viernes, 29 de agosto de 2025

MAS QUE COCHES - Rovanpera mantiene su buena forma ,. / Para Todos La 2 - Volver al signo que ya nadie quiere escribir ,. / Gigantes de La 2 - Fernando Tejero ,. - Jueves - 4 , 11 - Septiembre ,. / ¡ Atención obras ! - Cine - Jasón y las furias, una tragedia con acento extremeño, cierra el Festival de Mérida ,.

 

TITULO : MAS QUE COCHES - Rovanpera mantiene su buena forma,.

 

 Rovanpera mantiene su buena forma,.

 

 El vencedor de la anterior cita de Finlandia encabeza una apretada clasificación en la nueva cita sudamericana. Fourmaux le cedió el liderato por un pinchazo.

 

 Kalle Rovanperä sigue a lo suyo y pone la directa hacia su primer Mundial

foto / No cabe duda que está en forma. Kalle Rovanpera, el vencedor de la anterior prueba del Mundial en Finlandia, lidera el Rally de Paraguay, la nueva cita del campeonato que ha arrancado en Encarnación. El finlandés encabeza una apretada clasificación con Adrien Fourmaux, que le cedió el liderato por un pinchazo, pegado, pero con Ott Tanak, Sébastien Ogier, Elfyn Evans y Thierry Neuville también separados por pocos segundos.

Si los pilotos ya vaticinaban un rally complicado tras los reconocimientos, la jornada inicial les ha dado la razón. Las condiciones de agarre cambiante, los baches y el resto de dificultades han causado muchos problemas a casi todos… menos a Rovanpera. El finlandés se colocó en cabeza en el primer tramo, pero Fourmaux le desbancó en el segundo, hasta que en el penúltimo, sufría un pinchazo que le bajaba del burro. “A pesar de nuestra posición, no estamos realmente felices con las prestaciones”, explicaba el líder. “No hemos sido los más rápidos y tendremos que intentar serlo mañana”.

Clasificación del Rally de Paraguay

  1. Rovanpera-Halttunen (Fin/Toyota), 1h 16m 13.3s
  2. Fourmaux-Coria (Fra/Hyundai), a 7.1
  3. Tanak-Jarveoja (Est/Hyundai), a 7.6
  4. Ogier-Landais (Fra/Toyota), a 17.8
  5. Evans-Martin (Gbr/Toyota), a 21.1

El resto tampoco se vio libre de problemas. Tanak sufrió con los baches y un pinchazo que le retrasaron. Ogier también pinchó y perdió más de medio minuto que está remontando tramo a tramo. Neuville se salía en una curva y hacía un trompo que le restaba diez segundos. Y así sucesivamente, porque Takamoto Katsuta abandonaba al sufrir un accidente, o Sami Pajari (que llegó a ser tercero) también pinchaba.

Para delirio de los aficionados paraguayos, su mejor piloto, Diego Domínguez, el campeón del mundo de WRC3 junto al español Rogelio Peñate, están peleando por el triunfo en WRC2 al volante del Toyota del equipo también español Teo Martín Motorsport.

TITULO: Para Todos La 2 -  Volver al signo que ya nadie quiere escribir ,.

  Volver al signo que ya nadie quiere escribir ,.

Ahora que ChatGPT nos resume la vida con guiones largos, quizá es el momento de reivindicar el punto y coma,.

 Renata Adler.

 Renata Adler.

fotos / Aviso, este texto puede herir la sensibilidad de los integristas de la puntuación. Y no porque refleje que el carácter de permanente urgencia y economía de lenguaje en la conversación de redes ha modificado sin remedio la forma de comunicarnos —todo menor de 45 años sabe la violencia que desprende un punto final en un mensaje corto de WhatsApp—, sino porque supone asumir el paulatino adiós al signo ortográfico más aristócrata de todos. El más elevado. Aquel que solo los seguros de sí mismos se atreven a usar en 2025. Sí, estamos hablando del distinguido punto y coma; el signo que ya nadie quiere escribir. 

 

Lo explica un estudio reciente de la plataforma Babbel que recoge The Guardian: el 67% de los estudiantes británicos nunca o casi nunca usa el punto y coma. Es más, solo el 11% lo usa alguna vez. En un cuestionario que se envió a la Red de Estudiantes de Londres, compuesta por 500 000 integrantes, Babbel descubrió que más de la mitad de los encuestados ni sabían ni entendían cómo usarlo. El declive no solo se da entre alumnos. El texto desvela que el uso del signo ortográfico en los libros de inglés británico ha disminuido casi un 50% en las últimas dos décadas: en 1781, se incluía cada 90 palabras. En el año 2000, se redujo a uno cada 205 palabras. A día de hoy, solo hay un punto y coma por cada 390 palabras. Del derroche a la ignorancia deliberada, ¿qué nos ha hecho el punto y coma para que obtenga tal rechazo?

