El domingo -28- ABRIL a las 18:00 por La Sexta, fotos,.
El burguillano Ignacio Bravo - A caballo entre belleza y tecnología ,.
A caballo entre belleza y tecnología,.
El burguillano Ignacio Bravo ha implementado una app que mide el grado de perfección estética de los corceles,.
Las
aplicaciones móviles están derivando a tener cada vez una utilidad más
concreta. Los usuarios ya no se conforman con poder realizar algo tan
cotidiano como comprar, vender, mirar el tiempo que hace o ver las
noticias. La tecnología ha pasado de ser un útil complemento a ser un elemento indispensable.
De esto se ha dado cuenta Ignacio Bravo, que ha sabido combinar todos
sus conocimientos y experiencia sobre el mundo equino –al que ha
dedicado toda su vida–, con el cada vez más extendido uso de
aplicaciones desde dispositivos móviles para crear Solera Bravo, una
plataforma a través de la cual, se puede medir si un caballo tiene o no
las dimensiones perfectas. «Un caballo que cumpla las proporciones se
considera perfecto estéticamente», explica.
Ignacio Bravo ha recibido de su padre algo más que el mismo nombre. La idea de utilizar la proporción áurea como referencia de la excelencia dentro del campo de la hípica ha sido transmitida de una generación a otra. El mayor de los Bravo tiene sobre esta materia una patente registrada y un libro publicado, y su hijo ha adaptado este concepto a los nuevos tiempos con la creación de la aplicación. La mecánica de Solera Bravo consiste en hacer una foto que posteriormente analizará con una plantilla los distintos parámetros estéticos del animal. «La aplicación la hice bajo la idea del Hipómetro Áureo y el Hombre de Vitruvio. Aúnan todos los estudios de los grandes hombres sabios que ha habido sobre el asunto de las proporciones. Aunque no tenga una utilidad a nivel de empresas, se acoge a leyes naturales que se cumplen y que además funcionan», explica Bravo. La idea de Solera Bravo está pensada para que todo aquel que tenga un caballo y quiera saber a qué nivel están sus cánones de belleza, se valga de este método virtual de consulta. «Si la app se prueba con caballos buenos te das cuenta que la naturaleza es sabia», añade.
Esta herramienta ayuda tanto a expertos en la caballería como a principiantes. En el caso de los primeros, les ayuda a solventar posibles dudas en cuanto a algunos factores como la belleza, la estética o la forma del mismo. A los segundos también les orienta, permitiendo conocer en apenas unos instantes cuan perfecto es su corcel. «Es una aplicación pensada para los que entienden y para los que quieren entender. Aquel hombre que tiene mucha experiencia en caballos puede apreciar a ojo si hay alguna desproporción en algún caballo. Pero esto también ayuda muchísimo al que no sabe. Mucha gente te envía una foto de su caballo con la plantilla».
Eso sí, se debe cuidar la calidad de la instantánea que se toma. «La foto tiene que ser sin perspectiva, porque en cuanto se añaden algunos ángulos, se aprecia distorsionada», afirma.
La proporción áurea ha conformado temarios de matemáticas durante varios cursos. A lo largo de la historia ha sido aplicada con éxito en múltiples proyectos, diseños o edificios. Ahora, la fotografía también es uno de esos elementos que entran en juego para adaptar en la equitación y en la hípica medidas perfectas. «Si se dan las proporciones áureas, obtenemos los caballos más bonitos, más útiles y más demandados», comenta Bravo. La idea de construir este baremo inspirado en términos matemáticos procede de su padre, al que considera muy sentimental. «Él siempre ha tenido una vida muy activa y romántica en cuanto a lo ecuestre. Ha sabido equilibrar técnica y romanticismo. Empezó a medir caballos con compás y descubrió que en estos animales se podía cumplir la regla de proporción áurea. Después lo desarrolló y patentó».
Pero el ejemplar ideal no solo está marcado por el encanto o las dimensiones armónicas. La raza y la utilidad de los equinos también son rasgos que deben ser tenidos en cuenta. «La belleza va de la mano de la utilidad. Las proporciones son las que hacen al animal más bello y más útil».
Hoy día, existen campeonatos a nivel mundial en los que se examina a los caballos y yeguas más perfectos del planeta siguiendo este valor aritmético. El propio Bravo cuenta con una hembra que ha logrado un galardón internacional. «Se les cuida igual que a una miss. Requieren de muchos y muy minuciosos cuidados». Además, al igual que su padre tiene el título de juez para este tipo de concursos. El burguillano ha estado en países como Nicaragua, Costa Rica, México, Australia o Nueva Zelanda y ha formado parte del tribunal de reproductores cualificados para seleccionar los mejores ejemplares de cada raza.
