viernes, 5 de agosto de 2022

Domingo-17, 24, 31 - Julio , 7 - 14 - Agosto - LIARLA PARDO - María Nela Prada: La ministra de la Presidencia de Bolivia ./ Donde viajan dos - Planeta Verano ,. / Escala humana - Turistas de ultratumba . Miercoles -6, 13, 20, 27 - Julio, 3- 10 - Agosto ,. / LA MAQUINA DE ESCRIBIR -Esta noche, 'En primera línea - La extrema derecha hace valer su nueva fuerza en la Asamblea Nacional francesa,. / ESPAÑOLES POR EL MUNDO - Camino del Cid en bici | Puzol - Valencia (y final),.

 

    TITULO: Domingo -17, 24 , 31  - Julio ,  7 - 14 - Agosto - LIARLA PARDO -María Nela Prada: La ministra de la Presidencia de Bolivia,.

 

El domingo-17, 24 , 31 - Julio ,  7 - 14 - Agosto , a las 18:00 por La Sexta, foto,.

 

 María Nela Prada: La ministra de la Presidencia de Bolivia,.

 

 

La ministra de la Presidencia de Bolivia: “El pueblo organizado es invencible, más allá del poder económico de la derecha fascista”,.

María Nela Prada defiende el proceso judicial contra los responsables de la toma del poder en 2019, y denuncia una campaña de la derecha internacional contra los gobiernos de izquierda,.

 María Nela Prada: La ministra de la Presidencia de Bolivia: “El pueblo  organizado es invencible, más allá del poder económico de la derecha  fascista” | Internacional – Información Center

Cuando Evo Morales ganó sus primeras elecciones en Bolivia, allá por el año 2005, María Nela Prada ya militaba en el Movimiento al Socialismo (MAS). De aquellos días de veinteañera recuerda algo que no olvidaría. Participaba en una campaña en una comunidad indígena. Conoció a un niño, de unos seis o siete años, según recuerda. “Le pregunté qué quería ser de grande y me dijo: ‘Presidente como Evo”. Un sueño inimaginable hasta entonces. En los pueblos, los hijos de los campesinos siempre aspiraban a tener sus propios camiones para transportar lo que diera el campo, las papas, o lo que fuera que hubieran hecho sus padres y abuelos. Ningún indígena había sido presidente hasta Morales y eso lo cambió casi todo; tampoco nunca una mujer había sido ministra de la Presidencia hasta que Nela Prada asumió el cargo el 9 de noviembre de 2020, 15 años después de que tuviera aquella conversación con el crío. La ministra, de 41 años, natural de Santa Cruz de la Sierra, recibió este domingo en Madrid a EL PAÍS, en una parada en su viaje de vuelta a Bolivia, tras presentar un informe en Ginebra (Suiza) ante el Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer.

La vida de Nela Prada forma parte de la historia política de Bolivia. No recela de su padre, Ramón Prada, del partido de derecha boliviano ADN, fundado por el que fuera presidente y dictador Hugo Bánzer. Recuerda el día en el que anunció a su padre que iba a militar en el MAS. Se esperaba lo peor. “Me dijo que nos había dado a mí y a mis hermanas una educación para que pudiéramos pensar por nosotras mismas. Fue una suerte”. Eso y que su madre, Betty Tejada, hubiera sido diputada del partido de Morales.

Pero el momento actual es difícil. El Gobierno de Luis Arce, con Nela Prada en la cartera de la Presidencia, inició su andadura en noviembre de 2020, un año después de que la senadora Jeanine Áñez recibiera la banda presidencial de manos de un militar. Era la culminación a semanas de violencia y tensión en las calles del país andino y que llevaron a Morales a abandonar el país después de denuncias de supuestas irregularidades en las elecciones de octubre de aquel año. La imagen de Bolivia fue la de una nación partida por la mitad.

― Yo no diviso un país partido o dividido, como a veces se muestra. Hay algunos grupos que nunca han aceptado ni aceptarán la democracia cuando gana el pueblo. Lo que sucedió en nuestro país fue un golpe de Estado, que no se hubiese consumado sin el concurso de las Fuerzas Armadas y la Policía.

