sábado, 6 de enero de 2024

LA HORMA DE MI ZAPATO, EL OBJETO Y YO, ZAPATILLAS VIEJAS - MORTADELO Y FILEMÓN - Revista Grada - Construcción - La rehabilitación tira hacia arriba del sector de la construcción ,./ Peter Falk, el teniente Colombo y el perro - Papa Francisco: «Quien hiere a una mujer está profanando a Dios» ,. / HOY LE TOCA - Futbol COPA DEL REY - El Lugo casi le atraganta la Copa al Atleti: Memphis lo evita,.

 

 TITULO : LA HORMA DE MI ZAPATO, EL OBJETO Y YO, ZAPATILLAS VIEJAS - MORTADELO Y FILEMÓN - Revista Grada  -   Construcción -  La rehabilitación tira hacia arriba del sector de la construcción ,. 

 LA HORMA DE  MI ZAPATO, EL OBJETO Y YO, ZAPATILLAS VIEJAS - MORTADELO Y FILEMÓN -   Revista Grada -   Construcción -  La rehabilitación tira hacia arriba del sector de la construcción  , fotos,.

La rehabilitación tira hacia arriba del sector de la construcción,.

 El 70% de las rehabilitaciones han sido de viviendas.

 El 70% de las rehabilitaciones han sido de viviendas.

 

La superficie visada para obra nueva y reformas por los colegios de arquitectos en la región crece un 33% en el acumulado hasta julio,.


Las obras de rehabilitación han supuesto más de un 22% de la superficie visada en la región por el Colegio de Arquitectos de Extremadura (Coade) en los primeros seis meses del año. Casi 100.000 metros cuadrados, entre reformas en viviendas y en edificios no,.


TITULO: Peter Falk, el teniente Colombo y el perro - Papa Francisco: «Quien hiere a una mujer está profanando a Dios»   ,.


Peter Falk, el teniente Colombo y el perro - Papa Francisco: «Quien hiere a una mujer está profanando a Dios» ,. fotos,.

 

 

Papa Francisco: «Quien hiere a una mujer está profanando a Dios»,.

 El Papa Francisco en su primera misa del año

 El Papa Francisco en su primera misa del año,.

Recuerda en su primera misa del año que «la sociedad necesita acoger el don de la mujer, de cada mujer: respetarla, cuidarla y valorarla»,.

 

Durante la ceremonia cantó un coro formado por cuatro mil voces,.

 Dios es la misericordia. Al menos lo es para centenares de millones de seres que viven en los cinco mundos. Los cristianos tienen prohibida la venganza. No sirve volver a la Edad Media, porque en aquellos tiempos la intransigencia y la brutalidad eran las grandes dominadoras de la vida y de la muerte. Dios ayudó a evolucionar a los cristianos, y los derechos del hombre, la exigencia de la paz y el paisaje de la caridad se impusieron a la intransigencia y la violencia. Ese camino de amor no lo perdonan los que confunden su fe con el odio. No se odia a lo que no existe, sino a lo que molesta y perturba porque está ahí, presente, con los brazos abiertos y el perdón preparado. Dios no amenaza, ni asesina a traición, ni siembra el terror, ni riega de sangre inocente los campos devastados. Pero Dios, precisamente por ello, interrumpe la comodidad y la estupidez de los cobardes que se escudan en su paz para herirlo. Lo que se niega obsesivamente es consecuencia de una fe obstinada que infecta el ánimo. El dios de la venganza, del premio al dolor, del abrazo al que hiere se ha quedado paralizado en su siglo. Dios y el humanismo cristiano no han detenido su camino. Y se han producido enormes errores y abusos en su Iglesia, pero gracias a la interpretación de su doctrina, el ser humano ha entendido, que el único trazo de su existencia es el de la armonia.

 

Machacan a Dios los que no quieren creer. Los sacrílegos creyentes. No siento otra cosa que misericordia y necesidad de perdón hacia ese pobre hombre, el sacrílego creyente, que ha culminado con su salvajada pueril y continuada la mayor ofensa que los seguidores de Cristo podríamos imaginar. No hay odio, ni resentimiento, ni deseo de venganza en mis palabras. Con Alá no se atreve. Los hijos de Alá no perdonan y cumplen con su deseo de venganza. El cristiano responde con su corazón herido en busca de la misericordia.

