miércoles, 16 de diciembre de 2015

VIAJANDO CON CHESTER - UN ACUERDO PENDIENTE DE CONCRETAR,./ ¡ ATENCION Y OBRAS ! CINE -Javier Errea, periodista , El futuro del periodismo no es más tecnología, sino,. mimar los contenidos,.

TÍTULO: VIAJANDO CON CHESTER - UN ACUERDO PENDIENTE DE CONCRETAR,.


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Viajando con Chester es un programa de televisión español, de género periodístico, presentado por Pepa Bueno, en la cuatro los domingos las 21:30, foto, etc.






UN ACUERDO PENDIENTE DE CONCRETAR,.

Un grupo de manifestantes convocados por ONG se concentran frente la Torre Eiffel en París para formar una cadena humana. :: FRANCOIS GUILLOT / afpAhora empieza de verdad el trabajo, trasladar los contenidos del documento a la acción diaria para frenar el calentamiento global,.

Mandatarios de todo el mundo celebraron ayer el histórico acuerdo adoptado en la víspera en París para luchar contra el cambio climático, pero recordaron que la parte más dura del trabajo empieza ahora. Seis años después del fracaso de Copenhague, 195 países lograron ponerse de acuerdo en la conferencia del clima de París (COP21) para detener el alza de la temperatura del planeta «muy por debajo de los 2º C» y ayudar económicamente a los países más vulnerables al calentamiento global.
«No hay ganadores ni perdedores en la conclusión del acuerdo de París. La justicia climática ganó y trabajamos todos para un futuro más verde», dijo en Twitter el domingo el primer ministro indio, Narendra Modi, para quien «el cambio climático sigue siendo un desafío».
El acuerdo de París, que reemplazará a partir de 2020 al actual Protocolo de Kioto, vincula la suerte de las grandes potencias emisoras de gases de efecto invernadero, como Estados Unidos y China, a la de las pequeñas islas del Pacífico amenazadas por la subida del nivel de los océanos. El grupo de pequeños Estados insulares (AOSIS) fue un actor principal de las negociaciones y logró que el documento final instara a los países a «seguir esforzándose» hasta conseguir frenar el calentamiento global a 1,5º C.
Sin embargo, advirtieron de que lo más importante llega ahora. «La historia juzgará el resultado no sobre la base del acuerdo de hoy, sino sobre lo que haremos a partir de hoy», avisó Thoriq Ibrahim, ministro de Medio Ambiente de Maldivas y presidente de AOSIS.
«Aún queda mucho trabajo por hacer», subrayó la jefa del Gobierno alemán, Angela Merkel, mientras que el presidente estadounidense, Barack Obama, estimó que el acuerdo «no resuelve el problema, pero establece el marco sostenible que el mundo necesita para resolver la crisis climática».
En virtud del nuevo acuerdo, los países industrializados, responsables históricos del problema, deberán ayudar financieramente a los países en desarrollo y los emergentes podrán participar también de forma voluntaria.
Los países en desarrollo recibirán un «mínimo» de 100.000 millones de dólares a partir de 2020, una cifra que sería revisada «a más tardar» en 2025.
Todos los países se comprometen, además, a controlar mutuamente sus planes de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (INDC), con revisiones quinquenales a partir de 2023, pero deberán esforzarse más si quieren alcanzar el objetivo marcado, ya que las propuestas actuales sólo frenarían el calentamiento a 3º C. Venezuela, que había comprometido la consignación de su plan al resultado del acuerdo, anunció finalmente que reduciría un 20% de sus emisiones para 2030. Ya sólo quedan siete países por hacerlo, entre ellos Nicaragua y Panamá.
El acuerdo de París representa un éxito para la diplomacia francesa, sobre todo para su canciller Laurent Fabius, que movilizó todos sus esfuerzos para poner de acuerdo a 195 países para luchar unidos con el fin de salvar el planeta. Frente a la costumbre de designar como presidente de la cumbre al ministro del ramo, el presidente de Francia, François Hollande, optó por su titular de Asuntos Exteriores, conocido por su sangre fría, para liderar la cumbre de París, apoyado por Laurence Tubiana, una diplomática implicada en las negociaciones del clima desde Kioto (1997).
Las ONG, por su parte, reconocieron el avance del acuerdo, pero no lo consideraron un éxito rotundo, sobre todo, teniendo en cuenta que su primera revisión obligatoria será en 2025. «La rueda de la acción gira lentamente pero en París, giró. El texto coloca a las energías fósiles entre los malos de la Historia», dijo el director de Greenpeace, Kumi Naidoo.
Por su parte, Amigos de la Tierra lo calificó de «farsa», ya que «a través de compromisos parciales y tácticas intimidatorias, los países ricos forzaron un mal acuerdo».
Ahora le toca el turno a Marruecos tomar el testigo de las negociaciones climáticas, con la conferencia de clima que celebrará en 2016 en Marrakech (COP22) y que deberá empezar a traducir en actuaciones el primer acuerdo universal contra el cambio climático.

 TÍTULO: ¡ ATENCION Y OBRAS ! CINE - Javier Errea, periodista , El futuro del periodismo no es más tecnología, sino mimar los contenidos,.

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 ¡Atención y obras! es un programa semanal que, en La 2, aborda la cultura en su sentido más amplio, con especial atención a las artes escénicas, la música, los viernes a las 20:00 presentado por Cayetana Guillén Cuervo, etc, foto,.



 

-Javier Errea, periodista , El futuro del periodismo no es más tecnología, sino mimar los contenidos,.

