LA NOCHE ABIERTA
Progroma presentado por Pedro Ruiz, entrevistas por La 2 los martes a las 22:30, un gran espacio de música, foto etc.
foto / María Casado: “La profesión periodística ha perdido la esencia” ,.
La presentadora de 'La mañana', en La 1, bucea en el pasado en su libro 'Historias de la tele',.
María Casado, periodista de Televisión Española (ahora en La mañana, en La 1), a
punto de cumplir 40 años, sintió “un momento de cabreo” porque tuvo “la
sensación de que la profesión ha perdido la esencia” y buceó en el
pasado del medio. El resultado de su inmersión es Historias de la tele, que le publica Aguilar.
“La esencia”, según ella, “fue la valentía, el contacto con la calle,
llamar a las fuentes, la gente y con los veteranos llegué a
reconciliarme con la profesión”. Habló con jubilados y mucha gente. Con
Hugo Stuven, con Tacho de La Calle, con Pepe Carbajo, con Sergio Sauca,
con María Escario, con Jesús Álvarez Cervantes, “para saber de su
padre”, Jesús Álvarez, que murió a los 44 años y que, con David Cubedo,
inauguraron la información en TVE.
¿Esa decepción con el oficio tiene que ver con TVE? “Es algo más generalizado. Y hablo de mi casa porque ahí me hice, llevo 20 años y es lo que conozco”. En sus conversaciones con veteranos se ha aliviado la decepción; ellos le han enseñado que el periodismo es contar historias. Un reportaje, un documental, una serie, un programa de entretenimiento…, “todo se convierte en historia en televisión. Y no todo es cuestión de medios: aquella gente, con imaginación y pocos medios, hicieron una tele muy digna. Lo que hay que hacer es buscar historias. Eso me enseñaron los veteranos”.
Ha pasado por muchas ventanas dentro de la misma tele, aún no ha hecho “el programa que quiero”, sueña “con hacer entrevistas en el late night” y este chute que le han dado los mayores le enseña que en el pasado puede estar la televisión en la que ahora sueña.
En TVE se hacen programas que recuerdan esa época de oro. “Ahora están escondidos en La 2; te los encuentras haciendo zapping. Ahí está la esencia de la tele pública que queremos. Y para llegar a ella hay que ir a los cimientos”.
¿Y qué televisión pública es esa? “Una televisión potente, con informativos plurales, que aporte programas de calidad. Para eso deberíamos estar”. ¿Eso significa una crítica? “Yo siempre llevo encima la autocrítica… Hay que despolitizar la radiotelevisión pública, tanto la estatal como la autonómica. Esa sería una tarea principal”.
El primer televisor llegó a su casa en 1964; era cuando había que ir “con la sillita” a ver el televisor ajeno. Su mañana de La 1 es ahora doméstico, como muchos de los programas que entonces veía su madre. En el buceo que ha hecho para descubrir perlas en el túnel destaca, “para rescatar hoy”, La Clave de José Luis Balbín. “Para hacerlo ahora falta la valentía de antes. ¡Y qué haría la audiencia!” Eso, ¿por qué en la pública ha de imperar el criterio de la audiencia? “Ahhhhhh. Yo también me lo planteo. Es verdad que no teniendo publicidad se puede pensar que no tiene mucho sentido seguir pagando ese precio. Y por supuesto que ahí habría hueco para rescatar una joya parecida a aquellas entrevistas literarias que hacía Joaquín Soler Serrano”.
De todos aquellos riesgos que corrió la tele que ella rescata sobrevive Informe Semanal. “Supo sortear la censura, prolongar los informativos. Un éxito de los profesionales de la televisión”. ¿Y por qué busca la pública profesionales de fuera, teniendo ese talento dentro? “Es la pregunta del millón. Algún directivo la tendría que responder. Y lo cierto es que nuestra cadena sigue siendo cantera de otras televisiones”.
