sábado, 3 de febrero de 2024

La Hora Musa - Romanticismo arty ,. Martes - 20 - Febrero ,. / Cachitos de hierro y cromo - Educar consumo música ,. Martes - 20 - Febrero ,./ Locos por las motos - A sus pies - Territorio Ducati ,.

 

   TITULO: La Hora Musa - Romanticismo arty ,. Martes - 20 - Febrero   ,.


 'La Hora Musa', presentado por Maika Makovski ,a las 22:55 horas, en La 2 martes  - 20 - Febrero   , foto,.

 Romanticismo arty,.

 Las principales FORMAS musicales del ROMANTICISMO - ¡RESUMEN CORTO!

El papel de la música clásica en la formación del nacionalismo alemán, la especie en que mutó el nazismo, se convirtió en una herencia comprensiblemente incómoda. Para disimularla, advierte Michel P. Steinberg en Escuchar a la razón (FCE, 2008), se presentó a la música como un modo de las matemáticas, creación neutra, pura, ajena a la historia y a la ideología. A contra corriente de ese momento analítico, Steinberg, crítico estadounidense asociado a la Fundación Said/Barenboim, ofrece en este libro –subtitulado de manera literal y bárbara, en español, como “Cultura, subjetividad y la música del siglo XIX”– un esfuerzo por devolverle al romanticismo musical su espesor en la historia intelectual de Occidente.

Steinberg recorre algunos lugares, siniestros y fantásticos, en el larguísimo tramo que va de Mozart a Mahler, deteniéndose en Beethoven, Schubert, Schumann, Brahms, Wagner, Verdi y Dvorák, entre otros. Escuchando y leyendo las grandes óperas mozartianas (Don Giovanni, Las noches de Figaro, Così fan tutte), el historiador encuentra puesta en escena, por vez primera en la música, a la subjetividad, mundo interior y psicología profunda ajenos a la teatralidad barroca: “cuando Mozart intuye personajes dramáticos en su música está creando personajes, no reproduciendo tipos, como ocurre, por ejemplo, en la ópera seria: la música dice yo: opera en la primera persona del singular.”

A esa “producción” de subjetividad emanada de Mozart se agrega, en el segundo capítulo, el problema impuesto por Beethoven, quien gracias al diseño postrero de Wagner, es una de las figuras más fértilmente contradictorias de la que se tenga memoria crítica: es el genio romántico (compuesto de la vida más la obra) y a la vez la música absoluta. Ningún otro músico tienta más a la manipulación (y de hecho sinfonías y conciertos de Beethoven han “ilustrado” todas las causas) y ninguno permanece más inalterado ante las pasiones, dueño único de su drama. La de Beethoven es una autoridad musical y nacional, política y universal, concluye Steinberg, como ninguna otra.

 

El capítulo dedicado a Félix Mendelsohn es el que me ha sido más revelador y provechoso en Escuchar a la razón. Menospreciado como un epígono que ocupa la infamada época Biedermeier, sala de espera en una estación provinciana de tren entre la Revolución Francesa y el surgimiento de la nación alemana, el aura mediocritas de Mendelssohn pierde su veracidad si se revisa su redescubrimiento de Bach. Bastaría, desde luego, con ese mérito para garantizar su lugar en la historia de la música. Pero el crítico explica que al sacar a Bach de las iglesias, Mendelssohn no sólo trasmuta lo sacro en lo profano y hace de las misas, las pasiones y de toda la música coral, la materia de la burguesa sala de conciertos. Hace más, mucho más. En buena lid romántica, Mendelssohn suplanta con el arte la religión, y hace posible que agnósticos y descreídos como Cioran –se me ocurre– hayan podido decir que Bach es la única prueba concreta de la existencia de Dios.

En la música coral, concluye Steinberg, en el coro propiamente dicho, subraya, encontraba Mendelssohn el restablecimiento de una comunidad libre de ciudadanos unidos menos por la fe que por la armonía, resolviendo la añoranza –“un Mendelssohn cristiano es una imposibilidad”, decía el compositor– que le provocaba la decisión de su padre de asimilar por completo a toda su familia judía al protestantismo. No en balde Steinberg es autor de Judaism Musical and Unmusical.

