sábado, 10 de octubre de 2015

Moda seduccion en serie,./ EL ICONO - EL TEMPLO DEL LUJO ITALIANO,.

TÍTULO: Moda seduccion en serie,.


Los actores de Galerías Velvet: Miguel Ángel SIlvestre, Miriam Giovanilli y Charlotte VegaSeducción en serie: Miguel Ángel Silvestre, Miriam Giovanelli y Charlotte Vega, los actores de Galerías Velvet , foto.


La moda es la pasión que enlaza a sus personajes en Velvet, pero ellos también disfrutan fuera de la pantalla. Miguel Ángel, Miriam y Charlotte nos muestran su versión más fashion. 
Una serie empapada en la moda y unos actores que rebosan estilo. Los encargados de dar vida a los personajes de Galerías Velvet nos hablan de sus rutinas de belleza, de lo que es la moda para ellos en su día a día, de sus sueños y sus planes de futuro:
Miriam Giovanielli: "La moda me interesa como arte". "Siempre llevo protector solar... Pero en las demás rutinas de belleza soy un desastre".
Miguel Ángel Silvestre: "Vivo más feliz siendo como soy". "La moda me interesa mucho. Es un trabajo creativo, con afinidades con el de actor".
Charlotte Vega: "Mi sueño es poder vivir del cine","Me gusta seguir las tendencias, pero soy más de gangas. Compro cosas 'vintage'",.

TÍTULO: EL ICONO - EL TEMPLO DEL LUJO ITALIANO,.

El templo del lujo italiano: el atelier de Bottega Veneta,.

Bottega Veneta un templo del lujo discreto foto

Visitamos el atelier de Bottega Veneta en Vicenza, una espectacular villa renacentista donde se confeccionan sus exquisitos bolsos y diseños trenzados. Un templo del lujo discreto. 
Vicenza es la patria de Andrea Palladio. En apenas 30 kilómetros, el arquitecto renacentista sembró el paisaje con imponentes construcciones cargadas de solemnidad. Sus villas campestres son de una geometría y orden extremos, evocando la espiritualidad y la calma de un templo.
Esta ciudad al norte de Italia es también la cuna de Bottega Veneta. Y, al igual que la obra del maestro del XVI, sus creaciones están llenas de orden y equilibrio. Escribía el gran crítico e historiador del arte italiano Giulio Carlo Argan (Turín, 1909-Roma, 1992) que las casas de Palladio eran "dignas pero sin fastuosidad". Se refería a las mansiones que el maestro construyó entre Vicenza y la vecina Venecia, en torno al canal de Brenta.
Chalés que no pareados para élites económicas, que diríamos ahora. Pues con los bolsos de Bottega Veneta ocurre algo similar, son el lujo discreto, el lujo sin fastuosidad. Su valor está en el detalle, en la calidad de los materiales, en el trabajo hecho a mano, en el trenzado imperfecto no podía ser de otra forma pero a la vez riguroso y exquisito. Velan por una manera de hacer donde no tienen cabida ni el logo ni el brillo.
Hoy, capitanea la firma Tomas Maier, un alemán de 58 años que lleva 15 entre cueros, al frente del diseño de los productos, pero también de la imagen de las tiendas, la publicidad... Su control es absoluto. Fue la condición que impuso para aceptar el reto cuando en 2001 lo llamaron para devolver el esplendor a la marca después de un periodo de éxito los años 60 seguido de otro de olvido los años 80.
La marca es joven. Bottega Veneta nació en 1966 en una zona famosa por el trabajo del cuero. Su oferta inicial consistía en bolsos y accesorios de piel. Y su seña de identidad era una nueva técnica de tiras delicadamente entrecuzadas con este material, conocida como intrecciato.
Para descubrir Bottega Veneta por dentro viajamos a Montebello Vicentino, a 25 kilómetros de Vicenza. Las montañas quedan lejos. En la llanura todo se tiñe de verde. La bruma de la madrugada difumina el nuevo atelier de la marca. Una villa del siglo XVIII de estilo paladiano en medio de un jardín histórico de 55.000 m2. Inaugurado en septiembre de 2013, hoy es noticia porque ha sido la primera construcción del sector del lujo en lograr el distintivo LEED una de las certificaciones ecológicas más importantes del mundo en su nivel más alto, el Platinum. El proyecto combina la tradición local con la última tecnología en materia sostenible.
Así, en la villa original, el 75% de los elementos constructivos empleados son materiales reutilizados. Todas las maderas usadas provienen de bosques gestionados de forma sostenible y se ha trabajado con proveedores y contratistas locales. Entre las nuevas construcciones destaca una cubierta de 1.200 m2 de paneles solares. Todo está pensado para causar la menor huella ecológica, optimizando el empleo del agua y de luz artificial. Asimismo, se ha desarrollado un sistema de reciclado y aprovechamiento del agua de lluvia.
En el atelier trabaja casi un centenar de artesanos, además de personal de apoyo. Es un campo de alta tecnología para poner en valor la artesanía. No funciona como una fábrica, sino como un laboratorio en el que se elaboran los prototipos. Sus espacios son diáfanos, minimalistas, blancos... Las nuevas dependencias también incluyen la Scuola della Pelleteria. Fundada en 2006, es la cantera donde aprenden el oficio los futuros artesanos, que, curiosamente, trabajan con técnicas del pasado en un edificio que nos acerca al futuro.
  • El lujo discreto
Villa Rotonda, tal vez la obra cumbre de Palladio, impone su presencia desde de la distancia. En cambio, en la obra de Tomas Maier es en la distancia corta en el tacto, en el sentir... donde se descubre su verdadero poder. Uno de las primeras decisiones que tomó Maier al hacerse cargo de la dirección creativa fue recuperar el lema de los primeros años de la marca, que decía: "Cuando tus propias iniciales son suficiente". Así, pasaba a quedar prohibido el culto al logo.
En su trayectoria, lo único apabullante son las cifras. Según el diario Financial Times, en 2001, la facturación de la marca era de 36 millones de euros. Ahora esta cifra alcanza los 1.000 millones, convirtiendo a Bottega Veneta en la segunda marca en facturación del grupo Kering, por detrás de Gucci. En la actualidad tiene 240 tiendas propias en todo el mundo.
La estrategia de Maier ha sido ir paso a paso. En su primer año en la compañía decretó el silencio más escrupuloso. Estaba prohibido hacer entrevistas. Incluso, se dejó de hacer publicidad. La marca amplió su oferta, y además de bolsos y prêt-à-porter, ha creado un universo en el que tienen cabida muebles, accesorios para el hogar, fragancias o relojes. Siempre piezas ideadas para resistir el paso del tiempo, porque el tiempo es el mejor aliado de Bottega Veneta. "La arruga sobre la piel, provocada por el uso, da carácter y esplendor a la pieza", argumenta Tomas Maier. La marca tiene alergia a lo brillante y a lo impecablemente planchado.
A punto de cumplir 15 años en la casa, Maier es un caso excepcional en la industria de la moda, donde ha habido innumerables cambios de diseñadores en los últimos años. Ha encontrado la estabilidad después de haber forjado su prestigio como diseñador independiente y ha acrecentado el prestigio de Bottega Veneta y su culto al detalle y a la belleza. Lo mismo que ocurre en una villa de Palladio.

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