domingo, 18 de noviembre de 2018

DESAYUNO - CENA - SABADO - ENREDATE - ¡ QUE HAY DE NUEVO ! - ¡ ATENCION Y OBRAS ! CINE -Ocho candados gigantes,./ REVISTA MUJER HOY DE CERCA PORTADA - VIAJANDO CON CHESTER -La escritora y periodista colombiana, María Jimena Duzán - El único camino para Colombia es la reconciliación,./ Viaje al centro de la tele - A fala se conserva en Eljas y San Martín, pero en Valverde del Fresno ya se ha perdido»,./ Me voy a comer el mundo - El Fondo Español de Garantía Agraria subasta 25 silos de la red básica de almacenamiento público,.

TITULO: DESAYUNO - CENA - SABADO - ENREDATE - ¡ QUE HAY DE NUEVO ! - ¡ ATENCION Y OBRAS ! CINE - Ocho candados gigantes,.
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   ¡Atención y obras! es un programa semanal que, en 
La 2, aborda la cultura en su sentido más amplio, con especial atención a las artes escénicas, la música, los viernes a las 20:00 presentado por Cayetana Guillén Cuervo, etc, foto,.






 

 DESAYUNO - CENA - SABADO - ENREDATE -  ¡ QUE HAY DE NUEVO ! - Ocho candados gigantes,.
 
 DESAYUNO - CENA - SABADO - ENREDATE -  ¡ QUE HAY DE NUEVO ! -Ocho candados gigantes,.  , fotos.


 Ocho candados gigantes,.

UN CUARENTÓN DE INTERRAIL ,.

Ocho candados gigantes,.

Vista de Zúrich.

Nadie recibe en Suiza y el viajero reserva para dormir un cuchitril con dos camas individuales y un ventilador roto,.

¿Me puedes guardar el sitio?, le pregunto a Martha, una australiana que viaja durante el verano por Europa y luego, cuando el frío aprieta, vuelve a su Sídney natal a gozar del estío austral. Sonríe y asiente. Mi sitio es un palmo cuadrado en el lugar reservado para dejar las maletas en un vagón de este tren que transita entre Lyon y Ginebra. Tras una hora de pie, he logrado hacerme fuerte en ese mínimo espacio. En el costado izquierdo siento que se me clava algo que parece un palo de golf, o una catana. Enfrente, sentada, está Martha. Junto a ella y una pareja de estadounidenses que han venido a una boda en Suiza, hemos estado departiendo sobre Trump.

