Alonso y Coma: primera prueba superada con vuelco y ritmo,.
fotos / Un accidente en el primer bucle les hizo terminarlo sin parabrisas y correr el segundo fuera de la competición. Pese a ello, sus tiempos no se alejaron mucho de los mejores.
El Toyota Hilux tiene volante, cuatro ruedas y un chasis. Ahí acaban las similitudes con lo que acostumbra a tener Alonso
entre sus manos y empiezan las complicaciones. El asturiano es muy
rápido con cualquier coche, pero eso no garantiza el éxito en el mundo
de los raids. Que se lo digan a Loeb, que ganó más etapas que nadie en
el último Dakar (cuatro) y solo pudo ser tercero. Aquí hay que
anticiparse a lo que hay detrás de una duna, a lo que te vas a encontrar
en el siguiente giro. Eso es lo más difícil de aprender y así lo comprobaron Fernando y Coma…
Después de una satisfactoria clasificación el viernes cuando se hicieron con la tercera plaza de salida de la Lichtenburg 400, los problemas no tardaron en llegar. Al poco de comenzar el primer bucle de la carrera, la pareja española sufría un vuelco que les hizo perder 20 minutos con los mejores ya en su paso por los dos primeros puntos cronometrados. No solo por el accidente, también porque el parabrisas quedó muy dañado y, tras ver que era imposible seguir conduciendo así con él, se vieron obligados a parar para arrancarlo.
Como resultado, acabaron los primeros 187,08 km cronometrados en la 26ª plaza (penúltimos de la categoría FIA) a 25 minutos del más rápido, Lategan, lo que indicaba algo positivo: que una vez superadas las dificultades del principio, pudieron mantener un ritmo constante y no ceder demasiado tiempo. Una tendencia que se mantuvo en el segundo bucle de la carrera. Tras las reparaciones pertinentes en su Toyota, volvieron a salir a la pista, pero como coche cero y fuera de la competición, aunque con tiempos visibles… y alentadores.
Empezaron la segunda mitad del sábado abriendo pista 20 minutos antes que los demás y no cometieron ningún fallo más. Eso sí, hubo algo que repitieron: los tiempos constantes que dejó ver con anterioridad. Las referencias que iban marcando en los cinco puntos cronometrados les acercaban mucho más a los pilotos que estaban compitiendo por la victoria y terminaron el recorrido en 1:57:56, 22 minutos mejor que en su primer paso, es decir, prácticamente el tiempo que perdieron con su vuelco.
Un registro notable, pero insuficiente para pelear con los mejores: el mencionado Lategan y De Villiers. Los dos sudafricanos, también de Toyota, mantuvieron una pugna durísima por la victoria que se acabó llevando Giniel por apenas 15 segundos. Pudo contrarrestar el triunfo parcial de Lategan en el primer bucle metiéndole un minuto en el segundo que le convirtió en el ganador en Lichtenburg. ¿Y Alonso y Coma? Se dejaron siete minutos con De Villiers, más de media hora en total. Hay distancia, pero primera prueba superada… pese al susto.
Reina
es un pueblecito situado entre Llerena y Andalucía. Está en la ruta de
las maravillas, que comprende las iglesias y plazas llerenenses, el
teatro y la ciudad romana de Regina en Casas de Reina, la alcazaba de
Reina y la ermita de la Virgen del Ara y la mina de la Jayona en Fuente
del Arco. Reina tiene tan solo 159 habitantes, pero editan desde hace 21
años una revista espléndida.
La publicación se llama 'Reina', aparece en agosto, con motivo de las fiestas patronales en honor a Nuestra Señora de las Nieves, y contiene los clásicos saludas del párroco, del presidente de la hermandad de la patrona y del mayordomo. Cuenta con artículos entrañables de la médica y de la maestra, no faltan el rincón poético ni el repaso al año transcurrido con un montón de fotos.
Hasta ahí, todo normal, nada que no se pueda encontrar en otras revistas de pueblos de Extremadura que, alrededor del programa festivo, recogen una miscelánea de escritos y retratos. Pero si nos detenemos un poco en la lectura, nos percataremos de que estamos ante un empeño singular.
'Reina' no es una revista cualquiera, no es nada complaciente, sino que recoge artículos críticos cuyo título lo dice todo como uno de la edición de 2019: «Reina, una llama que se apaga». Su autor, Antonio Durán, escribía en la revista de 2018 otro artículo en el que imaginaba el entierro del último vecino de Reina y situaba ese funesto momento en 2045.