Javier Errea dirige la empresa Errea Comunicación. El jueves presenta en Pamplona su libro 'El diario o la vida'. 
  • Javier Errea dirige la empresa Errea Comunicación. El jueves presenta en Pamplona su libro 'El diario o la vida'. :: hoyJavier Errea, periodista - foto,.

  • Fue redactor de trinchera hasta que se convirtió en consultor. Hoy asesora a empresas de todo el mundo. Publica 'El diario o la vida', una radical defensa del periodismo,.

    Cuando escucha hablar a los gurús sobre 'la muerte del periodismo' se enciende. «El periodismo está vivo y tiene futuro si apuesta de manera radical por la calidad y por los contenidos: contar a la gente qué le pasa a la gente».
    Javier Errea fue periodista en los diarios hasta que se convirtió en 'consultor', palabra que dice odiar. Su estudio, con base en Pamplona, ha trabajado para grandes empresas de comunicación de América, los principales países europeos, India o Nueva Zelanda. Desde hace años publica el blog 'Erreadas' y ahora reúne en un libro sus mejores entradas. 'El diario o la vida', subtitulado 'una defensa a tiros del periodismo y de los periódicos', se presenta el jueves en la librería Auzolan de Pamplona.
    ¿Por qué defiende 'a tiros' el periodismo y los periódicos?
    Porque estoy harto de las buenas palabras, de la diplomacia y de lo políticamente correcto. Quizás la única manera de que te escuchen es dar un puñetazo en la mesa, aunque sé que este libro no cambiará nada.
    ¿Cuál es su idea central?
    El blog empezó como un divertimento, aunque al final vi con sorpresa que lo sigue la gente más insospechada. He trabajado en distintos medios y en distintos países y observo en muchas redacciones una especie de desánimo general. Frente a eso reivindico el periodismo, pero no desde un punto de vista romántico o ingenuo, sino desde una óptica práctica: si los periodistas y el periodismo tenemos una posibilidad de supervivencia es desde la radicalidad periodística. El periodismo tiene que hacer lo de siempre: contar a la gente historias sobre lo que pasa a la gente. El problema es que ahora mandan más los gerentes que los periodistas: quizás siempre fue así, pero hoy se nota más.
    Se ha acreditado usted el perfil de defensor del periodismo de papel y de crítico con el digital.
    Yo solo critico las modas y los clichés establecidos que venden en los congresos a los dueños de los periódicos: las multimedias, las convergencias de las redacciones y esos nuevos mitos. Los gurús nos están volviendo locos a los periodistas.
    ¿El periodismo está en crisis?
    No. Están en crisis algunas empresas periodísticas. No quiero caer yo mismo en el papel de gurú, que tanto critico, pero hablar de la muerte del periodismo me parece una tontería como un piano. Las empresas se centran en la tecnología, quizás porque es más fácil, y descuidan el aspecto que considero fundamental, aunque suene naif: la calidad de los contenidos. Cómo ser imprescindibles para los lectores.
    Pues eso: ¿cómo?
    Elevando al máximo el listón de la calidad. Invertir en los periodistas, pensar en periodismo. Durante años las empresas de comunicación ganaron mucho dinero, cuando los periódicos siempre habían sido negocios modestos no pensados para hacer ricos a sus propietarios. La crisis dio un vuelco y hay que recolocarse. También los periodistas, con más autoexigencia.
    Insiste en su libro en la apuesta por los contenidos.
    Lo que distingue al periodismo es contar historias. Nuestro valor añadido es ese: en lo demás nos ganan las empresas tecnológicas. El papel que antes cumplían las empresas de distribución o los quiosqueros lo desempeñan ahora las tecnológicas: el canal de distribución es el que te puede estrangular, en el papel y en lo digital. Lo nuestro es otra cosa.
    Hablemos del papel: ¿pervivirá?
    Sí. El papel y lo digital son medios complementarios: lo que dudo es si una misma empresa puede hacer las dos cosas a la vez. Nos hacemos la competencia a nosotros mismos. Igual hay que elegir para ser realmente imprescindible. En cualquier caso, el papel pervivirá. Y no sé por qué hay responsables de medios que lo critican cuando sus propias empresas siguen viviendo del papel. No lo maten antes de tiempo...
    En lo digital hay periodismo de alta calidad, pero la lucha por el click amenaza con desvirtuar la calidad. La lista de noticias más leídas suele ser descorazonadora.
    Así es. El periodismo digital ofrece una serie de posibilidades impresionantes, pero la lucha por la audiencia recuerda lo que ocurre en las televisiones. En un importante periódico americano se daba un bonus a los redactores si conseguían altas audiencias para sus noticias en la web: aquello se convirtió en una lucha por el tráfico a toda costa.
    Ve frialdad en las redacciones.
    He visitado muchas redacciones, de Europa a América, y observo cierta resignación de fondo. Yo achaco una responsabilidad a los propios periodistas: no hemos sido gente inquieta a la hora de seguir formándonos. Pensábamos que el oficio y las empresas eran indestructibles, que éramos nosotros los que podíamos tumbar cualquier cosa.
    No usa Twitter ni Facebook.
    No lo digo para provocar, es que no siento la necesidad. Me considero una persona bien informada, consumo medios digitales e impresos y no necesito estar conectado al segundo. Viene bien cierta distancia para entender mejor la actualidad. Las redes a veces esclavizan.
    O sea que hay futuro.
    Hay motivos para el optimismo si el periodismo mantiene su función, aunque hay desorientación hasta en las facultades. Lo digo yo, que soy profesor: quizás hay que volver a enseñar lo básico.
    EL DIARIO O LA VIDA,.

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