curiosidad. «Voy a conocer ese pueblo que queda a un lado y del que sé muy poco». Nada más llegar, noté que había coches por todas partes, sospeché que algo raro sucedía y caí en la cuenta de dónde me había metido cuando aparqué, salí del vehículo y me vino encima un desfile de 22 comparsas.
Así que me aposté en una acera y así aprendí la importancia de formar parte de una comparsa de Carnaval en Torremejía, en Alconchel, en Puebla de la Calzada, Montijo o La Garrovilla. Porque pasaban las chicas vestidas con trajes asombrosos y ejecutaban su coreografía con una profesionalidad admirable: no dejaban de sonreír, se sobreponían a cualquier contratiempo con solvencia y acababan componiendo un número de baile, música y alegría que me dejó tocado.
Ha pasado una semana y aún sigo pensando en el Carnaval de La Garrovilla: en su vistosidad, en su gentío, en su belleza, en su importancia... En su felicidad. Sí, eso, felicidad. La Garrovilla me pareció un pueblo bonito y feliz. Calles rectilíneas, amplias y arboladas, paseos agradables, casonas de tronío e importancia, gente muy amable y algunos rincones que me sorprendieron.
También hacía mucho la luz: atardecía y los brillos crepusculares, tan pastel, tan armónicos, envolvían La Garrovilla y hacían que destacara su ayuntamiento, que emocionara el pórtico plateresco de su iglesia, que atrapara la solidez imponente de sus casas burguesas.
La Garrovilla es eso que las gentes llaman un buen pueblo. Nada más llegar, notas que hay un peso y una tradición en los detalles. Para empezar, la población se creó al socaire de la Reconquista, o sea, que 800 años nos contemplan, ni más ni menos. Y eso marca. La historia siempre marca.
Además, desde 1599, La Garrovilla es villa, que para eso compraron los garrovillanos ese año la independencia de Mérida. El pueblo sufrió más de la cuenta durante la Guerra de Independencia. Y no falta un hijo ilustre: el conquistador Alonso de Mendoza, fundador de La Paz, capital de Bolivia. La Garrovilla tiene estación de tren, que, cuando se levantó, en 1864, en la primera ruta internacional española, de Lisboa a Madrid por Ciudad Real, provocó un resurgimiento de la villa, expectativas que se repitieron al ser tocadas estas tierras por las bonanzas del Plan Badajoz.
Estas particularidades se traducen en que, mientras los pueblos extremeños han perdido desde 1960 entre el 50% y el 60% de su población, de La Garrovilla se ha marchado el 30%, que es mucho, pero no tanto. El censo de 2015 acredita 2.453 habitantes, que votaron en 2015 mayoritariamente (56%) a su alcalde socialista, José Pérez Romo, aunque la alcaldesa favorita es la Virgen de la Caridad, patrona de La Garrovilla, alcaldesa perpetua y protagonista de la fiesta más importante de la villa, la que el lunes de Pascua la convierte en protagonista máxima.
Para rematar el viaje, otra sorpresa, uno de los hoteles-restaurante temáticos más bonitos de Extremadura: Cerro Príncipe, centrado en el jazz y con una cocina que merece la pena. Y así, de sorpresa en sorpresa, uno se va de La Garrovilla con la agradable sensación que provoca lo inesperado: llegas por curiosidad y te marchas deseando volver.

TITULO:  TAPAS Y BARRAS - José Ramón Díez, Se va el director más cuestionado de TVE .

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Se va el director más cuestionado de TVE

José Ramón Díez llevaba un año y medio como director del Ente Público. 

• Con la audiencia bajo mínimos, varios programas fracasados y criticado «por la manipulación de los informativos», José Ramón Díez dimite «por razones personales»,.

  Casi dos años después, la silla 'eléctrica' del director de RTVE vuelve a estar vacía. Ayer dimitía José Ramón Díez (Madrid, 1958), que llevaba en el cargo desde julio de 2014 cuando sustituyó a Ignacio Corrales. Lo anunció inesperadamente durante el consejo de administración que celebra la cadena mensualmente, después de que su presidente, José Antonio Sánchez, hiciera públicas unas pérdidas de 33,5 millones de euros en el último ejercicio. Sin embargo, desde Prado del Rey no vinculan su renuncia a los datos económicos o a las audiencias, ni siquiera a un futuro cambio de Gobierno, sino a «razones personales». Portales de televisión como Vertele le sitúan en la realización de la ceremonia de apertura de los Juegos de Río, en agosto.
  La dimisión de Díez se produce pocos días antes de que comience en el Congreso la sesión de investidura para elegir al presidente del Gobierno. Si el candidato socialista, Pedro Sánchez, se gana la confianza de los diputados, cambiará la forma de elegir a los cargos directivos de RTVE, ya que ha prometido que para ello será necesario un consenso parlamentario y no bastará con los votos de un solo partido, como ha sucedido en la legislatura de Mariano Rajoy. Por eso José Antonio Sánchez prefiere esperar antes de nombrar al sustituto de Díez. De momento, el presidente asumirá las funciones de director del Ente Público junto al actual director de Contenidos y Antena.
  Díez, un histórico realizador de la Casa que ya había ocupado el puesto de director de RTVE entre 1999 y 2000, inició su mandato de la mano del anterior presidente de la cadena, Leopoldo González Echenique, que también dimitió en septiembre de 2014. Tenía una misión clara: levantar las audiencias de la franja de la tarde y hacer atractivo el 'prime time'. Pero en su expediente quedará el borrón de haber cosechado el dato más bajo en los casi 50 años de la Corporación, el 8,8% de cuota de pantalla que TVE promedió en agosto de 2015.
  

  Tampoco ha podido apagar las protestas de los trabajadores por «la manipulación de los informativos» y la falta de pluralidad de los telediarios. Precisamente, el último enfrentamiento tuvo lugar la semana pasada cuando se abrió un expediente sancionador a un periodista que denunció «corrupción informativa». En estos cerca de 18 meses, Díez ha dejado reflexiones polémicas, como cuando afirmó que «el modelo actual de TVE no sirve».
  

  Éxitos y fracasos

  Entre sus decisiones más acertadas se encuentran las dos series de época de las sobremesa, 'Acacias 38' y '6 Hermanas', que a día de hoy superan el 10% de 'share'. En cuanto al horario de máxima audiencia, con él llegaron 'El Ministerio del Tiempo' y 'En la tuya o en la mía', que gozan del aplauso del público.
  Aunque si algo ha caracterizado su gestión ha sido el gran número de formatos cancelados. El programa de Ernesto Sáenz de Buruaga, 'Así de claro', no pasó de su tercera emisión, lo mismo que 'Alfombra Roja Palace', un espacio de variedades liderado por José Luis Moreno. No tuvieron suerte tampoco Los Morancos, cuyo concurso 'Jugamos en casa' duró dos semanas. El último caso ha sido el de Patricia Gaztañaga y su 'talk show' de tarde barrido de la parrilla a los 14 días de su estreno.