REVISTA BLANCO Y NEGRO - EL SEXÓLOGO DEL ¡ PHONE !,. / LA VIDA ES MAGIA - ALADINO - CINE -,.

 TÍTULO: REVISTA BLANCO Y NEGRO - EL SEXÓLOGO DEL ¡ PHONE !,.

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El sexólogo del iPhone,.

• Las tiendas de reparación de móviles están llenas de parejas,.

  Ayer fui a comprar un ratón y aquello parecía la consulta del sexólogo. Si mis abuelos levantaran la cabeza y leyeran la frase anterior, se quedarían estupefactos: «¿Nuestro nieto comprando ratones en un sexólogo?». Pues sí, así son las cosas y les aseguro que hay situaciones, provocadas por las nuevas tecnologías, que también a mí me sorprenden aunque no sea aún abuelo.
  Porque resulta que la tienda donde compro los ratones está especializada en el arreglo de teléfonos iPhone y esta circunstancia me permite asistir a situaciones muy divertidas. El caso es que en los 15 minutos que estuve en la tienda, pasaron por ella seis parejas de novios o lo que fuera y todos iban a lo mismo, a arreglar su apreciado iPhone. De lo que se deduce que este teléfono, el más deseado de los móviles, es fundamentalmente utilizado por los jóvenes. Aunque más que ser utilizado, yo diría que es manoseado. Y aquí es donde viene a colación lo del sexólogo.
  Si durante mi estancia en la tienda me hubiera abstraído del entorno de impresoras y ordenadores y hubiera cerrado los ojos, las conversaciones entre los jóvenes y el tendero me habrían situado en una consulta médica con parejas atribuladas que acudían al sexólogo en busca de curación.
  Así, la primera pareja explicó que, de tanto manosearlo, el aparato ya no funcionaba bien. El dependiente, tan profesional como un galeno experto en estímulos sexuales, libidos decadentes e inapetencias en general, agarró el aparato con solvencia, lo tocó con mano experta y, tras presionar su punto G de Google, su punto W de Wi-Fi y su punto S de Siri, logró estimularlo de manera brutal y ponerlo en pie de guerra.
  La excitación fue tan tremenda que el aparato preguntó: «¿En qué te puedo ayudar?». Y se puso a disposición de su hábil manoseador proponiéndole solícito y mimoso: «Puedes pedirme cosas como estas: Dile a Belén que voy de camino... Cuál es el teléfono de Ana... Muestra nuestras fotos de anoche... Cómo hacer un Face Time con Nuria... Cuánto me falta para llegar...» Pensarán ustedes que exagero, pero si tienen ocasión, cojan un iPhone, manoséenlo con destreza y verán cómo les propone todas estas atractivas posibilidades y otras peores. Yo no salía de mi asombro y me preguntaba a dónde pretendía llegar aquel muchacho con aquel aparato tan trabajado por Belén, por Ana, por Nuria... Pero bueno, lo cierto es que el tendero-sexólogo le devolvió el teléfono y le aseguró que funcionaba bien y que podía seguir manoseándolo cuanto quisiera. Había que ver la cara de felicidad que puso la pareja, aparato en mano funcionando a pleno rendimiento y soñando con nuevas prestaciones y manoseos.
  Tras ellos, fueron llegando nuevas parejas, todas entre 18 y 25 años, preocupadas por sus iPhone. Cada dúo exponía los síntomas de su carencia 'sexual' al dependiente. Unos aseguraban, literalmente, que el cacharro no respondía a los toques, que debía de tener estropeada la sensibilidad digital; otros se quejaban de que, desde que lo usaban con protección, no funcionaba igual, cuando el de su amigo del alma no había perdido actividad a pesar de ponerle también protección. En fin, el 'sexólogo' tenía diagnóstico para todos y a todos recetaba remedios eficaces sin perder su flema profesional: al de los toques le recomendó que no palpara su aparato con los dedos húmedos y al de la protección, que no confiara demasiado en los protectores chinos.
  Cuando me marchaba, entró una última pareja seriamente preocupada. Él expuso los síntomas del aparato enfermo: «Mire, aprieto el botón y está blando, no se pone duro» (expresión literal, les aseguro que no me invento frases graciosas). El 'médico', muy serio, cogió el iPhone, apretó el botón y tranquilizó a la pareja: «Les aseguro que está tan duro como todos los que he tocado esta mañana». Los novios se fueron felices y el dependiente y yo ya no pudimos más y estallamos en una carcajada gloriosa.
  

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Reparto

Bud Spencer, Luca Venantini, Julian Voloshin, Diamy Spencer, Janet Agren, Tony Adams, Lou Marsh, Fred Buck,.

 

 Un muchacho pobre de nombre Al haddin encuentra una lámpara con la que invoca a un todopoderoso genio, que le concederá todos sus deseos, desde ligarse a la chica que le gusta hasta poder ganar un campeonato de ski acuático.