lunes, 3 de septiembre de 2018

LA SEXTA TV - Más Vale Tarde - Pablo Iglesias e Irene Montero,./ Los bolindres - JUEGOS INFANTIL,.

TITULO: LA SEXTA TV -  Más Vale Tarde -Pablo Iglesias e Irene Montero,.

Pablo Iglesias e Irene Montero agradecen los cuidados médicos a sus gemelos prematuros: "Cada día les repetíamos: vamos hijos" / foto.

El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, ha emitido un comunicado agradeciendo la labor de "los profesionales de la sanidad pública" que les ayudaron con el cuidado de sus hijos prematuros. "Todo ha sido posible gracias a un equipo de profesionales de la sanidad pública además del cariño y apoyo de nuestra gente", publicó.

El comunicado completo de Pablo Iglesias e Irene Montero:
"A quienes nos habéis acompañado
Han pasado ya dos meses desde que nuestros hijos nacieron prematuramente. Desde aquel 3 de julio en el que llegaron por sorpresa, nos repetimos una y otra vez la misma palabra: vamos. Se trataba primero de salir adelante y después de ir superando etapas de recuperación. Cada día les mirábamos y les repetíamos lo mismo: vamos hijos, vamos.
Dicen que la amnesia infantil hace que olvidemos todo lo que vivimos en nuestros primeros años. Nos alegra que Leo y Manuel nunca recuerden los tubos o los electrodos que les acompañaron en la unidad de cuidados intensivos, que olviden los sonidos de los monitores que medían su ritmo cardiaco y su respiración. Nos gusta pensar que un día mirarán con extrañeza las fotos que les hicimos cuando eran tan pequeños. Pero hay cosas que les contaremos y de las que no queremos olvidarnos nunca.
Antes de que pudieran alimentarse sólo de la leche de Irene, fue la leche de otras madres la que les ayudó a vivir. En cuanto fue suficiente, la de Irene fue también leche donada para otros niños. La sanidad pública hizo a nuestros hijos hermanos de leche de muchos niños y niñas como ellos.Todo ha sido posible gracias a un equipo de profesionales de la sanidad pública además del cariño y apoyo de nuestra gente. Muchos prematuros como ellos, en otros lugares del mundo, no tienen la misma suerte. Nuestros hijos tienen hoy dos meses porque nacieron en un país que cuenta con algo mucho más importante que cualquier himno o bandera: un sistema sanitario universal. Les contaremos que nada merece más lealtad que eso. Su vida y su salud no sólo son el resultado de los avances médicos y científicos, sino también de una sociedad que todavía asegura los mejores cuidados para cualquier persona independientemente de su posición social. Muy pocos niños recibirían lo que necesitan y merecen si la salud estuviera sometida a las leyes de la oferta y la demanda. Explicaremos a nuestros hijos por qué vamos a ser siempre leales a lo que les permitió vivir: lo común.
Hemos tenido la suerte, como todos los padres y madres de niños prematuros del Hospital Gregorio Marañón, de que el doctor Manuel Sánchez Luna fuera su ángel de la guarda. Muchos saben que Manuel es una eminencia mundial en el cuidado de los pulmones prematuros, pero sólo las madres y padres de sus niños sabemos que, ante todo, es un hombre cariñoso y bueno. A ese hombre y a su equipo les queremos dar las gracias.