Escuchar a la razón continua el análisis casi infinito de la confrontación entre Richard Wagner y Brahms y ante el Requiem alemán, hace la historia moderna de la misa de Requiem, desde que dejó de ser únicamente eclesial hasta su transformación, con Dvorák y Verdi, en un acontecimiento laico, el himno musical a las naciones nacidas entre 1848 y 1918. Se detiene Steinberg en el recuerdo bondadoso que del nacionalismo unificador italiano se tiene gracias a Garibaldi y a Verdi, portavoces de un nacionalismo que ladra (para usar la expresión de Ernest Gellner) y no de uno que muerde, capaz de regresarnos al tránsito que va de Bayreuth al nazismo, motivo inicial de Escuchar a la razón.

Steinberg se ha especializado en la geografía de los lugares musicales, de Bayreuth, el mito que Wagner levantó hasta el festival de Salzburgo. Ante Wagner, el crítico modera y mesura el conflicto irresoluble entre los personajes, por ejemplo, de El anillo de los nibelungoso de El ocaso de los dioses, seres oscilantes entre el estereotipo del judío antisemita y del héroe como joven antisemita. Esa mezcla de genio y vulgaridad propia de Wagner, aleación entre lo barato y lo sublime, hace decir a Steinberg en Escuchar a la razón, utilizando una primera persona un tanto psicoanalizada que interrumpe, para bien, su tono, a veces demasiado académico, teórico: “La parte de mí que oye sufrimiento y grandeza en la música de Wagner me dice que él debe haber sabido todo eso […] pero así es la lógica del antisemitismo: los padres no abandonan a sus hijos porque son judíos, más bien se hacen judíos porque abandonan a sus hijos. Wagner, Geyer, Mendelssohn, Meyerbeer: todos son padres, abandonadores, y por lo tanto judíos en el antisemitismo fantasmático de Richard Wagner.”

Es éste la clase de libro que, además, satisface la pasión del melómano por escuchar: haciendo historia intelectual, Steinberg nos invita a oír de nuevo no sólo Don Giovanni, sino el concierto para piano número 4 de Beethoven, la obertura Las Hébridas, de Mendelssohn o Boris Godunov, de Musorgski.

 

TITULO:  Cachitos de hierro y cromo -  Educar consumo música  ,. Martes -  20 - Febrero ,.

   El martes - 20 - Febrero a las 22:30 horas por La 2, foto,.

 Educar consumo música ,.


La ROSS viaja del clasicismo al romanticismo en el inicio del 29º Ciclo de Música de Cámara,.

La nueva temporada arranca en la Sala Silvio del Espacio Turina de Sevilla/ Foto: La Razón
 
La nueva temporada arranca en la Sala Silvio del Espacio Turina de Sevilla,.

La Real Orquesta Sinfónica de Sevilla (ROSS) arranca este domingo a las 12:00, bajo el título «La perfección inalcanzable», en la Sala Silvio del Espacio Turina el primer concierto de la Temporada del 29º Ciclo de Música de Cámara, con la participación de un buen número de sus profesores, en torno a los sesenta, como protagonistas, agrupados en diversas formaciones, que van desde el cuarteto al octeto de cuerda, pasando por el trío de flauta, viola y arpa característico de la época impresionista.

El concierto inaugural ofrecerá una visión de conjunto desde el clasicismo hasta el romanticismo a través de Mozart, Beethoven y Schumann con la particularidad de que las combinaciones instrumentales serán distintas, e irán reduciéndose progresivamente, según intormó la ROSS. Mozart aunará tanto a los cinco integrantes de la cuerda como a los dos trompistas en su Divertimento nº 17 K. 334, y con Beethoven el contrabajo desaparecerá de escena para abordar el Sexteto para dos trompas y cuarteto de cuerda Op. 81B. Finalmente, Schumann estará representado únicamente por el cuarteto de cuerda, a partir del tercero que escribió, en La menor,. 

 

TITULO:  Locos por las motos - A sus pies - Territorio Ducati,.

A sus pies  - Territorio Ducati,.

El Mundial de MotoGP llega a su ecuador en Austria, donde este fin de semana se celebra la décima prueba de las veinte programadas en el calendario y en un trazado donde las motos italianas han dominado en el pasado,.

