LA CHICA VIERNES, Raquel Sánchez Silva: «Empiezo a ver la luz - / REVISTA DEPORTES, SOMOS MAS UN EQUIPO QUE UNA SELECCIÓN,.

TÍTULO: LA CHICA VIERNES, Raquel Sánchez Silva: «Empiezo a ver la luz -

- -foto-Raquel Sánchez Silva define su experiencia como escritora como «superterapéutica». 'Mañana a las seis' es el título de su primera novela, ...

Raquel Sánchez Silva se sincera: «No voy a valorar su actitud, quiero ser comprensiva incluso con los que más daño me hacen», dice sobre su familia política,.

Raquel Sánchez Silva define su experiencia como escritora como «superterapéutica». 'Mañana a las seis' es el título de su primera novela, editada por Planeta. Con ella la conocida Sánchez Silva culmina un proyecto que comenzó hace tres años. «La terminé mientras hacía 'Supervivientes' -explica-, robándole horas al sueño. Hubo momentos en los que pensé que me volvía loca, pero ha merecido la pena». La protagonista del libro se llama Lucía y, aparte de su amor por los gatos (Raquel tiene uno llamado 'Piombo' que duerme enroscado a sus tobillos), no tiene mucho que ver con la autora... Salvo en un importante detalle. Lucía supera una terrible traición sentimental aferrada al lado bueno de las cosas, «sin el menor afán de venganza, confiando en la bondad de las personas», relata Raquel Sánchez Silva. Y esa es precisamente la actitud que esta cacereña de 41 años ha decidido adoptar ante la mayor tragedia de su vida: el hallazgo de su marido ahorcado en su domicilio, un suceso del que acaba de cumplirse un año.
Los padres del cámara siciliano Mario Biondo no han dejado de atormentar a la presentadora con su insistencia de que se trató de un asesinato. Sánchez Silva deberá comparecer el jueves de la semana que viene ante el fiscal de Palermo para aclarar ciertas dudas de su familia política, pero se niega a entrar en esa guerra. «No voy a valorar su actitud porque tengo que ser justa y comprensiva, incluso con los que más daño me hacen. Yo quiero creer que cuando alguien no está siendo demasiado bueno ni siquiera se está dando mucha cuenta. Mi silencio es una opción que he tomado ante un hecho trágico que merece ser respetado. Y voy a seguir callando porque es lo único que me deja tranquila».

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En su primera novela hay espacio para el amor de pareja, el sexo salvaje y también, las relaciones familiares. «He hecho -dice Raquel- un homenaje a mi madre y a mi abuela en el personaje de Aurora, que es la mujer que yo quisiera llegar a ser: serena, muy sabia, vital, una fan absoluta de la vida, positiva, generosa, cero egoísta, discreta y elegante». La autora dedica el libro: 'A mi madre, por el amor verdadero'. «Me siento en deuda con ella y con mis amigos. Ha habido días que he querido coger un teléfono y decir una barbaridad. Pero he tenido gente que me ha asesorado muy bien y me ha tranquilizado».

Mil estados de ánimo

Sánchez Silva, que también perdió a su padre a los siete años, opina que se han ofrecido informaciones sesgadas sobre su forma de afrontar el duelo. «Nadie debería juzgar una etapa tan crítica e inestable, en la que pasas por mil estados de ánimo. Lamento si he herido a alguien, pero el que a ti se te vea en una foto sonriendo no significa que cuando no estás delante de una cámara no estés llorando. He compartido mi agradecimiento a mis amigos por estar a mi lado. Si eso se ha interpretado como que todo era fenomenal. ¿Pero es que hay alguien que pueda pensar que todo era fenomenal?».
La presentadora se niega a definir su relación con el argentino Matías Dumont, al que muchos consideran su nueva pareja. «Solo diré que él está en mi vida». En cualquier caso, el duelo va remitiendo. «Siento que el tiempo va pasando y me va dando oportunidades para agarrarme a cosas hermosas y recuperar esa hambre de vida que he tenido siempre y que en algún momento perdí. No es que todo esté en su sitio, pero siento que empiezo a ver luz y esperanza. Lo que ha pasado me va a acompañar toda mi vida, pero quiero que me acompañe desde el amor profundo que sentí y desde todas las cosas bonitas que viví. En eso -advierte Raquel Sánchez Silva- no podrán conmigo».

TÍTULO: REVISTA DEPORTES, SOMOS MAS UN EQUIPO QUE UNA SELECCIÓN,.

1. «Somos más un equipo que una selección»

   -foto-Vicente del Bosque nos atiende después del entrenamiento, aún con el chandal negro y flúor de la selección, con la sonrisa en la cara.