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Cada vez que el tren paraba en una estación yo, alternativamente, estaba a punto de caerme sobre Martha o sobre la mujer estadounidense. Me levanto y, saltando sobre humanos sentados en el suelo y bicicletas, llego al baño. Dentro, una familia lo está utilizando como compartimento privado. No sé si vamos a Ginebra o a Nueva Delhi. Vuelvo. Le cuento el drama a Martha. Sonríe. “Ya lo he visto en otras ocasiones en este tren”, me dice. Martha podría ser mi Julie Delpy. Por ella podría bajarme en Ginebra e inventarnos juntos una nueva vida. Martha toca el violín. Martha tiene unos 80 años.
A media hora de llegar a Ginebra aparece una bella francesa y me pide coger algo de la mochila desde cuyo interior se me está clavando esa cosa infernal. Saca un libro de J.M. Coetzee y le hago un comentario, porque es lo que hacen los jóvenes que leen cuando se topan con otros jóvenes que leen, sobre todo, si el encuentro sucede en trenes europeos. Hablamos con cierta fluidez durante unos tres minutos, que es para lo que da mi francés. Pasado ese lapso procedo a hacer siempre una cosa muy rara: hablo inglés con acento francés. No pregunten por qué. Ella se asusta y se va con su libro a leer sentada sobre una bicicleta en el vagón de al lado.
Sorprendentemente, he logrado coger el tren correcto, el bus indicado e incluso bajarme en la parada que tocaba. Aquí no hay nada. Pero nada. NADA
Llego a Ginebra y necesito ir al baño con urgencia. En 45 minutos sale mi tren hacia Zúrich. Voy al aseo, pero no puedo entrar porque solo se puede pagar en francos suizos que no tengo. En el andén espero el tren con las piernas cruzadas y pensando en béisbol (deduzco que si funciona para alargar el sexo, lo hará para demorar esto mío). Parezco un cruce entre Jim Morrison y alguien a quien acaban de operar de algo muy doloroso.
La estación de Zúrich es del tamaño de un pueblo mediano de Castilla La Mancha. Tardo diez minutos en encontrar la salida. Hace un frío que pela y, otra vez, son las seis de la tarde y aún no he comido nada. Cruzo la calle, no sin antes estar a punto de ser atropellado por varios tranvías. Me siento en una terraza. Miro la carta. 23 euros un plato de ravioles. Veo uno pasar. Contiene tres ravioles. Pido un bocadillo de salami por el que me cascan 10 euros. Entonces, tiritando, vuelvo a meterme en esa estación que ya es mi Barton Fink. Necesito reservar mi trayecto a Viena mañana. Al cabo de unos 20 minutos deambulando encuentro las taquillas. Un chaval tan amable como poco eficaz me cuenta que hay obras en la ruta, por lo que debo hacer varios trasbordos. Saca un Ipad y, tras varias operaciones, me enseña la que él cree que es la ruta que más me conviene. Cuatro paradas. Dos buses. Dos trenes. 21 horas. “Mejor saca un número y ve a una ventanilla”, concluye. Media hora de espera y llega mi turno. Ventanilla 19, contigo empezó todo.
Ocho candados gigantes
Le cuento mi situación a la mujer. Se pasa la mano por la frente y no es por el calor. Empieza a teclear. Saca una opción bastante sensata. Viena vía Múnich. Son casi diez horas. Diez horas me parece sensato, ¿en qué me estoy convirtiendo? “Pero tienes un rato para ver Múnich”, me consuela. Entonces me pregunta dónde me hospedo. Le enseño la dirección, pues si intento pronunciar el nombre de la calle y el barrio igual cree que padezco afasia. “Ufff, qué lejos”, dice contrariada. Me saca un billete de tren para donde debo ir y otro de bus para el que debo coger tras el tren.
Sorprendentemente, he logrado coger el tren correcto, el bus indicado e incluso bajarme en la parada que tocaba. Aquí no hay nada. Pero nada. NADA. Empiezo a caminar hasta llegar al Budget Hostel, el nombre ya lo dice todo. Llamo al timbre. Nada. Otra vez. Nada. Llamo al número de teléfono que hay en la puerta. Nada. Entonces veo que hay a mi derecha ocho candados gigantes numerados. Chequeo el email, a pesar de que me van a crujir con el roaming. Veo que tengo un correo de la propiedad con un código para abrir uno de los candados. Dentro estarán las llaves de la puerta y de la habitación. Esto parece el concurso aquel de Jesús Vázquez de las cajas. Media docena de intentos después, desbloqueo uno: no hay nada. Nada. NA. DA.
La estación de Zúrich es del tamaño de un pueblo mediano de Castilla La Mancha. Tardo diez minutos en encontrar la salida.
Son casi las diez de la noche, estoy en no se dónde de Zúrich y no tengo dónde dormir. Vuelvo al bus, al tren y a la maldita estación central de Narnia. Al bajar, me siento en un bar, abono 8 euros por una cerveza y reservo el sitio más barato a menos de 15 minutos andando de la estación. Llego al lugar, llamo al timbre. Nada. Alguien me ha puesto una cámara oculta, ya es oficial. Al cabo de un rato aparece una joven oriental tambaleándose. Va pedo. Tengo reserva, le digo. Se le escapa la risa. Finalmente, logro subir a la habitación, cuyo único mobiliario son dos camas individuales y un ventilador roto. Son las once de la noche ¿qué hago? ¿Me meto en la cama –cuesta decidir cuál de las dos, pues parecen igual de incómodas- o me bajo a vivir en Zúrich? Cojo 20 euros y, sin mirar atrás, me lanzo a las calles,. 
 
 
TITULO:  REVISTA MUJER HOY DE CERCA PORTADA -  VIAJANDO CON CHESTER - La escritora y periodista colombiana, María Jimena Duzán -  El único camino para Colombia es la reconciliación,.


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Viajando con Chester es un programa de televisión español, de género periodístico, presentado por Pepa Bueno, en la cuatro los domingos las 21:30, foto, etc.




 

  REVISTA MUJER HOY DE CERCA PORTADA - La escritora y periodista colombiana, María Jimena Duzán -  El único camino para Colombia es la reconciliación,.

La escritora y periodista colombiana, María Jimena Duzán -  El único camino para Colombia es la reconciliación,.

La escritora y periodista colombiana, María Jimena Duzán. :: justo rodríguez/

Cuenta los detalles del proceso de paz en su libro 'Santos' sobre la negociación que puso punto final al conflicto María Jimena Duzán Periodista y escritora,.

Una larga trayectoria periodística en tres de los principales medios colombianos, 'El Espectador', 'El Tiempo' y 'Semana', dieron acceso a María Jimena Duzán (Bogotá, 1960) a los rincones del poder para indagar en los detalles del proceso que logró desmovilizar a la guerrilla más antigua del mundo, las FARC, y firmar una paz que ha cambiado el imaginario de Colombia. Su libro 'Santos. Paradojas de la paz y del poder' (Debate) empieza con un presidente triunfal a la espera de los resultados del plebiscito con el que esperaba refrendar el acuerdo de paz y termina con la voz de las víctimas de todas las violencias que camparon en aquel territorio (guerrillas, paramilitares, narcos, ejército). Las víctimas de la guerra, como ella misma, que empezaron siendo el epicentro del proceso de paz y quedaron arrinconadas en la batalla personalista de los dos colosos enemigos, Uribe y Santos.