Arce fue ministro de Economía con Morales, el artífice de una suerte de milagro económico en el país andino. Nela Prada lleva en el petate un porfolio con los datos macroeconómicos de su país del último año; la envidia, a primera vista, de cualquier nación avanzada. La ministra hace un parón entre pregunta y pregunta y muestra las gráficas: un 6% de crecimiento del PIB, una inflación del 0,8%, un 5,3% de desempleo en las zonas urbanas, una caída de la pobreza extrema al 11,1%...

En Bolivia, las cosas se ponen de cara para el Gobierno del MAS. Fuera también se presenta un contexto favorable para la izquierda, con una nueva oleada de victorias en las urnas que ha confirmado el candidato colombiano Gustavo Petro el pasado día 19, seguido muy de cerca del multimillonario populista de derechas Rodolfo Hernández.


― ¿Es América Latina de izquierdas?

― Va avanzando con las diferencias que existen de un país a otro en los proyectos políticos de izquierda. Sus horizontes políticos no deben entenderse como una receta única, un manual único, sino que deben emerger como una fuerza de construcción creativa y colectiva con el sello de cada pueblo. Siento que se respiran vientos de transformación económica, política y cultura en beneficio de los pueblos.

― ¿Tiene más difícil la izquierda ganar en la región?

— Hay una articulación de la derecha internacional, con un movimiento muy grande de recursos económicos, orientada a coartar el desarrollo de procesos de izquierda en la región. Aunque logremos victorias contundentes, se replican narrativas de dictadura, dictadura, dictadura… Es alucinante. No se acepta la democracia cuando son movimientos de izquierda con un mandato popular. Aun así, hemos demostrado que el pueblo organizado y movilizado es invencible más allá del poder económico de la derecha fascista.

 

Juicio a Jeanine Áñez

Nela Prada recuerda bien aquellos días convulsos de 2019; había temor, una fuerte presencia militar en las calles, alrededor de la sede del MAS, incluso de su casa. Pero, sobre todo, la hoy ministra tiene en mente cómo el jefe del Ejército, Williams Kaliman, puso la banda a Áñez. “Esa imagen retrata bien lo que fue ese momento”, relata la ministra, “que un militar, tras 37 años de vida democrática, fuera quien le estuviera poniendo la banda a quien se autoproclamaba presidenta, reconociendo desde las fuerzas del orden una autoridad inconstitucional”.

Aquellos militares y policías que obligaron a Morales a renunciar al cargo, que llegaron a quitarse de sus uniformes la whipala, la bandera de los pueblos originarios andinos, están hoy, un año y medio después de una nueva victoria del MAS en las urnas, a las órdenes de su capitán general, el presidente Luis Arce. Una transición corta que pone a prueba su lealtad. A Nela Prada le cuesta decir que no confía en ellos. Medita mucho la respuesta porque es un tema delicado. “La confianza se ha roto entre el pueblo y las fuerzas del orden”, admite, “estamos en un proceso de reconstrucción”. No han acabado, se entiende. “Somos hijos de la democracia”, prosigue, “pero no se puede dar por sentada, siempre puede haber retrocesos”.

Y es aquí donde la historia política de Bolivia se presenta de nuevo en el relato de Nela Prada. Paradojas de su vida, la ministra evoca al poeta y cantante boliviano Nilo Soruco, perseguido por la dictadura de Bánzer y exiliado en Venezuela a finales de los setenta. El presidente Arce utilizó en sus mítines una de sus canciones, La Caraqueña, un himno de la resistencia. Según cita Nela Prada, decía así en una de las estrofas: “Nunca el mal duró cien años ni hubo cuerpo que resista”.

En mucho menos tiempo ha sido juzgada y condenada en los tribunales bolivianos la expresidenta Áñez. Afronta una sentencia de 10 años de cárcel por “resoluciones contrarias a la Constitución” e “incumplimiento de deberes”. La Unión Europea, la ONU y Estados Unidos han criticado el juicio por “no respetar los derechos al debido proceso”. No obstante, según Nela Prada, su Gobierno apelará la condena, insuficiente a su juicio ―la pena máxima por los juzgados sería de 15 años―. “Para reconstituir un tejido social tiene que hacerse sobre la base de memoria, verdad y justicia”, explica la ministra boliviana, “no se puede dejar atrás el pasado como si las vidas del pueblo no importaran, las vidas de todas las personas importan”.

