domingo, 13 de octubre de 2013

REVISTA XL SEMANAL NAOMI CAMPBEL, TODO EL MUNDO TIENE SU MAL GENIO,./ ENTREVISTA HUGH THOMAS, .

TÍTULO; REVISTA XL  SEMANAL NAOMI CAMPBEL, TODO EL MUNDO TIENE SU MAL GENIO,.

Especial Moda / La musa, PORTADA,

Naomi Campbell: "Todo el mundo tiene su mal genio"

A los cuarenta y tres años sigue siendo una de las mejores modelos del mundo. Ni el paso del tiempo ni su carácter volcánico han logrado deshacer su reinado. Veinticinco años después de su primera portada, Naomi hace balance de su carrera.
La modelo Naomi Campbell, que a sus 43 años sigue al pie del cañón como modelo.
Llega tarde. Naomi Campbell siempre llega tarde. La impuntualidad es tan consustancial a ella como su belleza. Tras 2 horas y 51 minutos de espera, la puerta se abre y aparece envuelta en un vestido negro y con el móvil pegado a la oreja. Campbell cruza con paso firme el estudio, con las caderas oscilando con ese compás que Vogue describió como «su mágico vaivén de la pasarela».
El cuerpo de Naomi no es que resulte asombroso para una mujer de 43 años; es asombroso... y punto. Estamos hablando de una mujer que durante la adolescencia compartió habitación con Christy Turlington y es la nieta honoraria de Mandela; que ha aparecido en vídeos musicales de Bob Marley y George Michael; y entre sus exnovios se encuentran Robert de Niro y Mike Tyson. Cuando estaba saliendo con Campbell, el exboxeador dijo de ella: «Naomi no le tiene miedo a nada».
En su día se reconoció culpable de agredir con un móvil a su secretaria, de haberle tirado un Blackberry a una asistenta y de agredir a dos policías en el aeropuerto de Heathrow. Y ahora, un cuarto de siglo después de su primera portada, la historia de Campbell entra en un nuevo capítulo. Hoy es presentadora y productora de The face, un concurso televisivo para aspirantes a modelo. Sobre el programa asegura: «Me gusta porque en él actúo como mentora, no como jueza. No quisiera que una chica sintiera que sus sueños se han ido a tomar viento por mi culpa. Ahora, soy directa y digo lo que pienso. Si mis chicas hacen algo bien, las elogio. Pero si se equivocan, se lo digo. No me ando con medias tintas, porque en la vida real nadie se anda con ellas».
Aunque los profesionales de la moda tienen claro que Campbell no es una muñequita, también elogian su lealtad y su compromiso. Su amiga Donatella Versace ha dicho de ella: «La gente siempre está repitiendo que es una irritante niña mimada. Pero no es así. Naomi tiene las ideas muy claras y es muy generosa». En 1985, campbell tenía 15 años estudiaba en el sur de Londres cuando fue descubierta por una representante de modelos. No había cumplido los 16 y ya era chica de portada. «Yo no me gastaba el dinero en revistas, así que no sabía ni lo que era posar. Improvisé. Recurrí a lo que había aprendido en las clases de baile, me puse a saltar, y a los fotógrafos les gustó».
«Como modelo agrega aprendí de los mejores: Yves Saint Laurent, Alaïa... Gianni Versace se desvivía por sus modelos. Estábamos muy unidos, y por eso Donatella y Allegra son como de mi familia. Yo confío en ellas, y ellas en mí; las vacaciones las pasamos juntas». Para Campbell, los últimos años ochenta y los primeros noventa fueron no solo sus años de esplendor, sino la edad de oro de su profesión. «En mis tiempos era normal que John [Galliano] te llamara antes de un desfile y te pidiera tu opinión. Lo hablábamos... De forma que teníamos claro cómo había que plantear el desfile». Ahora, a su juicio, las modelos han pasado a un segundo plano. «Nosotras [Christy Turlington, Linda Evangelista, ella misma] estábamos a un nivel superior, porque teníamos una relación personal con los diseñadores, una verdadera colaboración. Lo mismo pasaba con los fotógrafos. Estábamos muy unidas a Steven Meisel, a Mario [Testino]... En mis comienzos era normal que los diseñadores te escogieran directamente. Luego íbamos a cenar y salíamos de noche. Pero ahora todo está en manos de los directores de casting. La distancia entre modelo y diseñador es mayor, hay más intermediarios».