-¿Qué estrategia siguió para abordar el proceso de paz de Colombia desde el corazón del poder, no sólo político, y descubrir las vicisitudes que tuvieron como protagonista al entonces presidente Juan Manuel Santos?

-La idea era demostrar cómo funciona el poder cuando tiene que hacer grandes concesiones. Cómo hace un señor (Santos) que pertenece a la elite y es heredero y consentido del Fondo Monetario Internacional cuando es señalado como castro-chavista por la oposición liderada por Álvaro Uribe. La manera en que esa mentira se volvió verdad fue uno de los temas fundamentales que descubrí haciendo este reportaje. El otro hallazgo señala a los movimientos evangélicos y su gran presencia en la política latinoamericana. Estos grupos se opusieron al acuerdo por privilegiar a las mujeres y las minorías. Este 'enfoque de género' era inaceptable para ellos y pasó desapercibido que hubo gente que pensó que votar por el 'sí' era abrir la puerta a la homosexualidad y a las familias gais. Todos los personajes del libro tienen que ver con el poder. Hablé con todos ellos y estuve cerca de las víctimas, que eran el centro del acuerdo. Pero en el enfrentamiento político, en la pelea personal entre Santos y Uribe, se perdió esa esencia.

-Como víctima del conflicto, ¿cómo encontró la manera de abordar el proceso de paz con la imparcialidad del testigo?

-He pasado por muchas fases. Fui víctima de toda la violencia de Pablo Escobar que nos aniquiló el alma. Luego vino una época de guerra infernal que reforzó a los paramilitares. Asesinaron a mi hermana, que también era periodista y en los 90 hacía una historia de víctimas de las FARC, primero, y los paramilitares, después. La justicia ha sido incapaz de resolver esa y otras masacres, que siguen impunes. Cuando empezó el proceso fui a La Habana con un pesimismo profundo. Pero empecé a ver una probabilidad, debido a que, después de la guerra infernal del Plan Colombia, la correlación de fuerzas se había inclinado del lado del Estado, y las FARC, aunque no habían sido derrotadas militarmente, sí habían asumido que nunca llegarían al poder por las armas. Así que era el momento preciso para establecer los puentes de oro. Cuando hice esta reflexión me di cuenta de que como víctima era lo mejor que me podía pasar, porque no sólo era la desmovilización de las FARC sino el fin de la degradación del Estado. Las víctimas fuimos las primeras en estar de acuerdo con lo que había que hacer para cerrar el conflicto. El único camino para Colombia es la reconciliación. Todos tenemos que ceder sobre la base de la verdad.

Verdad con justicia

-¿Para lograr toda paz se debe admitir cierta injusticia?

-Los procesos de paz tienen que ver con un sistema de concesiones que establece la sociedad. En Sudáfrica se creó una comisión de la verdad y, aunque muchos de los perpetradores quedaron libres, tuvieron que confrontar a las víctimas y reconocer lo que hicieron. La profundidad de la verdad era la única manera de parar la guerra. En Colombia también se hace énfasis en la verdad, con un poco más de justicia. Fíjese lo que es la vida: al perder el plebiscito, ganó Uribe con Duque, pero hasta ahora no han podido imponer las premisas uribistas de cárcel para los guerrilleros. Lo van a intentar pero también han perdido asientos en el Congreso, gracias a una explosión de nuevos liderazgos del centro izquierda. Así que no le será fácil porque hay algo que hoy está claro para los colombianos: sí hay una diferencia grande entre el país con las FARC y el país sin las FARC. Las cifras de homicidios son las más bajas en 42 años. Se ha salvado a miles de personas.

-¿Cómo se imagina Colombia dentro de una década?

-Hay cosas que no se van a devolver, como la justicia transicional y las FARC haciendo política, lo que demuestra la madurez de la democracia colombiana. Las FARC fracasaron en las elecciones, con sólo 86.000 votos, pero sí llegaron exguerrilleros a los escaños, lo que abrió el sistema político. Pero soy pesimista en el tema de las reformas necesarias para que la paz no engendre otra guerra. Reformas que nos saquen de la inequidad y sintonicen a las ciudades con sus regiones. Si no se hacen surgirán nuevos grupos con nexos con el narco e incrementarán la violencia. Espero que la elite no sea tan obtusa.

 TITULO: Viaje al centro de la tele -A fala se conserva en Eljas y San Martín, pero en Valverde del Fresno ya se ha perdido»,.

A fala se conserva en Eljas y San Martín, pero en Valverde del Fresno ya se ha perdido,.

foto - Martín Galindo, con su libro, señala donde se habla a fala.
Martín Galindo, con su libro, señala donde se habla a fala. :: Armando/

José Luis Martín Galindo, investigador y escritor, acaba de publicar 'Taita' ('padre' en a fala) para que no se pierdan refranes, cuentos y canciones de esta zona de la Sierra de Gata,.