La revista del año pasado contenía un curioso 'Saluda' del alcalde, Francisco González Miranda, que ni saludaba ni escribía un artículo pomposo sobre las gracias del pueblo. El 'Saluda' era una entrevista que comenzaba con una palabra del alcalde: «¡Dime!». El redactor respondía: «¡Oye!». El alcalde replicaba: «¿Y qué digo?». En 2019, el alcalde ya escribe un 'Saluda', pero sigue siendo distinto. Empieza así: «Aquí estoy, en la soledad del campo, esperando que llegue la inspiración, está tardando mucho, no acaba de venir. Empezaré solo». Tras leer este sorprendente saluda de alcalde, jamás visto en ninguna revista de pueblo, puse atención: una revista que empezaba así podía contener cualquier cosa.
Y efectivamente, 'Reina' recoge artículos de historia y de costumbres llenos de rigor, amenidad y profundidad. Escriben en ella historiadores, profesores, doctores, especialistas... Puedes leer, en los dos últimos números, trabajos sobre la guerrilla en Extremadura, el ferrocarril extremeño, la expansión de Llerena a costa de Reina o Felipe de Solís, un extremeño que pudo estar implicado en el asesinato del general Prim.
La revista no tiene desperdicio y a los artículos históricos se suman los de costumbres. Se recogen refranes meteorológicos, supersticiones y un fascinante recorrido por la publicidad de medicinas en Extremadura durante el primer tercio del siglo XX, cuando se promocionaba que se les diera a los niños derivados de la planta de coca o bebidas con 15 grados de alcohol que les daban ganas de comer.
Lo interesante de estos artículos y de la revista en general es que los temas se tratan con rigor y profundidad, ya sea un documentado estudio sobre el machismo, el maltrato y el desprecio en el folclore extremeño, ya sea un análisis y relación de los nombres en desuso en Extremadura. Su autora, Joaquina Gallego, facilita una extensa relación por orden alfabético: Adeltrudis, Borsanufio, Epafras, Frebonia, Llesenia, etcétera. Otro ejemplo: Juan Rodríguez escribe un artículo titulado 'Los motes'. Podría haberse conformado con recoger unos cuantos apodos divertidos como el de Janofa (uno que fue emigrante en Hannover), pero va más allá y su trabajo es una exhaustiva relación bibliográfica de las publicaciones existentes sobre motes en Extremadura, además de las recopilaciones de apodos en internet.
En Reina, en fin, son solo 159, pero no se conforman, van más allá y editan una revista ejemplar que emociona y anima a luchar para que los pueblos extremeños no se mueran.
Mira
que era difícil superar la boda de Pilar Rubio y Sergio Ramos,
especialmente ese momento con sabor a mermelada de kitsch, perdón,
kirsch, en el que ambos sobrevolaron la fiesta montados en un dragón...
Pues, sin buscarlo, Manuel Valls, el concejal barcelonés antes conocido
por ser primer ministro francés, hizo sombra a la pareja del futbolista y
la modelo, tocando también el cielo el día de su enlace y de una forma
mucho más sencilla; ni más ni menos que bailando desenfrenadamente el
'Volare' de los Gipsy Kings junto a su ya esposa Susana Gallardo,
empresaria catalana con la que firmó los papeles oficiales de casamiento
el pasado lunes en el Registro Civil de Barcelona. Encima ha durado
tres días, como una boda gitana. ¡Y en vez de pastel, ensaimada gigante!
La fiesta se celebró este sábado en Menorca -donde se conocieron el verano del pasado año-, en la propiedad que la heredera de los laboratorios Almirall tiene en Binidalí, Mahón (tres plantas de unos 570 metros cuadrados). Aunque en realidad las celebraciones empezaron el viernes en las bodegas de Binifadet, en Sant Lluís, y continuaron ayer en el Club Náutico de Binisafua con una paella para 80 invitados. El sábado, sin embargo fueron 150, y entre los más famosos estuvieron Isabel Preysler y su marido, Mario Vargas Llosa, y Pedro J. Ramírez junto a su mujer, Cruz Sánchez de Lara. También asistieron los tres hijos de Gallardo y los cuatro de Valls. No estuvieron Albert Rivera ni su pareja, Malú, tras el 'divorcio' político de Valls con el presidente de Ciudadanos, formación que le encandiló y de la que luego huyó, cual novio a la fuga.
El caso es que los novios optaron ambos por el blanco para desposarse, aunque no a la manera tradicional: el político llevaba una guayabera blanca que parecía hecha de transparencias, un sombrero panamá y unas zapatillas, mientras que ella se decantó por un diseño de Ze García, un vestido ajustado inspirado en los años dorados de Hollywood. Muy balear.
Al día siguiente, los novios posaron junto al mar y no dudaron en dedicarse arrumacos y besos ante las cámaras, él con otra guayabera, esta vez azul, y ella con un vestido blanco largo rematado en su parte inferior con palmeras. Fin de la fiesta (tras la paella, claro).
foto / La
Filmoteca de Extremadura proyecta, dentro de su ciclo 'Juliette
Binoche, la actriz total', la película 'Clara y Claire'», de Safy
Nebbou.
Después de una satisfactoria clasificación el viernes cuando se hicieron con la tercera plaza de salida de la Lichtenburg 400, los problemas no tardaron en llegar. Al poco de comenzar el primer bucle de la carrera, la pareja española sufría un vuelco que les hizo perder 20 minutos con los mejores ya en su paso por los dos primeros puntos cronometrados. No solo por el accidente, también porque el parabrisas quedó muy dañado y, tras ver que era imposible seguir conduciendo así con él, se vieron obligados a parar para arrancarlo.
Como resultado, acabaron los primeros 187,08 km cronometrados en la 26ª plaza (penúltimos de la categoría FIA) a 25 minutos del más rápido, Lategan, lo que indicaba algo positivo: que una vez superadas las dificultades del principio, pudieron mantener un ritmo constante y no ceder demasiado tiempo. Una tendencia que se mantuvo en el segundo bucle de la carrera. Tras las reparaciones pertinentes en su Toyota, volvieron a salir a la pista, pero como coche cero y fuera de la competición, aunque con tiempos visibles… y alentadores.
Empezaron la segunda mitad del sábado abriendo pista 20 minutos antes que los demás y no cometieron ningún fallo más. Eso sí, hubo algo que repitieron: los tiempos constantes que dejó ver con anterioridad. Las referencias que iban marcando en los cinco puntos cronometrados les acercaban mucho más a los pilotos que estaban compitiendo por la victoria y terminaron el recorrido en 1:57:56, 22 minutos mejor que en su primer paso, es decir, prácticamente el tiempo que perdieron con su vuelco.
Un registro notable, pero insuficiente para pelear con los mejores: el mencionado Lategan y De Villiers. Los dos sudafricanos, también de Toyota, mantuvieron una pugna durísima por la victoria que se acabó llevando Giniel por apenas 15 segundos. Pudo contrarrestar el triunfo parcial de Lategan en el primer bucle metiéndole un minuto en el segundo que le convirtió en el ganador en Lichtenburg. ¿Y Alonso y Coma? Se dejaron siete minutos con De Villiers, más de media hora en total. Hay distancia, pero primera prueba superada… pese al susto.
TITULO: Para Todos La 2 -Los 159 de Reina ,.
Los 159 de Reina,.
En este pueblecito de Badajoz editan una revista de mucha categoría,.
La publicación se llama 'Reina', aparece en agosto, con motivo de las fiestas patronales en honor a Nuestra Señora de las Nieves, y contiene los clásicos saludas del párroco, del presidente de la hermandad de la patrona y del mayordomo. Cuenta con artículos entrañables de la médica y de la maestra, no faltan el rincón poético ni el repaso al año transcurrido con un montón de fotos.
Hasta ahí, todo normal, nada que no se pueda encontrar en otras revistas de pueblos de Extremadura que, alrededor del programa festivo, recogen una miscelánea de escritos y retratos. Pero si nos detenemos un poco en la lectura, nos percataremos de que estamos ante un empeño singular.
'Reina' no es una revista cualquiera, no es nada complaciente, sino que recoge artículos críticos cuyo título lo dice todo como uno de la edición de 2019: «Reina, una llama que se apaga». Su autor, Antonio Durán, escribía en la revista de 2018 otro artículo en el que imaginaba el entierro del último vecino de Reina y situaba ese funesto momento en 2045.
La revista del año pasado contenía un curioso 'Saluda' del alcalde, Francisco González Miranda, que ni saludaba ni escribía un artículo pomposo sobre las gracias del pueblo. El 'Saluda' era una entrevista que comenzaba con una palabra del alcalde: «¡Dime!». El redactor respondía: «¡Oye!». El alcalde replicaba: «¿Y qué digo?». En 2019, el alcalde ya escribe un 'Saluda', pero sigue siendo distinto. Empieza así: «Aquí estoy, en la soledad del campo, esperando que llegue la inspiración, está tardando mucho, no acaba de venir. Empezaré solo». Tras leer este sorprendente saluda de alcalde, jamás visto en ninguna revista de pueblo, puse atención: una revista que empezaba así podía contener cualquier cosa.