Sea por esto o por esa otra patita del proceso de reconciliación, la de la verdad, la ministra viajó hasta Madrid con un tríptico en el que aparece bien claro la condena a Áñez.

Nela Prada cuenta durante la conversación que mantiene un diálogo cotidiano con el presidente del partido en el que milita, Evo Morales. En las últimas semanas, la prensa local ha aireado críticas del expresidente boliviano al actual ministro del Interior, Eduardo del Castillo, también cruceño y militante del MAS, por su gestión en la lucha contra el narcotráfico. La ministra de la Presidencia defiende la sintonía entre Morales y el Gobierno de Arce.

― La oposición ha querido instalar una narrativa de que nuestro presidente iba a ser un títere de Evo Morales. Este siempre ha reconocido el respaldo a nuestro Gobierno. Me comunico permanentemente con él y nunca ha habido una instrucción de su parte. Como presidente del MAS, puede verter opiniones, pero la oposición quiere que entre en modo silenciador, que desaparezca y no exprese ninguna opinión. ¿Cómo busca la derecha fascista anular a gobierno de izquierdas? Tienen operadores generando división dentro del movimiento popular, buscando la implosión en el seno del movimiento.

TITULO: Donde viajan dos - Planeta Verano.

 Planeta Verano.

Fue entrar en el transbordador y encontrarme con todos los cantautores que triunfaban en aquella época con sus baladas de amor al planeta agonizante,.

foto / Es como lo cuentas. Imagínatelo. En el Gran Éxodo no las tenía todas conmigo. Me evacuaron de milagro en el módulo 'Robert Zimmerman' destinado a «intérpretes y autores musicales a título individual». Fue entrar en el transbordador y encontrarme con todos los cantautores que triunfaban en aquella época con sus baladas de amor al planeta agonizante,.

 

TITULO : Escala humana -  Turistas de ultratumba , Miercoles -6, 13,  20, 27- Julio , 3- 10 - Agosto .


El Miercoles -6, 13, 20, 27 - Julio , 3- 10 - Agosto , a las 21:00 por La 2, foto,.

 

 Turistas de ultratumba,.

 

 Museo de las momias de Zaragoza: Turistas de ultratumba | El Correo


Nada más traspasar la puerta de esta antigua iglesia hay que prescindir de algunas ideas preconcebidas respecto a las momias. Las de este lugar no van acompañadas de lujosos sarcófagos, ni se muestran para alimentar fantasías de necrófilos, son restos de seres humanos que por un extraordinario cúmulo de circunstancias han sobrevivido en buen estado de conservación al paso del tiempo y sobre los que podemos aprender. En Quinto, no muy lejos de Zaragoza, los muertos han traído vida (un chiste fácil), turistas y cierta notoriedad bienvenida por sus habitantes. Los quince restos que se exhiben al público, aunque se hallaron más, que están convenientemente guardados, son el fruto, explica la guía del museo a los visitantes, de muertes a causa de enfermedades que causan deshidratación, también de su inhumación en una zona (la parte derecha más cercana al altar) en la que no hay humedad y se registra una temperatura constante. La momificación se vio favorecida además por la presencia de una corriente de aire procedente de un osario contiguo, las oquedades de unos silos de cereales de época islámica del subsuelo del recinto y, finalmente, por la salinidad de la tierra de esta zona que al contacto con los cuerpos, una vez rota la madera de los ataúdes por efecto del tiempo, ayudó a preservarlos en un asombroso estado de conservación. Son, según los expertos, las mejores momias de España.