«De homi a homi, nom vai mais que o nomi» (De hombre a hombre, no va más que el nombre), «Têm mais airis que Xálima» (Tiene más aires que Jálima), «O corpu me cheira a terra» (El cuerpo me huele a tierra). Estos refranes, el último presagiando la propia muerte, son parte de los 181 que aún se pueden escuchar en el Val de Xálima, y que recoge José Luis Martín Galindo en su último libro, en el que también recupera dichos, cuentos y canciones tradicionales que pasaban de generación a generación usando a fala, que aún se habla en esta esquina de Extremadura y de la Sierra de Gata. Es el quinto libro de José Luis Martín Galindo, presidente de la Asociación Rural Tradicional de Extremadura, divulgando a fala y la riqueza cultural del valle de Jálama.
-¿Por qué ha titulado su libro con el nombre de 'Taita'?
-Porque 'Taita' es una palabra ancestral con la que se designan al padre en el Val de Xálima, y en este libro se recogen cuentos, dichos, refranes, adivinanzas y canciones que nunca se han escrito y han llegado hasta nosotros gracias a que se han transmitido de generación a generación de forma oral, del padre al hijo,'do taita ao filhu'.

-Ya son cinco los libros en los que divulga a fala, una curiosa lengua de los municipios de San Martín de Trevejo, Eljas y Valverde del Fresno.

-A fala es una auténtica joya lingüística prerromana que se conserva actualmente en Eljas y en San Martín de Trevejo; pero en Valverde del Fresno ya no.

-¿Ya no se habla en Valverde del Fresno?

-No. En Valverde se ha perdido. Hay que reconocer que a fala de ahora es una caricatura de lo que era hace 40 años. Mi mujer tiene 49 años y ella aprendió castellano cuando fue a la escuela porque no lo sabía porque en su casa sólo se hablaba a fala. Ahora vas a los recreos, en los colegios, y los niños hablan en castellano. Se va perdiendo. Es una pena, pero se va perdiendo.

-Pero usted dice en el libro que el 95% de la población de esos tres pueblos es 'falante'...

-Sí. Casi todos lo entienden, la inmensa mayoría, pero la realidad es que cada vez se habla menos.

-¿Cuál es el motivo?

-Para entender el fenómeno lingüístico del Val de Xálima hay que saber que es un valle aislado por formaciones montañosas del resto del país al que pertenece, y está abierto geográficamente a Portugal, del que desde hace siglos le ha separado una frontera política. A fala se ha mantenido bien hasta los años 80, porque los medios de comunicación no entraban, no llegaba la señal de la televisión y la de la radio aún cuesta. Se tenía acceso a la televisión y a las emisoras portuguesas. Las relaciones históricas eran con Portugal.
-¿No ha servido para conservar a fala el que en el año 2001, la Junta de Extremadura la declarara Bien de Interés Cultural?
-La declaración ha servido de bien poco.

-¿Cuál es la solución para que no se pierda?

-Para que no se perdiera, la enseñanza en los colegios de estos pueblos tenía que ser bilingüe: castellano y portugués.

-Hay mucho escrito sobre si a fala viene del portugués, o del gallego con la repoblación de gente de Galicia y León en la Reconquista.

-Aquí no hubo repoblación gallega. Cuando esos territorios los reconquista el rey de León, los territorios quedan repartidos: San Martín de Trevejo se lo entregan a la orden de San Juan de Jerusalén, con su plaza fuerte en el castillo de Trevejo; y Valverde del Fresno y Eljas se lo entrega a la Orden de Alcántara, con más relación con Portugal. Las dos órdenes se llevaban a matar y siendo rivales no iban a repoblar con lugareños de un mismo origen, y en los tres lugares se hablaba a fala. Para mí el origen hay que buscarlo en la cultura celta.

-¿Usted considera que procede de la relación con Portugal, que en estos tres pueblos vivieron durante mucho tiempo portugueses?

-Considero que los orígenes de a fala hay que buscarlos por razones culturales, étnicas, históricas y geográficas en el área primitiva de la lengua portuguesa que abarcaba este territorio, tal como plantean prestigiosos autores como Ramón Menéndez, Clarinda de Azevedo Maia o José Leite de Vasconcelos. Éste, Vasconcelos, estuvo viniendo a San Martín desde 1922 hasta 1935, todos los veranos y decía que esta lengua era portuguesa o galaico portuguesa. Habla de que seguramente estuvo poblado por portugueses, pero poco a poco el castellano se fue sobreponiendo por el predominio político español.
'Taita' será presentado el próximo 29 de noviembre, jueves, a las ocho de la tarde, en la librería-café Psicopompo de Cáceres. Además del autor intervendrá en la presentación el miembro del Grupo Xálima, Antonio Corredera.

