TITULO: Cartas Olvidadas - A QUEMARROPA O LIGAR - Así es el menú de Navidad de la Familia Real Británica,.
Así es el menú de Navidad de la Familia Real Británica,.
No parece que se alejará mucho de la tradición navideña establecida por su progenitora, al menos en lo que respecta al menú,.

Carlos III, en su primer mensaje navideño como monarca. A pesar de la imagen de lujo y esplendor asociada comúnmente a la familia real británica, gracias en parte a producciones como "The Crown", algunos de sus integrantes tienen preferencias culinarias modestas.
Este es el caso del rey Carlos III, quien sigue los pasos de su difunta madre, Isabel II. Este año, no parece que se alejará mucho de la tradición navideña establecida por su progenitora, al menos en lo que respecta al menú. La comida navideña de los Windsor es relativamente sencilla, según revela Darren McGrady al Mirror, un chef que trabajó durante 15 años bajo las órdenes de la monarca.
"En realidad (los miembros de la familia real) son aburridos cuando se trata de festividades. No hacían jamones ni nada, sólo pavos tradicionales", comenta el chef. "Hacíamos tres pavos para la reina y su familia en el comedor real, uno para los niños y luego más para los aproximadamente 100 empleados, así todos tenían un almuerzo de Navidad", continúa.
El pavo se sirve acompañado de puré de patatas asadas, castañas o relleno de salvia y cebolla, salsa de arándanos y salsa de pan. Las verduras incluyen coles de Bruselas, zanahorias y chirivías asadas, según detalla McGrady. Después del plato principal, los miembros de la realeza disfrutan de un tradicional pudín navideño casero rociado con brandy, y es llevado, encendido, al comedor real por el mayordomo del palacio, según explica el camarero.
TITULO: Cartas en el Cajon - Conjugar el nosotros,.
Conjugar el nosotros,.
foto / Diccionario de la Real Academia Española (RAE),.
Cuando nos referimos a llegar al final de la vida, es decir, "morir", surge la duda sobre si la conjugación correcta es "moramos" o "muramos". ¿Cuál consideras que es la forma precisa? ¿Piensas que solo una de estas opciones es la adecuada, o ambas podrían ser válidas en español?,.
Si no estás seguro de la respuesta, no te preocupes, ya que es probable que hayas escuchado ambas formas de conjugación. Sin embargo, es válido cuestionar si ambas son correctas. En este artículo, aclararemos cuál es la respuesta correcta a esta pregunta.
La conjugación de los verbos suele ser clara para la mayoría de los hablantes del idioma, pero en ocasiones, especialmente con verbos irregulares, puede surgir incertidumbre sobre la grafía correcta en ciertos tiempos verbales. Esto puede dar lugar a incorrecciones lingüísticas, ya que en la conjugación de verbos irregulares es necesario cambiar la raíz del verbo, un detalle que a veces se omite. Un ejemplo de esto es el verbo irregular que se refiere a "llegar al final de la vida", es decir, "morir". En el plural de la primera persona (nosotros) del presente del verbo, se utilizan dos construcciones: "moramos" o "muramos". Para resolver esta duda, consultaremos a la Real Academia Española.
Según la RAE, la única forma correcta para el plural de la primera persona (nosotros) del presente del verbo "morir" es "muramos". Utilizar la construcción "moramos" al referirse a llegar al final de la vida es una incorrección lingüística que se debe evitar.
Es esencial tener en cuenta que el término "moramos" está registrado en textos académicos, pero corresponde al plural de la primera persona (nosotros) del presente o pasado del verbo "morar", que se refiere a "habitar o residir habitualmente en un lugar". Por ejemplo, "moramos en esta casa desde hace algunos años".
TITULO : REVISTA TENIS - Nadal pierde y se resiente, pero sigue siendo él,.
Nadal pierde y se resiente, pero sigue siendo él,.
El balear desperdicia tres puntos de partido ante un gran Thompson y tiene que ser atendido en el tercer set de un partido durísimo por molestias en la cadera.
foto / Rafa Nadal,.
La fiesta del esperado regreso de Rafa Nadal terminó este viernes en Brisbane, al filo de la medianoche local, con la derrota del español ante un magnífico Jordan Thompson, australiano de 29 años y 55º del mundo, que hizo el partido de su vida para ganar por 5-7, 7-6 (6) y 6-3 en tres horas y 26 minutos de dura competencia. El resultado podría haber sido diferente si el español hubiera aprovechado alguno de los tres puntos de victoria que tuvo en el segundo set. Se le escaparon y acabó sobrecargado en la zona del psoas y la cadera izquierda, dolencias por las que tuvo que ser operado el pasado mes de junio.
