El humor tiene tanto exito porque todo el mundo tiene un problema,.El humorista de la camiseta del Cádiz volverá a actuar en Badajoz el próximo 20 de marzo a beneficio de los niños con cáncer,.
-foto-Tony Rodríguez vive de hacer reír. Pero hay situaciones en las que no puede evitar que se le forme un nudo en el estómago. Lo lleva en el carácter alguien que con 21 años, recién casado, abrió las puertas de su casa para que un niño albanokosovar pudiera olvidarse durante el verano de la guerra de Yugoslavia. «El pobre se había preparado para venir, pero ninguna familia podía acogerlo. En casa me dijeron que estaba loco, pero no me importó y estuvo con nosotros seis veranos seguidos». Muchos años después, este gaditano se ha convertido en alma mater de la gala ‘Humor para la esperanza’, un espectáculo con el que ayuda a familias afectadas por el cáncer infantil. «Yo sé lo que quiero a mis hijos y cuando ves a esa niña de nueve años rapadita al cero, que le da vergüenza quitarse el pañuelo, te das cuenta de que merece la pena».–La camiseta del Badajoz es blanquinegra, ¿qué pinta aquí un seguidor del Cádiz?
–Todo comenzó porque veníamos al López de Ayala con ‘El bueno, el feo y el malo’, que éramos J. J. Vaquero, Dani Rovira y yo. Y una de las veces José Antonio Rosa (el presidente de la Asociación Dando Color Dando Calor) nos animó a visitar la planta de oncología del hospital Materno Infantil. Para mí, que tengo tres niños, fue impactante meterme en una sala y ver que te reconocían, ver la pequeña sonrisa esa que pone la gente cuando les dices cualquier tontería. Entonces piensas:_¡Hostia! Con la que tiene montada aquí esta niña de nueve años, peladita al cero, y que te diga que al año que viene va a ir a verte al teatro porque este año no le da tiempo...
–Y desde entonces...
–El primer año hablé con Vaquero y con Rovira y les dije que íbamos a venir de nuevo al López de Ayala de Badajoz, pero de una forma solidaria.
–¿Por qué lo hicieron?
–Siempre que vengo a Badajoz recuerdo sobre todo a una familia que tenía una niña de cuatro o cinco mesecitos. Les habían dicho que no podían hacer más nada, que se fueran para su casa y que... Pero resulta que la madre de la niña, cuando me vio en el hospital, empezó a decir: ‘si llego a saber que vienes, le digo a mi marido que se acerque’. Total, que lo llamó al móvil, pero lo tenía apagado. Yo no sabía qué hacer, así que le dije que iba a estar en un bar y al rato se presenta corriendo y me da un abrazo enorme.
–¿Qué sintió en ese momento?
–Fue algo superior a mí. Con la movida que tenía esa familia, viendo que tú no puedes solucionar nada, pero ese ratito que pasó este hombre después de dos meses metido en el hospital y de lo que le habían dicho es lo que hace que merezca la pena venir a Badajoz a esta gala de Humor para la esperanza.
–¿Ayuda el humor en una situación así?
–El humor tiene tanto éxito porque todo el mundo tenemos un problema, y si no lo tiene la mujer, o la familia, o lo tienes en el trabajo... Hay muchos problemas y el humor pega fuerte porque la gente necesita esas dos horas de olvidarse de todo y pasárselo bien. Cada día o cada noche se nos acerca gente para decirnos que se alegra de haber venido a vernos. Y yo les digo: tienes razón tío, te has reído de la crisis, te has reído de los males, y yo a la par tuya, porque yo me he sentido identificado.
–¿Somos conscientes de la suerte que tenemos quienes no sufrimos un problema verdaderamente grave?
–Yo creo que no nos damos cuenta hasta que nos pasa algo malo. Si lo extrapolamos a la crisis, todo el mundo se queja del trabajo, del jefe... Y cuando tú escuchas un testimonio de alguien que no tiene trabajo dices: ¡cuidado!, que yo me puedo quejar, pero a final de mes tengo para llenar el frigorífico. Con las enfermedades es mucho peor: es algo que no eliges, sino que te viene dado. Y por mucho que te digan que la actitud positiva viene muy bien, yo creo que a mí sería difícil sacarme una sonrisa si me pasara.
–Difícil, pero necesario...
–En esas situaciones son muy importantes las terceras personas que ayudan, esas que sin pedir nada a cambio se meten en un mundo de la ayuda. Es lo que hace José Antonio Rosa con Dando Calor, por eso de lo que más orgulloso me siento cada año es de haber venido a Badajoz a hacer un festival de humor y de arrastrar a tres cómicos que sienten aquí lo mismo que sentí yo el primer día. Porque estos voluntarios se van luego a Perú y te mandan fotos desde allí, de niños que han salvado. En el Materno, por ejemplo, han puesto Play Station en todas las habitaciones y eso es gracias a la ayuda que aportamos nosotros.
–Con gente así, debe dar gusto echar una mano.
–El otro día me llamó la presidenta de una asociación contra el cáncer para decirme que los dos humoristas que querían que fueran estaban ocupados y que habían pensado en mí porque no estaba haciendo nada. Yo le pregunté si ella estaba enferma y me contestó que gracias a Dios no, que se había metido en la asociación para ayudar. Entonces yo le dije que a nadie que estuviera enfermo se le ocurriría llamar a nadie para eso y encima ridiculizarlo.
–Increíble.
–Otras veces te llaman para una cosa benéfica para una niña que está malita y luego ves a la gente gastando dinero a tutiplén. O sea, que yo pongo el día y luego tú estás aquí gastando a todo lujo. Porque las cosas benéficas no es que te paguen el viaje, sino el día que no trabajas en lo tuyo y no ingresas. Por eso, cuando vienes a un sitio como Badajoz ves que no has perdido el día. Te das cuenta cuando varios meses después te llega el dibujito de un niño que me ha pintado con la camiseta del Cádiz.
Presentado por: Jenaro Castro
Dirigido por: Jenaro Castro / foto,.
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