La hora de los Fósforos - La Cope - CARLOS HERRERA -La tradición de San Antón en Cáceres atrae a decenas de perros . , fotos.
La tradición de San Antón en Cáceres atrae a decenas de perros ,.
Unas 70 mascotas fueron bendecidas en la iglesia de San Juan en un ambiente festivo y de respeto a los animales,.
El perro Chicho se puso ayer un poco bravo cuando el párroco de San Juan, Ceferino de las Heras, le roció con agua para bendecirle. Fue el único que mostró disconformidad porque los demás canes, en el regazo de sus dueños, fueron pasando por el hisopo sin grandes aspavientos. «Que san Antón te bendiga y de salud a toda tu familia», pronunciaba el párroco acercándose a cada animal. Decenas de perros, unos 70 aproximadamente, recibieron la bendición de San Antón en la parroquia de San Juan, que muy animada revivió la tradición de este santo eremita amante de los animales.La festividad es el próximo día 17, aunque suele celebrarse el domingo previo o posterior para que pueda acercarse más público. Aunque la tradición permite que se acerquen todo tipo de mascotas, ayer la inmensa mayoría eran perros, y solo asomaron dos conejos entre el enorme censo canino ataviado con sus mejores galas para la ocasión. La mañana estaba fresca pero los rayos de sol del mediodía hacían más llevadera la espera. A la sombra, muchos de los dueños de las mascotas se frotaban las manos para entrar en calor.
Todos los tamaños
Había perros de todos los tamaños y colores, muchos de ellos resguardados bajo abrigos, y algunos hasta con lazos. Un grupo de amigas con unos quince perros comparte un amor por sus mascotas que se ha traducido en un grupo de Whatsapp llamado 'Perripandi del Rodeo'. Laura Sánchez es la dueña de Bela y la artífice de unos pañuelos conmemorativos para la ocasión. Son de fieltro rojo y cada uno de ellos está personalizado con el nombre. «Lo hemos hecho para que sepamos que somos amigos todos y para que vayan guapos», explicaba Laura.Compañía, comprensión y también motivos para salir a pasear e incluso hacer amigos. Esos son algunos de los argumentos que esgrimen muchos de los que tienen perro. Mercedes Ollero muestra a su bichón maltés, Blanca, que es de Carla, su hija de ocho años. «Siempre ha querido perro, lo tiene desde el año pasado, ella la da de comer, la cuida y juega con ella, y el día que puede ser sale a pasearla». Mercedes destaca que pertenecen a la parroquia de San Juan Bautista y que suelen apuntarse a las actividades participativas que organizan.
El ambiente que había en el entorno de San Juan era festivo, con la intervención de un grupo de mujeres de la asociación de Amas de Casa ataviadas con trajes regionales y animando con cánticos tradicionales de la ciudad. Como novedad, este año se ofreció a los participantes en esta cita dulces y licor.
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Las barreras del río para impedir la entrada de camalote estarán listas en primavera,.
Otra de las medidas que se ha llevado a cabo para acelerar la limpieza del cauce en el tramo urbano de Mérida es el vaciado del Embalse de Montijo,.
La Confederación Hidrográfica explica a HOY que los trabajos de lucha contra el camalote que se realizan en la actualidad en torno a Mérida se pueden resumir en cuatro acciones principales.
Por un lado, se continúa con la construcción de dos barreras fijas contra el camalote. Dos grandes infraestructuras que se encuentran aguas arriba de Mérida y que tienen como fin proteger la ciudad del ataque de esta planta. «Si todo va bien, está previsto que puedan empezar a hacer su función en la próxima primavera».
Al mismo tiempo que se construyen estas barreras, las brigadas que trabajan en el río realizan una limpieza periódica del cauce. Unas tareas que llevan a cabo con la ayuda de varias embarcaciones y maquinaria de las barreras que hay a la entrada del tramo urbano, que concretamente comienza en la zona donde se sitúa el Club de Piragüismo Iuxtanam.
De forma paralela, se tiene programada la limpieza de las orillas del tramo urbano del río, que son las que quedan entre los puentes, y que se realiza con ayuda de varias embarcaciones.
Para facilitar todas estas tareas anteriores, la Confederación del Guadiana ha procedido al vaciado del embalse de Montijo y al cierre de las compuertas hinchables del azud de Mérida. Esto se hace con el objetivo de facilitar la limpieza aguas abajo del tramo urbano de Mérida, es decir, desde la desembocadura del Albarregas. Con el cauce del río visiblemente más bajo, donde hay incluso zonas en las que no hay agua, se tiene previsto que durante todo este invierno las brigadas que retiran el camalote realicen tareas de limpieza a mano.
