EL PERCHERO - Cáceres ya tiene txoko, fotos,.
Cáceres ya tiene 'txoko',.
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Aprendiendo trucos de cocina de cuchara en Cayena Kitchen Club,.
Truco primero: los garbanzos son las únicas legumbres que se ponen en remojo en agua tibia la noche anterior.
Clase de cocina. Aprendiendo a hacer potaje, a preparar patatas a la importancia, a elaborar una sopa de tomate en dos versiones: con tropezones y en crema. Curso de platos de cuchara, los que nunca mueren, los que siempre vuelven. Miércoles, ocho de la tarde. A esa hora, en Madrid te dan una conferencia y en Cáceres te enseñan a cocinar. Es lo que tiene haber sido Capital Gastronómica Española 2015.
Truco segundo: al cortar bacalao para un potaje o para lo que sea, hay que hacerlo sobre papel de cocina para que absorba el agua que suelta.
Cáceres ya tiene txoko. Estrictamente no es tal, pero el Cayena Kitchen Club de la Plaza Mayor cacereña es lo más parecido que se puede encontrar en la ciudad a un txoko o sociedad gastronómica vasca. Donde antes había una pastelería, ahora hay una magnífica cocina con varios fogones y varias encimeras y un salón con una mesa dispuesta para comer. Sobre cada silla, un delantal rojo. Al frente de todo, dos cocineros perfectamente uniformados con sus nombres grabados en la chaquetilla: Iván H. y Víctor E., dos profesionales que nos enseñan los trucos de los platos de cuchara.
Truco tercero: las patatas deben partirse encima de la olla para que el almidón caiga dentro y haga el caldo más gordo.
Alrededor de los fogones, los alumnos (Edelmiro, Claudio, Ricardo, Sara, Ana, Guillermo y un servidor) nos disponemos a cocinar y a comernos lo cocinado. La filosofía de la experiencia es parecida a la de los txokos vascos, pero más cómoda porque contamos con profesores que guían nuestros pasos, porque ya tenemos los ingredientes y porque, al acabar, no tendremos que fregar los platos. Es decir, un txoko a lo cómodo, pero con planteamiento semejante: cocinamos lo que nos comemos y, al final, tertulia, risas e intercambio de teléfonos.
Truco cuarto. El secreto de los huevos duros: se ponen en el agua cuando esta empieza a hervir y se dejan 12 minutos. Ese agua debe llevar mucha sal porque así se pelan mejor (la sal no entrará en los huevos) y un chorrito de vinagre.
Cayena Kitchen Club ha recibido la distinción de mejor iniciativa gastronómica de Cáceres 2015. Es una apuesta del empresario de hostelería Jesús Bravo y sus cocineros. Y sí, es txoko por horas para quien lo desee, pero también funciona como academia de cocina, como centro solidario de formación, como espacio culinario para presentar la cocina extremeña a la prensa norteamericana o como ámbito para organizar un campamento urbano infantil de cocina.
Truco quinto: en los sofritos, primero se echa el ajo y cuando baila, se añade la cebolla.
Víctor Encinal e Iván H. Rivera, los profesores cocineros, imparten cursos de cocina vegetariana, de cuchara, para principiantes, extremeña, de pescado... Proyectan otros sobre cocina de Cuaresma, de parejas para San Valentín, exótica, de sushi... Esta noche nos orientan para que pochemos bien las cebollas y los ajos laminados, para que le demos el punto a la sopa de tomate. Son las diez de la noche. El potaje está en su punto. Las patatas ya tienen importancia y en dos cazuelas reposa la sopa de tomate tradicional y la sopa hecha crema, que tomaremos con una guarnición de espárragos trigueros en juliana mezclados con hebras de pechuga de pollo cocida... ¡Delicioso!
Nos comemos lo cocinado. Lo acompañamos con un magnífico tinto Alius de Oliva de la Frontera. Disfrutamos. Los profes nos enseñan el sexto truco: no se puede cocinar nunca con un mal vino o con un vino pasado.
TITULO: PERRO REX - LA SERIE NO ALABA EL NARCOTRÁFICO,.
PERRO REX - LA SERIE NO ALABA EL NARCOTRÁFICO, fotos,.
La serie no alaba el narcotráfico,.
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Wagner Moura da vida a Pablo Escobar en 'Narcos', que emite Netflix. Nos atraen seres que hacen lo que nosotros no nos atrevemos,.
Los narcotraficantes venden, ya sea Pablo Escobar o el Chapo Guzmán. Odiados y admirados, son sinónimos de lujo, poder y miedo. Sobre Escobar, sus sicarios, hermanos y hasta de sus amantes se han rodado películas y documentales y escrito numerosos libros. La última serie es 'Narcos', que se estrenó en Netflix en octubre. En pleno rodaje de la segunda temporada, su protagonista, el brasileño Wagner Moura, de 39 años, fue nominado al Globo de Oro por el papel de Escobar, que murió de un disparo en 1993 en el transcurso de la operación militar para detenerle.
La captura de El Chapo Guzmán ha generado tanta atención que se ha llegado a glorificar la narco-cultura.
La serie en ningún caso pretende alabar el narcotráfico. Decidí interpretar este personaje porque en un país como el mío, con tanta corrupción, el negocio de las drogas es muy importante. Tenía la impresión de que la guerra contra los carteles era una tapadera, que solo se mantenía para acabar con la gente joven en los países pobres donde se produce, y ahora estoy convencido de que es así. Por lo demás, no tengo tiempo para ver la televisión -ni siquiera he podido ver 'Breaking Bad' y debo ser la única persona en el mundo-, así que tampoco tengo ni idea de la atención que ha generado la detención del Chapo.
- ¿Cómo hace frente a la responsabilidad de contar la historia de Escobar de una manera real?Me queda claro que la serie se basa en hechos reales, pero hemos creado alrededor personajes ficticios. Es una serie, no un documental, quiero dejarlo claro. Yo no soy Pablo Escobar, soy un actor interpretando un personaje. Dicho esto, como latinoamericano siempre me he preocupado por respetar la historia de Colombia y lo que sucedió con Escobar. Por supuesto, cuando haces algo así abres la puerta a las críticas porque es imposible agradar a todo el mundo.
¿Cuesta trabajar en un idioma que no es el suyo?Yo llegué a Colombia cinco meses antes que el resto del equipo para poder aprender español. Ahora ni siquiera soy consciente del idioma que empleo en cada momento. Estoy completamente entregado al personaje.
Pablo muere. A la velocidad que va la serie probablemente ocurra durante la segunda temporada. ¿Cuáles son sus planes futuros?Lo bueno de hablar español es que ahora puedo trabajar en cualquier otro lugar de Latinoamérica. Argentina, México, Colombia e incluso en España, países donde se hace buen cine. Mi próximo proyecto es como director, voy a marcharme a Brasil a rodar una película. Es un filme sobre un guerrillero brasileño llamado Carlos Mariguela. Brasil estuvo bajo una dictadura militar muy dura entre 1974 y 1985, y, aunque pasó hace relativamente poco tiempo, no hablamos mucho de eso. Hay allá una ley de amnistía que no ha dejado contar bien la historia.
¿Cuánto ha cambiado por Pablo Escobar?Muchísimo. Pero le diré que los brasileños nos sentimos muy aislados del resto de Suramérica porque hablamos en portugués. Y sin embargo todos nosotros compartimos la historia de la esclavitud, de las élites, de las favelas...
¿Por qué no nos cansamos de estos criminales y su megalomanía?Porque nos sentimos atraídos por aquellos seres humanos que son capaces de hacer lo que nosotros no nos atrevemos.
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