Cada uno de los cuerpos tiene su historia, son clérigos, mujeres o niños de familias pudientes, las que podían pagar la sepultura en el interior del templo y en primera fila, donde se aseguraban, siguiendo las creencias de la época, una entrada vip al cielo. Hay documentados más de un millar de entierros en esta antigua iglesia, los primeros en el siglo XII, y solo una quincena han quedado intactos, incluyendo sus vestimentas. Bebés y adultos en actitud orante y ataviados, los segundos, con hábitos franciscanos siguiendo la costumbre del momento. De algunos no se ha podido rastrear gran cosa y de otros se sabe prácticamente todo. Cuerpos transformados ahora en personajes que han ido creando un vínculo con el pueblo que los acoge, en ocasiones incluso familiar, porque sus apellidos aún resuenan por las calles de Quinto, que como Belchite fue arrasado por la guerra y su iglesia atravesada por proyectiles; convertida en los años sesenta en almacén de grano, hasta que en los ochenta se plantea darle un uso cultural y al hacer las obras y el traslado de los ataúdes uno de ellos volcó mostrando los restos de una persona que parecía viva.

La ciencia forense ha permitido saber que la momia de la mujer de hermosos cabellos rojos era vecina de Alcañiz, aunque residía en Madrid, y que llegó a Quinto atraída por la fama de sus aguas termales como remedio al grave estreñimiento que sufría, una oclusión intestinal que le costó la vida y acabó con su cuerpo envuelto en una hermosa mortaja cosida por ella misma, con forro en las mangas, y una camisa de fina tela y puntadas precisas que no hubieran desmerecido a una máquina de coser, si hubieran existido en aquel tiempo. De las heces alojadas en el interior de su cuerpo se ha podido saber que comía uvas. En aquel entonces se pensaba, por error, que eran laxantes. Incluso se ha intentado hacer germinar, sin éxito, una de las pepitas que contenía su estómago. Hubiera permitido, en un nuevo giro del destino, producir el mismo vino que se consumía hace siglos. Qué pensaría esta mujer, cuyo nombre se mantiene en el anonimato, de los giros de la vida y de la muerte si se viera expuesta al público.

Los cuerpos y sus vestidos se conservan intactos gracias a un cúmulo excepcional de circunstancias ambientales,.

 

TÍTULO: LA MAQUINA DE ESCRIBIR - Esta noche, 'En primera línea  -La extrema derecha hace valer su nueva fuerza en la Asamblea Nacional francesa,.


LA MAQUINA DE ESCRIBIR - Esta noche, 'En primera línea  - La extrema derecha hace valer su nueva fuerza en la Asamblea Nacional francesa,.   , fotos.


El Miercoles - 6, 13 , 20, 27- Julio,  3- 10 - Agosto,  a las 22:00 por antena 3,.

 

 

La extrema derecha hace valer su nueva fuerza en la Asamblea Nacional francesa,.

Le Pen, que aumentó de 8 a 89 el número de diputados, logra dos vicepresidencias en el hemiciclo con apoyos macronistas. Pero la izquierda se hace con la decisiva comisión de Finanzas,.

 La extrema derecha hace valer su nueva fuerza en la Asamblea Nacional  francesa | Internacional | EL PAÍS

 

A la extrema derecha de Marine Le Pen se le escapó este jueves el puesto más deseado de la Asamblea Nacional de Francia: la presidencia de la estratégica comisión de Finanzas, que supervisa los 

 

 

presupuestos. El cargo, vigente por un año, se lo ha arrebatado Éric Cocquerel, diputado de Francia Insumisa y miembro de la alianza de izquierdas Nupes, que ha celebrado su elección como una primera victoria legislativa de un hemiciclo más fragmentado que nunca y sin mayoría absoluta. Un puzzle parlamentario que obligará al presidente, Emmanuel Macron, a negociar, texto por texto, cada ley o reforma que quiera sacar adelante en su segundo mandato con la ayuda de su primera ministra, Élisabeth Borne, a la que ha confirmado en su puesto pese al fiasco de las legislativas.

Hasta tres rondas de voto han sido necesarias para llegar al resultado que el Reagrupamiento Nacional (RN) de Le Pen se ha apresurado a denunciar como una “maniobra” para impedirle hacerse con la jefatura de una comisión tradicionalmente reservada a la primera fuerza de la oposición. Un título que se disputan, desde las elecciones legislativas de junio, la extrema derecha, que con sus 89 diputados ha conseguido más diputados que nunca antes en su historia, y la alianza de izquierdas, que suma 151 asientos en el hemiciclo, pero que está dividida en varios grupos parlamentarios (el mayor, el de Francia Insumisa, solo tiene 75 escaños). Además de su simbolismo, presidir la comisión de Finanzas permite el acceso a informaciones protegidas por el secreto fiscal.