Pecco Bagnaia, líder del Mundial de MotoGP.

foto /  Pecco Bagnaia, líder del Mundial de MotoGP.

Si hay un circuito en el que Ducati ha demostrado una superioridad aplastante en el pasado ese es el Red Bull Ring de Spielberg. Desde que el trazado austriaco regresó al calendario en 2016, una vez que fue comprado y renovado por el gigante de las bebidas energéticas, se convirtió en un coto privado para las potentes motos italianas. Su trazado, encajado a los pies de los Alpes, es de los más cortos del campeonato, con apenas once curvas, pero varios puntos de frenada donde las MotoGP prácticamente se detienen en seco. Dentro del argot del motor, a este tipo de trazados se les conoce como de 'stop and go' y siempre les ha ido como anillo al dedo a las Ducati, con una gran estabilidad en la frenada y muchos caballos en su motor para las aceleraciones desde parado.

La histórica victoria que logró aquí Andrea Iannone en 2016 ponía fin a una sequía de casi seis años sin victorias de Ducati en el Mundial e iniciaba una racha triunfante de las motos italianas en esta pista que también vio ganar vestidos de rojo a Andrea Dovizioso por partida triple, a Jorge Lorenzo, a Pecco Bagnaia y a Jorge Martín. Precisamente estos dos últimos nombres están en todas las quinielas como los principales favoritos.

Bagnaia y Martín son además primero y segundo en la clasificación provisional, con 41 puntos de renta para el vigente campeón de MotoGP. Ambos saben lo que es ganar con la Ducati en el Red Bull Ring, pero también lo habían conseguido previamente en las categorías pequeñas. Tan confiado se mostraba el piloto madrileño que no dudaba en apuntar que «el objetivo es ganar la carrera» y no estar pendiente tanto de recortar puntos en la clasificación. «No puedo fijarme en lo que haga Bagnaia en cada carrera porque me volvería loco. Tengo que pensar en mí».

Hay ocho Ducati en parrilla y cualquiera de ellas es candidato al menos a pisar el podio. Incluso para un piloto como Álex Márquez, al que este tipo de trazados no se le adapta tan bien. «No es un circuito muy favorable para mi estilo, porque los prefiero más fluidos, pero las rectas las ves de otra manera con la Ducati», explicaba el piloto de Cervera, recientemente renovado en su equipo para 2024.

Aleix y las KTM, las alternativas

Solo en dos ocasiones una moto no Ducati ha ganado en Austria y en ambos casos fue una KTM y en condiciones muy particulares, con lluvia haciendo acto de presencia. Pero no se puede descartar a las motos austriacas, que aparte de correr en casa, tienen este trazado como circuito de pruebas gracias a su fuerte vinculación con la marca de bebidas energéticas, y patio trasero de su fábrica, a pocos kilómetros de la pequeña localidad de Spielberg.

El siguiente nombre en el escalafón de favoritos sería el de Aleix Espargaró. Y eso que por los antecedentes, la pista austriaca no es una de las mejores para la Aprilia. Pero el catalán llega ultramotivado tras su espectacular victoria en el pasado gran premio de Gran Bretaña y así lo demostraba en la rueda de prensa previa al evento. «Austria ha sido la kryptonita de esta moto, pero si ahora mismo tuviera que escoger una pista sería esta, ya que llegamos en nuestro mejor momento después de haber sido muy fuerte en los últimos fines de semana».

Al que todavía no se le espera es a un Marc Márquez que con su discurso sigue manteniendo ese irreconocible perfil bajo. El ilerdense no dudó en apuntar que afronta la carrera con «cero expectativas» y sin pretender arriesgar más de la cuenta, al menos hasta que recupere la confianza perdida tras un doloroso inicio de temporada. Eso sí, volvió a recordar su «compromiso máximo» con Honda después de que se le volviese a vincular con KTM para la próxima temporada. «Hay una buena relación, pero no ha habido ningún acercamiento para llegar a algo más», dijo, aunque evitó cerrarse puertas en el futuro. «De momento tengo contrato el año que viene, en el 2025 ya veremos…».

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