Se llama Abel Azcona. No Caín Azcona, sino Abel. El Ayuntamiento proetarra de Pamplona le ha cedido un espacio municipal para profanar públicamente a la eucaristía. Él mismo, orgulloso de su perversidad, lo ha escrito en las redes sociales. «Asistí a 242 Eucaristías, y con las hostias cosagradas y guardadas formé la palabra “pederastia”. PerformanceArt». Me intriga y conmueve su obsesión. Él que no cree en Dios, ni en lo que significa una Sagrada Forma, podría hacer formado con 242 hostias sin consagrar la misma estupidez supuestamente artística. Pero no. Es creyente. Sabe que una hostia se convierte en una Sagrada Forma, la encarnación de Cristo en el Pan del sufrimiento y el perdón. Y su envilecimiento obsesivo le lleva a herir a millones de personas innecesariamente. Jesús entra en las Formas que se consagran y lo recuerdan. Y se mantiene en las Formas malígnamente tratadas. Este pobre sacrílego creyente, cobarde y pretencioso, no merece otra reacción que el desprecio y la oración de cuantos nos hemos herido por su necesidad de humillar a Dios. Nos ha humillado a millones de católicos. Y Dios nos recomienda misericordia.

Todo es sencillo. Odio o amor. Venganza o abrazo. Reconocimiento de los errores o empecinamiento agresivo. Mano tendida o insulto.

Este pobre hombre, este ridículo creador de heridas, este sacrílego creyente, no conoce la tibia compañía, grandiosa a veces, cuando se le necesita, de Cristo. Sabe que es Dios, pero lucha contra su fe. Se humilla a sí mismo. Cuando su vida se extinga lo pasará mal. Se sentirá un impostor. Y los cristianos a los que tanto y tan profundamente ha ofendido y sangrado, rezarán por él. No tendrá la suerte de afirmarse hacia el Misterio como el pacífico sueño de un cristiano de amor no discutido, como José María Pemán. «Ni voy a la gloria en pos/ ni torpe ambición me afana;/ y al nacer cada mañana,/ tan sólo le pido a Dios/ casa limpia en que albergar,/ pan tierno para comer,/ un libro para leer/ y un Cristo para rezar».

Para rezar por los creyentes sacrílegos, los malhechores de su propio yo, como el pobre Abel Azcona, que un día, amparado por los defensores de terroristas, se creyó un artista importante.

 

TITULO: HOY LE TOCA - Futbol COPA DEL REY - El Lugo casi le atraganta la Copa al Atleti: Memphis lo evita,.   

Futbol COPA DEL REY - El Lugo casi le atraganta la Copa al Atleti: Memphis lo evita,.   

 Resultado Final - LUGO 1 - ATLÉTICO -3 -foto-,.

Los del Cholo avanzan a octavos en un duelo en el que los locales plantaron cara y empataron un tempranero gol de Correa. Simeone, obligado a tirar de titulares para solucionar. Doblete de Memphis.

El Lugo casi le atraganta la Copa al Atleti: Memphis lo evita - AS.com
Memphis Depay celebra con sus compañeros sus dos goles en Lugo que dan el pase a octavos del Atleti.

A las 16:00 horas en punto alzó su índice González Fuertes como un emperador romano el dedo: el partido podía comenzar. Suso Meilán se santiguaba en la grada. Era uno de los 7.114 aficionados en el Anxo Carro, tantos con el corazón dividido, mitad rojiblanco, mitad lucense. Se santiguaba y sonreía. Por el regalo de Reyes: el estreno del Atleti este año en la Copa en su casa, en Lugo. En un partido que a punto estuvo de indigestársele al Cholo como los roscones del desayuno a esa hora a pesar del inicio de su equipo, que no había terminado Suso de hacer la señal de la cruz cuando Saúl lanzaba una pelota a la espalda de la defensa para Galán.