Mucho ha llovido desde que el tipógrafo italiano Manuzio colocase un punto y coma por primera en un texto de 1494 para ordenar el lenguaje. De los tiempos de Moby Dick, donde había un punto y coma por cada 52 palabras —unos 4.000 en total —, hemos pasado a la era de los escritores alérgicos a emplearlo. Cormac McCarthy se burlaba de él en todas sus entrevistas diciendo que era una “idiotez”. George Orwell pensaba que “produce pausas innecesarias”. Gertrude Stein creía que nos convertía en “esclavos” de las frases. Y aunque ahí está la excepción de Salman Rushdie, John Updike y Donna Tartt, que usan más de 300 puntos y comas por cada 100.000 palabras, siempre me sentí identificada con lo que dijo Kurt Vonnegut en su primera regla de escritura: “Nunca uses punto y coma. Solo demuestra que has ido a la universidad”.

Vonnegut verbalizó lo que pensábamos muchas: que el punto y coma era pretencioso… y algo burgués. El recurso de los que heredaron el púlpito. Los que se recrean escuchándose. Los que subordinan ideas porque nunca les atormentó activar entre su audiencia el cronómetro de la impaciencia. De ahí, supongo, el abuso de otros con las frases cortas. O de las benditas comas. Lo sabía Renata Adler, capaz de meter diez entre cuarenta palabras. Porque la coma no solo sirve para coger aire, sino para definir la cadencia, para marcar el carácter: “Y esta cuestión de las comas. Y esta cuestión de los párrafos. La coma verdadera. La coma de pausa. La coma de último momento. La coma de ocurrencia tardía. La coma de ritmo. La melancolía”, escribió en Oscuridad Total (Sexto Piso, 2016).

Quizá ha llegado la hora de enterrar prejuicios clasistas con la puntuación. En un mundo en el que presidentes como Trump se comunican con el pueblo gritando, abusando de las mayúsculas; ahora que para pillar a alguien copiando por ChatGPT basta con detectar demasiados guiones largos; quizá es el momento del renacer del punto y coma. Igual deberíamos volver a él para reclamar nuestro derecho a la lentitud. Para probar que nuestros textos no salieron de ninguna IA dada a los resúmenes, a lo funcional y a convertirlo todo en una lista cuantificable. Quizá el punto y coma, el signo que nadie quiere escribir, es nuestro último recurso para probarnos como humanos.

 

TITULO:  Gigantes de La 2 - Fernando Tejero  ,.Jueves - 4 , 11 - Septiembre ,.

Gigantes de La 2 - Programa de entrevistas, de cincuenta minutos de duración y emisión semanal, para La 2  Jueves - 4 , 11 - Septiembre , 23:50 de Televisión Española,.

 

 Fernando Tejero,.

 

 Fernando Tejero en su casa de El Escorial, una mañana del pasado julio.

foto - En su casa de El Escorial, una mañana del pasado julio - Fernando Tejero revela su increíble infancia: “Tenía todas las papeletas para acabar yonqui o alcohólico”,.

El actor de ‘Aquí no hay quien viva’ y ‘El cautivo’, de Amenábar, tiene una de las caras más reconocibles de España pero también un pasado no tan conocido: el de un bebé cuya madre dejó en manos de otra mujer durante 14 años,.

“Tengo la autoestima a la altura de las rodillas. Pero es que antes la tenía por los tobillos”,.

Que el humor se agota es algo que descubrimos cuando ya es demasiado tarde. Hamlet, con la calavera de Yorick, recuerda a aquel bufón «de infinitas bromas y de excelentísima fantasía» que un día apagó su risa. Fernando Tejero (Córdoba, 1965) fue en su momento el hombre más divertido de España, que llegó a contar incluso con sus frases identificativas, repetidas por niños y abuelos a raíz de su participación en la serie televisiva 'Aquí no hay quien viva'. Sabedor de que la guasa no dura eternamente, el actor ha ido ampliando sus registros hasta otros terrenos, como su papel de El Marbella en el drama carcelario 'Modelo 77' (2022), que le valió una nominación al Goya a la Mejor interpretación masculina de reparto.

Tejero regresa al humor -aunque uno 'malrollero', oscuro- en 'Camino al zoo', montaje inspirado en el texto del dramaturgo estadounidense Edward Albee (Washington, 1928 - Nueva York, 2016), autor de '¿Quién teme a Virginia Woolf?', 'Un delicado equilibrio' y 'Tres mujeres altas'. El texto, adaptado y dirigido en esta ocasión por Juan Carlos Rubio, llega la próxima semana al Teatro Bellas Artes de Madrid con Ana Labordeta y Dani Muriel completando el reparto.

