ME RESBALA - PEDRO LÓPEZ, DE LOS GALISTEO DE TODA LA VIDA,fotos.
Pedro López, de los Galisteo de toda la vida,.
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El guardameta emeritense del Betis B, rival mañana del Mérida, jugará por primera vez en su carrera en el estadio Romano, su casa hasta los 15 años,.
Era mayo de 2010 cuando Pedro López, responsable de zona de Heineken España, le soltó a su hijo en el coche, regresando de Sevilla: «Vete familiarizando con esto porque posiblemente vuelvas para quedarte». Su hijo, Pedro López Galisteo (Mérida, 1995), lo miró extrañado: «Aquí no hay nada de qué hablar. Yo he venido para esto». Cuatro años después, el guardameta emeritense debutaba en Primera División con el Betis.
Porque con ese apellido, Galisteo, no podía ser otra cosa que portero. Su abuelo materno José llegó de Córdoba a la capital emeritense para ser cancerbero del Mérida y del Imperio; su tío José, que empezó en el Pizarro, hizo carrera en el fútbol modesto también bajo palos; hasta un tío abuelo y un tío segundo eligieron en su día ser cancerberos. Así que, aunque le chiflaba jugar de delantero en las pachangas con sus amigos, Pedro López no podía ser otra cosa que portero. Y mañana, por primera vez en su vida, defenderá una de las porterías del Romano. No será la del Mérida.
Verán: a los cinco años ingresó en la Escuela Lusitania, a los siete se enroló en el Mérida y a los quince se lo llevó el Betis. «Cuando uno va asiduamente a las selecciones territoriales, como era el caso de Pedro, los ojeadores no son tontos», hace memoria Maxi Román, el presidente de la cantera del Mérida. El técnico del juvenil bético, Gustavo Sánchez, lo invitó a hacer unas pruebas en la Ciudad Deportiva Luis del Sol cuando finalizaba su primer año de cadete. Y ahí empezó una travesía que desemboca en mañana.
Llegó a ir convocado con el Betis B con tan solo 16 años. Debutó con el filial parándole dos penaltis al Sevilla Atlético. Hace año y medio se estrenó en Primera jugando los últimos siete minutos del Betis 4-Valladolid 3 en el Benito Villamarín. Y hoy entrena a las órdenes de Pepe Mel, junto a Adán y Dani Giménez, y juega los fines de semana con las promesas de Juan Merino.
«Como portero es un tipo disciplinado, que hace vestuario, muy carismático y, sobre todo, trabajador», rememora Michel Nevado, su entrenador en infantiles. «Es un ejemplo a seguir. Un tío humilde, con la cabeza bien amueblada, que no se ha dejado marear por nadie. Yo le tengo un aprecio...», puntualiza Maxi Román. «Es un ganador nato. Siempre está hablando en el campo, no se le escapa nada. Le gusta mucho mandar», lo define su padre. «Su siguiente salto no va a ser otro que su llegada, más temprano que tarde, al fútbol profesional», apuestan periodistas que cubren diariamente la información del Betis. «Como persona es un lujo, ¡y no lo digo porque me regale ropa todos los años y me dé entradas para ver el Betis-Atleti!», bromea el ahora central del Fuente de Cantos, Álvaro Nevado, que coincidió con él en la cantera emeritense. «Todo eso es porque me quieren mucho», se sacude los elogios Pedro López.
Cabeza bien amuebladaEso sí, todos coinciden: es un tipo normal. Humilde. Nunca ha dado problemas. «Creo que tengo bien puesta la cabeza. Llevo tres años entrenando con el primer equipo y sigo siendo el mismo. Sé lo que tengo que hacer cada día», admite el guardameta emeritense del Betis, encantado con la ciudad en la que vive y comprometido con los cursos para sacarse el carné de entrenador. Vive solo, cerquita tanto del Benito Villamarín como de la Ciudad Deportiva, «porque quiero disponer de la casa para cuando viene mi familia». Una familia que baja a Sevilla cada quince días. «Lo pasamos mal cuando se fue. Fue una etapa complicada», reconoce su padre. «Sí, fue duro... pero yo lo tenía muy claro. Cuando la oportunidad se me puso delante no lo dudé. Sabía que esto era lo que quería, aunque me tuviera que ir de mi casa con 15 años», relata Pedro López.