Siempre recordaremos a la doctora Elena Zamora, que tras sus gafas redondas escondía una mirada a un tiempo irónica, sobria y dulce. A la doctora Ana Rodríguez, que nos regaló una y mil veces su voz y su alegría, además de los más precisos cuidados. A la doctora Concha Hernández, que nos acompañó desde la primera noche, discreta y cuidadosa, siempre con palabras y decisiones que abrazan. Al doctor Santiago Lizárraga, con su cariñosa firmeza, siempre atento. A la doctora Virginia Uzal, templada y discreta, que aún aparece por sorpresa para regalar un "cómo estáis". Nosotros, como todas las madres y padres de niños prematuros de este hospital, hemos pasado por las manos de muchos otros médicos (la mayoría mujeres) del Hospital Gregorio Marañón, sin los cuales nada habría sido posible. Quedamos eternamente agradecidos.
También hemos tenido la suerte de disfrutar de los cuidados de profesionales de la enfermería que desde que llegamos al hospital no nos dejaron ni un segundo solos. Las manos de Sagrario, de Cristina, de Ohiane (que les hablaba en euskera) de Julián, de Neus, de Alejandro, de Paula, de Carmen, de Marisa y de tantos otros que además de cuidar y alimentar a nuestros hijos, les mimaron. Sólo las madres y padres de los niños que, como los nuestros, han pasado por una unidad de cuidados intensivos, saben lo que significan los mimos y caricias que reciben los prematuros.
Con esas madres y con esos padres tendremos siempre un vínculo muy especial. Dicen de los prematuros que son guerreros, pero las trincheras que nunca recordarán dejaron marcados para siempre a sus madres y padres, que siempre seremos compañeros.
Hemos estado con nuestros pequeños cada día, pero con nosotros estuvieron nuestras familias y nuestros amigos y compañeros que no han dejado de cuidarnos en ningún momento. Sin los abrazos de nuestra tribu todo habría sido mucho más difícil.
No hemos dejado de recibir el cariño de muchos militantes de nuestro espacio político que han encontrado unos minutos para mandarnos ánimo, preguntar cómo nos iba y llenarnos de abrazos. Un proyecto político se construye sobre todo con grandes dosis de amor. A todos y a todas gracias.
Tampoco olvidaremos que algunas de las palabras más hermosas, algunos de los abrazos más sinceros, algunos de los consejos más provechosos, vinieron de nuestros adversarios políticos. Somos republicanos pero recordaremos que un rey y una reina llamaron para preguntar por nuestros hijos y que todos nuestros rivales políticos preguntaron con frecuencia cómo estaban. Somos ateos pero explicaremos a nuestros hijos que nuestros amigos creyentes rezaron por ellos. Nos consta que la Virgen del Tránsito, Santa Rosa de Viterbo y Santa Maria Liberatrice fueron interpeladas (y nunca se sabe…) Hay pocos gestos de amor y amistad más hermosos. Enseñaremos a nuestros hijos que sean siempre respetuosos con el que piensa distinto porque la humanidad, la decencia y la amistad no son el patrimonio exclusivo de ninguna causa.
El nudo que tenemos en la garganta nos ha empujado a escribir para dar las gracias a quienes nos han ayudado a llegar hasta aquí.
Esta nota es una forma de cerrar una etapa cuidando la cicatriz que deja para no olvidarla nunca, porque esta cicatriz está llena de amor por nuestros hijos. Vamos.

