«Por muy poco no lo contamos»
-foto--Jesús Calleja relata la pesadilla
que vivió en 'Desafío Extremo: Abjasia, atrapados bajo tierra' (Cuatro).
«Todos los días sueño con la sima», la más profunda del mundo
«Por muy poco no lo contamos. En ocasiones ha sido terrible
y muy angustioso». Así recuerda Jesús Calleja su aventura en las
entrañas de la tierra, un viaje que le dejó, junto a su equipo de
'Desafío Extremo', seis días atrapados a menos 1.600 metros en la sima
Krúbera-Voronya (Cáucaso), la más profunda del mundo. Ahora, Cuatro nos
muestra cómo fue la hazaña en 'Abjasia, atrapados bajo tierra', a las
22.30 horas.
No cometieron ninguna imprudencia. La expedición se frustró
por una gota fría que descargó 50 litros por metro cuadrado,
multiplicando por cuatro el caudal de agua filtrado al interior de la
cueva. «Era la primera vez que no miraba hacia arriba», bromea el
aventurero. Pero allí estaba el peligro.
A principios de mes se embarcaron en este proyecto para
encontrar vida en tales profundidades. Sin embargo, las condiciones
climatológicas obligaron a abortar la expedición. El objetivo se
convirtió en salir de allí sanos y salvos. «No podíamos subir por las
cascadas y los compañeros del exterior tampoco podían bajar para
traernos más comida, combustible o ropa seca. Estábamos aislados con un
frío tremendo. Incluso llegamos a pasar cuatro días enteros sin comer
nada», desvela Calleja.
Y el ascenso fue «angustioso». «No sabíamos si estarían
cortadas las cuerdas o si nos íbamos a ahogar», relata. Y en la
superficie les esperaba su hermano Kike Calleja. «Por mi parte he
sufrido mucho, porque veía que tenía abajo a mi hermano y al resto del
equipo. Lo importante es que salieran», comenta Kike.
«Me pegué una comilona»
Jesús Calleja llegó a casa con 57 kilos y lo primero que
hizo fue pegarse «una comilona que no veas», desvela el aventurero. «Nos
abrazamos a la gente que queremos, porque necesitábamos el cariño de
los nuestros. También andar, relajarnos y luego disfrutar de los
placeres más carnales, como es comer». La aventura ha terminado en final
feliz, pero le ha dejado una pequeña secuela. «Todos los días tengo
algún sueño relacionado con la sima. Durante algún tiempo me pasará,
pero solo son sueños recurrentes motivados por la angustia que pasamos
allí abajo», comenta quitándole importancia.
A pesar del susto, Calleja ya piensa en su próximo reto e
incluso no descarta la posibilidad de volver a intentarlo. «Seguiré
viviendo al límite, aunque intentaré disfrutar más de los pequeños
detalles y de las cosas ordinarias de la vida. Ahora me siento en las
nubes y nunca mejor dicho», bromea con los pies en la tierra.
TÍTULO; Callejeros,Castuera.7 DÍAS CITAS,.
En la provincia de Badajoz tenemos al pueblo de Castuera que tambien pertenece a Extremadura.Tenemos sitios bonitos que visitar como, el Casino de la Serena, la Ermita Nuestra Señora del Buensuceso,la Virgen de las 4 Esquinas,la Iglesia de la Magdalena,la Ermita del parque Santa Ana,la Estacion del tren que funciona,El Museo del Turrón,la Plaza España y la Plaza San Juan,etc.El mercadillo se pone los jueves al lado de la estación de autobuses,también tenemos el Centro de Salud,. Tambien los buenos turrones en sus fabricas que son Rey, 2Hermanos,y los Artesanos,las fabricas de Queso de la Serena,.Sus bonitos jardines y parques,.
Tambien Hoteles El narajón, El Paraiso,para los jóvenes de marcha el Astor,el Alba,Batikano,Discoteca,.Tambien La feria del Salón y la feria de Septiembre,etc.
TÍTULO; A LAS 3 SERAN LAS 2,
SOCIEDAD
¿A las 3 serán las 2?
El ministro Luis de Guindos no
descarta retrasar los relojes para ajustarnos al huso horario que nos
corresponde. Aunque los canarios no quieren perder esa 'hora menos' que
tanta publicidad les da
Si se acerca estos días a Londres y se hace una foto junto
al Big Ben aproveche para poner el reloj en hora. El Gobierno de España
estudia modificar el huso horario y atrasar las manecillas 60 minutos,
de manera que en lugar de compartir horario con alemanes y holandeses lo
hagamos con ingleses, irlandeses y portugueses. Que es con quienes
deberíamos estar sincronizados por razones geográficas.