El entretenimiento protagoniza gran parte de Historias de la tele. “Mira lo que hizo Chicho Ibáñez Serrador. Y mira los Estudios 1. ¡Tampoco tendría que ser caro hacerlos de nuevo!”.
¿Haría una parrilla con lo que más le gusta del pasado? “Sería una parrilla pensando en la gente, a veces se hace tele sin pensar en la gente. Y aquella tele la tenía en cuenta. Telediarios, informativos, un magacín con amplia dedicación a la política. ¡Recuperar el momento Hermida! Y atreverse con un canal infantil en las tardes domésticas. Y concursos, ¿por qué no hemos de tener concursos, como tuvimos?”.
Este libro le ha permitido ver ahora “que aquella fue una televisión más alegre y más valiente. Los que la hicieron eran héroes. La de ahora tiene mucho músculo, lo ha demostrado en ocasiones como aquel telediario del 11-S. Pero para mantener el músculo la tele pública debe ir al gimnasio cada día”.
El libro, por cierto, ¿podría dar de sí un concurso? “¡Pues claro!” ¿Presentado por…? “Por mucha gente”. ¿Y por Maria Casado? “¿Por qué no? ¡Ja, ja, ja!”.
¿Esa decepción con el oficio tiene que ver con TVE? “Es algo más generalizado. Y hablo de mi casa porque ahí me hice, llevo 20 años y es lo que conozco”. En sus conversaciones con veteranos se ha aliviado la decepción; ellos le han enseñado que el periodismo es contar historias. Un reportaje, un documental, una serie, un programa de entretenimiento…, “todo se convierte en historia en televisión. Y no todo es cuestión de medios: aquella gente, con imaginación y pocos medios, hicieron una tele muy digna. Lo que hay que hacer es buscar historias. Eso me enseñaron los veteranos”.
Ha pasado por muchas ventanas dentro de la misma tele, aún no ha hecho “el programa que quiero”, sueña “con hacer entrevistas en el late night” y este chute que le han dado los mayores le enseña que en el pasado puede estar la televisión en la que ahora sueña.
En TVE se hacen programas que recuerdan esa época de oro. “Ahora están escondidos en La 2; te los encuentras haciendo zapping. Ahí está la esencia de la tele pública que queremos. Y para llegar a ella hay que ir a los cimientos”.
¿Y qué televisión pública es esa? “Una televisión potente, con informativos plurales, que aporte programas de calidad. Para eso deberíamos estar”. ¿Eso significa una crítica? “Yo siempre llevo encima la autocrítica… Hay que despolitizar la radiotelevisión pública, tanto la estatal como la autonómica. Esa sería una tarea principal”.
El primer televisor llegó a su casa en 1964; era cuando había que ir “con la sillita” a ver el televisor ajeno. Su mañana de La 1 es ahora doméstico, como muchos de los programas que entonces veía su madre. En el buceo que ha hecho para descubrir perlas en el túnel destaca, “para rescatar hoy”, La Clave de José Luis Balbín. “Para hacerlo ahora falta la valentía de antes. ¡Y qué haría la audiencia!” Eso, ¿por qué en la pública ha de imperar el criterio de la audiencia? “Ahhhhhh. Yo también me lo planteo. Es verdad que no teniendo publicidad se puede pensar que no tiene mucho sentido seguir pagando ese precio. Y por supuesto que ahí habría hueco para rescatar una joya parecida a aquellas entrevistas literarias que hacía Joaquín Soler Serrano”.
De todos aquellos riesgos que corrió la tele que ella rescata sobrevive Informe Semanal. “Supo sortear la censura, prolongar los informativos. Un éxito de los profesionales de la televisión”. ¿Y por qué busca la pública profesionales de fuera, teniendo ese talento dentro? “Es la pregunta del millón. Algún directivo la tendría que responder. Y lo cierto es que nuestra cadena sigue siendo cantera de otras televisiones”.