  TITULO: Me voy a comer el mundo - El Fondo Español de Garantía Agraria subasta 25 silos de la red básica de almacenamiento público,.

El Fondo Español de Garantía Agraria subasta 25 silos de la red básica de almacenamiento público,.


foto / Los silos se encuentran en las provincias de Badajoz, Cáceres, Granada, Huesca, La Rioja, León, Palencia, Segovia, Soria, Teruel, Valladolid  y Zaragoza.
El procedimiento para la venta será mediante la presentación de ofertas al alza en sobre cerrado y el plazo de presentación concluirá el de 2019. La subasta se realizará el 4 febrero de 2019  de en la sede el FEGA en la calle Beneficencia, 8, de Madrid.
La subasta se regirá por un Pliego de condiciones generales, que se puede consultar en la sede del FEGA y en esta página Web. Asimismo, el anuncio de la subasta se publicará en el Boletín Oficial del Estado, en los Boletines Oficiales  de las provincias antes citadas , y en el tablón de anuncios de los Ayuntamientos de las localidades donde se encuentran los silos. Está prevista la celebración de hasta 4 subastas para cada silo, con un porcentaje de reducción del precio de salida de una subasta a otra.”

LUNES -26- NOVIEMBRE - EN EL PUNTO DE MIRA - Confirmado: La manipulación ha hecho que los tomates pierdan sabor,./ LUNES 26 NOVIEMBRE - Madridistas por el mundo - Normandía,.

TITULO: LUNES -26- NOVIEMBRE - EN EL PUNTO DE MIRA -Confirmado: La manipulación ha hecho que los tomates pierdan sabor,.

LUNES -26- Noviembre  - EN EL PUNTO DE MIRA ,.

En el punto de mira es un programa de televisión que se emite en el canal Cuatro y que se estrenó el 26 de julio de 2016.1​ En este se tratan temas de actualidad y de investigación, ofreciendo como novedad en el formato, imágenes de cámaras 360° junto a grabaciones panorámicas hechas desde drones y sistemas de grabación oculta. Así, a manos de varios reporteros, profundizan en temas como la trata de animales, el negocio de las farmacéuticas o la caza ilegal. Lunes   -26 - Noviembre a las 22:40h, etc.

 
Confirmado: La manipulación ha hecho que los tomates pierdan sabor,.

Resultat d'imatges de en el punto de mira manipulacion en los tomatesfoto /  Es un de los frutos más consumidos del mundo con 170 millones de toneladas al año, pero muchas personas aseguran que ya no es lo que era. El investigador que ha hablado con 'En el punto de mira' nos ha confirmado que la manipulación de las semillas ha influído en el sabor del tomate. Se plantan semillas de tomate que resistan el paso del tiempo, pero a cambio se ha perdido sabor. 




TITULO: LUNES 26 NOVIEMBRE - Madridistas por el mundo -   Normandía,.

 

Resultat d'imatges de españoles por el mundo normandia

Realmadrid TV emite  LUNES 26 NOVIEMBRE - noche, a partir de las 22:30 horas, una nueva entrega de Madridistas por el mundo   Normandía, fotos.

Normandía,.

Resultat d'imatges de Madridistas por el mundoVisitamos tierras normandas con Roberto, Marisa, Prado, Eirin y Alejandro: ciudades como Rouen, de gran importancia en la Edad Media, pueblos como Le Vaudreuil, o Saint Ló; los acantilados de Etretat, los jardines de Giverny que inspiraron a Monet, y ascenderemos al Mont Saint Michel.

 

sábado, 17 de noviembre de 2018

EL PAPEL HIGIENICO ROJO - El Museo del Prado se autorretrata ,./ EL D.N.I. - Francisco Calvo Serraller, el crítico como artista,.

TÍTULO : EL PAPEL HIGIENICO ROJO - El Museo del Prado se autorretrata ,.
EL PAPEL HIGIENICO ROJO - El Museo del Prado se autorretrata  ,. fotos,.


  El Museo del Prado se autorretrata ,.

La pinacoteca celebra su bicentenario con un paseo por la Historia: una emocionante exposición que los Reyes inaugurarán el próximo lunes.

 
Espectacular montaje de uno de los espacios de la muestra, con «La Inmaculada Concepción de los Venerables» de Murillo al fondo
Resultat d'imatges de EL PAPEL HIGIENICO ROJO«El Prado es más importante que la Monarquía y la República juntas», decía Manuel Azaña. Otro grande, Ramón Gaya, escribió durante el exilio, en 1953, un ensayo sobre el museo, que tituló «Roca española». En él confesaba que, estando lejos de España, el Prado nunca se ve como un museo, sino como una especie de patria. «Patria, en el sentido de un lugar que genera sentimientos de pertenencia, objeto de orgullo colectivo y depositario principal de la memoria de la Historia de España». «Eso es lo que ha generado el Prado durante 200 años», advierte Javier Portús, jefe de Conservación de Pintura Española (hasta 1700) del museo y comisario de la exposición conmemorativa del bicentenario, «Museo del Prado 1819-2019. Un lugar de memoria», que el lunes inaugurarán los Reyes, dando así comienzo a un año de celebraciones. Reúne 168 obras (34 de otras instituciones nacionales e internacionales). «El Prado ha sido algo más que un simple contenedor de pinturas y se ha convertido en un lugar en el que hemos encontrado ocasiones para reflexionar sobre nosotros mismos, nuestro pasado o sobre la condición humana», dice Portús.
Espectacular montaje de uno de los espacios de la muestra, con «La Inmaculada Concepción de los Venerables» de Murillo al fondo ,.