Impedir futuras invasiones
El objetivo que se pretende en esta campaña de otoño-invierno es conseguir la limpieza total del río del tramo urbano de Mérida y de todo el embalse de Montijo. Los planes que se tienen desde Confederación es que, para la próxima primavera, se pueda contar con el nuevo sistema de barreras aguas arriba de Mérida que impidan futuras entradas de camalote en Mérida.Este ambicioso proyecto tiene como objetivo la creación de uno de los puntos principales de contención y extracción de camalote en el conocido como paraje de La Tijera, situado aguas arriba de Mérida. Concretamente en una zona que ya se utiliza en la actualidad para extracción del material vegetal del río y que se considera estratégica para controlar la entrada del camalote en el tramo urbano de Mérida.
La Confederación quiere evitar con esta nueva medida situaciones problemáticas ya vividas en otra ocasiones como el taponamiento del Puente Romano, o los inconvenientes derivados de la presencia y tránsito del dispositivo de extracción en una zona urbana.
Al mismo tiempo se actúa también en la barrera flotante que está instalada aguas arriba del paraje La Tijera, concretamente en el paraje denominado Miralrío. En esta barrera se construyen apoyos intermedios en el cauce de forma que se mejore el anclaje y sujeción de estas.
Menos gatos y más nietos,.
En Extremadura nacen la mitad de niños que en 1975,.
Jamás le he dicho a mi hijo y a Bea, su pareja, que me gustaría que, además de Ódor, me enterneciera una nietina porque, ¡caramba, es su vida, no la mía! Pero si trasladamos mi anhelo callado a lo colectivo, entonces sí que es necesario pensar en serio en tener nietinos y nietinas: no se trata del capricho de un futuro abuelo chocho, sino de la necesidad imperiosa de una región, Extremadura, de que nazcan más niños.
En esto de los índices de natalidad no somos los últimos de la fila. En 2017, en Extremadura nacieron casi ocho niños por cada mil habitantes. Estamos por encima del distrito europeo con menos bebés: Euritania, en Grecia (5,1). La siguiente en la lista es la provincia de Zamora, donde nacieron 5,2 niños por mil habitantes. Si repasamos los índices de natalidad, nos percataremos de que los distritos con menos nacimientos al año están en Grecia (Phocis), Portugal (Alto Támega), la isla italiana de Cerdeña (Campidano y Carbonia) y el oeste de España. En nuestro país, las regiones con menor tasa de natalidad son Asturias (5,84), Castilla y León (6,40) y Galicia (6,82). Después vendrían Cantabria (7,09), Canarias (7,29) y País Vasco (7,88). Inmediatamente, ya aparecemos nosotros, Extremadura, con 7,92.
Podríamos consolarnos pensando que en esto del índice de natalidad no ocupamos el farolillo rojo, sino que somos los séptimos por la cola. Pero el problema es que en 1975 nacían en Extremadura casi el doble de niños por cada mil habitantes (14,47). Lo grave no es ser últimos ni primeros, lo grave es que formamos parte de la Europa que se despuebla inexorablemente y que, desde 1975, va descendiendo en Extremadura el número de nacimientos por mil habitantes: 14,47 en 1975; 13,25 en 1985; 10,18 en 1995; 9,32 en 2005; 8,18 en 2015 y 7,92 en 2017.
Habrá quien piense que si hay menos niños, también habrá en el futuro menos paro, más pisos y más baratos, etcétera. Pero se equivocan. En su libro 'Una sociedad sin hijos', Manuel Blanco Desar (Santiago de Compostela, 1965), resume de manera tan clara y rigurosa como tremenda el futuro que le espera a Extremadura y a este occidente español despoblado.
Para empezar, si nuestro objetivo es no perder el estado de bienestar, cimentarlo y reafirmarlo, es imprescindible alcanzar un nivel de población que no tenemos ni de lejos. Por ello, es necesario integrar a los inmigrantes porque los necesitamos. Sin población, Extremadura se convertirá en una región sin peso ni relevancia, menos aún, porque las inversiones de las empresas buscarán siempre regiones donde haya potenciales consumidores.
Una grave equivocación es pensar que si nacen memos niños, habrá más empleos. Todo lo contrario: sin jóvenes, no hay inversiones ni crecimiento aunque se mejore la productividad, como se está viendo en Corea del Sur y otros países del entorno, cuya competitividad es fabulosa, pero empiezan a desesperarse porque no nacen niños y no tienen suficiente gente joven. Podría haber oportunidades de empleo en la llamada economía plateada (por las canas) y en la relacionada con la muerte, pero esto es pan para hoy y hambre para mañana.
Manuel Blanco señala una cuestión preocupante: hoy a cada español le toca una deuda pública de 54.500 euros que deberá amortizar a lo largo de su vida. Si nacen pocos niños, la carga será más pesada, los jóvenes pagarán el doble, recibirán la mitad para que España amortice la deuda y no les quedará más remedio que irse. En fin, yo no digo nada, pero necesitamos menos gatos y más nietos.
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