El entretenimiento protagoniza gran parte de Historias de la tele. “Mira lo que hizo Chicho Ibáñez Serrador. Y mira los Estudios 1. ¡Tampoco tendría que ser caro hacerlos de nuevo!”.
¿Haría una parrilla con lo que más le gusta del pasado? “Sería una parrilla pensando en la gente, a veces se hace tele sin pensar en la gente. Y aquella tele la tenía en cuenta. Telediarios, informativos, un magacín con amplia dedicación a la política. ¡Recuperar el momento Hermida! Y atreverse con un canal infantil en las tardes domésticas. Y concursos, ¿por qué no hemos de tener concursos, como tuvimos?”.
Este libro le ha permitido ver ahora “que aquella fue una televisión más alegre y más valiente. Los que la hicieron eran héroes. La de ahora tiene mucho músculo, lo ha demostrado en ocasiones como aquel telediario del 11-S. Pero para mantener el músculo la tele pública debe ir al gimnasio cada día”.
El libro, por cierto, ¿podría dar de sí un concurso? “¡Pues claro!” ¿Presentado por…? “Por mucha gente”. ¿Y por Maria Casado? “¿Por qué no? ¡Ja, ja, ja!”.
TÍTULO: COPA Y PURO -Robe Iniesta: "Hay que tener mucho cuidado con cómo hablas de las mujeres",.
COPA Y PURO -Robe Iniesta: "Hay que tener mucho cuidado con cómo hablas de las mujeres" ,fotos.
Robe Iniesta: "Hay que tener mucho cuidado con cómo hablas de las mujeres",.
El cantante de Extremoduro presenta el documental 'Robe, Bienvenidos al temporal' y arremete contra los que hablan de micromachismos, la democracia y todo lo que se mueve. Feroz
Parece que los días en los que Roberto IniestaRobe (Plasencia, 1962) dispensó a los medios de comunicación la misma medicina que éstos le habían dado a él, el desprecio absoluto, han quedado definitivamente atrás. La década de ninguneo que sufrió, la devolvió enterrando el teléfono idéntico número de años. Unos años en los que los periodistas se lamentaron por no haber advertido antes que el metal del que estaba hecho ese poeta y músico que manejaba con igual maestría la lira y el bardeo, era oro puro. Pero eso, ya digo, pertenece al pasado. En sus últimos trabajos, tanto al frente de Extremoduro como en su caminar en solitario, ha levantado el 'veto' y ha charlado con los chicos no tan malos de la prensa. La razón de un nuevo encuentro con ellos ha sido esta vez el estreno en salas de cine de 'Robe. Bienvenidos al temporal', un concierto, que saldrá en DVD y CD, confeccionado con fragmentos de tres de las actuaciones de la gira española del mismo nombre que ofreció el año pasado. En concreto, las de Mérida, Madrid y Barcelona. Ese concierto se compone de las canciones que conforman sus dos discos en solitario, deudoras, por su calidad y belleza, de la música clásica. Robe charla, en exclusiva para EL MUNDO, de eso y de otras muchas cosas con esa lengua suya, un machete.
P.- Esto de hablar con los periodistas se está convirtiendo en una fea costumbre. ¿A qué se debe este aperturismo?
R.- Bueno, ruedas de prensa siempre hemos hecho. Lo de venir un día a Madrid y cascarnos todo el día trabajando, eso ya no. Y lo del aperturismo es por no ser intransigente.
P.- ¿Son entonces los medios de comunicación útiles para el artista?
R.- Sí. Eso nunca se ha cuestionado. Los medios son útiles, claro. Pero también el exceso hace que os canséis un poco, igual que la gente, y no es bueno.
P.- Cuando el año pasado presentaste la gira, invitaste a varias asociaciones humanitarias y ecologistas y convertiste un acto cultural en todo un acontecimiento solidario. Ahora, en vez de lanzar un DVD y a correr, estrenas el concierto en cines. O eres un maestro de la mercadotecnia o estás muy bien asesorado.