La propuesta está incluida en el 'Estudio de la
racionalización de los horarios, la conciliación de la vida personal,
familiar y laboral y la corresponsabilidad entre padres y madres', que
el ministro de Economía, Luis de Guindos, ha prometido estudiar. «Desde
luego no lo vamos a dejar en el cajón. Desde el punto de vista
geográfico, hay una divergencia entre el horario actual y el que
correspondería, aunque no es un tema sencillo». En el PSOE creen que
cambiar los relojes sería «muy llamativo», pero «no va a influir» en
nuestra calidad de vida.
De aprobarse la modificación se subsanaría un error
cometido hace 73 años, en 1940, cuando Franco ordenó adelantar sesenta
minutos el horario oficial de España e igualarlo al de Alemania, en un
gesto de lealtad al Gobierno de Hitler.
Las Islas Canarias no fueron incluidas en esta orden, así
que allí el reloj siguió marcando una hora menos. Nos lo recuerdan a
cada rato los noticieros, que desde los años 70 utilizan esta coletilla:
'Son las seis, las cinco en Canarias'. Lo que supone una publicidad
gratuita para el archipiélago al que no están dispuestos a renunciar.
«¿Cuánto costaría una campaña de mención a Canarias en todos los medios,
a todas las horas, todos los días, tal como se hace ahora, si hubiera
que pagarlo», se pregunta en su blog el presidente de la región desde
2007, Paulino Rivero (Coalición Canaria), que se opone al cambio
peninsular porque supondría igualarlo al canario. No sabemos lo que
costaría, pero valga una referencia: hace cuatro años, el Ejecutivo
vasco pagó 278.767 euros por insertar en televisión un anuncio de
promoción del turismo en Euskadi antes de las campanadas de Nochevieja.
Mientras que Rivero aduce razones económicas, los canarios
de a pie recurren a lo sentimental. «Perderíamos una seña de identidad e
imagen. No veo necesidad ni beneficio, me parece una cosa más bien
exótica», opina el responsable de una oficina de turismo de Tenerife, la
isla más visitada (4,5 millones de personas al año). El turismo es el
motor económico de Canarias, que recibió en 2012 más de 11 millones de
viajeros, el 90% de ellos extranjeros.
Claro que hay una solución que contentaría a todos:
retrasar una hora los relojes de la Península y otra más los de
Canarias, manteniendo así los 60 minutos de diferencia actuales. «Eso
sería lo correcto. Tanto la hora de la Península como la de Canarias
están actualmente mal, están adelantadas», aclara el astrónomo Miguel
Gilarte, que aplaude la iniciativa del Congreso para devolver a España
al sitio que le corresponde en el mapa que rige el meridiano de
Greenwich. Este meridiano debe su nombre a la localidad inglesa que
atraviesa la línea imaginaria que une los dos polos y fue aceptado como
la referencia mundial en 1884. Entonces se establecieron 24 husos
horarios para otras tantas áreas geográficas. Al pasar de un huso a otro
en dirección este hay que sumar una hora (por eso Alemania tiene una
más que Gran Bretaña) y restarla hacia el oeste.
La Península se encuentra en el mismo segmento geográfico
que el Reino Unido, de manera que deberíamos tener también la misma
hora, o sea, una menos. A las Islas Canarias, situadas más al oeste, «le
corresponde una hora menos que a la Península. De manera que si ahora
mismo en Londres son las diez de la mañana, en Madrid deberían ser
también las diez y en Canarias, las nueve», señala a modo de ejemplo
Gilarte.
Empezar a trabajar a las 7.30
Junto a la propuesta de retrasar una hora el reloj, el
informe que va a estudiar el Gobierno de Rajoy incluye otras para
conciliar la vida familiar y laboral. «El cambio del huso horario debe
ir acompañado de un vuelco en las rutinas. En lugar de entrar a trabajar
a las nueve de la mañana podríamos empezar entre las siete y media y
las ocho y reducir el tiempo para comer. Sería más coherente. Al
terminar antes de trabajar, los padres podrían ir a recoger a los hijos
al colegio», sugieren desde la Comisión Nacional para la Racionalización
de los Horarios. Hace tres años ya elevaron sin éxito esta petición al
Gobierno.
Ahora parece que lo van a tener en cuenta: «Cualquiera sabe
las dificultades que hay con unas oficinas que no se cierran nunca y un
horario que va con el paso cambiado. Las dificultades para mantener una
familia y poder trabajar son un problema nacional», señaló ayer el
portavoz del PP, Alfonso Alonso.
Si amanece antes, empezaremos a trabajar antes, saldremos
de la oficina antes, cenaremos antes, nos sentaremos en el sofá antes
-proponen adelantar el horario del 'prime time' «porque es una
barbaridad estar viendo la tele a las doce de la noche»- y nos iremos
antes a dormir. Como los ingleses. A ver si, de paso, se nos pega un
poco la puntualidad británica.
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