   • «Los que van viniendo se adaptan perfectamente a lo que tenemos establecido», asegura el preparador de la campeona del mundo

   • Vicente del Bosque,.

   • Seleccionador de España,.

     Vicente del Bosque nos atiende después del entrenamiento, aún con el chandal negro y flúor de la selección, con la sonrisa en la cara. Su preocupación es si llegaremos tarde a una posterior reunión. «Buscamos otro rato. No te quiero fastidiar», dice. Así es este salmantino, igual de accesible que cuando estaba en la cantera del Real Madrid formando chavales. Es amable y natural, y acepta la «responsabilidad» de llegar a Brasil con «obligación de ganar».
     

     Es su segundo Mundial, llega como vigente campeón y quizá más presionado por tener que volver a ganar...

     Tenemos una mayor responsabilidad, por supuesto. Desde que terminó el anterior Mundial han pasado cuatro años y todo lo que ha sucedido por el camino ganando la Eurocopa influye. No tenemos más presión. Tenemos responsabilidad.
     

     Se dice mucho que el equipo llega físicamente muy justo.

     No he visto demasiada diferencia del pasado Mundial a éste. La actitud de los jugadores es muy buena, es buenísima. Hemos tenido una semana de trabajo, más los cuatro días que llevamos aquí y diría que es insólita en la forma en la que han trabajado, con una actitud magnífica. Incluso no me parece que estemos a la altura de competición en la que estamos. Casi a ellos ni se lo recuerdo. Prefiero no recordárselo, porque la impresión que dan ellos es buenísima.

     En España hay demasiado ambiente pesimista con la selección. ¿Lo notaba allí?

     Son opiniones que la mayoría de las veces tienen que ver con la camiseta que lleva cada uno. Es muy difícil unir a todos y, sobre todo, ya sabemos de dónde viene casi todo, de la eterna lucha Madrid-Barcelona, que es tremenda, y eso repercute. Esa es la opinión, pero creo que hay muchísima gente en España que sabe perfectamente lo que es aislar la camiseta del equipo nacional y la de los clubes. Hay mucha gente, muchísima, que sí sabe hacerlo. Mucha más de lo que a lo mejor otra que tiene más eco, pero encuentro mucha gente fiel a la selección española.

     ¿Le llega a molestar?

     No me fijo dónde nace el jugador, el lugar, ni de qué club es. Me fijo en lo que han sido y en lo que son en la actualidad. Estamos hablando de que el Barcelona ha hecho mal año y vienen muchos. Hizo una parte de la temporada bastante buena, en la que iba el primero, aunque se ha descuidado un poco al final. No hemos encontrado motivos para no traer a jugadores que han dado un rendimiento extraordinario en la selección. Han estado compitiendo contra Real Madrid y Atlético, en la final de Copa, han llegado a cuartos de final en Champions... No he encontrado motivos para no traerlos a ellos o a otros que están asentados en la selección. Cuando hemos mirado, por ejemplo, el asunto de los delanteros, y hemos hecho una valoración de Negredo, de Soldado, de todos los que han venido por aquí... Al final hemos traído a los que creemos que han sido mejores en su final de temporada. No digo que estos (Villa, Torres y Diego Costa) sean mejores jugadores, pero ahora han estado bien.
     

     Influye también la confianza que tiene un seleccionador en un grupo. Lo digo porque aunque ha ido haciendo retoques, hay 16 del pasado Mundial.

     Tenemos, y lo hemos demostrado a lo largo de estos seis años, cierta perspectiva. El cambiar por cambiar no va con nosotros. Hemos ido metiendo muchos jugadores en estos últimos años, pero tenemos una visión y creo que no hay motivos para cambiar mucho más de lo que hemos cambiado. Aun reconociendo que tenemos una generación buena por detrás, aunque algunos de ellos fracasaron, o mejor dicho, no tuvieron una buena actuación en los Juegos Olímpicos, pero que vienen muy bien: Isco, Ander Herrera, o Thiago, que no ha venido por lesión. Íñigo Martínez, Alberto Moreno, Carvajal... Están prácticamente ya aquí en la selección.
     

     A Diego Costa los brasileños lo ven como un arma por si España se mide con ellos.