Las primeras versiones de Solera Bravo están disponibles para su instalación desde hace un año. Posteriormente, se han añadido mejoras en imágenes y vídeos, así como la eliminación del login para el uso de la app. Aunque ya goza de funcionalidades prácticas, Bravo afirma que prepararán versiones más completas y prácticas.
En la actualidad, Ignacio Bravo está trabajando en sus tierras de la Finca La Morera con la ganadería Batán, procedente de México, con la que el año pasado ha sacado a la campeona del mundo en el reconocido certamen de Sicab. «Esta yegua ha dejado ocho hijos que vamos a cuidar mucho», explica con una sonrisa. Tanto en Burguillos del Cerro como en el resto de la comunidad, en el universo equino existe un constante deseo de explorar nuevas fórmulas en las que sacar a estos animales aún más provecho del que ya tienen.
Ignacio Bravo ha recibido de su padre algo más que el mismo nombre. La idea de utilizar la proporción áurea como referencia de la excelencia dentro del campo de la hípica ha sido transmitida de una generación a otra. El mayor de los Bravo tiene sobre esta materia una patente registrada y un libro publicado, y su hijo ha adaptado este concepto a los nuevos tiempos con la creación de la aplicación. La mecánica de Solera Bravo consiste en hacer una foto que posteriormente analizará con una plantilla los distintos parámetros estéticos del animal. «La aplicación la hice bajo la idea del Hipómetro Áureo y el Hombre de Vitruvio. Aúnan todos los estudios de los grandes hombres sabios que ha habido sobre el asunto de las proporciones. Aunque no tenga una utilidad a nivel de empresas, se acoge a leyes naturales que se cumplen y que además funcionan», explica Bravo. La idea de Solera Bravo está pensada para que todo aquel que tenga un caballo y quiera saber a qué nivel están sus cánones de belleza, se valga de este método virtual de consulta. «Si la app se prueba con caballos buenos te das cuenta que la naturaleza es sabia», añade.
Esta herramienta ayuda tanto a expertos en la caballería como a principiantes. En el caso de los primeros, les ayuda a solventar posibles dudas en cuanto a algunos factores como la belleza, la estética o la forma del mismo. A los segundos también les orienta, permitiendo conocer en apenas unos instantes cuan perfecto es su corcel. «Es una aplicación pensada para los que entienden y para los que quieren entender. Aquel hombre que tiene mucha experiencia en caballos puede apreciar a ojo si hay alguna desproporción en algún caballo. Pero esto también ayuda muchísimo al que no sabe. Mucha gente te envía una foto de su caballo con la plantilla».
Eso sí, se debe cuidar la calidad de la instantánea que se toma. «La foto tiene que ser sin perspectiva, porque en cuanto se añaden algunos ángulos, se aprecia distorsionada», afirma.
La proporción áurea ha conformado temarios de matemáticas durante varios cursos. A lo largo de la historia ha sido aplicada con éxito en múltiples proyectos, diseños o edificios. Ahora, la fotografía también es uno de esos elementos que entran en juego para adaptar en la equitación y en la hípica medidas perfectas. «Si se dan las proporciones áureas, obtenemos los caballos más bonitos, más útiles y más demandados», comenta Bravo. La idea de construir este baremo inspirado en términos matemáticos procede de su padre, al que considera muy sentimental. «Él siempre ha tenido una vida muy activa y romántica en cuanto a lo ecuestre. Ha sabido equilibrar técnica y romanticismo. Empezó a medir caballos con compás y descubrió que en estos animales se podía cumplir la regla de proporción áurea. Después lo desarrolló y patentó».
Pero el ejemplar ideal no solo está marcado por el encanto o las dimensiones armónicas. La raza y la utilidad de los equinos también son rasgos que deben ser tenidos en cuenta. «La belleza va de la mano de la utilidad. Las proporciones son las que hacen al animal más bello y más útil».
Hoy día, existen campeonatos a nivel mundial en los que se examina a los caballos y yeguas más perfectos del planeta siguiendo este valor aritmético. El propio Bravo cuenta con una hembra que ha logrado un galardón internacional. «Se les cuida igual que a una miss. Requieren de muchos y muy minuciosos cuidados». Además, al igual que su padre tiene el título de juez para este tipo de concursos. El burguillano ha estado en países como Nicaragua, Costa Rica, México, Australia o Nueva Zelanda y ha formado parte del tribunal de reproductores cualificados para seleccionar los mejores ejemplares de cada raza.
