martes, 1 de julio de 2014

EL DESAYUNO DEL MARTES, Vivir en la avenida Marica,./ LA CENA DEL MARTES, EL TIMON DE TVE CAMBIA DE MANOS,.

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    Se ha montado un gran escándalo porque un funcionario ha escrito en un formulario que un profesor vivía en la avenida Marica. Como el ...

    El lenguaje coloquial está lleno de expresiones homofóbicas,.

    En el Multiusos de Cáceres siempre se sigue gritando «Negro, negro, negro, maricón». :: HOYSe ha montado un gran escándalo porque un funcionario ha escrito en un formulario que un profesor vivía en la avenida Marica. Como el profesor es homosexual, el caso se ha presentado como un flagrante caso de homofobia. ¡Ah!, ¿pero no sabían ustedes que esa homofobia es lo habitual? En Cáceres, y supongo que en Almendralejo, en Botija y en Helechosa de los Montes, el lenguaje coloquial está lleno de expresiones homofóbicas y los chistes y gracietas sobre el tema, o sea, sobre maricas, son muy comunes. Hemos cambiado un poco en la superficie, pero el fondo de armario casposo, grosero y machorro es difícil de borrar.
    Esta temporada no lo sé porque he ido solo a un partido, pero en las anteriores, en el pabellón Multiusos de Cáceres se seguía escuchando lo de: «Negro, negro, negro, maricón» como canto favorito de una parte de la afición para despreciar al pívot americano del equipo contrario. Se trata de un grito histórico cacereño. Data de cuando subimos a la ACB y éramos quizás el único equipo sin jugadores negros. Nuestro pívot, Jiri Okac, era rubio y muy blanco.
    ¿Se imaginan qué sucedería si en el Palau o el Bernabéu se gritara lo de negro, negro, negro, maricón? Temblarían los cimientos del deporte. Aquí se grita y parece normal. Es más, se considera un eslogan tradicional e histórico que a nadie debería ofender.
    Los domingos voy a ver al Cacereño y en las gradas del Príncipe Felipe hay aficionados que siguen manteniendo la clásica gradación de insultos al árbitro: es cabrón si no pita una falta y maricón si deja de señalar un penalti a favor. Si nos anula un gol, entonces ya es hijo de puta.
    En Cáceres y en Badajoz, en las capitales y en la provincia, las fruslerías son mariconadas y los flojos son mariquitas. Recuerdo que una vez me comentaron que se decía de mí que era marica porque escribía con metáforas (sic). Me pareció fascinante esa relación entre retórica y sexualidad.
    Cuando alguien metafórico entra en un bar o en una oficina, aún vuelan sonrisas de esquina a esquina y en voz baja se hacen chistes y se manejan desprecios. En algo hemos avanzado: se hace en voz baja lo que antes se voceaba para humillar y dejar claro quién era más hombre. Lo que tiene de particular lo de la avenida Marica es que ha supuesto un viaje al pasado, es decir, no se ha disimulado la homofobia, ya sea como broma estúpida, ya sea como vejación consciente.
    Nadie en público defenderá este caso. Pero en privado se sigue manteniendo la teoría de que la mafia gay va a acabar con la libertad, que ya no se puede ni hacer un chiste y que a este paso no se va a poder hablar de nada.
    Tampoco nos vamos a rasgar las vestiduras. En algunas cosas hemos evolucionado. No hace mucho, en Cáceres, teníamos un bar conocido por todos como el bar del Marica o, directamente, El Marica. Ahora esos bares son de ambiente. Pero falta normalidad. Es difícil encontrar a quien no sonría componiendo un rictus de «tú ya sabes» tras referirse a un bar de música, estética y clientela gay. Algo que nunca se hará tras referirse a un bar de futboleros, de funcionarios o de ganaderos, que los hay y todos tienen un estilo, una estética y una parroquia muy particular y muy poco metafórica.
    Supongo que si el funcionario ocurrente es sancionado, perderán fuelle los valentones que aún presumen de ser homófobos a voces porque a ellos «no los calla nadie, y menos la internacional rosa». Pero no se trata de ser respetuosos por miedo, sino por convicción. Solo así llegará un día en que la normalidad sea tan evidente que lo de la avenida Marica podrá ser considerado una broma. Hoy es una humillación.