R.- Algunas veces me han dicho que manejo el márketing, pero qué va. Son cosas que salen de forma natural.
P.- ¿No es osado estrenar en cines lo que no deja de ser un concierto? ¿La gente pagará para ver un concierto en el que no puede interactuar?
R.- Técnicamente hablando, es que me la suda. Si dependiera de que la gente lo comprara para poder hacerlo, pues me lo plantearía. Pero es que ese no era el objetivo. Se trataba de tener una grabación en DVD, como se ha hecho siempre. Y lo del cine es algo que da igual, porque nadie pierde nada.
P.- ¿En qué medida crees que las imágenes amplifican el efecto de la música, que la mejoran?
R.- Esto es un poco como las carreras de coches y de motos. Las ves en casa y te enteras de todo, pero si las ves en directo no te enteras de nada.
P.- Los puristas, esos talibanes de la tradición, dicen que ya no molas. Que te has refinado. Que antes escupías fuego y ahora contemplas las olas como un adolescente enamorado. ¿Te la pela o quisieras decir algo?
R.- Me la pela porque tampoco puedes hacer nada contra eso. El que es auténtico es auténtico, haga lo que haga. Camarón también decía algo así porque con él se metían mucho por lo de la pureza. Yo no sería más auténtico si me preocupara por hacer lo que la gente quiere que haga. Siempre va a haber gente que cargue contra ti, sobre todo cuando llevas tanto tiempo. Tengo que hacer lo que siento que debo hacer.
P.- Tu música ha experimentado una evolución, no una involución. ¿La curiosidad es la principal causa de tu crecimiento?
R.- Sí. Mi curiosidad, mis ganas de hacer cosas nuevas. Y las ganas de sorprenderme.
P.- Pienso que La ley innata es el mejor disco de rock español en lo que va de siglo, y que tus dos trabajos en solitario son absolutamente distintos a cualquier cosa que un artista de pop o rock haya hecho en España. ¿Tienes la sensación de jugar en una liga distinta, quizá superior?
R.- [Largo silencio]. Superior no. Pero a veces no entiendo lo que hacen los demás, esa es la verdad.
P.- Paco de Lucía me dijo que todos los grupos de rock y pop españoles de los 80 eran malísimos, algo en lo que tú coincidías cuando señalaste que eran muy moñas. ¿Eso ha cambiado o sigue siendo así?
R.- ¿Si seguimos con la corriente moñas? Sí. Lo de los 80, lo que pasó con la Movida, ocurrió en toda España, pero en Madrid estaban los medios. Había muchos grupos que eran pura provocación, y eso estaba bien, hacía falta, pero fue más el fenómeno sociológico que la calidad musical. Y solo hay que ver los grupos que han ido quedando.
P.- Te gustaban Antonio Vega, Hilario Camacho, Manolo Tena, Lole y Manuel. Sé que no eres mitómano, pero ¿podrías darme el nombre de algún músico español en activo que te guste, aunque no esté en tus coordenadas estéticas?
R.- Pues no sé, no me acuerdo ahora mismo de nadie. En cuanto al rock, veo poco relevo. Creo que hoy en día hay grupos que están haciéndose famosos por cosas distintas a la música, secundarias.
P.- Una concursante de 'OT' quiso cambiar la palabra «mariconez» de una letra de Mecano porque la consideraba homófoba, y su autor se negó. Si cantaran una canción de Extremoduro, la tendrían que cambiar entera. ¿Qué te parece esta ola de corrección política?