Pacto de Estado

Orgullo, prestigio, bien común, patrimonio colectivo. Son ideas asociadas a este lugar de memoria que es el Prado. Hay pocas instituciones en España, por no decir ninguna, que concite unánimemente tanto consenso. De hecho, es lo único en lo que se han puesto de acuerdo todos los partidos políticos: hay un pacto de Estado por el que el Prado «no se toca». «Desde el principio ha sido uno de los mayores tesoros del país, del que podemos sentirnos más orgullosos», apostilla Portús.
El primer proyecto para la exposición conmemorativa del bicentenario quedó descartado, al parecer, por unos préstamos del Louvre que fueron rechazados. No hay mal que por bien no venga. Ha sido un acierto, pues ésta es la exposición que el museo tenía que hacer en su aniversario: un paseo por su historia, un emotivo autorretrato. Y nadie mejor para comisariar esta exposición que Javier Portús, quien tiene todo el Prado metido en su cabeza y ha hecho un espléndido trabajo a contrarreloj.
Sala de la exposición en la que se homenajea a los donantes: cuelgan obras de Goya (en la pared de la izquierda) - MAYA BALANYÁ

Sala de la exposición en la que se homenajea a los donantes: cuelgan obras de Goya (en la pared de la izquierda)Donaciones y legados

La muestra no sólo es un viaje a la historia del Prado a través de sus principales hitos (su paso de colección real a museo nacional, la incorporación de un millar de obras del Museo de la Trinidad, la desamortización de 1835, el expolio en la Guerra de la Independencia, los depósitos por toda España, su profesionalización), sino que rinde homenaje a todas aquellas personas que han hecho importantes donaciones y legados contribuyendo a enriquecer sus fondos. Entre los grandes mecenas del Prado, nombres como Pedro Fernández Durán, Francesc Cambó, Pablo Bosch, el duque de Alba, Plácido Arango, Ramón de Errazu, la familia Várez Fisa... Se exhibe una destacada selección de obras, desde la primera que se donó (el sobrecogedor «Cristo crucificado» de Velázquez) a lienzos de Goya, Botticelli, Fra Angelico, Van der Weyden, Memling... Caso aparte merece la duquesa de Villanueva, a quien habría que hacerle un homenaje: rompió un cheque en blanco de un coleccionista americano y donó al Prado dos Velázquez, a cambio de que permanecieran en el museo. Son los retratos de Diego del Corral y Arellano y Antonia de Ipeñarrieta. Ambos cuelgan en la muestra.
Uno de los apartados de la exposición está dedicado a la República y la Guerra Civil. Es la única sala de la muestra en la que no hay pintura. Cuelgan dos grandes fotografías. En una vemos a un grupo de espectadores contemplando «Las Hilanderas» de Velázquez, pero no están en el museo, sino en Cebreros (Ávila). La República llevó copias de obras del museo a más de 170 poblaciones españolas. Son las llamadas Misiones Pedagógicas. A su lado, una instantánea de la sala IX del museo vacía y con la huella en sus paredes de los cuadros ausentes. Cayeron nueve bombas sobre el Prado el 16 de noviembre de 1936. Un proyectil impactó en la cubierta de la rotonda, hubo destrozos en la sala italiana del siglo XVIII, en la sala Velázquez... Algunos no llegaron a explotar. No se conservaron, pero un particular donó al museo un proyectil que cayó en las inmediaciones del museo.
Hay también material que recuerda la evacuación de las obras del Prado a Ginebra, la exposición que se celebró en la ciudad suiza en 1939 y el regreso a España de este tesoro. Con el dinero conseguido por la venta de entradas a la muestra de Ginebra y los catálogos se adquirió «San Andrés y San Francisco», del Greco, presente en la exposición. «La marcha de las obras del Prado a Ginebra y de Machado a Colliure son dos símbolos de la Guerra Civil –comenta Javier Portús–. El Prado se convirtió para los exiliados en el cordón umbilical que les unía a España».
Sala dedicada a la República y la Guerra Civil. En el centro, una bomba que cayó en las inmediaciones del Prado el 16 de noviembre de 1936
Sala dedicada a la República y la Guerra Civil. En el centro, una bomba que cayó en las inmediaciones del Prado el 16 de noviembre de 1936 - MAYA BALANYÁ

Defensa del Patrimonio

Uno de los temas fundamentales de la exposición es la idea de patrimonio, explica Portús. Recuerda que en 1779 Carlos III prohíbe a través de una Orden exportar obras de Murillo y otros artistas españoles, que tuvo como hito fundamental la Constitución de 1931, «la primera europea en la que hay una mención específica al patrimonio y las obligaciones del Estado hacia el patrimonio común. Dos años después, en 1933, se aprueba la ley de Patrimonio, también pionera en Europa y que en España está en funcionamiento hasta 1985, cuando se aprueba la ley actual». En la exposicion están presentes la Orden de 1779 y las leyes de Patrimonio del 33 y el 85. Junto a esta última, «La condesa de Chinchón» de Goya, que pudo comprar el Estado español, gracias al derecho de tanteo, por 4.000 millones de pesetas.
Hay diálogos muy intensos a lo largo de la exposición: «La Maja desnuda» de Goya junto a «Desnudo recostado» de Picasso; Fortuny copiando el «San Andrés» de Ribera, Picasso haciendo lo propio con el «Felipe IV» de Velázquez... La «Infanta Margarita» de Mazo (que en su día se atribuyó a Velázquez) inspira obras de Sorolla, Merritt Chase y Sargent, que cuelgan junto a ella. En otra pared, dos obras de Manet, artista que llegó a España en 1865 y quedó fascinado por el Prado y por Velázquez, a quien bautizó como «el rey de los pintores». «La Inmaculada Concepción de los Venerables» de Murillo luce junto a una pintura del Salón Carré del Louvre, en el que colgaba dicha obra. Fue uno de los trueques artísticos entre Francia y la España franquista.
Especialmente emotivo, el maravilloso «Cristo muerto sostenido por un ángel», de Antonello da Messina, junto a un estudio preparatorio del «Guernica», en el que una mujer llora desconsolada, al igual que el ángel, la muerte de su hijo. «Si España ha podido ir aumentando su patrimonio y el Prado su colección, es porque los españoles nos hemos dotado de instrumentos legales para proteger ese patrimonio, como la posibilidad de declarar inexportables algunos bienes y los derechos de tanteo y retracto», explica Portús.
Manet llegó a España en 1865. Se quedó fascinado con el Prado y con Velázquez. Cuelgan en la muestra dos obras del pintor francés
Manet llegó a España en 1865. Se quedó fascinado con el Prado y con Velázquez. Cuelgan en la muestra dos obras del pintor francés - MAYA BALANYÁ

Arte moderno

Alguien dijo que el Prado es un museo para los pintores y una meca para el arte moderno. En sus orígenes acogió el arte contemporáneo, entre ellos muchos artistas vivos, hasta que en 1898 se inauguró el Museo de Arte Moderno. Hoy el Prado abre sus puertas a Renoir, Manet, Picasso, Miró, Gris, Pollock, Motherwell, Hamilton u Oteiza, quienes revisitaron las obras del Prado. Durante el franquismo, el Equipo Crónica «manipuló» «El caballero de la mano en el pecho», incluyendo un puño americano. Antonio Saura deforma la imagen de Felipe II, un símbolo para el franquismo.
Hay dos grandes ausencias: el «Guernica» y la «Dama de Elche», que en su día formaron parte de este museo. En realidad, hay una tercera, «Mujer en azul» de Picasso, del Reina Sofía, que está prestada al Museo d’Orsay de París. Portús hubiera querido confrontarla con «La Reina Mariana de Austria» de Velázquez y «La Reina María Luisa con tontillo» de Goya, ilustrando así la columna vertebral del arte español (Velázquez-Goya-Picasso), pero no ha podido ser. Le queda esa espinita clavada al comisario. Los grandes del arte del siglo XX peregrinaron hasta el Prado: Francis Bacon, Lucian Freud, Joan Miró, Salvador Dalí, Andy Warhol... como queda patente en imágenes presentes en la muestra. Y no sólo artistas. También inspiró a pensadores como Foucault y Eugenio d’Ors (que pasó «Tres horas en el Prado»), escritores como Buero Vallejo, María Zambrano y Rafael Alberti.
«Las Meninas», cómo no, ocupan un lugar especial en la exposición, aunque el cuadro no se ha movido de la Sala XII. «Se creó una pequeña sala, hoy desaparecida, para exponer exclusivamente este cuadro –explica Portús–. Había un balcón que la iluminaba por la misma zona donde está iluminada en el cuadro. Había enfrente un espejo». Así se aprecia en fotografías que cuelgan en la sala, presidida por «Las Meninas» de Picasso. La exposición cuenta con un epílogo en el que se aborda la actividad del museo (exposiciones temporales, el Prado online, proyectos como «El Prado se toca» para invidentes...) y se exhiben varias fotografías de Francesco Jodice, en las que aparecen visitantes del museo. El Prado rinde homenaje al público, el gran protagonista de esta historia.
Picasso copió en la obra que aparece a la derecha el «Retrato de Felipe IV» de Velázquez (a la izquierda)
Picasso copió en la obra que aparece a la derecha el «Retrato de Felipe IV» de Velázquez (a la izquierda) - MAYA BALANYÁ,.