     No pienso en medirme a Brasil. Tenemos una primera fase... Le hemos traído por los méritos que ha hecho a lo largo de la temporada, con el episodio final este en el que no estaba del todo bien. Nosotros tenemos una cosa buena. Tenemos ya un equipo, no una selección. No digo que vayan a durar toda la vida, pero sí es un equipo. Un día a lo mejor juega Cesc, o Silva, o Mata o Cazorla... No hay diferencias. Es un equipo más o menos asentado. Jugará Koke o jugará otro nuevo, y los que van viniendo se adaptan perfectamente a lo que tenemos establecido. Somos un equipo más que una selección. Un equipo.
     El estilo de Diego no parecía encajar mucho. Es más de jugar al espacio y España de dominar la posesión y encontrarse sin espacios.
     Buscaremos la fórmula también para que se sienta cómodo. Queremos al Diego del Atlético de Madrid y no que se transforme cuando venga a la selección. Queremos al Torres del Chelsea cuando ha jugado solo adelante y eso es lo que queremos de él. No queremos cambiar nada a nadie aunque es cierto que nosotros, como te decía, tenemos esa buena condición de que somos un equipo más o menos hecho.
     Quizá Diego Costa pueda ser ese plan B del que hablan sus jugadores. A ellos les da la sensación de que muchos rivales han buscado la manera de contrarrestar el juego de España.
     Nosotros no tenemos que pensar que los demás se creen inferiores y nos juegan de determinada manera. Ojalá nos jueguen, es cierto, replegados, y que tengamos que defender en espacios grandes, que nosotros llevemos la iniciativa... Ojalá nos juegan así y nos permitan eso. Estaremos más cerca de la victoria. Ojalá tengamos esa capacidad para llevar esa iniciativa y no haya un partido de ida y vuelta.
     Había cierto temor por los enfrentamientos que hubo en los derbis madrileños, pero al que más se ha visto volcado en integrarle ha sido a Sergio Ramos.
     Habrá habido a lo largo del año ciertos roces Madrid-Barcelona y alguna cosilla con el Atlético de Madrid. Puedo dar fe de que ahora mismo el ambiente es muy bueno y eso es fundamental. Se que a lo largo de 50 días, de lo que estemos concentrados, puede haber alguna cosa. En estas concentraciones siempre puede ocurrir algo, tantos días y tantos roces. Puede ser. Como en todas las familias, ocurre. Pero que no trascienda al juego.
     En esas rencillas de Real Madrid y Barcelona del pasado, Xabi Alonso fue uno de los que se identificó un poco más.
     (Interrumpe) Yo creo que su relación ahora mismo es perfecta. Todos. No sé si ha cedido fulano o mengano. No me interesa. Me interesa que hay una buena comunicación y la mejor comunicación es a través del balón.
     En la sesión de entrenamiento se ha visto a Iker Casillas y Xavi Hernández hablando antes de empezar sentados como dos viejos amigos.
     Es conveniente que ellos lo hagan. Desde marzo no nos veíamos. Que tengan ese contacto y si alguno tiene alguna cosa, que se la diga el uno al otro. No pasa nada. Soy muy optimista en ese aspecto.
     Para empezar el Mundial, el último rival de Sudáfrica (Holanda).
     Será duro. Individualmente tiene gente de un nivel como Van Persie o Robben que muy pocos tienen. Será distinto a aquello, porque ha hecho un cambio importante de jugadores, sobre todo en defensa. El de Holanda es el partido que más preocupa, porque es el primero, y si lo sacamos adelante tendremos un trecho importante ganado. Es clave y muy difícil.
     Y luego Chile. Los sudamericanos no se le dan bien a España.
     Nos han sido muy incómodos siempre y Chile en particular. Por eso te decía que de ganar el primer partido daríamos un paso importante de cara a que Chile no nos agobiara tanto. Se pondría la clasificación muy en ventaja, pero no está fácil.
     ¿Qué no sería para Vicente del Bosque un fracaso?
     No hay que ponerse una meta. Hay que tener el sueño de conseguir el máximo objetivo, otro Mundial y otra estrella. Un sueño. Muy difícil realizarlo, pero debemos plantearnos eso. Que luego nos quedamos por el camino antes, valoraremos. Si nosotros representamos bien a España y nos entregamos; si la gente ve que luchamos, no será cruel con nosotros. Si no cumplimos con el mínimo que la gente supone que debemos hacer a lo mejor es crítica. Habrá gente que aunque lo hagamos muy bien, muy bien, hará crítica, porque están preparados para eso, pero la mayoría de los españoles es cariñosa con nosotros.
     Tras la final de la Copa Confederaciones las críticas fueron muy duras.
     No debemos perder ni una gota de energía en eso, en convencer a los que son imposibles de convencer. No me cabe la menor duda de que la mayoría de los españoles tiene simpatía por nosotros.