    TÍTULO:  LA CENA DEL MARTES, EL TIMON DE TVE CAMBIA DE MANOS,.

    Ignacio Corrales fue elegido director de TVE el 24 de julio de 2012. A la derecha José Ramón Díez, en una fotografía de archivo. LA CENA DEL MARTES, EL TIMON DE TVE CAMBIA DE MANOS,-fotos,.

    Ignacio Corrales fue elegido director de TVE el 24 de julio de 2012. A la derecha José Ramón Díez, en una fotografía de archivo. / RTVE .

    Ignacio Corrales dimite como directortras dos años en el cargo. En este tiempo la audiencia ha caído dos puntos y la situación económica se ha agravado. Le sustituye José Ramón Díez,.

    Ignacio Corrales fue elegido director de TVE hace dos años. Ya entonces había estrecheces en la pública... económicas y de audiencia. Porque en junio de 2012 los espectadores de La 1 caían al 11,5%, quedando la cadena tercera por detrás de Telecinco y Antena 3. Sigue en la misma posición, pero con peor marca. Ayer, a unas horas de cerrarse el cómputo de audiencia de junio, TVE arrastraba una media del 9,5%. Su mínimo anual, rozando el mínimo histórico. Ayer Ignacio Corrales presentó su dimisión y TVE anunció que José Ramón Díez le sucederá en el cargo.
    Siguiendo la política habitual, desde RTVE no explicaron los motivos de la renuncia aunque hace dos años Leopoldo González-Echenique, presidente de la corporación, dijo que contaba con Corrales para reflotar unas audiencias que ya acusaban cierto desgaste. A la vista está que no ha cumplido el objetivo. La última evidencia ha sido el estrepitoso fracaso de 'El pueblo más divertido'. El programa veraniego de Mariló Montero y Millán Salcedo no ha gustado a los de casa y TVE lo ha relegado al 'late night' de los martes. Solo se ha salvado de la cancelación porque estaba ya grabado y pagado: 3,5 millones de euros (13.000 euros por programa para Mariló).
    Si a TVE no le salen los números en cuestión de audiencia, tampoco le salen los otros. Y la maltrecha situación económica de la cadena también habría influido en la decisión de Corrales. Porque no parece casualidad que su dimisión llegue dos días después de que el Gobierno haya realizado una aportación extraordinaria de 130 millones de euros para salvar de la quiebra a RTVE. El Consejo de Administración de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (Sepi) aprobó el viernes dicha medida. Leopoldo González-Echenique venía reclamando una inyección económica, que se combinará con una reducción del capital social que puede ser superior a los 300 millones de euros para equilibrar contablemente la situación patrimonial.
    Y en este ambiente revuelto aterriza a la dirección de TVE José Ramón Díez, que ya ocupó este mismo puesto en los años 1999 y 2000 y lleva vinculado a la cadena treinta años. Licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales, ingresó por oposición en RTVE en el año 1984. Se inició profesionalmente en el centro territorial de Cantabria y en 1987 se trasladó a Madrid, donde comenzó su carrera como realizador en la sección de deportes.
    Más profesional que político
    «Su participación en nueve Juegos de Verano y tres de Invierno hacen de él un experto en la cobertura de grandes eventos deportivos», destacaba ayer RTVE en una nota, en la que únicamente se anunciaba su elección, sin mencionar la dimisión de Corrales ni sus causas. Díez fue nombrado por el Consejo de Administración de RTVE a propuesta de Echenique. «Asume desde hoy la dirección de TVE con el reto de revitalizar la cadena y hacerla más competitiva, si bien manteniendo sus señas de identidad y su encomienda de servicio público».
    En su anterior etapa como director, durante el Gobierno de José María Aznar, a Díez se le recuerda por su decidida apuesta por la producción propia y por no inmiscuirse en las decisiones políticas. Con este currículum, los sindicatos han acogido su nombramiento positivamente y alaban su perfil «más profesional que político».

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