A la altura de la Historia

Miguel Falomir no oculta su emoción: «Soy un director orgulloso de su plantilla y agradecido por el esfuerzo que ha hecho para que el museo esté a la altura de su historia en estos 200 años. Esta exposición es visualmente atractiva, importante, necesaria y emocionante. Resulta difícil visitarla sin que se te haga un nudo en la garganta». Javier Portús ofreció una lección magistral en la presentación de la muestra, que fue recibida con una de las mayores ovaciones que se recuerdan en el auditorio del museo. Muy merecida, por cierto.
Horas después saltó una triste noticia: había muerto Francisco Calvo Serraller, ex director de la pinacoteca. Falomir recordaba ayer que apenas dirigió el museo 200 días, entre 1993 y 1994, «pero su amor por él recorrió toda su vida. Se identificó con lo que el Prado significaba como esencia de las mejores virtudes de nuestro país. Como director del Prado solo puedo expresar la orfandad en la que nos deja en este museo que tanto amó y que, orgulloso, dedica la exposición a su memoria».


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 Francisco Calvo Serraller, el crítico como artista,.

Resultat d'imatges de Francisco Calvo Serraller, el crítico como artistaFue uno de los críticos más influyentes de España y pertenecía, sin ningún género de dudas, a la estirpe de crítico de arte que tipificó Baudelaire, con su característico refinamiento e incluso con el perfil del dandy,.

 Resultat d'imatges de EL D.N.I.Francisco Calvo Serraller ha sido, sin ningún género de dudas, uno de los críticos más influyentes de España. Desde las páginas de «El País», desde los años setenta fue valorando el arte contemporáneo, mostrando su preferencia por artistas como Eduardo Arroyo, Darío Villalba o Miquel Barceló. Catedrático de Historia del Arte de la Universidad Complutense y miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, dominaba el arte desde el Renacimiento hasta la actualidad. Dirigió infinidad de cursos en instituciones como la Menéndez Pelayo, el Museo Thyssen o el MNCARS y tuvo una relación de colaboración constante con el Museo del Prado del que fue llego a ser director, aunque fuera en un periodo muy breve.
Entre las exposiciones de las que fue comisario destacan «El siglo de Picasso» o «La influencia de Picasso en el arte contemporáneo». Escritor prolífico y ensayista ágil, publicó libros de referencia como «Vanguardia histórica y tradición en el arte español contemporáneo» (1989) o «Libertad de exposición. Una historia del arte diferente» (2000). Dirigió proyectos ambiciosos como la «Enciclopedia del arte español del siglo XX» (1992) y formó, a lo largo de décadas, a generaciones de historiadores del arte.
Junto a su pasión por las artes plásticas destacaba siempre su amor por la literatura de lo que es buena prueba uno de sus libros más inspirados: «La novela del artista». Pertenecía, sin ningún género de dudas, a la estirpe de crítico de arte que tipificó Baudelaire, con su característico refinamiento e incluso con el perfil del dandy. En su escritura destacaba siempre el afán por evitar la acritud, la voluntad de ponderar desde el respeto, la intención de contextualizar históricamente. Tampoco rehuyó las polémicas cuando consideró que era urgente; desde hace años mostraba a las claras su distancia absoluta con la mercantilización del arte y, por supuesto, su antagonismo con arte y en general con la bienalización.
La última vez que pude escucharle fue apenas hace dos semanas en la Academia de Bellas Artes de San Fernando. Había asumido el cometido de pronunciar el discurso de homenaje a su amigo Darío Villalba que falleció recientemente. Sentado y con voz pausada desgranó unas emotivas palabras en las que destacaba la poética excesiva y verdadera de Villalba, recordando que Warhol calificó su estética como «pop soul». Entre los asistentes al acto se encontraba Luis Gordillo, otro artista sobre el que Calvo Serraller escribió lúcidamente en numerosas ocasiones.
En los últimos meses ha desaparecido uno de los «tríos» más determinantes del arte español contemporáneo, Arroyo, Darío Villalba y Calvo Serraller. Compartieron muchas comidas y conversaciones, pero, sobre todo, encarnaban un estilo, una forma de estar en el mundo del arte. Extremadamente cultos y curtidos todos ellos en los años del tardofranquismo, habían tenido un protagonismo enorme en los años de la Transición Cultural. Desaparece con Francisco Calvo Serraller una forma, más allá de lo académico, de entender el arte y la cultura, pero también una forma de dialogar con la tradición y de habitar en ese espacio complejo que son los museos.