Menos de 24 horas antes de esta votación fundamental, los mismos diputados de izquierdas que ahora claman victoria habían denunciado a su vez como un nuevo fracaso del cordón sanitario la elección de sendos miembros del partido de Le Pen para dos de las seis vicepresidencias del hemiciclo. Para lograr este hito en un Parlamento donde durante décadas la extrema derecha fue prácticamente irrelevante, necesitaron el apoyo de la mayoría macronista, que por su parte ha logrado imponer a la exministra Yaël Braun-Pivet como la primera presidenta de la historia de la Asamblea Nacional, y de los conservadores Los Republicanos (LR).

El partido de Macron “ha hecho votar al RN para facilitar el acceso de diputados de extrema derecha a la vicepresidencia de la Asamblea Nacional. Las máscaras caen”, criticó el diputado y secretario general de los ecologistas, Julien Bayou, la maniobra. La situación “ilustra la nueva Asamblea Nacional elegida por los franceses (…) No es nuestro papel elegir a nuestra oposición, sino hacer respetar la voluntad de los franceses”, replicó la mayoría macronista, que en total suma 250 diputados (lejos de los 289 de la mayoría absoluta).

Más allá de los resultados, estas primeras votaciones ―con las alianzas de voto inter partidistas, acusaciones de romper el tradicional frente republicano contra la extrema derecha y los pulsos por el poder de esta semana―, son un primer indicio de lo complicado que va a tener gobernar Macron en su segundo y último mandato sin el colchón de la mayoría absoluta de su primer quinquenio.

Y las trabas no acaban en las puertas del Palais Bourbon, sede de la Asamblea Nacional. A las batallas parlamentarias se unen los problemas internos de un Gobierno que, a poco más de un mes de su formación, se prepara ya para una primera remodelación.

 

Macron estipuló que todo ministro que optara a un escaño y no lo lograra debía dimitir, y este principio ha provocado la caída de tres miembros de su gabinete: la ministra de Sanidad, Brigitte Bourgignon, la titular de Transición ecológica, Amélie de Montchalin, y la secretaria de Estado del Mar, Justine Bénin, deberán dejar sus cargos. En la cuerda floja está también el ministro de Solidaridades, Autonomía y Discapacidades, Damien Abad. Este antiguo peso pesado de los conservadores ha sido acusado por varias mujeres, a través de la prensa y de forma anónima, de abusos sexuales o intento de violación. Hasta ahora, su jefa, Borne, se había negado a cesarlo alegando que no había proceso judicial en su contra. Pero las cosas podrían cambiar rápidamente: la Fiscalía de París anunció el miércoles la apertura de una investigación tras la presentación, el lunes, de una denuncia de intento de violación en 2010 por parte de una presunta víctima de Abad.

La primera ministra ha anunciado este jueves a través de la Agencia France Presse que el 6 de julio realizará, ante la Asamblea Nacional primero y ante el Senado después, su “declaración de política general”, en la que presentará su hoja de ruta para los próximos cinco años. Para entonces, Borne ya debería haber anunciado la recomposición de su gabinete.

Lo que no ha desvelado aún la primera ministra es si, como reclama la izquierda, aceptará someterse a un voto de confianza de la Asamblea Nacional tras su discurso. Un voto negativo —que, tras la pérdida de la mayoría absoluta, no es un imposible— supondría la dimisión de todo su Gobierno, incluida la primera jefa de Gobierno en tres décadas. Su posición había estado en duda tras el fiasco en las legislativas, pero en una entrevista con la agencia AFP el pasado fin de semana, Macron aseguró que había decidido “confirmar su confianza en Borne” y encargarle un “nuevo Gobierno de acción”, cuya composición revisarían juntos a su regreso, este jueves, de su semana internacional de cumbres del G7 primero en Alemania y de la OTAN después en Madrid. El trabajo no ha hecho más que comenzar.