El actor recuerda que todo surgió a raíz de diversos reencuentros con Rubio. «Primero, una gala que él dirigió de los Premios Max y que yo presenté», rememora. «Luego, como los dos somos cordobeses, colaboramos en el homenaje al Gran Teatro de Córdoba por su 150º aniversario e hicimos un fragmento de 'El sueño de una noche de verano', de Shakespeare. Pero teníamos ganas de hacer algo más grande».

Y eso más grande ha sido una de las piezas más sombrías de Albee. La historia de una pareja neoyorquina en crisis en la que el marido, al que da vida Tejero, decide escapar del ambiente asfixiante con una incursión en el zoológico de Central Park. Allí conocerá a Jerry (Muriel), un ser estrambótico cuyo relato destartalará la existencia del protagonista. «A finales de los años 50, Albee escribe 'Historia del zoo' y luego, 40 años después, en 2004, añade esta precuela, 'La vida en casa', que aquí en España se había representado poquísimo, yo creo que prácticamente nada», explica el intérprete. «Yo había leído 'Historia del zoo' porque es una de las funciones con las que se trabaja más en las escuelas de teatro».

Sin embargo, esta nueva aproximación le planteó un reto: «Al principio, cuando la leí, sinceramente, me acojonó un poco, porque es un texto maravilloso, pero a la vez es complejo». Lo último que había hecho en teatro era 'La cantante calva', de Ionesco, emblema del teatro del absurdo, y le daba un cierto miedo meterse en otro proyecto. «Pero la leí y empecé a llorar, me traspasó y decidí hacerla, porque yo creo que es una función muy necesaria, y porque estos autores, Albee y otros de aquella época, eran visionarios y parecían tener la capacidad de predecir el futuro».

«La función», según Tejero, «sigue teniendo mucha vigencia, o casi toda, y me apetecía muchísimo contar esto, porque me sentí muy identificado con lo que plantea Albee. Es una exploración de las profundidades de la incomunicación, de la soledad, del intento de conexión en las relaciones humanas». En ese sentido, el actor considera que 'Camino al zoo' «retrata bien la sociedad actual, pues sigue existiendo la falta de comunicación y sigue existiendo la soledad en diferentes formas, la deseada y la obligada». Y no sólo eso:«Yo creo que todos en algún momento de nuestra vida hemos dejado de ser nosotros mismos por miedo al dedo acusador de la sociedad, por miedo a que no nos acepten. De esto habla esta función».

Tras ejercer de personaje cómico en películas como 'Días de fútbol' o 'El penalti más largo del mundo', advierte a quienes vayan buscando aquí una nueva pieza humorística al uso. «En esta obra hay que abrirse y entrar», señala. «Y cuando la gente entra recibe un golpe de realidad brutal. Aunque, si soy sincero, también hay muchísimo público que viene a ver a Fernando Tejero en su versión comedia y se queda diciendo: '¿Qué ha pasado aquí?'. Pero nadie sale indiferente y siento que a todo el mundo le gusta algo, aunque sea la interpretación».

La clave, señala, es estar «a gusto con lo que se quiere contar». De ahí su apuesta por subirse a un escenario, a pesar de las dificultades que entraña compatibilizarlo con el rodaje de series y películas. «En el teatro me siento más actor que en el cine y en la televisión. Es directo, hay una comunicación directa con el público, hay un diálogo entre el actor y el espectador», asegura. «Me hace olvidarme de quién soy, de todo, a través de un personaje. En teatro el orgasmo es inmediato; también el 'gatillazo'».

Siguiendo con las definiciones, Tejero, señala que es como un fragmento de vida. Y se explica: «Estás haciendo tu vida normal, llega la hora del teatro, te alejas de ti, te olvidas de ti, y durante dos horas o el tiempo que dure la función, sigues viviendo, pero para otra persona, para introducir al público en otro mundo, y para hacerle olvidar durante un rato sus problemas, sus penas. Esta magia, esta conexión directa con el público, evidentemente no se tiene ni en el cine ni en la televisión».

Además, añade, las artes escénicas ofrecen unas formas de transmitir historias menos constreñidas que en otros formatos. «Cuando te dejan contarlo, porque en este momento estamos volviendo a una cosa espantosa, que es la censura en los escenarios», puntualiza el intérprete. «En cualquier caso con mucho menos dinero, con mucho menos presupuesto, se pueden contar cosas que el cine y la televisión encarecen».