Salvo dos partidos (y por lesión) lo ha jugado absolutamente todo en un filial que paulatinamente está desperezándose. «Somos jóvenes y nos pesa la inexperiencia, pero ya vamos bien, jugando mejor, compitiendo y ganando». Esta semana no le ha hecho falta que le pasen el 'scouting': «Conozco bien al Mérida y, lo que no lo sé, me lo complementa mi padre. Me preocupa Pedro Conde, que está ahora bien; Troi, que ya le conocemos; y Joaqui Flores por banda».
«No he hablado con él del partido durante la semana. No le quiero poner nervioso, pero intuyo que lo estará viviendo con intensidad. Yo lo viviré desde mi asiento del Romano más tranquilo. La que no sabe si irá es mi mujer, que dice que se pondrá nerviosa», detalla Pedro López padre. «¡Cómo no va a ir a ver a su hijo! Se pondrá todo lo nerviosa que quiera, pero tendrá que ir», le obliga Pedro López hijo. Pues tendrás que hacerlo por él, May.
La mujer se personó este sábado en la comisaría de la Policía Nacional de Dos Hermanas para confesar el crimen,.foto.
Una mujer de unos 35 años, que responde a las iniciales M.Q.B., se ha personado en la tarde de este sábado en la comisaría de la Policía Nacional de Dos Hermanas (Sevilla) y ha confesado haber dado muerte a un hombre, cuyo cadáver metió en un congelador de la heladería que regenta en el Polígono Norte de Sevilla, tal y como pudieron comprobar las dotaciones policiales desplazadas a ese lugar.
La presunta autora de los hechos ha acudido a la comisaría de Dos Hermanas acompañada de sus hermanos, un hombre y una mujer, y tras su confesión fue detenida, donde permanece a la espera de su puesta a disposición judicial.
Las fuentes consultadas no han precisado la identidad de la víctima ni la relación que mantenía con la presunta autora de los hechos. El hombre llevaba desaparecido desde ayer y, según algunas fuentes, era vecino del barrio de San Jerónimo, próximo al lugar donde apareció su cadáver, donde vivía con su mujer y varios hijos. Las fuentes oficiales señalaron, no obstante, que se desconoce el momento y la forma en que se produjo la muerte.
La asesina confesa, de nacionalidad española, regentaba la heladería Otoño, en la calle Los Romeros, en el distrito Macarena, desde hace al menos dos años, cuando asumió el traspaso de los dueños anteriores, según aseguraron a este periódico vecinos de la zona. Algunos de ellos la describieron como una persona de carácter «hosco» y aseguraron haber observado algunas peleas y trifulcas en el interior del establecimiento, en las que podrían haber estado implicadas otras personas de su familia o su entorno próximo.
Habitualmente, era ella la única persona que atendía a los clientes. La heladería tenía algunas mesas y veladores, tanto en el interior del local como en la calle Los Romeros.
Una persona residente en la misma calle aseguró a EL MUNDO de Andalucía que en la misma mañana de ayer la presunta autora de los hechos acudió a la heladería acompañada de dos agentes de la Policía Local. La mujer acompañó a los policías al interior del establecimiento, y posteriormente lo cerró sin que, aparentemente, se advirtiera ningún hecho extraordinario. No fue hasta la tarde cuando, tras la confesión de la mujer, acudieron al establecimiento varios vehículos de la Policía Nacional, incluida una unidad de la Policía Científica. Tras personarse el juez de guardia, se levantó el cadáver en torno a las 20.45 horas.
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