  TITULO:Los bolindres - JUEGOS INFANTIL,.



JUEGOS INFANTILES: 1. El Bolindre. / fotos.

Resultat d'imatges de bolindres juegoLos juegos infantiles de mi niñez, me refiero a los juegos de tradición, son aquellos que desde muchísimos años atrás, seguían perdurando de generación en generación, siendo transmitidos de forma oral de abuelos a padres y de padres a hijos, a veces sufriendo algunos cambios; pero transmitiendo su esencia que permanece. No existía ningún manual para su ejecución  ni en la forma de jugar, ni la jerga utilizada, porque en cada zona de España se empleada un vocabulario distinto. Es curioso que estos juegos  aparezcan y desaparecen en determinadas épocas del año, por periodos indeterminados que no se pueden explicar y  sin tener en cuenta la estación del año. Lo cierto que cuando los niños empezábamos a jugar al trompo, decíamos: «Ha llegado el tiempo del trompo», ¡hale y todo los niños a jugar al trompo!
AQUELLOS JUEGOS.
En los años cincuenta del siglo pasado, los niños nos entreteníamos aparte del fútbol,  con el juego del trompo, mocho y la billarda, juego de la palmá,  salto en búa, máquina cincel, salto de la pared, bolindres, cilin sin cerra, nicle nacle y colate, pelota al ruedo, etc. Había juegos para niños, niñas y mixtos; por describir algunos me referiré en este trabajo al juego del bolindre.
El juego del bolindre, boliche, boli o canicas, probablemente sea uno de  los juegos de niños más antiguos que  se conocen,  según algunos estudios  su origen es de postneolítico; se han encontrado canicas en tumbas infantiles en la zona del río Nilo y han  aparecido  bolitas de barro del tiempo de las cavernas.
Resultat d'imatges de bolindres juegoExistía en cada lugar un vocabulario al efecto, que se empleaba cuando se jugaba; en cada sitio se  regía por  normas distintas,  incluso para la misma modalidad,  yo me limitaré sin más, a hacerlo como entonces jugábamos los muchachos en  El Puerto.
Bolis de barro 'cacho' y 'cuatro cachos'. /Foto: Manuel Cabello y Esperanza Izquierdo.
LOS BOLIS.
Lo bolis, como aquí se denominaban, eran bolitas de barro cocido, que se solían comprar en los refinos, mercerías y algún almacén de ultramarinos. Recuerdo los que vendían en casa de la Chana, el refino de Miseria, el almacén del Cañón, o el refino de Pérez Grant. Existían también  bolas de cristal, que eran los tapones de gaseosa y bolas de acero que eran poco utilizadas por lo pesadas. Los más sibaritas, se hacían a su medida  el bolindre que utilizaban para jugar, para ello iban a la fábrica de ladrillos de los hermanos Lorenzo y Manuel Cauqui Badallo –esta fábrica de ladrillos toscos, estaba situada en lo que fue el almacén de hierros de Almacenes Osca, frente de la finca “El Caracol”--  y pedían un pedacito de barro que convenientemente trabajado le daban el diámetro y la redondez necesaria a su maña, después se secaba al sol y luego se cocía al horno Existían dos tamaños de bolindres, los bolis y bolas. Las bolas equivalían a cuatro bolis pequeños; los bolis pequeños con el tiempo dejaron de fabricarse y quedaron solamente las bolas.
El bolindre pequeño o boli, equivalía en el argot del jugador a un cacho y la bola a cuatro cachos, casi siempre se empezaba jugando a dos cachos,  es decir a dos bolindres pequeños o la mitad de una bola.
Maña más usual para jugar al bolindre, utilizada en El Puerto
LA MAÑA.
‘La maña’, era la forma que cada jugador empleaba en lanzar el bolindre, se utilizaba de la forma siguiente, salvo excepciones, el jugador con la mano que le servía de soporte, medía una cuarta desde el dedo pulgar al meñique,  una vez medida la cuarta se levanta la mano quedando la palma de la misma perpendicular al suelo, después aguantaba el bolindre con el dedo índice, anular y corazón de la otra mano, ayudándose también con el dedo índice de la mano que sirve de soporte, de esta forma ‘la maña’ quedaba compuesta y se lanzaba el boli al objetivo que podía ser el hoyo o el bolindre contrario.
EL HOYO.
Había tres modalidades de juegos: el hoyo, el crimen y  a perseguir o el cate. El hoyo era el más popular y se jugaba casi siempre en los espacios que quedaban libres entre los chinos que empedraban las calles, buscando siempre hacer el hoyo pegado al bordillo de las aceras; el hoyo se procuraba que entrase el puño de una mano.  Cuando un jugador conseguía colar su bolindre en el hoyo con facilidad, se decía que ese hoyo lo tenía al zope.
La calle Zarza, en 1969, con aceras de losas de Tarifa y calzadas de chinos, lugares ideales para jugar al hoyo. / Foto: C.P.O.
En la modalidad del hoyo en las calles empedradas, intervenían dos jugadores que previamente  y de común acuerdo uno ‘plantaba’ su boli a una distancia del hoyo de dos metros aproximadamente; el siguiente jugador apuntaba desde el hoyo con su maña y lanzaba su boli contra  el boli del primer jugador,  si acertaba  y le daba desde donde quedaba, lanzaba su bolindre al hoyo, si entraba en el mismo la jugada quedaba consumada y el ganador en este caso ganaba la cantidad de bolindres en juego. En el caso que el jugador que  retornara al hoyo no acertare y su bolindre quedaba fuera del hoyo, el otro jugador, podía retornar al hoyo  y desde allí tirar al bolindre el jugador que había quedado cerca  del hoyo y retornar nuevamente  a éste, ganando la jugada.
En el caso de más de dos jugadores, por ejemplo de los jugadores A, B y C, el jugador A plantaba su bolindre a una distancia de dos metros aproximadamente, a continuación lanzaba el jugador B contra el A y si le acertaba retornaba al hoyo, si entraba el bolindre del jugador B en el hoyo, el jugador B ganaba y el jugador A tenía que pagar, en el caso de que el jugador B fallase y su bolindre no entraba en el hoyo, la ventaja era para el jugador C que les estaba esperando y podía darle al bolindre del jugador B y retornar al hoyo, entonces tendría que pagar el jugador B al C.