Y efectivamente, 'Reina' recoge artículos de historia y de costumbres llenos de rigor, amenidad y profundidad. Escriben en ella historiadores, profesores, doctores, especialistas... Puedes leer, en los dos últimos números, trabajos sobre la guerrilla en Extremadura, el ferrocarril extremeño, la expansión de Llerena a costa de Reina o Felipe de Solís, un extremeño que pudo estar implicado en el asesinato del general Prim.
La revista no tiene desperdicio y a los artículos históricos se suman los de costumbres. Se recogen refranes meteorológicos, supersticiones y un fascinante recorrido por la publicidad de medicinas en Extremadura durante el primer tercio del siglo XX, cuando se promocionaba que se les diera a los niños derivados de la planta de coca o bebidas con 15 grados de alcohol que les daban ganas de comer.
Lo interesante de estos artículos y de la revista en general es que los temas se tratan con rigor y profundidad, ya sea un documentado estudio sobre el machismo, el maltrato y el desprecio en el folclore extremeño, ya sea un análisis y relación de los nombres en desuso en Extremadura. Su autora, Joaquina Gallego, facilita una extensa relación por orden alfabético: Adeltrudis, Borsanufio, Epafras, Frebonia, Llesenia, etcétera. Otro ejemplo: Juan Rodríguez escribe un artículo titulado 'Los motes'. Podría haberse conformado con recoger unos cuantos apodos divertidos como el de Janofa (uno que fue emigrante en Hannover), pero va más allá y su trabajo es una exhaustiva relación bibliográfica de las publicaciones existentes sobre motes en Extremadura, además de las recopilaciones de apodos en internet.
En Reina, en fin, son solo 159, pero no se conforman, van más allá y editan una revista ejemplar que emociona y anima a luchar para que los pueblos extremeños no se mueran.
TITULO: Gigantes de La 2 - Valls y Gallardo cortan su ensaimada de boda ,,. ,.- Jueves -19- Septiembre ,.
Gigantes de La 2 - Programa de entrevistas, de cincuenta minutos de duración y emisión semanal, para La 2 Jueves - 19 - Septiembre ,. - 23:50 de Televisión Española. Presentado por Mari Cruz Soriano,.
Valls y Gallardo cortan su ensaimada de boda,.
De blanco, él en guayabera y sombrero panamá, bailaron 'Volare' de los Gipsy Kings ante sus invitados. Al día siguiente, paella para todos,.
La fiesta se celebró este sábado en Menorca -donde se conocieron el verano del pasado año-, en la propiedad que la heredera de los laboratorios Almirall tiene en Binidalí, Mahón (tres plantas de unos 570 metros cuadrados). Aunque en realidad las celebraciones empezaron el viernes en las bodegas de Binifadet, en Sant Lluís, y continuaron ayer en el Club Náutico de Binisafua con una paella para 80 invitados. El sábado, sin embargo fueron 150, y entre los más famosos estuvieron Isabel Preysler y su marido, Mario Vargas Llosa, y Pedro J. Ramírez junto a su mujer, Cruz Sánchez de Lara. También asistieron los tres hijos de Gallardo y los cuatro de Valls. No estuvieron Albert Rivera ni su pareja, Malú, tras el 'divorcio' político de Valls con el presidente de Ciudadanos, formación que le encandiló y de la que luego huyó, cual novio a la fuga.
El caso es que los novios optaron ambos por el blanco para desposarse, aunque no a la manera tradicional: el político llevaba una guayabera blanca que parecía hecha de transparencias, un sombrero panamá y unas zapatillas, mientras que ella se decantó por un diseño de Ze García, un vestido ajustado inspirado en los años dorados de Hollywood. Muy balear.
Servilletas en alto
La aparición de los novios fue apoteósica; surgieron con los primeros acordes de 'Volare' y tomaron el centro de la pista. Los invitados agitaban las servilletas para animar a la pareja. El novio había protagonizado un momento memorable al aparecer en albornoz antes de la celebración para comprobar que todo estaba listo, cuenta el diario 'Mira Menorca'. Y según 'Vanitatis', los asistentes disfrutaron de crema fría de tomate, rape con butifarra, sorbete de mojito... y una gran ensaimada de dos metros de diámetro aderezada con nata y chocolate caliente en vez de la típica tarta de bodas. Para pasar el trago, blanco de Alella, tinto de La Rioja Alta y champán rosé.Al día siguiente, los novios posaron junto al mar y no dudaron en dedicarse arrumacos y besos ante las cámaras, él con otra guayabera, esta vez azul, y ella con un vestido blanco largo rematado en su parte inferior con palmeras. Fin de la fiesta (tras la paella, claro).
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