Un Galán que corría para arrencarse tanta tela de araña y aire de banquillo y asistir a Correa en el segundo palo. El argentino solo empujó. Gol. A los dos minutos. El Atleti salía sin intención de sufrir. Lo hacía el Lugo en el segundo partido de Paulo Alves al frente sin su goleador habitual, Willy Ledesma. Tardó unos minutos en estirarse, pero cuando lo hizo, en contras dirigidas por su hombre en punta, Antonetti, enseguida encontró cómo rascar. Con córners y disparos desde la frontal de Jozabed, se metieron los lucenses en el partido. El inicio del Atleti había sido en realidad mero cartón-piedra.

Simeone había rotado. Por eso en su once había hombres que necesita que tengan minutos como Galan, Söyüncü o el mismo Saúl, como Memphis que, la segunda vez que el Atleti se plantó en el área del Lugo, estampó la pelota en el lateral de la red. Y salvo caídas y golpes a Riquelme, nada más. La defensa del Lugo se cosió las grietas, que un gallego sabe como nadie protegerse el agua, y repelía con eficiencia todos los centros laterales. Y, mientras el Lugo iba e iba e iba, incansable, hacia la portería de Oblak, que ahí sí que no hay rotaciones sea la ronda que sea, primera o última, el Atleti se enredaba en sus propios errores.

Errores en la salida de balón, groseros. Errores como el Söyüncü que permitió una ocasión de Quintana que se logró apaciguar. Errores como el de Saúl que le regaló un balón a Narro que corrigió Azpilicueta mientras se desgañitaba. Media hora pasaban de las cuatro y Suso Meilán ya se había santiguó varias veces más. Que el Lugo había lanzado ya cinco córners y Söyüncü, Saúl y Memphis estaban en Lugo vestidos de verde (¿por qué el Atleti siempre juega fuera con esa camiseta?) como reyes magos, repartiendo regalos. El partido les pasaba por encima como si no tuviesen nivel no para el equipo B del Atleti sino ni para el Atlético.

Avisó Antonetti primero con un chut que sacó de milagro Giménez en la línea. Confirmó poco después en una jugada que comenzó con el Atleti reclamando penalti por un derribo de Tabuaço a Azpilicueta y siguió con una contra en la que el delantero corría con Giménez y Söyüncü solo por delante. El futbolista del Lugo ni se inmutó y escogió la vía más fácil, la vía turca. Le quebró la cintura y pateó a la red. 1-1. El plan del Cholo, trizas. El trago de Copa venía amargo. Y tropezar otra vez fuera, como en los últimos cuatro viajes, era apearse también, como de la Liga en Girona, ante un Primera Federación.

No esperó Simeone ni un segundo de la segunda parte para que Koke, De Paul y Griezmann saltaran al campo, un triple cambio para tratar de arreglar el desaguisado de los que se habían hundido el día en que debían reivindicarse. El partido regresó con Quintana imprimiéndole a Witsel los tacos por tras en una entrada que era de amarilla cuando ya tenía tarjeta pero no la vio (en esta ronda de Copa no hay VAR), y los rojiblancos de verde atenazados por los nervios. El Lugo encimaba como si fuese Goliath. Castrín estrelló un cabezazo en el larguero antes de que los cambios del Cholo se hiciesen notar, pero cuando lo hicieron fue para soplar los nubarrones sobre el banquillo del Cholo y las oraciones de la boca de Suso Meilán.

Que bien rodeado, hasta Memphis volvió a parecer un jugador de fútbol. Koke fue quien le sirvió la pelota para el primer gol. Pase filtrado, recorte, dos toquecitos y a la red. 1-2. Llorente, que entró por Saúl, le asistió para el doblete ocho minutos después. Partido acabado aunque aún le quedaran minutos (y algunas gotas como un balón al larguero de Morata o una mano atrás con dolor de Azpilicueta a la corva) a este trago de Copa que a punto estuvo de atorársele a un Cholo que descubrió que no tiene Unidad B. Ante un Lugo combativo y guerrero y todas las oraciones de Suso Meilán.

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