 

 

TITULO:  ESPAÑOLES POR EL MUNDO -Camino del Cid en bici | Puzol - Valencia (y final),.

 

 

Camino del Cid en bici | Puzol - Valencia (y final)

Un paseo por los 'carriles Ribó'

La capital del Turia nos recibe con un intenso tráfico... ¡de bicicletas!,.

«Una etapa llana de verdad, un trámite, como si fuera la última del Tour de Francia»

fotos / Como ayer nos acercamos a Valencia más de lo que teníamos pensado en un primer momento, ya que no encontramos alojamiento en ningún punto anterior de nuestro rodeo, la etapa que queda para hoy es realmente corta.

Se parece a esa imagen que tenía al principio, en la que como, en el Tour de Francia, el último día es un trámite más turístico que deportivo, en el que se cumplimentan unos pocos kilómetros a un ritmo amable antes de llegar a la meta final, donde los profesionales disputan un sprint y nosotros, en cambio, vamos a parar a hacernos la foto de la victoria, la prueba de que hemos llegado al final de nuestro camino tras catorce días de viaje. En bicicleta, pero de viaje.

Es imposible, ahora que estamos tan cerca del final, no hacer hacer recuento de estas dos semanas. La prueba de que esa conversión, ese paso pretendido de ciclista a viajero, se manifesta en el hecho de que mi repaso mental no incluya las cifras 'deportivas' del trayecto, sino los paisajes que hemos recorrido.

Al margen de esta ola de calor que lo ha condicionado todo y que hemos surfeado como hemos podido –no han sido para nada temperaturas habituales a mediados de junio, que sigue siendo la época más recomendable para recorrer este itinerario– y del incendio que nos obligó a dar ese último rodeo, el viaje ha sido un disfrute continuo. En un alarde de optimismo inveterado, incluso soy capaz de convencerme de que esas temperaturas extremas nos han obligado a madrugar tanto que hemos disfrutado de las horas en las que la luz es más bonita –el alba– sobre la bicicleta. Y tiene mérito, porque en ningún otro momento del año amanece tan temprano.

Es domingo y nos cruzamos con familias ociosas que recorren los carriles bici que dan acceso a la ciudad con bicicletas de paseo y sillas con niños dormidos en ellas. A nosotros nos llaman más la atención los arrozales y las barracas situados a la orilla de la Vía Churra, que es como se llama el camino que estamos recorriendo, en alusión a las ovejas que llegaban a la ciudad desde el norte, como nosotros.

Me distraigo de unas pedaladas fáciles haciendo recuento de lo que hemos vivido en catorce días, porque los recuerdos son tantos que ya se van mezclando y desordenando. Nos preguntamos qué nos ha gustado más, qué nos ha sorprendido y nos cuesta quedarnos con un único momento: la subida al castillo de Gormaz, el valle que llevaba a Valdanzo, el puerto de Villarosario, las calles de Albarracín, la catedral del Burgo de Osma, el tamaño de las raciones de comida, aquel gazpacho en Atienza, las charlas con otros viajeros o con quienes nos han ido alojando en estas dos semanas... imposible quedarse con uno.

Hemos podido ver cómo en la primera semana se sucedían la alfalfa, el trigo y la cebada, y que todavía estaba verde. Y el momento en el que aparecían los primeros frutales, más o menos en el segundo tercio, o los primeros campos de olivos, ya en Teruel. En algunas sitios estaban ya recogiendo cerezas. O los campos de naranjos de ayer y los arrozales de hoy. Tengo la sensación de haber pasado de la primavera al verano de forma brusca, y a la vez haber descubierto un paisaje mucho más verde lo que imaginaba.

A estas alturas recuerdo más lugares que caminos, así que esa debe de ser la clave: en algún momento la ruta en bicicleta se ha convertido en un viaje. Recuerdo haber pasado por una decena de poblaciones de las que me dio pena irme cada mañana. Si tienen la suerte de hacer este viaje, resérvense algunos días de margen para dedicárselos a esos lugares que merecen un buen paseo. Si solo pudiera dar un consejo, sería ese.

Hemos visto muchos animales: especialmente corzos, pero también liebres, cigüeñas y todo tipo de rapaces. Supongo que sea algo normal si vives en el campo. Esa es otra de las claves: es un viaje que recorre el entorno rural. Los tramos de pistas o senderos, de hecho, atraviesan algunos lugares remotos de una zona que ya está, de por sí, muy poco poblada, así que conviene llevar agua y repuestos para solventar cualquier problema. En ese sentido, hemos tenido suerte: cero problemas mecánicos y ningún incidente de importancia.

Eso no quiere decir que Julia no se haya traído marcas en la piel de cuatro provincias diferentes. Creo que ha librado en Valencia. Si eso no es dejarse la piel por la empresa.

«800 kilómetros en 14 días, me siento como el Cid cuando se sentó en el trono de Valencia»

La última etapa ha sido un paseo y en la que más ha costado hacer el equipaje. Yo lo llamo el efecto de la maleta creciente. Según han ido pasando los días, conseguir un bulto transportable se ha ido complicando. Y no porque hubiéramos comprado cosas. Gonzalo dice que es por el cansancio, que hace que la compactemos con menos mimo. Yo añadiría que también por la pereza: lo peor de ser nómada es estar recogiendo tus trastos todo el rato.

Por primera vez en quince días no hemos puesto el despertador. Hemos abierto los ojos a la misma hora de siempre, pero hemos remoloneado entre las sábanas hasta una hora razonable para buscar una cafetería en la que desayunar. Tampoco hemos lavado la ropa del día anterior. Con una muda limpia para hoy teníamos de sobra. Por si se lo preguntan: esta tarea se hace a mano, como las abuelas, solo que en vez de en el río, lo hacemos en los baños de los hoteles. Benditos bidés. Confieso que he echado de menos la lavadora durante el viaje por eso del centrifugado: usar el truco de ciclista antiguo de retorcer la ropa en una toalla es efectivo, pero agotador.

Por delante teníamos apenas 25 kilómetros hasta llegar a Valencia y según había visto era un recorrido sencillo: todo carril bici. Antes de llegar ya nos habían dicho que la capital del Turia tenía una red muy importante, pero es que son 160 kilómetros que conectan todos los barrios y localidades cercanas. Allí les llaman los 'carriles Ribó' , alcalde de Valencia desde 2015 y firme defensor del uso de la bicicleta para desplazamientos urbanos. Él mismo va a trabajar en la suya.

Para mí, que llego harta de cuestas y piedras, me parecen autopistas, pero ojo también porque, como en ellas, el tráfico es intenso. Ni la M-30, señores, tiene tanto movimiento un domingo. Hay mucho turista haciendo 'tours' sobre dos ruedas (la mayoría holandeses, ¿a que ya se lo esperaban?). Y precisamente este colectivo es el más peligroso. O mejor dicho, somos, porque ni ellos ni nosotros dominamos los cruces y vamos como patos mareados.

En cambio, los valencianos se mueven con destreza sobre estas vías a veces verdes a veces rojas. Se nota que no es postureo y que muchos de ellos van cada día a sus tareas así. Todo lo que ha costado llegar a la ciudad es indirectamente proporcional a lo que cuesta llegar al casco antiguo y la estatua del Cid. Allí, frente a Rodrígo Díaz de Vivar, siento por primera vez que ha cumplido la misión. He superado el reto: 800 kilómetros en bici, 14 días pedaleando, más de 10.000 metros de desnivel positivo. Se dice rápido. Y no nos hemos divorciado. Es más, no hemos discutido ni una sola vez, qué cosas.

No sé como se sentiría el Campeador cuando se sentó en el trono de Valencia y se proclamó «príncipe Rodrigo», pero estoy segura de que muy parecido a cómo lo hice yo ante la última cerveza de este viaje en las intrincadas callejuelas del centro.

Eso sí, él aguantó cinco años como rey y a nosotros el trono no nos va a durar ni 24 horas. Al día siguiente hay que volver a la rutina. Voy a echar de menos pedalear cada día y solo de pensar en mi armario, a punto de explotar de ropa, me dan ganas de volverme minimalista. También he decidido apuntarme a un cursillo para mejorar mi técnica sobre la 'mountain bike'.

No hay comentarios:

Publicar un comentario