De igual modo, «en teatro no hay un corta y pega, no hay un: 'voy a retroceder porque esto me ha salido mal'», bromea Tejero. «Cuando se abre el telón, no hay marcha atrás y tienes que enfrentarte al público, al cual sientes ahí, delante».

Otra característica que destaca es la capacidad para modificar la realidad que tiene una obra como ésta, «que desata cómo es el animal que llevamos dentro», y al mismo tiempo, plantea una forma de «amansar a la fiera». Algo que no es exclusivo de las tablas: «Una buena función, una buena película o una buena serie, cuando nos sirven de espejo para nosotros mismos, nos enseñan muchas cosas».

Pero si bien tienen la capacidad de ayudar a solventar los conflictos humanos, «también pueden violentar» a los habitantes de la platea. Así, Tejero establece un paralelismo: «Me cansan estas películas en las que la izquierda son los buenos y la derecha son los malos», lamenta. «Quiero que cualquier cosa que vea me deje a mí cuestionarme. Que no me genere odio, que yo no tenga que decirle al director: 'No quieras llevarme a ese lado'». Así, recuerda que se lo dijo a su amigo Benito Zambrano cuando se estrenó 'La voz dormida': «Cuando la vi, odié a la gente de extrema derecha, a lo que representaba el franquismo. Pero no quiero ir a ver una obra para que me genere eso, porque al final estás haciendo lo mismo que hacen esos personajes».

Por eso apuesta por el humor, por ese otro humor, extraño, que ofrece 'Camino al zoo': «Las cosas contadas desde el humor entran de una forma sutil. La gente las recibe de manera menos brusca, menos agresiva. Y aquí pasa eso, que lo que se cuenta es demoledor, pero la forma de hacerlo es, precisamente, para evitar golpear al público de una manera brutal».

TITULO:  ¡ Atención obras ! - Cine - Jasón y las furias, una tragedia con acento extremeño, cierra el Festival de Mérida ,.

Jasón y las furias, una tragedia con acento extremeño, cierra el Festival de Mérida ,.

La tragedia Jasón y las furias, basada en un texto nuevo de Nando López a partir de varios clásicos y que humaniza a los personajes, pondrá el broche al 71 Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida, con un montaje de la compañía extremeña Teatro del Noctámbulo y con un elenco que encabeza José Vicente Moirón.

Jasón y las furias, una tragedia con acento extremeño, cierra el Festival de Mérida

fotos / Como ha recordado Cimarro, ya es habitual que el broche para el festival emeritense corra a cargo de una coproducción con compañías extremeñas, y supone la vuelta de Teatro del Noctámbulo, que ya puso en escena en 2019 Tito Andrónico, también con texto de Nando López y con Antonio Castro Guijosa como director.

En este Jasón y las furias, Nando López ha defendido que ha pretendido dar “una mirada contemporánea a lo que llamamos teatro clásico” e ir al origen de un desenlace ya conocido por todos, y en la que se habla “de una tragedia universal que está contando muchas de las violencias que seguimos viviendo y arrastrando hoy en día”.

Ha añadido que también es una gran historia sobre el amor y el fin del amor entre Jasón y Medea y un análisis del héroe y de como se construye la idea de la heroicidad, sin dejar de abordar cuestiones de tanta actualidad como las migraciones o los genocidios.

No obstante, reconoce que “de alguna manera” se ha tratado de “desnudar” a Jason y Medea de la mirada “un poco ya estereotipada que tenemos” para dejar que sea el público quien tome las decisiones y se posicione.

Por su parte, el director del montaje ha incidido en su interés en abordar “la mirada de Jason sobre sí mismo”, que es la mirada sobre “nuestra propia mirada, nuestra propia vida y la posibilidad de enmendar o incluso borrar parte del pasado”.


 

“Es un hombre que busca constantemente entender qué es lo que ha hecho tan mal a lo largo de su vida para que el final haya sido tan cruel”, ha dicho el director.

En cuanto al protagonista, José Vicente Moirón ha indicado que es una obra “difícil”, que si no ha sido uno de los papeles más complicados de su carrera, sí que la ha sacado de su “zona de confort”.

Por su parte, Carmen Mayorga, que encarna a Medea, reconoce que la responsabilidad ante un personaje que en Mérida han puesto en escena desde Margarita Xirgu a Nuria Espert o Blanca Portillo.

La obra, que estará en el Teatro Romano del 27 al 31 de agosto, recoge el testigo de la tragedia, que ha primado en la edición de este año, tras el paréntesis de la comedia Los Hermanos, que ha cosechado cinco llenos absolutos, con más de 16.500 espectadores en sus cinco representaciones, según el director del certamen, Jesús Cimarro.

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