R.- Pues que nos estamos pasando. Se habla de la libertad de expresión, los jueces y tal. Pero no son los jueces, no es la libertad de expresión. Es la gente, la sociedad en general. Hay que tener mucho cuidado con cómo hablas de las mujeres... Una frase así... rara, puede ser racista... La frase «comparar a Dios con un gitano» ya no se puede emplear. La corrección política siempre me ha parecido un disfraz para los malos. En uno de mis discos hay un aviso para los niños, que no se fíen de la gente que nunca dice tacos. Hay que hablar con más libertad. Y el movimiento de los «micromachismos»... Ya hay que cogérsela con papel de fumar.
P.- ¿Y el MeToo? No faltan hombres, y también mujeres, que consideran que es una caza de brujas contra el hombre.
R.- Lo que está pasando en Hollywood me parece un poco raro. Gente que ha sentido abusos hace muchos años y los ha consentido, y que gracias a esos «abusos» ha tirado para delante con su carrera porque eso era algo normal, y que saquen ahora todo eso... Coño. No te obligaron a hacer el 'casting' del sofá. Está bien que se reivindiquen cosas, que haya una igualdad y que cambien cosas que estaban mal. No es normal hacer un 'casting' en un sofá, no tienes por qué hacerlo. Pero no lo digas al cabo de 10 o 20 años.
P.- ¿Ser hombre hoy día es vivir bajo sospecha?
R.- Un poco sí. Sí. Es como si todos tuviéramos que mostrar nuestro feminismo acérrimo. Por mis expresiones, seguramente me podrían decir que soy machista, micromachista o maximachista, pero yo no me lo considero. Yo me considero feminista. En las giras, que hay que contratar a mucha gente, nunca he dicho «esa no porque es una tía, para ese puesto hace falta un tío». Nunca.
P.- ¿Entre Francia y Portugal cuántos países hay?
R.- [Largo silencio]. ¿Soberanos o no soberanos? Pues a mí me gustaría que soberano no hubiera ninguno. Ni entre Francia y Portugal ni en ninguna parte. Estoy hasta los cojones de países soberanos y naciones soberanas que se piensan que pueden hacer lo que se les ponga en la punta del nabo. Tenemos que avanzar hacia poner ideas en común y aceptar ideas, poner bases. Debemos ir más hacia una unión que hacia un separar. No hablo de un mundo feliz donde todo el mundo se mueva según las mismas leyes. Las personas somos diferentes y está bien que las leyes sean diferentes.
P.- «Mi única bandera son sus bragas negras», canta Robe. ¿Roberto Iniesta, el ciudadano, lo suscribe?
R.- Sí. Las banderas no me gustan nada, como te digo. Ni los países. No me gusta la división, hay que avanzar. Estamos en un mundo global, con problemas globales, como es el medioambiente. Ya hemos visto que no se puede ensuciar un sitio y mantener otro muy limpio. Tendría que haber alguien que pusiera orden. Unos términos filosóficos aceptados por todos. Mínimos. Como definir el bien y el mal, empezar por ahí. Es una cosa básica y, sin embargo, quizá no nos pondríamos de acuerdo en eso.
P.- En la anterior entrevista que te hice, dijiste que lo malo de la democracia es que todo el mundo puede votar, y la liaste parda. ¿Lo sigues pensando?
R.- Sí. No creo que desde entonces haya cambiado nada ni que la gente se haya hecho más lista. Mientras siga votando la gente que solo vota en su propio interés y en el de su país, estamos condenados a la confrontación, a la guerra y a la puta mierda. A la desigualdad.
TITULO: El difícil reto que Jorge Fernández ha aceptado para el próximo martes, ¿cumplirá con su palabra?,.
foto / El difícil reto que Jorge Fernández ha aceptado para el próximo martes, ¿cumplirá con su palabra?,.
La banda de 'La ruleta de la suerte' ha tocado una de las canciones favoritas de Jorge Fernández y a él le ha parecido fatal que la tocasen sin él. El presentador ha sido retado a aprendérsela para el próximo martes y tocarla con la banda, ¿qué tal se le darán los ensayos? ¡Estamos deseando ver este momento!,.
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