Campbell se muestra muy preocupada por la marginación de los modelos de raza negra. «Vienen a hablar conmigo, me dicen que no encuentran trabajo y me piden ayuda. Me lo tomo a pecho. Llevo 27 años en este negocio, y las cosas no han mejorado. Tenemos que denunciar la situación y ayudar».Campbell ya solo trabaja como modelo si se cumplen determinadas condiciones: subirse a la pasarela como invitada especial del diseñador. Su última aparición la realizó como protagonista inicial y final del desfile de Versace celebrado en julio en París. Durante las siete horas que dura la sesión, Campbell no levanta la voz ni monta un numerito. Le pregunto si considera justa la imagen que se tiene de ella. «Bueno, todo el mundo tiene su mal genio. El mal genio es solo una emoción. Pero ¿me importa lo que diga la gente? Todo el mundo tiene derecho a tener su opinión».
¿Y cuál es la suya?, le pregunto. ¿Se siente feliz tal como es? «Yo estoy en evolución constante. Pero sí, me siento feliz tal como soy. Soy observadora e instintiva. En la vida cometes errores. Yo he sido lo bastante honesta como para reconocerlo. Ya sabes de qué te estoy hablando, así que no voy a volver otra vez sobre lo mismo. Y, bueno, yo reconozco mis errores, pero no me arrepiento de nada. No soy de esas que siempre están arrepintiéndose de las cosas. ¿Que si soy mandona? Mucho. No me gusta perder, y cuando me dicen que no, me las arreglo para que al final sea un sí. Pero también soy leal. Generosa. Y voy con la verdad por delante. Para ser modelo, una debe ser capaz de trazarse un camino, pero a la vez ha de seguir siendo quien es, conservar su personalidad. En el programa, a mis chicas siempre les digo que están en una competición. Y que no pueden dormirse, pues siempre estás compitiendo. Una no está aquí para hacer amigos».
Diez secretos de Naomi
1. En 2007 entrevistó para la revista masculina GQ a Hugo Chávez, el ya fallecido presidente de Venezuela. En vez de hablar de política, lo hicieron sobre los uniformes de Fidel Castro y la vuelta de las Spice Girls. «Es un ángel revolucionario», afirmó más tarde la modelo.
2. Naomi Campbell nunca sale de casa sin Pickapeppa. Siempre tiene a mano esta salsa de vinagre jamaicana, incluso la lleva en el bolso cuando va a comer a un restaurante.
3. con 18 años, y después de que Yves Saint Laurent amenazara con retirar su sanuncios si Naomi no era portada, se convirtió en la primera mujer negra en ocupar la cover de Vogue
4. Una variedad de rosa lleva su nombre desde 2006. La Red Naomi también tiene medidas de ensueño: con 90 cm, su tallo es casi tan largo como las piernas de la supermodelo (97 cm).
5. A Naomi le gusta posar desde niña. Su primera aparición fue en 1978, a los 7 años, junto con el músico de reggae Bob Marley, que se encontraba en Londres grabando un vídeo.
6. Deportistas, músicos, actores... Todos los ex de Naomi tienen algo en común: son ricos y poderosos. La modelo lo ve de otra manera: «A la mitad de ellos los hice famosos yo», afirma.
7. En 1996 vendió millones de copias y ocupó el número uno de las listas en Japón gracias a su colaboración con el cantante Toshinobu Kubota. La canción: La la la love song.
8. Campbell fue condenada en 2007 a barrer aceras y limpiar baños públicos para los servicios de limpieza de Nueva York por haberle tirado un móvil a la cabeza a una empleada.
9. En 1994 se dejó fotografiar desnuda junto con otras modelos para una campaña de la organización de defensa de los animales PETA y se manifestó contra el uso de pieles. Sin embargo, aquello no le impidió protagonizar la publicidad del peletero Dennis Basso 15 años después. En su opinión, no hay motivo para enfadarse: «Ya lo aclaré con la gente de PETA».
10. Naomi Campbell mantiene una estrecha amistad con Nelson Mandela. El político, de 95 años, dice cariñosamente de ella que es su nieta honoraria.