Al margen de este contratiempo, lo importante es que Nadal sigue siendo Nadal, en el triunfo y en la derrota. Se va del torneo con un balance muy positivo teniendo en cuenta que llevaba un año sin jugar; en cuartos, después de haber facturado tres buenos e ilusionantes partidos, 221 puestos más arriba en el ranking (451º). Y, sobre todo, tras haber generado esas sensaciones de fuerza, calidad, emoción y sufrimiento que se echaban de menos. Se despidió con una sonrisa y le espera, la semana que viene, el Open de Australia (14 al 28 de enero) en Melbourne. A Thompson, las semifinales (está también en las de dobles con Purcell), el sábado no antes de las 11:30 (Deportes por M+), contra el búlgaro Grigor Dimitrov, que barrió al también local Rinky Hijikata (6-1 y 6-4). La otra eliminatoria la disputarán sobre las 5:00 Holger Rune y el ruso Roman Safiullin.
Con un 75% de humedad en una Pat Rafter Arena llena y cubierta de nuevo por la amenaza de lluvia, Nadal padeció más que nunca desde su regreso ante un rival que le pegó siempre bien a la bola y se defendió fenomenalmente. No hizo más en el primer set porque la cabeza le jugó una mala pasada cuando encontró la manera de romperle el servicio al balear para ponerse con un amenazador 4-3. En esas, Rafa le apretó de lo lindo con un 0-40 pasándolo de manera magistral en las subidas, que estaban ayudando mucho al tenista de Sídney.
El ganador de 22 Grand Slams había empezado el partido muy sólido con su saque, un recurso sorprendente a estas alturas, fruto de esa constante búsqueda de la excelencia que lleva más de 20 años cultivando. Así podía ejecutar con efectividad el segundo golpe de cada punto ante un oponente que le restaba prácticamente todo. Después no acertó a meter primeros y las cosas se complicaron, pero en esa situación difícil sacó a relucir su famosa mentalidad de hierro, la que ha marcado la diferencia entre él y sus rivales. Así generó dudas en un Thompson que se vino abajó cuando acariciaba el desempate y se complicó la vida con una doble falta. Nadal aprovechó el despiste y se hizo con la primera manga.
Dominio y presión
En el inicio del segundo parcial, las pelotas ya hinchadas y muy pesadas restaron profundidad a los envíos del manacorí, que, aun así, percutió sin descanso sobre la pertinaz resistencia de Thompson, que tuvo una opción tempranera de quiebre no aprovechada. No disminuía el rendimiento de Jordan, que está en una forma más que notable. Justo antes del cambio a bolas nuevas, Rafa echó una miradita cómplice a su equipo y apretó al resto con mucha enjundia para rozar un 3-1 que no llegó por muy poco.
Aguantó un Jordan titánico y el partido continuó igualado y en progresión ascendente. Aunque el efecto de la agobiante presión de un Nadal ya claramente dominador y fresco (no se pierdan una contradejada suya mirando al tendido, a lo Laudrup) pese a las dos horas de pugna, se hizo notar en la ocasión más oportuna para él. Implacable, levantó un 30-0 con 5-4 y tuvo su primer match ball, que no convirtió con una volea de espaldas demasiado apurada. Hubiera sido un cierre fantástico. Pero Thompson, muy bravo, salvó los muebles y se envalentonó para forzar, esta vez sí, el tie-break. Un mazazo tremendo de resto directo y un pasante posterior igual de certero pusieron camino del triunfo a Nadal (3-0). Con pequeñas molestias en la zona del infame psoas, más que nada por temor a una recaída, necesitaba cerrar el partido, aunque la tarea se le complicó inesperadamente y desperdició otros dos puntos para hacerlo antes de ceder al empuje de un Thompson espléndido.
Rumiando el disgusto por las ocasiones perdidas, Nadal perdió energía y se vio con break abajo en el marcador en el tercer set, más pronto que en el primero. En esta oportunidad no pudo arreglarlo de inmediato. De hecho, tuvo que pedir tiempo muerto médico para ser atendido. Era lógico que su físico se resintiera después de la operación y de la consiguiente inactividad. Pero en su cabeza, muy pocas veces ronda la idea de retirarse en pleno encuentro y le quitó hierro al asunto al hablar con su equipo. Le tocaba jugar más directo y esperar el error de Thompson. El peso de cerrar contra uno de los mejores de la historia debe ser tremendo. Pero Jordan lo consiguió en un último punto muy largo, un resumen de lo que fue su actuación, brillante. A la tercera, el aussie logró ganar al español en un terreno más favorable para él, pista dura y en casa. No obstante, las sensaciones del final del encuentro no fueron malas para Rafa. Su objetivo sigue siendo el medio plazo... si el cuerpo le aguanta.

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