TITULO: Atención obras - Cine - Santi Balmes, vocalista de Love of Lesbian,. Jueves -6 - Julio ,.
Jueves - 6 - Julio a las 20:00 horas en La 2, foto,.
Atención obras - Cine - Santi Balmes, vocalista de Love of Lesbian,.
Santi Balmes y Cayetana Guillén Cuervo,.
Esta semana, ‘Atención Obras’ celebra el Día Europeo de la Música y Cayetana Guillén Cuervo entrevista al músico Santi Balmes, vocalista de la banda Love of Lesbian.
Con él hablará sobre su último disco, ‘Viaje épico hacia la nada’, y sobre la gira que empieza el 7 de julio en Ponferrada, en el Planeta Sound Festival, y el 8 en el BBK Live de Bilbao. El próximo 1 y 2 de noviembre la banda se despedirá de su público de Barcelona, en la sala Razzmatazz y el broche final, el cierre de gira llegará el 4 de noviembre en el Wizink Center de Madrid.
Este álbum ha tenido gran acogida por el público de España, Europa y Latinoamérica. Con este ‘Viaje épico hacia la nada’ han recibido el disco de oro, el cuarto que suma ya la banda.
Arte y música
El programa continúa visitando PhotoEspaña, el festival internacional de fotografía que se estrenó en 1998 y que desde entonces ha ido ganando importancia hasta convertirse en referencia para las artes visuales a nivel mundial. Mostrará cinco de sus exposiciones más interesantes que se agrupan en un mismo espacio, el Círculo de Bellas Artes de Madrid.
Sigue al ritmo de la música de Silvana Estrada, la artista mexicana ganadora de un Grammy Latino a mejor nueva artista, que está de gira por nuestro país. Entre concierto y concierto, hablará con ‘Atención Obras’ de su música y de lo que significa para ella.
Visitará también la Galería de las Colecciones Reales. En su interior se puede ver cinco siglos de arte e historia acumulados por los reyes de España. Se encuentra junto al Palacio Real de Madrid y se podrá visitar a partir del próximo 29 de junio.
El programa cierra con el Festival Tomavistas, que hasta el sábado se celebrará en el parque Tierno Galván de Madrid. Esta nueva edición cuenta con más de 30 artistas y bandas nacionales e internacionales.
TITULO: Detrás del instante - Carlos Núñez regresa al Museo de la Siderurgia de Sabero ,.
El músico llenará de música las noches del museo conn una actividad que tendrá lugar el día 22 de julio,.
El Museo de la Siderurgia y la Minería de Castilla y León, con sede en Sabero (León), presenta para este verano uno de sus programas más veteranos y con más éxito de público, los conciertos de 'Noches de Ferrería'.
En el primero de los conciertos de estas 'Noches de Ferrería' actuará el famoso gaitero Carlos Núñez, que ofrecerá su concierto número quince en el centro para celebrar el 15º aniversario de la apertura del Museo.
Carlos Núñez, considerado uno de los mejores gaiteros del mundo, recalará en la Ferrería de San Blas el sábado día 22 de julio a las once de la noche. Acompañado por su grupo y algún invitado sorpresa que siempre le acompaña en sus giras, Núñez volverá un año más, y ya son ocho, con catorce conciertos realizados, a llenar de música y buen ambiente un lugar tan mágico y que tanto le gusta como la vieja Ferrería de San Blas. Las entradas a un precio de 19 euros ya están a la venta en el museo o en el correo electrónico didactica@museosiderurgiamineriacyl.es.
Los conciertos de Noches de Ferrería se han convertido en un referente y a ellos acude público de todos los lugares de España ya que al contar con un aforo muy reducido y realizarse en un lugar tan especial como la nave neogótica de la antigua siderurgia, la interacción del artista con el público es más cercana e intensa. Con estos conciertos el museo pretende además dar a conocer uno de los elementos más importantes del patrimonio industrial de España.
TITULO:TARDE DE CINE CON - 25 años de 'Sexo en Nueva York': aquellas que quisimos ser,.
25 años de 'Sexo en Nueva York': aquellas que quisimos ser,.
Aquella serie nos mostró a cuatro mujeres que iban por delante de su tiempo, que eran 'influencers' cuando todavía no se habían inventado esas palabras,.