TÍTULO; ENTREVISTA HUGH THOMAS, .

SI CATALUÑA SE DECLARA INDEPENDIENTE SE CONVERTIRA EN UN DEPARTAMENTO DE FRANCIA,.

Entrevista

Hugh Thomas: "Si Cataluña se declara independiente se convertirá en un departamento de Francia"

A sus 82 años es uno de los hispanistas más respetados y leídos, y ningún tema del presente, el pasado o el futuro de España le es ajeno. Con Hugh Thomas hablamos en exclusiva de Felipe II y su imperio, que retrata en su nuevo libro, y de la difícil situación de nuestro país en estos días inciertos.
El hispanista, Hugh Thomas. (Foto: Carlos Carrión).
De padre inglés y madre india, Hugh Thomas nació en Windsor hace 82 años. Cristiano practicante y de familia acomodada, estudió en Cambridge y la Sorbona (París). Formó parte del servicio diplomático británico hasta que, en 1956, abandonó el cuerpo en protesta por la invasión francobritánica del Canal de Suez. «De joven fui laborista, pero ahora soy más conservador», reconoce. En 1981 fue asesor de la primera ministra británica Margaret Thatcher para Asuntos Hispanos, pero su defensa de la integración de Gran Bretaña en la Europa del euro lo distanció de la Dama de Hierro: «Entonces me uní a los demócratas, aunque ahora soy independiente», asegura. La reina Isabel II le concedió en 1986 el título de Barón Thomas of Swynnerton, y desde entonces se sienta en la Cámara de los Lores.
En 1961, Thomas publicó La Guerra Civil española, un estudio imparcial y documentado sobre la contienda que lo reconoció como uno de los historiadores hispanistas más acreditados. Tras él, otro excelente puñado de obras le valieron para que el Gobierno español le concediera, en 2001, la Gran Cruz de Isabel la Católica. Más tarde publicó, entre otros, Goya, el 3 de mayo de 1808; y los dos primeros libros de la trilogía sobre el imperio español: De Cristóbal Colón a Magallanes y El imperio español de Carlos V. Muchos han sido los viajes que Hugh Thomas ha realizado a España desde que, en 1955, visitara por primera vez nuestro país. En los próximos días vendrá de nuevo para promocionar el último libro de su trilogía imperial: El señor del mundo, Felipe II y su imperio. Sin embargo, Lord Thomas ha querido recibirnos unos días antes en su casa londinense de Notting Hill.
XLSemanal. De Carlos V usted ha dicho que fue el mejor estadista de su época, pero que murió con la sensación de haber fracasado. ¿Cómo describe en su libro a Felipe II?
Hugh Thomas. Fue un monarca ambicioso, cultivado, muy preocupado por extender el cristianismo en el imperio. Fue un rey muy culto y muy interesado en la pintura. Fue muy importante su adquisición de libros. Llegó a reunir miles y miles de ejemplares en la que fue considerada la segunda biblioteca del mundo.
XL. Este libro es muy ameno porque está lleno de anécdotas. Cuenta que en una ocasión el duque de Alba representó al rey en su propia boda.
H.T. Así era. El duque de Alba era el cortesano más fiable y temido de Felipe II y fue el elegido para representarlo en París en su boda con Isabel de Valois, que tenía entonces 13 años. Al terminar la ceremonia, el duque acompañó a la novia al dormitorio y colocó un brazo y luego una pierna sobre la cama nupcial para tomar posesión del tálamo en nombre del rey [se ríe].
XL. Felipe II se casó cuatro veces y sus matrimonios fueron todos de conveniencia. Cuenta en su libro que María Tudor, once años mayor que él, dejó bien claro que no quería intimidad con el rey.
H.T. Así fue. Felipe II fue proclamado rey de Inglaterra en su banquete de bodas en Edimburgo. Este es un hecho que se suele olvidar en Inglaterra [sonríe]. El año pasado celebramos los 60 años de la coronación de la reina Isabel II y se llevó a cabo una gran ceremonia en Westminster con todos los parlamentarios, yo incluido, puesto que soy miembro de la Cámara de los Lores. Y se leyó un documento que decía que los primeros reyes de Inglaterra que habían asistido a un acto frente a los parlamentarios fueron la reina María y el rey Felipe II. Esta ha sido la primera vez, desde el siglo XVI, que se ha hablado en el Parlamento de Felipe II como rey de Inglaterra.
XL. Tras la muerte de Felipe II termina la etapa expansionista del imperio... ¿y comienza poco a poco el declive?
H.T. No tanto como han dicho los historiadores. El declive de España ha sido exagerado. El siglo XVII fue el de la recuperación de la organización, de la administración... No ha sido un siglo de conquistas, pero sí un siglo muy agradable para vivir y gozar de la cultura de escritores tan importantes como Quevedo y otros del Siglo de Oro y de pintores como Velázquez y Murillo. ¡Fue el Siglo de Oro!
XL. Terminada la trilogía del imperio español, ¿qué planes tiene Hugh Thomas?
H.T. Ahora quiero vivir más tranquilo. Tengo varias ideas en mente, pero una de ellas es la que más me apetece y consiste en hacer un libro sobre mi propia vida, porque he vivido muchas cosas y he tenido conversaciones muy interesantes de las que poder hablar.
XL. ¿Está satisfecho de su biografía?
H.T. No, no tanto, porque no he conseguido escribir la novela ideal que me hubiera gustado.
XL. Escribió una novela sobre Moctezuma.
H.T. No, por Dios [se ríe y se sonroja]. Todo el mundo ya ha olvidado eso, o debería haberlo hecho. No era muy buena.
XL. Tras décadas de estudio sobre reyes e imperios dígame: ¿qué papel cree que tiene la monarquía en el siglo XXI?
H.T. Los países con monarquía han tenido más éxito que los otros: España, Inglaterra, los países escandinavos... son países más estables. España ha sido más próspera y estable cuando ha vivido bajo la monarquía. Y eso sigue siendo así.
XL. Pero en España la izquierda republicana, más que la restauración de la monarquía tras la dictadura de Franco, lo que aceptó fue el juancarlismo.
H.T. Puede ser así, sí... Entonces, vamos a ver, ¿qué tal un nuevo felipismo? Lo mismo que aceptaron el juancarlismo pueden aceptar ahora el felipismo: la monarquía en la figura de su hijo.
XL. Estos momentos están siendo especialmente delicados para la institución en sí. La deriva republicana...
H.T. [Me interrumpe]. Sobre todo se cuestiona la monarquía en Cataluña, ¿no?
XL. En Cataluña se reclama el derecho a votar la independencia de España...
H.T. Pienso que los catalanes son personas inteligentes y que van a ser ellos mismos quienes eviten el caos que pudiera darse tras una declaración de independencia. Recuerdo que el gran político Cambó dijo: «Cataluña independiente va a ser un departamento de Francia». Y yo estoy de acuerdo con Cambó. Esa sería la consecuencia de la independencia de Cataluña, que dejaría de ser una parte de España para ser un departamento de Francia.
XL. Un filólogo catalán acaba de divulgar que el texto original del Quijote lo escribió Cervantes en catalán, que Cristóbal Colón nació en Cataluña y que partió de Pals (Gerona), y que Santa Teresa tenía estos mismos orígenes y fue, además, abadesa del monasterio de Pedralbes...
H.T. [Se ríe]. Cristóbal Colón era un hombre de Génova, seguro, que pasó un tiempo en Portugal... De catalán, nada; ¿judío?, posiblemente [sonríe]. Yo soy optimista respecto a la situación de Cataluña y España y espero que no llegue a declararse la independencia, aunque no tengo del todo claro que esto no vaya a ocurrir. José Tarradellas fue un hombre muy inteligente, pero luego los demás presidentes catalanes... no tanto. A Pujol lo conocí también y creo que ha perdido algo de su fama, ¿no? Creo que su hijo está involucrado en algún caso de corrupción, ¿no es así? El actual presidente Mas se ha metido en una situación complicada...
XL. En esta casa tan 'recogida' en pleno Notting Hill, lo veo muy al día de nuestra actualidad...
H.T. Digamos que yo conozco a la gente, pero que no entro en la política.
XL. Usted siempre ha alabado la transición española. ¿No cree, ahora, que hicimos algo mal?
H.T. El modelo autonómico es complejo. Pienso que es muy difícil establecer una autonomía en una sección del país si no se hace la misma cosa en todo el país. Creo que hubiese sido más eficaz el modelo de Estado federal. Nosotros tenemos ahora el mismo problema que ustedes en Cataluña con la independencia de Escocia...
XL. Pero Escocia fue un Estado independiente del Reino Unido hasta el siglo XVIII y, además, tras el Acta de Unión, mantuvo leyes y sistema educativo propio. Cataluña nunca ha sido independiente de España.
H.T. Bien, en parte es así; de acuerdo [sonríe]. Cataluña siempre ha estado unificada con Aragón, es verdad; Fernando el Católico era rey de Aragón y, al mismo tiempo, conde de Barcelona. Los orígenes de Escocia son diferentes, sí.
XL. En estos momentos, TVE está emitiendo con mucho éxito una serie sobre Isabel la Católica...
H.T. Eso es muy interesante. Está muy bien que una serie de televisión sobre esta parte de la historia de España tenga éxito, y a mí me gusta mucho que así sea porque fue un personaje muy importante y decisivo.
XL. Volviendo a la actualidad, me gustaría saber su opinión sobre el conflicto que se ha generado en Gibraltar.
H.T. El problema es que la gente, los burócratas, no han resuelto las cosas y ahora se están agravando las relaciones. Si nos hubieran dejado solucionar los problemas a unos amigos y a mí, lo hubiéramos resuelto todo hace mucho tiempo [sonríe].
XL. ¿Cómo?
H.T. La soberanía compartida, dos banderas, dos países que son amigos y que se entienden. No tiene que haber ningún problema.
XL. Si antes la soberanía del peñón resultaba un problema no resuelto, ahora hay que añadir al contencioso unos bloques de hormigón lanzados al mar que impiden la pesca a los barcos españoles, la construcción ilegal de un espigón para proteger del mar a un futuro complejo urbanístico en la zona, la fuga de divisas a un paraíso fiscal y el contrabando de tabaco.
H.T. Los políticos, lejos de resolver el problema, lo han estropeado aún más. Es ridículo que después de tantos años de amistad entre España e Inglaterra no se haya resuelto el problema, de verdad.
XL. El presidente Rajoy ha denunciado en la Asamblea General de Naciones Unidas que Gibraltar sea la única colonia que se mantiene en Europa y que, además, se ha convertido en un paraíso fiscal...
H.T. Yo creo que la soberanía compartida es una buena solución cuando se trata de dos países amigos, como lo son los nuestros.
XL. En una ocasión dijo que, si dejasen las cosas en manos de la reina Isabel y de monseñor Amigo, obispo de Sevilla, no habría problemas jamás.
H.T. ¿Dije yo eso? Ja, ja, ja... ¡Pues tenía razón! [se ríe]. Probablemente no habría ningún problema con Gibraltar si monseñor Amigo tomara las riendas: es un hombre muy impresionante, gran orador. Hay demasiadas personas complicando todo este asunto.
XL. El anterior presidente del Gobierno español, Rodríguez Zapatero, amplió la mesa de negociación a tres bandas, al incluir en ella a los gibraltareños.
H.T. El problema es de España y del Reino Unido, nada más, y eso está muy claro. Son dos países amigos que tienen que resolverlo. Pienso que es posible que en Gibraltar convivan dos banderas, yo hubiera sido muy feliz de ser ciudadano de España y ciudadano del Reino Unido a la vez. [Se impacienta]. Creo que ya hemos hablado de Felipe II, de Cristóbal Colón, de los catalanes, de la monarquía española, de Gibraltar... ¿Le queda alguna otra pregunta para mí?
XL. Un último tema para finalizar: la integración del Reino Unido en la Europa del euro.
H.T. Yo siempre estoy a favor de que Gran Bretaña entre en la Comunidad Europea. Ya es miembro de ella y yo creo que debería serlo también en lo económico. Creo que Gran Bretaña debe jugar un papel importante dentro de Europa. Como observador desde fuera, sigo pensando así, no he cambiado mi percepción aunque el euro esté mal.
XL. Pero en su país hay quien, ante las políticas de recortes impuestas principalmente desde Alemania, piensa que no haber entrado ha sido lo mejor.
H.T. Es un poco hipócrita la postura de Gran Bretaña: estamos felices dando crítica respecto a Europa y somos miembros de la Unión Europea. Nadie puede sugerir que estamos mejor fuera de Europa. Hay algunos conservadores que se manifiestan así, pero yo no estoy de acuerdo con su posición.
XL. ¿Cree que algún día Gran Bretaña se integrará plenamente en la Unión Europea?
H.T. Ya somos parte de la Unión Europea y lo seremos con más entusiasmo, sí.
XL. ¿Con una moneda única, diciendo adiós a la libra?
H.T. ¡Sí! [rotundo]. Yo creo y espero que sí, de verdad, con mucho entusiasmo. Yo, además, recibo mucho más dinero de España que de Inglaterra. Mis ingresos más fuertes son de su país [sonríe]. Y espero que este último libro sobre El señor del mundo, Felipe II y su imperio guste mucho allí.
Retrato íntimo de un emperador, por Hugh Thomas
-Felipe II era bajito, de rostro redondo y ojos muy azules, labios prominentes y piel sonrosada de marinero inglés. Prefería recibir por escrito toda la información y las noticias, como haría, en el siglo XVIII, Federico el Grande de Prusia.
-En las cocinas de palacio nunca se preparaba pescado, sino carne, pan, aves y huevos. También se servían lechuga y endibias, y fruta una vez a la semana. Comía siempre a la misma hora. Bebía vino en vasos de tamaño medio que apuraba dos veces.
-De naturaleza tranquila, se mostraba disoluto con las mujeres y le gustaba salir disfrazado por las noches y disfrutar de toda clase de juegos. Tendía más a la amabilidad que a la ira.
-Coleccionaba libros. Tres años antes de ser coronado rey, poseía 812 volúmenes. A su muerte, más de 14.000. La suya era la segunda biblioteca privada más grande del mundo, solo algo menor que la de Fernando Colón, que tenía 15.000 volúmenes.
-Como su padre, solía vestir de negro, pero no era tan lúgubre como él en su atuendo. Y le gustaba mantener la limpieza personal, de tal manera que se hacía un traje nuevo cada mes.
-No se precipitaba en sus actuaciones y prefería meditar tranquilamente las cosas para ganar tiempo. Su absolutismo instintivo se mostraba en su manía de asumir la dirección personal del menor detalle de gobierno.
-Felipe II madrugaba y atendía pronto los asuntos y la correspondencia. Su salud era, en general, buena, aunque padecía un poco de gota, enfermedad que aumentaría con los años. También tenía problemas de estómago.
-Prestaba gran atención a cuanto se decía de él, pero no solía mirar a los ojos de quienes le hablaban y él lo hacía siempre en voz baja.
-A comienzos de 1560, el rey visitaba a la reina, Isabel de Valois, tres veces al día: por la mañana después de misa, antes de comenzar a trabajar y por la noche. Dormían en dos camas separadas por un palmo de distancia.
-Felipe II acudía todos los días a misa, pero solo recibía la comunión cuatro veces al año. Poseía una impresionante colección de reliquias sagradas (más de 7000), entre las que se incluían una docena de esqueletos.


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