Maña utilizada para el juego del bolindre, utilizada en El Puerto con cierta frecuencia
Bien, pero volvamos al inicio del juego, imaginemos que el jugador A, esta plantado y el jugador B le tira con su bolindre y falla, el jugador C, tiene la posibilidad de lanzar su bolindre  a cualquiera de los dos jugadores A ó B, si acierta a uno de ellos tiene la oportunidad que desde donde queda su bolindre tirarle al otro, si logra darle, se dice que ha hecho repiquete, y desde allí retornar al hoyo y si acierta a meterlo en el mismo, la jugada  termina en este instante debiendo pagar los dos al ganador, en este caso el ganador sería el jugador C.
EL CRIMEN.
La modalidad del crimen, consiste  en una linea de salida y a una distancia de tres metros más o menos,  un triángulo equilátero –-en otros lugares en vez de un triángulo se utilizaba un circulo--  de aproximadamente de treinta o treinta cinco centímetros de lado en el cual, cada jugador ponía la misma cantidad de bolindres.
El escenario para el juego es un terreno liso de albero, antiguamente en la Plaza de Isaac Peral o el Paseo de la Victoria. Contemplemos los jugadores A, B y C. Se sacaba cada uno con su maña desde el triángulo hasta la línea de salida, el jugador que se aproxime más a la línea es  el primero en tirar desde ésta hacia el triángulo, el que consiga sacar  más bolis es el ganador, la primera tirada se hace desde la línea de salida, después se tira desde el lugar que queda cada jugador. En esencia es así como se juega: pero imaginemos que el jugador A, tira hacia el triángulo (crimen) y consigue sacar dos bolas, desde donde queda la suya, siempre que no quede dentro del crimen, puede seguir tirando hasta que falle o termine con todas las que están dentro, si falla tiene opción el segundo jugador, el B, que puede tirar  y sacar más bolas o fallar y entonces le toca el turno al tercer jugador. Se puede dar la circunstancia que cualquiera de los jugadores después de tirar se queda dentro del crimen, en este caso el jugador siguiente tiene opción desde donde esté su bolindre, a tirar nuevamente y si le da al jugador que ha quedado dentro del crimen, queda eliminado.
CATE O PERSEGUIR.
La modalidad del cate o perseguir consiste en dos o más jugadores que se plantan en cualquier lugar, y desde allí se tiran con su maña y por turno desde donde está, al lugar donde se plantó el otro jugador y el jugador que consiga darle con su bolindre al bolindre del otro es el que gana. Si un jugador después de darle a un jugador consigue desde donde queda su bolindre acertarle el otro jugador se dice que ha hecho repiquete y tendrán que pagarle al ganador los bolindres que hayan acordado
Maña para jugar al bolindre, poco utilizada en El Puerto.
Existía una verdadera cultura del juego del bolindre que estimulaba la participación de los niños en juegos al aire libre, además servía para aunar lazos de amistad y compañerismo, hasta tal punto era la adición a este juego, que muchas veces era sustituido por los deberes del colegio con el consiguiente enojo de profesores y padres y ha sido motivo para la llegada tarde a las clases. Recuerdo que siendo alumno del Colegio de San Ignacio, Don Juan Díaz Rodríguez registraba a los alumnos que llegaban tarde y les quitaba los bolindres del bolsillo. (Texto: Francisco Bollullo Estepa).

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