Todos los dispositivos
En la versión descargable para dispositivos móviles iPhone y Android, explica el funcionamiento de esta herramienta como «un análisis morfológico de los caballos de silla». Describe además que se mide la profundidad del tórax y líneas del dorso o la longitud del cuello y extremidades de estos animales. «Leonardo da Vinci afirmaba que la naturaleza exigía siempre el mejor resultado con el mejor esfuerzo. Asegurando que los objetos, árboles y animales que conllevan estas proporciones daban lugar a un mayor placer estético al ojo humano», sostiene Ignacio Bravo.Las primeras versiones de Solera Bravo están disponibles para su instalación desde hace un año. Posteriormente, se han añadido mejoras en imágenes y vídeos, así como la eliminación del login para el uso de la app. Aunque ya goza de funcionalidades prácticas, Bravo afirma que prepararán versiones más completas y prácticas.
Cría en la región
Extremadura está considerado como una región muy propicia para la cría de caballos. «Tiene la dehesa, en la que las condiciones de clima y de suelo son muy buenas», argumenta. «Es uno de los mejores sitios de Europa y del mundo. Las horas de luz y el calor son buenas para todo tipo de caballos y para crías en libertad».En la actualidad, Ignacio Bravo está trabajando en sus tierras de la Finca La Morera con la ganadería Batán, procedente de México, con la que el año pasado ha sacado a la campeona del mundo en el reconocido certamen de Sicab. «Esta yegua ha dejado ocho hijos que vamos a cuidar mucho», explica con una sonrisa. Tanto en Burguillos del Cerro como en el resto de la comunidad, en el universo equino existe un constante deseo de explorar nuevas fórmulas en las que sacar a estos animales aún más provecho del que ya tienen.
TITULO: ESPAÑOLES POR EL MUNDO -El regreso de Juego de Tronos reaviva el interés por los escenarios del rodaje,.
El regreso de Juego de Tronos reaviva el interés por los escenarios del rodaje,.
Cáceres, Los Barruecos y Trujillo fueron las localizaciones donde se grabaron algunos de los momentos más famosos de la serie de HBO
Tanto Cáceres capital como Trujillo y, sobre todo, Los Barruecos, donde se rodó una de las batallas más épicas de Juego de Tronos, se convirtieron aquellos días en el lugar donde pusieron su mirada los seguidores de la serie. Hoy, más de dos años después, no queda mucho de todo aquello sobre el terreno, aunque Malpartida de Cáceres sí ha sabido rentabilizar el tirón por la parte que le toca. De hecho, el Ayuntamiento le achaca en gran medida el crecimiento del turismo de un 19% que experimento el municipio en 2018. Su alcalde, Alfredo Aguilera, ya manifestó el pasado enero que espera un nuevo repunte ahora con el estreno de la última temporada.
Más diluida se encuentra ya la huella de Juego de Tronos en Cáceres y Trujillo. En la capital se rodaron algunas escenas, la más importante de ellas el paseo triunfal de Euron Greyjoy (Pilou Asbæk) con sus prisioneras hacia la Fortaleza Roja, pasando por el Arco de la Estrella y la plaza de Santa María, convertidas para la ocasión en la ciudad del Desembarco del Rey.
El castillo de Trujillo, por su parte, fue el escenario desde donde Jaime Lannister (Nikolaj Coster) y su fiel Bronn (Jerome Flynss) observaban al ejército enviado por Daenerys Targaryen (Emilia Clarke), quien también pasó varias semanas rodando en Cáceres junto a otros de los personajes principales de la serie, entre ellos Peter Dinklage, que interpreta a Tyrion Lannister.
No obstante, la oportunidad que representa el estreno de la nueva temporada para revivir el interés por las localizaciones no pasa inadvertida. Hasta hay agencias de viajes que en estos días lanzan paquetes especiales para visitar los escenarios españoles de Juego de Tronos. Una de ellas es Weekendesk, especializada en escapadas de fines de semana, que ofrece desde 58 euros por pareja una escapada por la Ciudad Monumental cacereña con visita guiada por los espacios que aparecen en la serie.
La ultima temporada también contará con algunas escenas rodadas en España, aunque ya ninguna de ellas en Extremadura. El equipo ha regresado esta vez a las ruinas romas de Itálica, en Santiponce (Sevilla), donde ya tuvo lugar la reunión entre los aspirantes al Trono de Hierro emitida en la temporada anterior.
Otros escenarios
Entre los escenarios españoles que aparecieron en la séptima temporada el más reconocible, y donde el impacto posterior en el número de visitas ha sido mayor, es San Juan de Gaztelugatxe, en la localidad vicaína de Bermeo, donde se rodaron las escenas de Rocadragón, con el especial protagonismo para su inconfundible y sinuoso puente de piedra de 241 peldaños. También se filmó en el Flysch de Zumaia, las Atarazanas Reales de Sevilla y el castillo de Almodóvar del Río, en Córdoba, además de en las ya mencionadas localizaciones de la provincia de Cáceres.Ninguna de ellas aparecerá en los capítulos del desenlace de la serie, pero la capacidad de atracción que genera Juego de Tronos a nivel mundial para millones de personas convierte los próximos meses en una nueva oportunidad promocional reviviendo aquel final de 2016 en el que Cáceres, Malpartida y Trujillo estuvieron en boca de gran parte de los aficionados de una de las ficciones televisivas más seguidas de todos los tiempos.
TITULO: Escala humana -Los yayo 'indepes' y los yayo viajeros ,.
El miercoles -24- Abril a las 21:00 `por La 2, foto,.
Los yayo 'indepes' y los yayo viajeros,.
Los jubilados lo mismo viajan a las 'manifas' del procés que al pueblo de las brujas
Hace años, sentado en las gradas de Balaídos, viendo al Celta, me tocó al lado de un señor mayor enarbolando una bandera del Atlético de Madrid, que jugaba en Vigo y ganó. Entablamos conversación y me confesó que el Atlético era su razón de vivir. Todos los fines de semana, iba, bien al Manzanares, bien cogía la maleta y la bandera y viajaba al estadio que tocara, para ver jugar a su Atleti, convertido en el alimento que nutría sus aspiraciones, en la pasión de su vida, en una causa por la que levantarse cada mañana con entusiasmo.
En mi barrio, hay vecinos que guardan un pellizco de la jubilación para hacer excursiones a ver el Cristo de Medinaceli, visitar la Almudena, rezar ante Santa Gema Galgani y postrarse ante el sepulcro de Fray Leopoldo en Granada. De paso, compran en Xanadú o en Ikea y admiran la Alhambra en primavera.
La clave de la vida es encontrar un motivo para soñar y sentirse vivo. Leo en la prensa de Barcelona que los prejubilados catalanes de clase media-alta se han apuntado al 'procés' independentista con fervor. Es el activismo de la tercera edad: las manifestaciones se llenan de abuelos y Ómnium, entidad cultural independentista con toque religioso de Monserrat, ha pasado en diez años de tener 19.000 socios a contar con 130.000, la mayoría, yayos.
A este fenómeno, se le llama la rebelión de los yayopijos, catalanes de más de 55 años, más bien bastante más de 55 años, con prejubilaciones o pensiones sustanciosas, que no se pierden una 'mani indepe', acuden a pie, en silla de ruedas con estelada en el respaldo, apoyándose en un andador o en compañía de una asistenta ecuatoriana. Ya no están solo para recoger a los nietos y jugar la partida, sino que tienen ocupaciones más sofisticadas como hacer excursiones a Barcelona para comer con la peña de yayoindepes, digerir la 'escudella' manifestándose en el paseo de Gracia y hacerse selfis en Montjuich.
En Madrid y en el resto de España, los abuelos, conocidos como yayoflautas, han convertido la lucha por la calidad de vida, las pensiones y el futuro laboral y social de sus nietos en una razón para existir, en una lucha constante que los revitaliza. Es una pelea solidaria y universal que a todo el mundo complace y no hace daño a nadie. Tampoco dañan ni entrañan peligros colectivos, si no se dogmatizan, la afición del hincha del Atleti ni la devoción bien entendida a Fray Leopoldo y Santa Gema.
En mi barrio, los yayoexcursionistas están entrando en un proceso de sofisticación viajera que para sí quisieran los yayopijos del 'procès'. Esta primavera, las tradicionales expediciones religioso-consumistas para rezar y comprar han perdido pujanza para ser sustituidas por viajes culturales sumamente interesantes.
En las marquesinas del autobús urbano y en las cristaleras de las multitiendas, además de las clásicas excursiones de un día para visitar los patios de las flores cordobeses o comer en Elvas y comprar en El Faro, veo carteles anunciando expediciones de varios días con pensión completa por menos de 300 euros a los pueblos blancos de Cádiz (Ronda, Ubrique, Grazalema, Arcos, Vejer con visita a la finca La Cantora y Jerez), al País Vasco (Bilbao, San Sebastián y Vitoria) o un viaje que simboliza la heterodoxia definitiva y la superación de tantos años de periplos por santuarios y catedrales inacabadas: un viaje en el puente de las ferias de Cáceres al pueblo navarro de las brujas, a Zugarramurdi.
Cada yayo se lo monta a su manera y participa en las excursiones que le da la gana, el único problema es que ni las brujas ni el Atleti ni tan siquiera Fray Leopoldo hacen daño a nadie, pero el nacionalismo es una grave enfermedad que ha provocado a lo largo de la historia más desgracias que la peste.