Encontrarte con antiguas conocidas tiene sus riesgos. Sobre todo, si te topas con esa compañera que se sentaba a tu lado en Bachiller y compruebas que sigue teniendo el mismo tipo juncal y la misma melena rubia y lisa que encandilaba a los chiquillos, mientras que tú has echado caderas de posadera y no sabes qué ha pasado con tu pelo, cada día más fosco y escaso. En el caso de la ficción, por el contrario, no hay peligro, porque solo es una parte la que juzga a la otra: nosotras a ellas. Es lo que hicimos en 'And just like that…', la continuación de 'Sexo en Nueva York'. Cómodamente, desde nuestro sofá y ensanchando (aún más, si cabe) el caderamen, pudimos comprobar qué había sido de Carrie, Samantha, Miranda y Charlotte, hasta dónde había llegado el bótox, qué tal le quedaban a Carrie las canas y cómo se habían adaptado al paso del tiempo. Pero la respuesta que dio la serie no gustó a muchos.
Inclusiones más o menos forzadas aparte («se ha tirado por un barranco 'woke'», escribió Rosa Belmonte), lo más duro fue reconocer que, transcurrido tanto tiempo, aquellas pioneras de Manhattan se habían quedado fuera de juego. Y eso es peor que hacerse mayor: más viejas eran 'Las chicas de oro', y resultaban modernísimas. Pero las cuatro amigas (las tres, puesto que Kim Cattrall se negó a intervenir dada su enemistad con Sarah Jessica Parker; enemistad que quedó de manifiesto cuando Cattrall no aceptó las condolencias de Parker tras la muerte de su hermano) ya no eran aquellas que marcaban tendencia, que salían un martes cualquiera por los sitios más exclusivos y carísimos de Nueva York, que estaban en la cresta de la ola: en la primera temporada de 'And just like that…' las vimos desdibujadas, enfrentadas a unos acontecimientos que no sabían manejar, perdidas dentro de un mundo que avanzaba a tal velocidad que apenas podían adaptarse a él. Lo triste es que ellas ya no eran las reinas del cotarro; lo más triste es que, nosotras, tampoco. Y duele reconocerlo.
En cambio, el estreno de 'Sexo en Nueva York' en 1998, del que hoy se celebran 25 años, nos mostró a cuatro mujeres que iban por delante de su tiempo: fuertes, independientes y seguras de sí mismas, eran profesionales que gastaban su dinero en lo que les daba la gana, que hablaban y practicaban sexo sin mojigatería, ni explicaciones, ni culpabilidad aparente, que estaban empoderadas y que eran 'influencers' cuando todavía no se habían inventado esas palabras. En cuanto las vimos, supimos que eran las tipas que queríamos ser. O, al menos, que queríamos tenerlas como amigas. Aunque solo fuera para que nos dejaran ropa y nos colaran en los mejores garitos.
A pesar de ello, no sé si porque interesaba seguir manteniendo el cuento del príncipe azul para contentar a las mujeres que continuaban creyendo en su existencia, todas buscaban, de una u otra manera, una pareja estable. Hasta Samantha Jones, las más libre de todas («Escuchadme, el tío perfecto es una ilusión. Empezad a vivir vuestras vidas»), llega a sufrir por amor. Eso sí, hasta dar con el príncipe en cuestión, probaban con toda la corte. Y se hinchaban a cosmopolitans. Y encontraban taxi a la primera. Y vestían como un editorial de Vogue, con ropa que era algo más que ropa, que construía perfectamente al personaje: Carrie tenía un estilo excéntrico y arriesgado, tanto que estaba a un complemento de parecer la silla de mi dormitorio cuando le tiro medio armario por encima; Miranda era sobria, igual que sus trajes de chaqueta; Charlotte aparecía discreta y comedida; Samantha, sexy e insinuante. Ropa carísima, irreal, imposible. Puro artificio, vale. Pero qué artificio tan disfrutable.
Con 'And just like that…' no disfrutamos tanto, pero la vimos. Nos pudo la curiosidad, claro. Y las ganas de comprobar si seguían siendo las tías mejor vestidas de la historia de la televisión, que también. Al menos, en esta segunda temporada, anunciada para el 22 de junio, contamos con el aliciente de volver a ver a Samantha Jones. O de oírla: según publica Variety, su intervención se reduce a una llamada telefónica entre ella y Carrie, ya que Cattrall sigue sin querer coincidir ni con las otras tres protagonistas ni con Michael Patrick King, el 'showrunner' de la serie. Sin embargo, hace 25 años vivimos la ficción de que, por encima de los hombres, de las circunstancias personales y del trabajo, estaba la amistad entre cuatro mujeres. Y que, siendo columnista, se podía vivir en un apartamento ideal del Upper East Side y tener más zapatos que Imelda Marcos. Eso no nos lo quita nadie. Ni siquiera la realidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario